1. Las nebulosas son regiones del medio interestelar constituidas por gases
(principalmente hidrógeno y helio) además de elementos químicos en forma de polvo cósmico.
Tienen una importancia cosmológica notable porque muchas de ellas son los lugares donde
nacen las estrellas por fenómenos de condensación y agregación de la materia; en otras
ocasiones se trata de los restos de estrellas ya extintas o en extinción.
Antes de la invención del telescopio, el término nebulosa se aplicaba a todos los objetos
celestes de apariencia difusa. Como consecuencia de esto, a muchos objetos que ahora
sabemos que son cúmulos de estrellas o galaxias se les llamaba nebulosas.
Se han detectado nebulosas en casi todas las galaxias, incluida la nuestra, la Vía Láctea.
Dependiendo de la edad de las estrellas asociadas, se pueden clasificar en dos grandes
grupos:
1.- Asociadas a estrellas evolucionadas, como las nebulosas planetarias y los remanentes
de supernovas.
2.- Asociadas a estrellas muy jóvenes, algunas incluso todavía en proceso de formación,
como los objetos Herbig-Haro y las nubes moleculares.
Las nebulosas asociadas con estrellas jóvenes se localizan en los discos de las galaxias
espirales y en cualquier zona de las galaxias irregulares, pero no se suelen encontrar
en galaxias elípticas puesto que estas apenas poseen fenómenos de formación estelar y están
dominadas por estrellas muy viejas. El caso extremo de una galaxia en la que muchas
nebulosas presentan intensos episodios de formación estelar se denomina galaxia starburst
Clasificación de las nebulosas según su luz.
Si se atiende al proceso que origina la luz que emiten, las nebulosas se pueden clasificar
en:
Las nebulosas de emisión, cuya radiación proviene del polvo y los gases ionizados
como consecuencia del calentamiento a que se ven sometidas por estrellas cercanas muy
calientes. Algunos de los objetos más sorprendentes del cielo, como la nebulosa de Orión, son
nebulosas de este tipo.
Las nebulosas de reflexión reflejan y dispersan la luz de estrellas poco calientes de sus
cercanías. Las Pléyades de Tauro son un ejemplo de estrellas brillantes en una nebulosa de
reflexión.
Las nebulosas oscuras también llamadas nebulosas de absorción, se componen sobre
todo de hidrógeno, que es el combustible de las estrellas, son nubes poco o nada luminosas,
que se representan como una mancha oscura, a veces rodeada por un halo de luz. En las
zonas frías del Cosmos, donde el gas y el polvo interestelar son muy abundantes, suele ocurrir
2. que el material se concentra y forma enormes nubes heladas. La razón por la que no emiten luz
por sí mismas es que las estrellas se encuentran a demasiada distancia para calentar la nube.
Toda la franja oscura que se observa en el cielo cuando miramos el disco de nuestra
galaxia es una sucesión de nebulosas oscuras.
La atracción gravitatoria hace que el material se agrupe cada vez más. Conforme
aumentan la cantidad y densidad del material, en el centro de la nebulosa la presión y la
temperatura también aumentan. Cuando la presión y temperatura son lo suficientemente altas,
la nebulosa colapsa. Esto significa que acaba de nacer una estrella en su interior. La nueva
estrella comienza a calentar la fría nube. Al calentarse, la nebulosa oscura se ilumina en
colores rojizos y se convierte en una nebulosa de emisión.
Algunas de las nebulosas de emisión más bellas y conocidas son:
Nebulosa del Águila: a 7.000 años luz de distancia, en la constelación de la Serpiente.
Tiene una extensión de 70 años luz. En ella se encuentran los famosos Pilares de la Creación.
Son tres enormes pilares de material, polvo y gas de varios años luz de longitud. Los fotografió
el Hubble en 1.995 y son probablemente la imagen más bella del Cosmos tomada hasta hoy.
Nebulosa de Orión: es la más brillante y conocida. Está a 1.500 años luz de la Tierra, en
la constelación de Orión, y mide unos 30 años luz. Es la nebulosa de emisión más cercana.
Puede verse incluso a simple vista, como una mancha blanca a la izquierda bajo el Cinturón de
Orión. Fue la primera nebulosa en fotografiarse, hace casi 150 años.
Nebulosa NGC604: situada en la galaxia del Triángulo, es la nebulosa de emisión más
grande que se conoce. Mide 1.500 años luz de diámetro y es más de 6.000 veces más brillante
que la nebulosa de Orión.
Algunas de las nebulosas oscuras más conocidas son:
Nebulosa Cabeza de Caballo: en la foto de arriba, es la nebulosa oscura más bonita y
famosa, por su curiosa forma de cabeza de caballito de mar. Está en la constelación de Orión,
a 1.500 años luz de distancia de la Tierra.
Nebulosa Saco de Carbón: es la nebulosa oscura más conocida del hemisferio sur. Se
halla a 600 años luz, en la constelación Cruz del Sur. Se reconoce fácilmente a simple vista,
como una inesperada zona oscura en la franja blanca de la Vía Láctea. Se ve en la siguiente
foto:
Tipos de nebulosas
Uno de los aspectos más notables de las nebulosas es su variedad de formas y
estructuras. Gracias a los modernos telescopios y al uso de ordenadores, se han podido
elaborar fotos digitales detalladas que, mediante los programas informáticos adecuados, se
pueden colorear para obtener imágenes espectaculares.
3. Nebulosas planetarias
Las nebulosas planetarias se parecen a los planetas cuando son observadas a través de
un telescopio. En realidad son capas de material desprendidas de una estrella evolucionada de
masa media, al pasar de gigante roja a enana blanca.
Más espectaculares, pero menores en número, son los remanentes de supernovas, cuya
representante más significativa es la nebulosa del Cangrejo, en Tauro, que se desvanece a
razón de un 0,4% anual. Las nebulosas de este tipo son radiofuentes intensas, a causa de las
explosiones que las formaron y los restos de púlsares en que se convirtieron las estrellas.
Objetos Herbig-Haro (objetos HH)
Los objetos Herbig-Haro, que deben su nombre al astrónomo mexicano Guillermo Haro y
al estadounidense George Herbig, son pequeñas nebulosas muy brillantes que se encuentran
dentro de nubes interestelares muy densas
Son, probablemente, el producto de chorros de gas expelidos por estrellas en proceso de
formación. Las nubes moleculares son, por su parte, extremadamente grandes, de un ancho de
muchos años luz, con un perfil indefinido y una apariencia tenue y neblinosa.
Los objetos Herbig-Haro se pueden estudiar en el infrarrojo. Estos objetos varían de
tamaño y brillo en pocos años. Se encuentran en regiones del Universo que tienen formación
estelar activa.
Se cree que estas nebulosas corresponden a flujos de gas de alta velocidad, expulsado
por estrellas jóvenes al chocar contra nubes interestelares. El estudio de los objetos de Herbig-
Haro ayuda a comprender los detalles de cómo se forman las estrellas del Universo.
Nebulosas filamentosas
Grupo de nubes de gas y polvo alargadas con una estructura en de finos hilos vista desde
la Tierra. Muchas estructuras filamentarias pueden realmente ser hojas vistas de perfil, en vez
de hilos. Las nebulosas filamentarias más conocidas como la Nebulosa del Velo, son
remanentes de supernova.
Algunas de las nebulosas de emisión más bellas y conocidas son:
Nebulosa del Aguila: a 7.000 años luz de distancia, en la constelación de la Serpiente.
Tiene una extensión de 70 años luz. En ella se encuentran los famosos Pilares de la Creación.
Son tres enormes pilares de material, polvo y gas de varios años luz de longitud. Los fotografió
el Hubble en 1.995 y son probablemente la imagen más bella del Cosmos tomada hasta hoy.
Nebulosa de Orión: es la más brillante y conocida. Está a 1.500 años luz de la Tierra, en
la constelación de Orión, y mide unos 30 años luz. Es la nebulosa de emisión más cercana.
4. Puede verse incluso a simple vista, como una mancha blanca a la izquierda bajo el Cinturón de
Orión. Fue la primera nebulosa en fotografiarse, hace casi 150 años.
Nebulosa NGC604: situada en la galaxia del Triángulo, es la nebulosa de emisión más
grande que se conoce. Mide 1.500 años luz de diámetro y es más de 6.000 veces más brillante
que la nebulosa de Orión.