2. ¿FIN DE AÑO Y FIN DEL MUNDO?
• Para la Iglesia, el año litúrgico no termina el 31 de
diciembre sino a finales de noviembre. El último
domingo del tiempo ordinario se dedica a celebrar la
fiesta de Cristo Rey. Y el penúltimo, el 33, el que nos
toca hoy, a recordar el fin del mundo y de la historia.
Algo que puede parecer bastante ajeno a nuestra
mentalidad y cultura, pero que fue esencial para los
primeros cristianos y que ofrece materia interesante
de reflexión.
3. Lectura del evangelio Lc 21,5-19
(primera parte)
• En aquel tiempo, algunos ponderaban la
belleza del templo, por la calidad de la piedra
y los exvotos.
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará
un día en que no quedará piedra sobre piedra:
todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a
ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso
está para suceder?»
4. Antes de continuar con la lectura
del EVANGELIO.
¿CÓMO RESPONDERÍAS A LA
PREGUNTA QUE LE
PLANTEAN A JESÚS?
¿Cuándo va a ser eso?,
¿y cuál será la señal de
que todo eso está para
suceder?
5. Lectura del evangelio Lc 21,5-19
(segunda parte)•
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos
vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El
momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de
guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que
ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino,
habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de
todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las
sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y
gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré
palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir
ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y
hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de
vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de
vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis
vuestras almas.»
10. La primera resulta casi irónica, pero no lo es:
Así tendréis ocasión de dar testimonio.
La persecución, la cárcel y los juicios injustos no se deben
ver como algo puramente negativo. Ofrecen la
posibilidad de dar testimonio de Jesús, y así lo
interpretaron los numerosos mártires de los primeros
siglos y los mártires de todos los tiempos.
11. • La segunda alienta la
confianza y la
esperanza: ni un
cabello de vuestra
cabeza perecerá; con
vuestra
perseverancia
salvaréis vuestras
almas.
12. TESTIMONIO
• Esta lectura corre el
peligro de ser
interpretadas en el Primer
Mundo como mero
recuerdo de lo que
ocurrió entre los primeros
cristianos. Muy distinta
será la interpretación de
bastantes iglesias
africanas y asiáticas, que
se verán muy bien
reflejadas y consoladas
por las palabras de Jesús.
También nosotros
debemos recordar que,
sin persecuciones ni
cárceles, nuestra misión
es aprovechar todas las
circunstancias de la vida
para dar testimonio de
Jesús.