El documento presenta una carta de un profesor dirigida a Don César en la que expone que las nuevas instrucciones de inicio de curso emitidas por la Consejería de Educación de Madrid son ilegales porque contradicen una orden anterior. El profesor argumenta que la orden permite a los profesores impartir como máximo 21 horas siempre dentro de su departamento, mientras que las nuevas instrucciones permiten que profesores impartan asignaturas para las que no están especializados. El profesor también critica recortes salariales a los docentes y p

1. Buenas noches Don César, quien le escribe es un licenciado universitario, Funcionario
de Carrera en la especialidad de Sistemas Electrónicos y con 9 años de servicio como
docente en la Comunidad de Madrid. También soy uno de sus oyentes, al menos hasta
hoy, el futuro dirá. Espero no me defraude y tenga el valor de leer esta carta.
Podríamos hablar durante horas sobre la actual situación de la educación, tanto pública
como concertada, en nuestro país, y en concreto, en nuestra región. Este es un debate
que sin duda nuestra sociedad debe afrontar pues es mucho lo que se juega, pero no lo
haré en esta carta, para evitar que la atención de desvíe.
En pocas líneas paso a explicar un punto clave de este conflicto que todos los medios
de comunicación, bien por ignorancia, bien por parcialidad (el peor de los pecados para
un periodista) han omitido en sus informaciones.
Simple y llanamente, las instrucciones de inicio de curso que la Consejería de
Educación de Madrid, en manos de la señora Lucía Figar, SON ILEGALES pues
contravienen la, hasta hoy vigente, orden de 29 de Junio de 1994 por la que se aprueban
las instrucciones que regulan la organización y funcionamiento de los Institutos de
Educación Secundaria. Paso a explicarles, a usted y a su audiencia, de manera breve y
sencilla el porqué de esta ilegalidad.
Hace ya mucho tiempo que son muchos los docentes que imparten 20 o 21 horas
lectivas, 19 en mi caso, y nunca se ha oído una queja ¿Por qué ahora?
El problema central radica en que la Orden anteriormente mencionada, en su Artículo
77 establece que “los profesores impartirán un mínimo de 18 periodos lectivos
semanales, pudiendo llegar excepcionalmente a 21 cuando la distribución horario del
departamento lo requiera y siempre dentro del mismo “(departamento, se entiende).
Y aquí reside el problema, ningún profesor de Biología se quejará de tener que impartir
2 o 3 horas más de Biología, ni el de Literatura de Literatura, ni el Mecánico de
Mecánica, simple y llanamente por que no pueden hacerlo. El problema aparece cuando
tienes que salir de tu departamento y absorber horas de otras especialidades a las que tú
no has opositado, quitando las horas a otros docentes que sí lo han hecho y por lo tanto
están mejor preparados en especialidad concreta.
Yo entiendo que desde una visión estrictamente económica, (e ignorante a mí entender)
ahorraremos dinero si el profesor de Lengua y Literatura amplía su horario con 3 horas
de Música, así como el de Griego, y con otras 3 que absorba el de Ciencias Sociales, ya
está, medio horario de música menos y por lo tanto medio sueldo “ahorrado”. Esto
hágase extensible a muchas otras especialidades y ya tenemos el ajuste”total, para
contarles 4 cosas de Bach, o Falla a estos chavales, lo lees un poco y vale cualquiera”
dicen sin ruborizarse analfabetos de distinto signo político y condición, y yo, dejando de
lado por un momento el incumplimiento legal les preguntaría “¿Usted se dejaría operar
de cataratas por un Urólogo?” al fin y al cabo ambos son médicos. ¿Permitiría que le
repare la inyección de su coche un chapista? al fin y al cabo ambos reparan coches.

2. ¿Es esta la excelencia educativa que ustedes, señoras Aguirre y Figar, y la congregación
de periodistas y tertulianos que portan el Palio que les cubre, quieren para la juventud?
En resumen, saltándose la legalidad vigente, vamos a conseguir que profesores no
especialistas en determinadas materias desplacen a otros que sí lo están.
No deberíamos olvidar, también; las clases que con 30 alumnos en un taller tengan un
único profesor para atenderles en sus instalaciones o montajes, pues les recuerdo que
hay jóvenes que estudian Formación Profesional, no todo va a ser Deusto, Trinity
College o Eton, donde por cierto, dudo que nuestros dirigentes fuesen aceptados más
allá de la cafetería.
Y qué decirle de la supresión de las horas de refuerzo de matemáticas, Lengua
Española, inglés, pues una utopía. De todas formas, es bien sabido que para ser político
y llenarte los bolsillos de dinero ajeno, no es necesario saber nada de lo anteriormente
mencionado.
Finalmente un par de apuntes, a los señores Jiménez Losantos y Pepe García
Domínguez. Al primero, decirle que su afirmación de que nuestros sueldos no se tocan
(Diario el Mundo 09/09/2011) es falsa. Nuestros sueldos sí se han tocado, y mucho,
con una rebaja de 2000 euros anuales a cada docente en el ejercicio pasado. Entiendo,
Don Federico, que lo haya olvidado, los latigazos en carne ajena siempre duelen menos
Lo que a mí me dolería, y mucho, es que esa omisión esté producida por su abierta y
nunca escondida simpatía con Doña Esperanza Aguirre Gil de Biedma.
Al señor Pepe García Domínguez que en la Cadena Es Radio afirmaba recientemente
que en su pasado como docente era práctica habitual arreglar el horario, para un día a
la semana evitar acudir al Instituto, decirle, que debería haber denunciado este hecho,
pues vulnera el actual reglamento, ya que este establece que todo docente tendrá al
menos 3 horas lectivas, y por lo tanto presenciales todos los días. Si tiene a bien, ya nos
explicará si fue partícipe en esta violación de la legalidad o no, lo que sí sabemos sin
que nos lo explique es, que cuando menos, fue cómplice.
Finalmente, reto a la señora Lucía Figar a que si presento al menos 10 horarios
disparatados, donde profesores de Sociales impartirán hora de Ingles, de Música
impartiendo Ciencias Sociales, electrónicos impartiendo Compensatoria (alumnos con 2
años de retraso educativo que requieren atención especializada) etc etc, dimita a la
mañana siguiente. Doña Lucía, le recomiendo que repase el Octavo Mandamiento.
Un saludo y buenas noches a usted, Don César, y a toda su audiencia. Ya puede dar
paso a sus tertulianos para que me despellejen en plaza pública.