LOS SABERES DOCENTES
¿Cuáles son mis saberes?
Son los conocimientos con que cuento para el desarrollo de mi práctica docente, aunque
no los tengo bien cimentados, conozco como realizar una planeación de clases para
propiciar conocimientos o aprendizajes en los alumnos, los procesos evaluativos y algunas
formas de mantener motivado al grupo.
¿Dónde obtuve mis saberes?
La parte teórica de mis saberes la obtuve en la escuela normal, en el estudio de
licenciatura en educación y en los cursos en los que he participado. En cuanto a la parte
práctica se ha adquirido en la vida cotidiana de la escuela y con las interacciones con los
demás docentes. Concretizando puedo decir que los maestros se forman en la resolución
cotidiana de su trabajo, en los contextos locales y momentos históricos particulares en
que éste se lleve a cabo.
¿Qué necesito saber como aspiración a la dinamización?
Para poder dinamizar alguna situación es necesario tener fundamentos teóricos sobre la
temática, comprenderlos, aceptarlos y adaptarlos apropiadamente a la situación cotidiana
que se presenta; aparte del sustento teórico requiero de habilidades o competencias
suficientes para movilizar mis saberes teóricos y prácticos; en conclusión reconozco que
me es necesario combinar acertadamente la teoría y la práctica hasta llegar a lo que
algunos autores como (Schón 1992) han denominado “praxis”.
*¿Qué son los saberes?
Los saberes son los conocimientos que tienen los sujetos y utilizan para resolver
problemas a los que se enfrentan.
*¿De dónde se obtienen los saberes docentes?
Los saberes docentes se adquieren por formación teórica en su trayecto formativo-
educativo, en la práctica misma y con la interacción con otros docentes.
*¿Cómo se investigan los saberes docentes?
Los saberes docentes se pueden investigar a partir de la observación y análisis de prácticas
docentes reales, poniendo en práctica una investigación en los contextos históricos y
particulares en que se lleva a cabo.
COMPETENCIAS DOCENTES
Organiza y anima situaciones de
aprendizaje
Gestiona la progresión de los
aprendizajes
Elabora y hace evolucionar
dispositivos de diferenciación
Implica a los alumnos en su
aprendizaje y en su trabajo
Trabaja en equipo
Organiza la propia formación
continua
Afronta los deberes y los dilemas
éticos de la profesión
Participa en la gestión de la
escuela
Informa e implica a los padres
Utiliza las nuevas tecnologías
REFLEXIÓN
Lograr el desarrollo óptimo de las competencias docentes es el deseo del buen facilitador
de aprendizajes pero, como el conocimiento es un continuo e inacabable proceso de
construcción, desarrollar competencias y quedarse con ellas es como dormirse en el
camino inacabable del aprender. Las competencias docentes propuestas por philipe
Perrenou(2008) considero que las tengo subdesarrolladas y me falta crecer en ellas para
aplicarlas apropiadamente en beneficio del grupo de estudiantes actualmente a mi cargo y
los futuros .
El enfoque de competencias (propuesto en el Plan y Programa de estudio 2009 de la SEP)
busca “un desarrollo pleno e integral de los niños y jóvenes de nuestro país”, pero para
ello es necesario que las y los docentes de educación básica desarrollen algunas
competencias básicas para el logro de dicho objetivo. Una de las primeras competencias
que se proponen son que el maestro domine los contenidos de enseñanza del currículo y
que sepa desarrollar capacidades intelectuales y de pensamiento abstracto y complejo en
los niños.
Espero que el actual enfoque por competencias no sea solamente una moda o un
proyecto de educación sexenal que se impulse por un periodo de tiempo y, que cuando
ya se está laborando en el desarrollo de competencias, venga otro proyecto al cual nos
tengamos que adaptar los docentes y no podamos proponer acciones a partir de nuestros
propios contextos.
Retomando las lecturas analizadas y vinculando con mi propio proceso de aprendizaje,
considero que los saberes (competencias) se van transformando por lo que debemos
desarrollar nuevos saberes a partir de los que ya tenemos (aprender a aprender) y que es
cierto que el conocimiento progresa en virtud de la capacidad de integrarlo a un contexto
y a su conjunto total, y para ello hay que asumir una forma diferente de comprender la
realidad la cual debe encuadrarse con la realidad del paradigma emergente.
Este nuevo paradigma de competencias a muchos nos trae un tanto desubicados ya que
hemos escuchado comentarios (no confirmados en autores por cierto) de que en otros
países las competencias han pasado de moda y se encuentran valorando nuevos
paradigmas. Pero, retomando la teoría de la complejidad (Morín 1999) en donde propone
que el hombre construye el conocimiento a través de una dialéctica entre él y el mundo
como lo percibe, abordando su realidad desde su realidad biológica y social, puedo
asegurar que la enseñanza y el aprendizaje por competencias tiene que ser adaptado a las
necesidades del grupo y al contexto donde se desarrolla.
Sobre la reflexión en la acción (Shön 1992) es una forma de construir el conocimiento
práctico al volver sobre sí a través de una racionalidad práctica, pues la acción busca
poner en práctica la eficiencia humana y la reflexión determina como aprender. Necesario
es pues aprender a desarrollar competencias docentes, como las expuestas
anteriormente, para poder formar a los nuevos ciudadanos con las competencias
necesarias para poder enfrentar el futuro.
Con lo hasta aquí expuesto quiero reconocer que tengo muchas dudas y deficiencias en
mi práctica docente y que es necesaria la innovación de mi actividad para así poder
resolver las problemáticas que he detectado en mi quehacer cotidiano.
Al definir mi objeto de estudio he dado tantas vueltas y caído en la necesidad de poder
desarrollar aprendizajes en los niños a partir de su propia construcción y responsabilidad y
me he preguntado: ¿Cómo desarrollar valores, mínimos, para que los alumnos sean
capaces de participar activamente en la construcción de sus propios conocimientos?
Reconozco que es un tema muy interesante ya que la sociedad se está quejando de la falta
de valores en los ciudadanos de nuestro tiempo.
Rufino Flores Nava.