El poema habla de una persona que ofrece su vida al servicio de Dios como misionero, dispuesto a ir a donde sea necesario para predicar el amor de Dios y llevar esperanza a lugares tristes que no lo conocen. Pide ser guiado a tierras sedientas de la palabra de Dios para cantar su grandeza y compartir su historia con manos sin cansancio y fuerza en la oración.