Este poema describe la rutina diaria de un poeta que se levanta para ir a trabajar. Al abrirse la puerta, una luz lo despierta y una voz le dice que ha llegado la hora. El poeta se prepara y toma el camino habitual hacia su trabajo. El poema también incluye breves extractos de otros poemas sobre temas como la gripe, los accidentes de autobús y la pobreza.
2. 7:00am
Le abrieron la puerta
al haz de luz que me despierta
y dijo: poeta, te llegó la hora.
Entonces me levanté,
hice mis oraciones,
me lavé la cara,
cepillé mis dientes
y tomé el camino de costumbre
al trabajo.
El poema de la gripe
(Posología: léase sólo ante griposos mocosos quisquillosos o
profesores sin pasión)
Sin gripe
mi nariz no pesaría tanto y pudiera dormir
en lugar de estar despierto a las tres de la madrugada
pensando en los amigos en Jenny
y en la pila de palabras que me quedan
para llegar a mi muerte
En lugar de escribir
debería tomarme algo
no sé un antigripal por ejemplo
Pasaría este dolor de cabeza con aspirina
y la tos con ron y café
Confieso que no soy católico
ni protestante ni judío
que fui infiel a mi primer bautizo
que no estoy inscrito en ningún partido
que soy militante de la poesía
que me declaro independiente y sin padrinos
Somos autos chocados
La poesía se agarra bien del tubo
para sobrevivir al bamboleo del autobús.
Llegó a la parada vestida de excesos
con la incertidumbre habitual.
Besó el caucho una vez más
y su cabeza se espichó contra el asfalto,
llegó con su traje de aceite de motor y su sarna.
Ven poesía con tu cabeza espichada
-en el caucho de la amistad hay tristezas-
ven como una parida en cuarentena de hojas blancas,
ven que la sarna se te quita con aceite quemado,
tu pelaje nunca será el mismo
pero podrás vivir otro embarazo
Por chocarme no más
Me chocaron la semana pasada
-cultivo un hematoma sin sangrado-.
Solidario chocado en la amistad
solidario y amigo chocado en la amistad.
Sabes bien, hermano,
que de nada sirvió el parachoques
porque el otro viene sin luces y viendo morado.
Me chocó el amigo por chocarme no más.
Antes me entrevisté con Trotsky en el baño,
con Ludovico esta mañana en la avenida alienación
y me estaciono otra vez al margen del sistema.
Veo que me chocó el amigo
por chocarme no más.
Sepa pues amigo mío
que debo seguir al margen
porque la poesía regresó montada en autobús
sin un centavo en el bolsillo
y yo la recibí chocado en esta acera.
Lo mejor sería cambiar de puerta
estoy cansado del sonido de este ventilador
nada es armonía en este cuarto
ni siquiera la cesta básica pasa por aquí
el alimento más preciado se ocultó en las hendijas todo
este tiempo
y al paraíso sólo se puede llegar con ocho extremidades
Esta mañana el universo se desprendió para saludarme
y estalló un oleoducto de muerte en Irak
debo confesar que aun no es mi hora
que tengo cita con la muerte en alguna esquina
pero no pienso llegar a tiempo ni temprano