1. HISTORIA DE LAS ECUACIONES DE SEGUNDO GRADO.
Como se aprecia en el título en esta entrada hablaremos de las ecuaciones de segundo
grado.
La mayoría de las personas conocemos la fórmula de la resolución de una ecuación de
segundo grado, es la primera fórmula que nos enseñan para resolver las ecuaciones, pero
hay un par de cosas que la mayoría desconocemos la primera es que no se puede aplicar
siempre y la otra es de donde viene esta fórmula o donde se origina.
Por ello hablemos un poco de historia sobre estas, las primeras apariciones de las
ecuaciones en textos antiguos datan del 1800 al 1600 a.C. en Mesopotamia, y traen algunos
métodos para resolver ecuaciones lineales aunque la notación y forma de resolución tienen
una infinidad de diferencias comparada con la forma que nosotros poseemos actualmente.
Habrían de pasar unos cuantos años para que la humanidad diera el primer paso hacia el
descubrimiento de la solución general de una ecuación de cualquier grado, esto fue el 1650
a. C., que es la fecha de la que data el Papiro de Rindh, escrito en Egipto. En este texto
matemático se muestra un método de resolución general de ecuaciones de primer grado.
Este papiro nos refleja que los egipcios podían resolver cierto tipo de ecuaciones de
segundo grado, aunque aún desconocían un método general de resolución, que será el
siguiente paso de nuestra historia.
Pasarían 1500 años para que un griego para que se lograra el segundo paso, Diofanto de
Alejandría, encontróla fórmula que resuelve casi todas las ecuaciones de segundo grado,
entonces se habían resuelto “todas” las ecuaciones de primer y segundo grado. Después
del segundo grado, viene el tercer grado…
Transcurrieron otros 1700 años aproximadamente, cuando un matemático Italiano
llamado Niccolo Fontana (Tartaglia para los amigos), demostró dos cosas:
Dada una ecuación de tercer grado, x3 + bx2 + cx + d = 0, haciendo el cambio de variable,
x = t – b/3, se reduce a una ecuación del tipo x3 + px = q. En la que ha desaparecido el
término de segundo grado.
Encontró y demostró la fórmula general para la resolución de ecuaciones del tipo
x3 + px = q
De este modo y con estas dos aportaciones Tartaglia 1700 años después de la demostración
del método general para la resolución de ecuaciones de segundo grado, había dado el
siguiente paso en la resolución de las ecuaciones de grado arbitrario. La humanidad ya
sabía resolver una ecuación cualquiera hasta tercer grado.
Es así como nació la formula general para la resolución de ecuaciones de segundo grado.