2. Introducción
Argentina es uno de los 10 países que totalizan más del 60%
de la capacidad mundial de producir recursos y servicios
ambientales . El debate se hace cada vez más inminente
dada la degradación en la que se encuentran los recursos
naturales argentinos: la desertificación afecta al 75% de las
tierras productivas, con 60 millones de hectáreas con
procesos erosivos de moderados a graves; 5 de las 10
principales pesqueras del Mar Argentino están
sobreexplotadas y en riesgo de colapsar.
3. Promover una política de Estado
que planifique estratégicamente
el uso del territorio:
Consolidar la implementación de la Ley de Bosques
(26.331) e impulsar el desarrollo de procesos similares
en otras regiones como, los pastizales y el Mar Argentino,
alineando la legislación vigente para lograr un plan de
desarrollo territorial integral. Se necesita que el Gobierno
nacional promueva el ordenamiento ambiental de otras
regiones naturales, como el Mar Argentino, los
humedales, los pastizales y las áreas cordilleranas,
mediante la sanción de una Ley de Presupuestos Mínimos
para la Protección de los Bienes y Servicios Ambientales
de la Argentina.
4. Diversificar la matriz energética a
través de la inversión en energías
limpias
Diversificar la matriz energética, a través de la inversión
en energías limpias, para alcanzar 15% de participación
en 2020, y la aplicación de políticas de eficiencia que
apunten a reducir el consumo innecesario de energía en,
al menos, 20% para 2020.
Es esencial en la conservación y uso eficiente de la
energía, y en el desarrollo de fuentes renovables. Esto
exige revisar los subsidios masivos al consumo, que
atentan contra el desarrollo sustentable del sector.
5. Promover el desarrollo de buenas
prácticas ambientales:
Adoptar los criterios del Pacto Global del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) e incentivar la adopción de
mecanismos de certificación específicos en los sectores de
agricultura, ganadería, actividad forestal e industrial a lo largo
de todas las cadenas claves de producción de bienes y
servicios, distribución y consumo.
• Adoptar un marco de referencia de buenas prácticas para
actividades productivas relevantes: FSC para el manejo
forestal, el MSC para la pesca y la Roundtable of Responsable
Soy.
• Impulsar su adopción por parte de la administración pública
nacional e incorporar criterios de compra responsable.