Algunas veces nos damos cuenta que hemos cambiado, esta investigación fue hecha por adolescentes de Cecyte Xochimilco, para informar cómo se relacionan los entornos familiar y social en nuestro desarrollo.
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ENTORNO SOCIAL Y FAMILIAR EN LA VIDA DEL ADOLESCENTE
1. COLEGIOS DE ESTUDIOS CIENTÍFICOS Y
TECNOLÓGICOS DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA
INTEGRANTES:
FERNANDA LEYVA SALDAÑA
ÒSCAR RICARDO SILVA RAMOS
NIRVANA RICO REYES
LA INFLUENCIA DEL ENTORNO
SOCIAL Y FAMILIAR EN LA VIDA
DEL ADOLESCENTE
MATERIA: TICS
2. ENTORNO SOCIAL Y FAMILIAR
Entorno social Es aquel lugar donde los individuos
se desarrollan en determinadas condiciones de
vida, trabajo, nivel de ingresos, nivel educativo y
está determinado o relacionado a los grupos a los
que pertenece. El entorno social de un individuo,
también es llamado contexto social o ambiente
social, es la cultura en la que el individuo fue
educado y vive, y abarca a las personas e
instituciones con las que el individuo interactúa en
forma regular.
Entorno Familiar La familia es una institución social básica y
constituye un entorno eminentemente existencial, donde
suelen ocurrir un gran numero de experiencias que inducen
vivencias intimas y esenciales derivadas de la convivencia
cotidiana con la familia.
3. INTERACCIÒN FAMILIAR
La familia es la unidad básica de salud y la única entidad que a lo largo de la historia de la
humanidad ha resistido los avatares antropológicos, culturales, religiosos, económicos y políticos,
preservando al sujeto dentro de la sociedad.
La madurez de la familia posibilita lo que denominamos desarrollo psico-social, entendiendo por
tal el proceso de diferenciación progresiva del sistema nervioso central que permite la adquisición
del lenguaje, y de capacidades cognoscitivas y sociales que facultan al sujeto para vivir con
normalidad en el seno de la familia y de la sociedad. Tras esa fase, el adolescente se convertirá en
adulto, libre y útil a sí mismo y a los demás.
4. • Por otro lado se hace necesario que la familia
apoye el crecimiento de los y las
adolescentes, confirme el proceso de
individuación, pueda analizar los cambios en
la fase juvenil sin estigmatización, que la
dinámica familiar sea afectiva en un marco
de aceptación, que comparta nuevos roles, y
que pueda de una manera empática guiar,
aconsejar, colaborar, fortaleciendo los
aspectos positivos del joven, dando espacio
para el normal desarrollo.
• El medio geográfico que rodea al joven
ejerce influencia directa sobre éste, por
ejemplo las o los jóvenes para los cuales la
calle es el espacio de satisfacción de
necesidades importantes se encuentran
expuestos a riesgos de todo tipo
5. • Muchos padres se enfrentan con la dificultad de tratar de ser congruentes y ayudar a sus hijos a ser unas
personas responsable. Los mayores enemigos son:
• El estrés.
• Cuando el padre está estresado no tienen la fuerza o las ganas de ocuparse de sus hijos. Muchas veces lo
llegan a ver como una carga y, por lo mismo, no quieren reconocer cuando están siendo irresponsables.
• La culpa.
• Cuando hacen caso a la voz de la culpa, esto es cuando son permisivos porque no han dado la suficiente
atención a los hijos o tal vez no han sido buenos padres, no escuchen ese pésimo consejero. A la culpa hay
que callarla y usar el sentido común para poner límites cuando sea necesario.
• El miedo a la pérdida del amor.
• Cuando al padre le toca poner límites existe el miedo de perder el amor del hijo; es importante jamás olvidar
que la tarea más importante es educar, si no lo complaces en ese momento probablemente te deteste, pero el
amor se regresará, como una liga que se estira y vuelve a recuperar su forma. Pero cuando se cumple con la
tarea de hacer lo que consideres correcto, con el tiempo cosecharan lo solo el amor de los hijos sino también
su respeto y admiración.
6. • EL FRACASO Y EL DOLOR.
• Es importante que el adolescente aprenda a manejar sus errores y a aceptar el dolor
como parte de la vida. De ello va a depender cómo reacciona cuando las cosas no salen
como él las planea o se equivoca. Si los padres le enseñan a ver el dolor como parte de
su crecimiento, como una forma de aprendizaje, el adolescente, cuando cae por fallas
propias, se levanta nuevamente y lo vuelve a intentar, por eso es indispensable que
alienten a los hijos con comentarios positivos cuando se equivocan.
• Cuando por el contrario, los padres lo humillan o lo hacen sentir un fracasado cuando
comete errores, lastiman su autoestima.
•
El adolescente en lugar de decir: “ Lo que hice fue equivocado”, separando de esta
manera su comportamiento de persona, concluye: “Soy un fracasado, no sirvo”. Así,
tratara de evitar a toda cosa fallar para no sentirse devaluado.
• Muchos suicidios entre los adolescentes podrían prevenirse enseñándoles a enfrentar
tanto el fracaso como el dolor. Necesitan aprender que ambos son parte de la vida y que
en vez de aterrorizarse y huir cuando hay problemas, asumir su responsabilidad y seguir
adelante.
•
7. • El interés de los padres en este caso sirvió de
apoyo al hijo durante este periodo de
búsqueda de identidad, que terminó una vez
satisfecha su necesidad. Los distintos grupos
de amigos llegan a servir como apoyo en
estos momentos importantes de cambio, y
no hay peligro, siempre y cuando no haya un
deterioro en su salud, sus relaciones y sus
estudios. Sería aconsejable que toda la
familia fuera a una terapia para que
recibieran orientación que les ayude a sanar
la dinámica familiar.
•
8. INTERACCIÒN SOCIAL
Algunos jóvenes se rebelan ante una sociedad fría y
tecnológica a ultranza que incita a un consumismo
carente de sentido en muchas ocasiones, y todo ello
en el marco de unas metrópolis deshumanizadas y
superpobladas, rodeadas de múltiples núcleos
periféricos, donde la abundancia tecnológica se
mezcla con la indiferencia a partes iguales y donde los
centros comerciales se convierten en el punto de
encuentro familiar, sustituyendo a las plazas y paseos
de pueblos y ciudades.
Se da por hecho que la adolescencia es la edad del pleno
disfrute, y que ni los estudios ni el trabajo han de impedirlo.
Gran error, ya que pueden y deben ser compatibles ambas
cosas, y como afirma el ensayista y pensador José A.
Marina: ”los jóvenes se han instalado en un sentimiento de
impotencia confortable mostrando un comportamiento en
el que dan por sentado que no van a cambiar sus vidas ni la
sociedad, lo cual tampoco les importa mucho”. Será muy
difícil que se produzcan cambios en la sociedad
mercantilista en que vivimos y sólo la familia en
colaboración con los docentes, y en menor grado con los
sanitarios, podrán canalizar adecuadamente los impulsos, la
vitalidad, la creatividad y el estudio y el trabajo de las
generaciones que nos reemplazarán en pocos años
9. VIOLENCIA DE GRUPO
En ese grupo de amigos lamentablemente,
en ocasiones, se produce la violencia o la
exclusión hacia alguno de ellos,
generalmente hacia el más moderado,
tímido o débil, al que se aparta del círculo
habitual, e incluso se le extorsiona
practicando lo que se conoce con el nombre
de bullying. A la hora de encontrar un motivo
que justificara la razón de una mayor o
menor agresividad, se halló como factor más
frecuente en los agresores el tener una
madre adolescente y sin estudios. Otros
trabajos relacionan la violencia con
desestructuración familiar y/o bajos ingresos
económicos
10. TRASTORNOS DISOCIALES
Los trastornos disociales se caracterizan por una
forma persistente y reiterada de comportamiento
agresivo, perturbador y antisocial. Se trata de algo
más que de las travesuras o rebeldía del adolescente
o del joven, es una forma de “maldad“ que puede
llegar a la delincuencia. En la mayor parte de las
ocasiones, la integración en pandillas problemáticas
contribuye a aumentar el problema.
11. INDICADORES DE POSIBLE DELINCUENCIA
• No estudia ni trabaja.
• No va a la escuela.
• Es cruel y no le importa hacer daño
físico.
• Es frío en la relación familiar.
• Hace pequeños robos de objetos de
casa.
• Es egoísta.
• Tiene pocos amigos.
• Poco respetuoso.
• Tiene brotes de ira.
• Antecedentes de peleas y riñas.
• Fugas del hogar.
12. • Existe un porcentaje notable de padres que enseñan a los hijos a comprar pero no les enseñan normas,
cuando es evidente que la falta de implicación y autoridad de los padres puede crear un delincuente. Hay
que reseñar que las transgresiones de las normas, actos delictivos o vandálicos, se producen entre 16-17
años, pero al llegar a los 30 años el 95% de los jóvenes que presentaban esa conducta la abandonan, como
afirma Cristina Rechea, psicóloga y experta en criminología. Por otra parte, va ganando adeptos la teoría
según la cual el adolescente que comete alguna falta debe “pagar por ella”, lo cual no tiene como objeto el
castigo sino el efecto educativo, disuasorio, la erradicación del ”todo vale” y la creación en lo posible de
una conciencia recta
13. • Todo individuo está inmerso en un
entorno, interactúa con este medio que lo
rodea, generando respuestas y recibiendo
estímulos, que es recíproco producto de
su interrelación. El entorno social
específicamente, involucra personas,
individuos, los cuales tienen esa
capacidad innata de relacionarse, poseen
el instinto gregario, propio de todo ser
humano. El o la adolescente como
individuo también se relaciona
• con el medio que lo rodea, no puede
quedar ajeno a su influencia y muchas de
sus acciones son el resultado de su
interrelación, sea cual fuere la naturaleza
de ésta.
14. TRANSFORMACIÒN
• En líneas generales se puede decir que la adolescencia es la etapa de la vida en que se producen los procesos
de maduración, alcanzando así la edad adulta.
• La actualidad, el que los y las adolescentes ingresen al mundo de los adultos se hace cada vez más difícil, lo
que puede deberse a las particulares características del momento, cambios demográficos, inestabilidad de las
estructuras familiares, confusión de valores, entre otros, lo que hace que el joven muestre su rebeldía
llevando a cabo acciones riesgosas para su desarrollo
• Sin embargo esta influencia negativa puede presentarse como un reto para aquellos jóvenes resilientes,
capaces de lograr definir su identidad como ser único e independiente del resto, dirigiendo su interés hacia la
realidad, haciéndose más objetivo, logrando superar las adversidades y obstáculos del entorno, con habilidad
para explotar sus capacidades, haciendo frente a las dificultades del medio, buscando respuestas y
oportunidades, desarrollando un aprendizaje activo como resultado de las experiencias negativas, es decir
tener una vida “sana” viviendo en un medio “insano”.
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15. FUENTES DE INFORMACIÒN CONSULTADAS:
• FUENTE: G. Castellano Barca Pediatra. C.S La Vega-Z. Consulta Joven. GRUTA (Grupo
Trabajo Adolescencia). Torrelavega, Cantabria
• http://medicina.uach.cl/saludpublica/diplomado/contenido/trabajos/1/Osorno%202005/Influenci
a_del_entorno_social_en_el_desarrollo_de_los_adolescentes.pdf
• Barocio, Rosa. México 2008. editorial: Pax México. ``Disciplina con amor para adolescentes guía para
llevarte bien con tus adolescentes``` .páginas: 150-162.
• https://es.wikipedia.org/wiki/Entorno_social
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