2. La deficiencia visual debe ser considerada como una
característica o condición más de la persona que la
padece.
Las diferencias individuales en cuanto a grado de
deficiencia visual, aptitudes personales, o nivel de
autonomía hacen que cada persona tenga niveles
diferentes de funcionamiento.
Por todo ello, el respeto a la persona con deficiencia
visual se debe reflejar siguiendo unas pautas
actitudinales que engloben tanto a la comunicación e
interacción social con el sujeto como a la organización
del entorno en el que trabaje o habite.
3. Relación y comunicación
• Actitud de respeto
• Comunicación
• Interacción social
• Seguridad y organización del entorno
4. • Actitud de respeto
El respeto a la persona con deficiencia visual se debe reflejar
entre otras cosas en:
1. Preguntar antes de ofrecer ayuda, el hecho de que una
persona tenga una deficiencia visual no debe llevarnos a
suponer que necesita de nuestra ayuda.
2. Evitar la sobreprotección.
3. No forzar a recibir una ayuda no necesaria.
4. No generalizar, el comportamiento de una persona con
deficiencia visual no tiene porque ser igual al de otra.
5. • Comunicación
La comunicación con la persona con deficiencia visual se
debe realizar siguiendo las siguientes indicaciones:
1. Hablar en un tono normal, despacio y claro. No gritar o
elevar la voz, las personas con deficiencia visual, en
general, oyen perfectamente.
2. Ser específico y precisos en el mensaje, a fin de no
confundir o saturar a la persona.
3. No utilizar palabras como “aquí”, “allí”, “esto”, “aquello”...
ya que van acompañadas con gestos que no pueden verse
por la persona.
6. 4. Utilizar términos orientativos como “a izquierda de la silla”,
“a tu derecha”, “delante de ti”, “detrás de ti”.
5. Utilizar normalmente las palabras “ver”, “mirar”, etc.; no
considerarlas como términos tabú pues las propias personas
con ceguera y deficiencia visual las utilizan normalmente en
sus conversaciones.
6. Evitar exclamaciones que pueden provocar ansiedad, tales
como “¡ay!” o “cuidado” cuando veamos un peligro o un
obstáculo, es preferible emplear una exclamación más
informativa, como “alto”, con el fin de evitar que siga
avanzando y explicarle, verbalmente, en qué consiste.
7. • Interacción social
La interacción social con la persona con deficiencia visual se
debe realizar siguiendo las siguientes pautas:
1. Hablar dirigiendo nuestra mirada a su cara.
2. Utilizar el nombre de la persona, si se conoce, para que tenga
claro que nos dirigimos a él.
3. Para saludar, si la persona no extiende la mano, podemos
coger la suya para hacerle saber que queremos saludarle.
4. Presentarse e identificarse con el fin de que la persona sepa
con quien se encuentra.
8. 5. Avisar a la persona cuando nos vamos o regresamos.
6. Indicarle si hay otra u otras personas presentes.
7. Comunicar, si es necesario, que se está haciendo o se va a
hacer. Ejemplo: “Un momento, estoy llamando al
encargado”.
8. Dirigirse directamente a él para saber lo que quiere y no al
acompañante.
9. • Seguridad y organización del entorno
Se debe asegurar la buena organización del entorno cerrado
donde la persona con deficiencia visual trabaja o habita. A
continuación se presentan unos consejos:
1. Mantener un entorno ordenado. Cuando se conoce la
ubicación de las cosas es más fácil encontrarlas y disminuye
el riesgo de golpes.
2. Puertas y ventanas: deberán estar totalmente abiertas o
totalmente cerradas.
3. Todos los objetos se deben de mantener en el orden
habitual, y, si se altera, informarle de ello.
10. 4. Sillas: deberán estar colocadas debajo de las mesas o bien
pegadas a la pared, nunca dispersar por la habitación.
5. Armarios o cajones: las puertas de los armarios deberán
igualmente estar cerradas, al igual que los cajones.
FIN