Es evidente que las actuales políticas mundiales para reducir las drogas ilícitas han fracasado. No han reducido el consumo y hay elevados niveles de violencia y corrupción. El narcotráfico tiene efectos devastadores sobre la sociedad.
La batalla contra el narcotráfico absorbe ingentes cantidades de recursos sin los resultados esperados. La cuestión es cómo construir un nuevo modelo que permita reducir paulatinamente el consumo a su mínima expresión y por ende la desaparición de quienes están en torno a dicho flagelo.
Hay consenso en la necesidad de revisar el enfoque, pero cada paso debe efectuarse con la mayor rigurosidad posible. El uso de drogas ilícitas es cada vez más frecuente y generalizado, y la tendencia no parece disminuir, por el contrario, aumenta y tiene presencia, incluso en lugares donde antes no se presentaba dicho fenómeno.
Cuando se utiliza el término “droga”, se hace referencia tanto a sustancias, legales como ilegales, cuyo uso puede desencadenar diversas formas de dependencia (física y psicológica), así como causar distintos trastornos físicos y mentales. El libro se enfoca hacia las drogas ilícitas haciendo énfasis principalmente en el consumo de la cocaína, la heroína y la marihuana.
Algunos países han aprobado el uso terapéutico de la marihuana y otros se plantean incluso la legalización del uso recreativo.
En el libro se presenta como opción el consumo de cocaína, y heroína lo mismo que la marihuana por ser las drogas que más se masifican y comercializan en grandes cantidades a precios exorbitantes.
Aquí lo que se presenta al lector es la propuesta de conformación de un fondo internacional basado en la incautación de drogas ilícitas cuyo propósito en el mediano plazo es desestimular la producción, comercialización y consumo mundial, que debe ir acompañado por un sistema terapéutico integral para drogodependientes supervisado y controlado por cada Estado miembro.
La intención aunque en un comienzo favorece el consumo de sustancias adictivas (la cocaína, la heroína y la marihuana fundamentalmente), lo que en realidad se pretende, es rehabilitar a los drogadictos, quienes son personas enfermas que requieren de una nueva oportunidad, reduciendo el consumo de drogas de forma gradual una vez identificados y controlados, combatiendo el flagelo del narcotráfico.
No se trata de una utopía sino de una realidad que se puede consumar, para ello se requiere de mente abierta y voluntad política de los países que se harían miembros del Fondo Internacional de Incautación de drogas ilícitas (FIIDI).
La drogadicción no solo es un problema ético y de salud público sino de carácter económico que debe resolverse pronto para evitar que los narcotraficantes alarguen sus tentáculos e incrementen sus utilidades.
Sistema de Control Interno aplicaciones en nuestra legislacion
FONDO PARA LA INCAUTACIÓN DE DROGAS
1.
2. Es evidente que las actuales políticas mundiales
para reducir las drogas ilícitas han fracasado. No
han reducido el consumo y hay elevados niveles
de violencia y corrupción. El narcotráfico tiene
efectos devastadores sobre la sociedad.
La batalla contra el narcotráfico absorbe ingentes
cantidades de recursos sin los resultados
esperados. La cuestión es cómo construir un
nuevo modelo que permita reducir
paulatinamente el consumo a su mínima
expresión y por ende la desaparición de quienes
están en torno a dicho flagelo.
Hay consenso en la necesidad de revisar el
enfoque, pero cada paso debe efectuarse con la
mayor rigurosidad posible. El uso de drogas
ilícitas es cada vez más frecuente y generalizado,
y la tendencia no parece disminuir, por el
contrario, aumenta y tiene presencia, incluso en
lugares donde antes no se presentaba dicho
fenómeno.
Cuando se utiliza el término “droga”, se hace
referencia tanto a sustancias, legales como
ilegales, cuyo uso puede desencadenar diversas
formas de dependencia (física y psicológica), así
3. como causar distintos trastornos físicos y
mentales. El libro se enfoca hacia las drogas
ilícitas haciendo énfasis principalmente en el
consumo de la cocaína, la heroína y la
marihuana.
Algunos países han aprobado el uso terapéutico
de la marihuana y otros se plantean incluso la
legalización del uso recreativo.
En el libro se presenta como opción el consumo
de cocaína, y heroína lo mismo que la marihuana
por ser las drogas que más se masifican y
comercializan en grandes cantidades a precios
exorbitantes.
Aquí lo que se presenta al lector es la propuesta
de conformación de un fondo internacional
basado en la incautación de drogas ilícitas cuyo
propósito en el mediano plazo es desestimular la
producción, comercialización y consumo
mundial, que debe ir acompañado por un sistema
terapéutico integral para drogodependientes
supervisado y controlado por cada Estado
miembro.
La intención aunque en un comienzo favorece el
consumo de sustancias adictivas (la cocaína, la
heroína y la marihuana fundamentalmente), lo
que en realidad se pretende, es rehabilitar a los
4. drogadictos, quienes son personas enfermas que
requieren de una nueva oportunidad, reduciendo
el consumo de drogas de forma gradual una vez
identificados y controlados, combatiendo el
flagelo del narcotráfico.
No se trata de una utopía sino de una realidad
que se puede consumar, para ello se requiere de
mente abierta y voluntad política de los países
que se harían miembros del Fondo Internacional
de Incautación de drogas ilícitas (FIIDI).
La drogadicción no solo es un problema ético y
de salud público sino de carácter económico que
debe resolverse pronto para evitar que los
narcotraficantes alarguen sus tentáculos e
incrementen sus utilidades.