Estimación de consumo de agua en México por el fracking.pdf
Valor de la consulta pública y participación ciudadana en proyectos mineros
1. 1
VALOR DE LA CONSULTA PÚBLICA O PARTICIPACIÓN
CIUDADANA: ESTUDIO DE DOS REALIDADES
María Cristina Krause Yornet - Universidad Nacional de San Juan, Argentina
Emilio Pósleman - Universidad Católica de Cuyo, Argentina
María Julia Ubillús - Golder Associates, Perú.
1. INTRODUCCIÓN
La actividad minera constituye un sistema con una forma particular de producir,
hacer circular y consumir bienes, lo que influye poderosamente en la sociedad.
Este sistema tiene un contexto externo compuesto por condicionantes que
hacen que él mismo funcione.
La presión internacional ejercida, especialmente, en relación con las facilidades
financieras para la modernización y progreso de nuevos proyectos mineros y la
aceptación, por parte del capital nacional, internacional y los gobiernos, de que
es imposible dar marcha atrás en cuanto al cuidado del medio ambiente ha sido
crucial para la emergencia de una estructura reguladora del ambiente mucho
más realista y apoyada por agencias multilaterales de desarrollo, como es, por
ejemplo, el Banco Mundial.
Los últimos años han estado marcados por un incremento en las actividades de
exploración y explotación mineras realizadas tanto por empresas nacionales
como multinacionales en países Sur y Centro americanos. Al mismo tiempo,
grupos ambientalistas locales e internacionales han centrado su atención en los
ecosistemas y comunidades locales de la región, interés que se acentúa por
incidentes ocurridos a raíz de las operaciones mineras.
Como resultado de este fenómeno, los gobiernos y empresas de la región
deben asegurarse de que el desarrollo de los proyectos mineros tome en
cuenta los problemas de la comunidad local, que la actividad minera contribuya
verdadera y eficazmente al desarrollo económico y preste especial atención al
2. 2
entorno físico-geográfico, socioeconómico y cultural para que este no sufra
impactos negativos, muchas veces irreversibles.
En América latina, los megaproyectos mineros encuentran situaciones distintas
en lo referente al marco legal que encuadra la actividad minera. En Argentina,
es esencial la Ley de Inversiones Mineras Nº 24.196 y el Acuerdo Federal
Minero. Sin embargo, ninguno de estos documentos señala la obligatoriedad de
realizar la participación ciudadana o consulta pública a las comunidades que
recibirán el efecto del trabajo y la inversión minera. En Perú, este procedimiento
es obligatorio y el Reglamento de Consulta y Participación Ciudadana en el
procedimiento de aprobación de los estudios ambientales fue aprobado el 20 de
diciembre del 2002 por Resolución Ministerial Nº 596-2002.
Sin embargo, las empresas mineras tienen que respetar no solo las leyes
particulares de cada país, sino también las exigencias internacionales
planteadas por los inversores a través de estándares de entidades financieras,
entre las que se encuentra el Banco Mundial. Entre estas exigencias se plantea
la obligatoriedad de implementar la participación ciudadana o consulta pública.
El objetivo de esta presentación es mostrar el proceso de consulta pública o
participación ciudadana no sólo como parte de un Estudio de Impacto Ambiental
sino como un proceso cuya eficacia permite utilizarlo durante toda la vida de la
mina: etapas de exploración, de explotación, de cierre y abandono. Esta
metodología habilita para conocer la percepción que las poblaciones del
entorno tienen de la minería y de un proyecto particular, para advertir la opinión
de los pobladores sobre las actividades mineras, para enfrentar conflictos, para
monitorear los puntos de impactos socio-económicos, etc.
Las distintas fases o etapas del proceso configuran un modelo flexible que se
adecua a realidades distintas en sus aspectos geográficos, sociales,
económicos e ideológicos, y permite comprender a los grupos humanos que
recibirán el efecto de los megaproyectos mineros.
3. 3
2. EL ENCUENTRO ENTRE UN PUEBLO RURAL Y LA EMPRESA MINERA
A lo largo de la historia, la humanidad se ha preocupado por la relación
existente entre los hombres, entre el hombre y la tierra que habitaba y entre los
hombres y el uso de los recursos naturales que estaban a su alcance. Muchos
documentos orales, históricos, filosóficos y científicos dan fe de este interés que
les permitió organizar el cosmos.
Esta inquietud se profundiza e intensifica cuando las actividades económicas
del hombre utilizan intensivamente los recursos naturales de la litosfera, la
atmósfera y la hidrosfera. El hombre puede utilizar y modificar esos recursos en
función de sus necesidades; pero esa transformación no puede desbordarse de
ciertos límites, traspasados los cuales, queda perturbado el equilibrio dinámico
de esos tres sistemas de recursos.
Aún dentro de esas fronteras, las acciones económicas que desarrolla el
hombre y transforman el medio no son neutrales, puesto que, a su vez,
modifican al sujeto transformador. Estas mudanzas recíprocas entre el medio y
el hombre pueden ser positivas o negativas, permanentes o transitorias,
durables o efímeras, superficiales o profundas, según la escala de los
emprendimientos que encara.
Así, la inversión de grandes capitales en proyectos de producción genera, en
las localidades que afecta, una serie de hechos y procesos positivos y
negativos para el estilo de vida de las diversas comunidades. La evaluación
eficaz o perjudicial de determinados hechos y procesos debe medirse en
relación con las poblaciones impactadas por dichos proyectos.
La minería, como toda actividad productiva, es transformadora y, en
consecuencia, demanda múltiples recursos humanos y naturales. La
localización de grandes empresas mineras implica un aumento de la demanda
de dichos recursos, lo que altera el actual equilibrio económico, social, cultural,
político, etc.
4. 4
La participación ciudadana o consulta pública es un modelo que consiste en
una serie de reuniones entre la empresa minera y las comunidades cercanas
para conocer cómo evalúa el cuerpo social el desarrollo generado por el trabajo
minero. A través de estos encuentros, se intenta abrir un diálogo que permita la
relación entre la empresa y las comunidades locales que recibirán el efecto de
la gran minería.
A pesar de la simplicidad del modelo, el proceso en sí es complejo ya que la
relación dialógica debe establecerse entre dos elementos que no se estructuran
del mismo modo. Por una parte, la empresa es una organización internacional
que tiene un objetivo claro: obtener beneficios de la actividad de extraer mineral
y venderlo en el mercado internacional y, por otra parte, la comunidad que,
debido a un natural etnocentrismo, valora la cultura propia como eficaz y
eficiente.
Las culturas locales se rigen por sus propias leyes consuetudinarias que
muchas veces no coinciden con las leyes nacionales, mantienen un sistema
económico que frecuentemente no está articulado con el sistema estatal y las
leyes de mercado, manejan un sistema de herencia que respeta la organización
tradicional de la sociedad, conservan una forma de asociación social muchas
veces unida al sistema parental, defienden una valoración de la propiedad con
parámetros locales y la tierra es una posesión y un valor cuya significación está
unida a la supervivencia, a la familia, al prestigio social y a su historia. Todos
estos ordenamientos culturales reciben la garantía sagrada de un sistema de
creencias que le otorga un sentido a las actividades humanas y cubren de
significado el mundo en que los hombres viven.
De este modo, las comunidades son un mundo global y, para los pobladores, el
único posible; y la Empresa es considerada una institución foránea
exclusivamente económica. En el marco de esta situación real, la relación
parece imposible y el diálogo no se podría concretar.
A esto se suma la distancia generada por el uso del código idiomático. La
información científica de la Empresa utiliza expresiones propias del campo
5. 5
minero, las cuales suelen tener connotaciones negativas para los pobladores.
Por ejemplo, en una de las reuniones de participación ciudadana en San Juan,
Argentina, hubo una reacción negativa ante el uso de la palabra “escombrera”,
puesto que el término escombro no sólo significa material estéril sino también
desecho, desperdicio y, en San Juan, lugar del más alto riesgo sísmico del país,
está fuertemente connotado por terremoto, destrucción y desolación. Sin duda,
esta carga significativa interrumpe la comunicación directa y retarda la
comprensión.
Algo parecido sucedió en una de las reuniones de participación ciudadana
realizadas en una provincia de la sierra central del Perú donde hubo una
reacción negativa ante el uso de la palabra “abandono”, puesto que abandono
implica retiro inmediato, falta de protección y en esta provincia está ligado a la
más absoluta desolación, tristeza y pobreza.
Otro palabra que frecuentemente causa confusión e impide la correcta
comunicación en el Perú es el término “consulta”, que connota consultar igual a
pedir permiso unidireccionalmente. Por ese motivo, resulta tan conveniente
utilizar tanto consulta pública como participación ciudadana, donde participar
implica varios actores y opiniones que conjuntamente llegarán a un acuerdo..
En lo que se refiere a la producción minera en sí misma, la organización
empresaria confía en la minería, vive de ella y la explotación que hace del
recurso natural implica el agotamiento del mismo. Las comunidades viven
según estilos de vida mantenidos por generaciones. Su sistema productivo se
asienta en la explotación agrícola y pecuaria que si se realiza con la tecnología
y las precauciones tradicionales no agota el recurso sino que es permanente
fuente de producción y reproducción del capital social y privado. La minería
compite por la mano de obra y por el agua de la zona, la cual, en un clima
desértico como la cordillera sanjuanina o como las áreas agrícolas cercanas a
los proyectos mineros en el Perú, es un bien limitado. Cuando la minería integra
este sistema comunal aparece como una explotación artesanal de pirquineros e
invasores, generalmente rodeada de silencio y misterio.
6. 6
La Empresa maneja la gran historia de la minería, lo que le permite utilizar una
tecnología de avanzada, y mediante técnicas comparativas selecciona la mejor
ingeniería conceptual. La comunidad tiene presente la historia local de la
minería, los pasivos ambientales, y los conceptualiza como una actividad de
despojo y destrucción de la naturaleza y los medios que permiten la precaria,
pero al fin y al cabo subsistencia.
La tecnología para la extracción, trituración e industrialización del mineral
también muestra diferencias. La Empresa las selecciona con la finalidad de
recuperar el máximo del producto y la comunidad las vivencia como fuerzas
contaminantes que ponen en peligro la existencia y supervivencia de la
sociedad.
Así, lo que para una es un proceso de inversión característico del sistema
capitalista, para el otro es destrucción y ausencia de beneficios revelados que lo
compensen. Esto adensa la situación de mundos irreconciliables; por lo tanto, la
relación y el diálogo se hace más complicado y dificultoso.
3. EL PROCESO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA O CONSULTA PÚBLICA
A pesar de esta situación donde parece que el diálogo está destinado al
fracaso, la minería reclama su legítimo derecho a integrarse como una actividad
productiva a partir de la explotación de los recursos naturales. En la actualidad
existe una metodología que permite acortar las diferencias entre estos
interlocutores. Nos referimos al proceso de participación ciudadana o consulta
pública.
Esta metodología es definida por el Reglamento de Consulta y Participación
Ciudadana del Ministerio de Energía y Minas del Perú del siguiente modo:
“La consulta es un proceso de información y diálogo entre el titular del proyecto,
la ciudadanía y el estado acerca de las actividades energéticas mineras o
energéticas en la localidad, sobre el marco normativo que las regula y las
medidas de prevención y manejo de los posibles impactos sociales y
7. 7
ambientales del proyecto; así mismo, permite conocer las percepciones e
inquietudes ciudadanas.”1
Esta definición indica que es un proceso de información y diálogo, y estipula
quiénes son los interlocutores: titular del proyecto, ciudadanía y estado. En
consecuencia, es un modelo que permite allanar las diferencias para que el
diálogo pueda establecerse y mantenerse a lo largo de las diversas etapas:
exploración, explotación, cierre de mina y abandono.
Las empresas mineras y las diversas comunidades ocupan distintos espacios
de un mismo territorio; por lo tanto, la base del diálogo es la transmisión de
información en un doble sentido. Por un lado, la empresa informa a la población
sobre las actividades mineras que se realizarán en el territorio, los aspectos del
proyecto que pueden originar efectos socio-económicos, el marco legal que
encuadra las actividades productivas y las medidas de prevención y control
propuestas para el manejo del posible impacto socio-ambiental. Por otro lado,
los pobladores expresan las preocupaciones, temores, expectativas, opiniones
y comentarios de la comunidad, las cuales deben integrarse como medidas de
mitigación ambiental y social en el diseño del proyecto.
De este modo, la consulta es el mejor mecanismo para identificar a los
afectados y para evitar conflictos puesto que la información precisa y correcta
desvirtúa los temores, deshace las preocupaciones y disuelve las expectativas
negativas que surgen alrededor del proyecto minero, pues el intercambio influirá
en la definición de la política de responsabilidad social de la empresa.
Así, la participación busca generar una base de confianza entre los
interlocutores; y la base, para empezar a confiar, se forja lentamente a través
de un proceso de consulta; por consiguiente, la participación implica una serie
de reuniones que se despliegan a partir de un plan que integre a los distintos
interlocutores y las diversas acciones que cumplirán cada uno de ellos. Por lo
tanto, dichos planes diferirán según sean para un estudio de impacto socio-
1
Reglamento de Consulta y Participación Ciudadana. Art. 2º. Perú. 2002.
8. 8
económico, para monitorear los impactos, para elaborar conjuntamente los
planes de desarrollo comunitario, etc.
Los diversos desarrollos teóricos sobre el tema recomiendan los siguientes
pasos para desarrollar un plan de consulta:
• Definir objetivos claros.
• Identificar todos los grupos de Interés y pasos a seguir para contactarlos.
• Identificar temas relevantes.
• Identificar cuándo y dónde hacer reuniones de consulta.
• Selección de técnicas.
Sin embargo, estos pasos se asimilan a cajones vacíos cuyo contenido
depende de los objetivos propuestos, de la finalidad para la que se usa y de
cada realidad concreta donde se asientan los proyectos mineros, pues no
existen dos planes de consulta iguales.
Trataremos de mostrar brevemente como se desarrolla el proceso de Consulta
Pública o Participación Ciudadana en distintos entornos.
Si el plan se elabora para realizar un estudio de impacto socio-ambiental, se
debe realizar previamente un estudio o investigación de la línea de base socio-
económica.
La línea de base socio-económica es la investigación y análisis de las
características, previa al desarrollo del proyecto, de las poblaciones del área de
influencia directa e indirecta. Este estudio permitirá determinar los puntos de
impacto y analizar los cambios que generen las actividades mineras, proponer
planes de mitigación; y fundamentalmente es una forma de conocer y
comprender a uno de los interlocutores: las comunidades que sufrirán el
impacto. Esto facilitará la comunicación y el compromiso con el entorno.
9. 9
Para realizar esta investigación, se sugiere considerar una serie de indicadores
o variables sociales y económicas:
A. Indicadores sociales:
Población, trabajo, educación, salud, vivienda y saneamiento ambiental,
infraestructura, patrimonio cultural, comunicación, organización social.
B. Indicadores económicos:
Uso y tenencia del suelo, actividades productivas, eslabonamientos
productivos, recaudación tributaria, consumo, ingreso, producto bruto por
sector, inversión, precios, políticas públicas, productividad.
El estudio de estos indicadores o variables se puede realizar mediante el uso de
información estadística e información secundaria obtenida en diversos
organismos públicos. Por lo tanto, requiere una notable inversión de tiempo,
complejos recorridos por los más variados organismos públicos para obtener los
datos y un profundo conocimiento de la oscura burocracia estatal en estos
temas.
Sin embargo, el producto final logrado es una suma de cifras2
que no consiguen
mostrar las características culturales de los pueblos afectados por el impacto
minero, por lo que se requiere, además, un estudio directo con una metodología
cualitativa. Estas técnicas cualitativas, propias de la Antropología, permiten
llenar los vacíos de información que no está registrada por ningún organismo.
Por tanto, sirven en nuestro caso para ambos entornos:
• Entrevistas a informantes clave: para comprender un fenómeno social
determinado. En ambos escenarios, fueron esenciales para relevar datos sobre
ciertas terapias tradicionales, características de la economía ancestral,
elaboración de artesanías, etc.
• Observación participante: observación directa del fenómeno que implica una
convivencia con la población para comprender ciertos comportamientos
2
Para un estudio de este tipo en San Juan, Argentina, llegamos a recopilar más de 6.000.000 de bytes de
datos.
10. 10
sociales y que utilizamos para recopilar información sobre las diversas
manifestaciones de la iglesia cultural, la relación entre las festividades públicas
y las transacciones comerciales, las fiestas populares, etc.
• Historias de vida: entrevistas extensas a determinadas personas para
conocer las interrelaciones entre distintos ámbitos. Las usamos, por ejemplo,
para estudiar la relación existente entre la familia, la producción económica y la
religión.
• Entrevistas estructuradas y semi estructuradas: un conjunto de preguntas
abiertas que se aplican a líderes de diversas actividades. Las utilizamos con
agricultores, empresarios de turismo, políticos, comuneros, prestadores de
bienes y servicios, veterinarios, técnicos agrícolas, médicos, comerciantes, etc.
• Encuestas: conjunto de preguntas asociadas a un número limitado de
respuestas. Las aplicamos para estructurar y realizar un censo a trabajadores
mineros para obtener datos sobre su familia, su educación, distribución de sus
ingresos, trabajos previos, etc., como así también para relevar un primer
acercamiento a la concepción de la minería en relación con las actividades
productivas de la población local.
• Diagnóstico rural participativo: es un método de evaluación de impacto social
que pone énfasis en el “empoderamiento” y en el cambio de actitudes por parte
de los que practican dicho método. Según nuestra experiencia, el punto clave
es facilitar el empoderamiento, pero inculcar el mismo, implica que los
facilitadores tomen conciencia de su rol en este proceso. Se usan técnicas de
indagación o investigación cooperativa como métodos de generar conciencia
entre los facilitadores, empleados y administradores de la compañía. Asimismo,
se trata de una lista de métodos que incluyen diferentes técnicas (que implican
descentralización, democracia, diversidad y dinamismo) que permiten que la
población local comparta, analice su conocimiento sobre la vida y condiciones
para poder planear, actuar, monitorear y evaluar.
• “Focus groups” o grupos focales y talleres participativos. Son importantes
para recabar información sobre la relación de distintas actividades locales con
la minería. El fin es una autoevaluación de la comunidad sobre distintos
aspectos de la vida social con la ayuda de un coordinador, a través de grupos
pequeños asociados por intereses comunes.
11. 11
El cruce de ambas metodologías, cuantitativas y cualitativas, facilita la
presentación de un estudio que muestre la estructura de la sociedad y la cultura
a través de sistemas, pues así resulta más fácil visualizar la interrelación de los
mismos en el seno de las comunidades:3
• Infraestructura.
• Sistema económico y trabajo.
• Sistema social.
• Organización institucional.
• Organización política.
• Sistema del capital simbólico.
El estudio completo de la línea de base socio-económica resulta ser el
instrumento más valioso para identificar todos los grupos de interés y los pasos
a seguir para contactarlos.
Además, la caracterización del área de influencia directa e indirecta, organizada
por sistemas, evidencia las distintas actividades que desarrollan los diversos
sectores sociales de las comunidades involucradas y se puede realizar una
tipificación de dichas actividades. Una vez tipificadas, se pueden determinar las
personas concretas que participan en ellas y definir los líderes en cada una. Es
decir, permite trazar un recorrido desde la organización socio-cultural hasta las
personas concretas y al líder que las representa.
Así, esta investigación larga, dificultosa y compleja resulta esencial para
encarar cualquier plan de consulta pública y no solo para un estudio de impacto
ambiental.
Como ya señalamos y proponemos insistentemente en este trabajo, un Plan de
Participación Ciudadana o Consulta Pública no debe entenderse como una
parte de los Estudios de Impacto Ambiental que se encara para cumplir con las
reglamentaciones; es una metodología para establecer un acercamiento, un
3
Krause, M. C. y Pósleman, E. Caracterización realizada a lo largo del 2000 y 2001. Secretaría de Energía
y Minas de la Nación. Buenos Aires. Argentina. Soporte informático.
12. 12
diálogo en el cual se da y se recibe información; es una forma de conversar
sobre problemas que le interesan a la Empresa, a la Comunidad y al Estado.
Por lo tanto, se debe definir claramente el objetivo para el que se hace y las
fases, etapas o cursos de acción que se necesitarán para concretarlo. Podemos
ejemplificar esto con la aplicación de una encuesta que elaboramos para relevar
cuál era la opinión que tenían las comunidades sobre el crecimiento y desarrollo
local. Esto requirió de cuatro pasos para llegar definir resultados. En una
experiencia peruana se realizaron entrevistas donde el principal objetivo fue
descubrir lo que para los actores involucrados significaba desarrollar y visualizar
un futuro mejor.
La identificación de los líderes comunitarios es otro paso esencial del Plan de
Consulta. Ya adelantamos anteriormente que a partir de una estructura general
de la sociedad se determinan los distintos sectores sociales y en estos se
señalan las personas concretas y se definen los líderes.
Tomaremos como ejemplo el modo en que definimos los líderes desde el punto
de vista económico. Primeramente, analizamos la economía de las
comunidades que recibirán el impacto directo desde una perspectiva
macroeconómica mediante el análisis del Producto Bruto Geográfico a nivel del
Estado y a escala comunal durante un lapso de tiempo. Esto nos permite
identificar los sectores económicos relevantes, la dinámica de cada uno de ellos
y la comparación de la dimensión de éstos con la empresa.
Para identificar a los agentes económicos concretos, realizamos un análisis
microeconómico de los sectores formales e informales. Se utilizó el Código de
Identificación Industrial Uniforme y se relevaron cada uno de los
establecimientos comerciales, industriales, de servicios, etc. Con información
primaria se configuró un perfil del sector extralegal económico que tiene
también componentes culturales y sociales.
El cruce de esta información nos permitió identificar a los informantes
calificados por cámara, asociación, cooperativa, etc. para realizar las
13. 13
entrevistas estructuradas y semi-estructuradas y organizar los grupos focales
por sector.
En Argentina, pudimos utilizar también otro instrumento en relación con los
sectores: fue la Matriz de Insumo Producto para Argentina. Esta herramienta
ofrece una representación holística del sistema económico y sirve para inferir el
comportamiento más probable de agentes individuales en un nivel meso-
económico. Así, se detectaron los sectores que, ante un impacto externo,
tendrían cambios significativos en el empleo y nivel de actividad, y pudimos
sumar a las actividades de participación ciudadana a los representantes de los
mismos aun cuando no tienen incentivos de participar antes de la ejecución del
mismo.
En el caso del Perú, lo que utilizamos es la información proporcionada por el
INEI en cuanto censos de población, indicadores sociales como población,
trabajo, educación, salud, vivienda, infraestructura, patrimonio cultural,
comunicación, organización social, indicadores económicos como, uso y
tenencia del suelo, actividades productivas, consumo, ingreso, producto bruto
por sector, inversión, precios de principales productos, con aspectos
demográficos por departamentos, provincias, distritos y en algunos casos hasta
niveles comunidades y caseríos. Estos censos datan del año 1993; pero se
encuentran proyecciones hasta incluso el año 2001. Estos datos nos dan una
primera visión de lo que puede ser el área de influencia directa e indirecta de un
proyecto, que luego será validada en el campo. Datos importantes son los que
nos proporcionen el Ministerio de Agricultura, de Pesquería, de Transporte, en
la identificación de las actividades y la infraestructura básica de las áreas de
interés. Asimismo, contamos con datos mucho más recientes sobre
necesidades básicas insatisfechas NBI y Mapa de Pobreza (Foncodes) que nos
dan una visión mucho mas clara de la situación de las provincias y
departamentos en los que estamos interesados.
Los sectores más vulnerables de una sociedad son importantes para que estos
Planes de Consulta adquieran la precisa calificación de públicas. En el Perú,
datos obtenidos del INEI y Foncodes entre otros, permiten identificar como más
14. 14
vulnerables a las voces casi nunca escuchadas, es decir, mujeres, niños y
ancianos y a los más pobres; mientras que en San Juan, incluimos también a
los integrantes de las agrupaciones gauchas, puesteros4
y artesanos. Ya sea
por razones culturales, económicas, de residencia o de género; estos grupos,
en ambos países, muestran esa fragilidad.
En este aspecto poco importa de dónde extrajimos los datos de vulnerabilidad,
lo que sí debemos destacar es que esta metodología permite que estos grupos
escuchen y sean escuchados.
La identificación de los temas relevantes depende de para qué se hace la
Consulta y es especialmente valioso para los Estudios de Impacto Ambiental.
Sin embargo, cualquiera sea el objetivo propuesto, los temas de interés no se
pueden definir a través de un único significado pues suelen tener una
plurivalencia significativa. Por lo tanto, en cada fase o etapa del plan esos
temas se pueden delinear con mayor precisión. Por tal motivo, la selección de
las técnicas requiere que se escojan en forma detallada y cuidadosa para lograr
un proceso espiralado, donde los resultados de una fase sean la base de la
siguiente.
Una de las estrategias más eficaces nos servirá para ejemplificar este proceso.
En un primer momento, se trabajó con grupos pequeños que mantenían
homogeneidad de actividades o intereses; y las opiniones, preguntas y
aclaraciones fueron grabadas para deducir los temas de las expresiones
textuales de los participantes. Así obtuvimos un primer listado. En un segundo
momento, se organizaron grupos ampliados de carácter heterogéneo; entonces,
la técnica de taller participativo facilitó la intervención espontánea de los
asistentes. Este material textual se cruzó con las respuestas individuales y
escritas a un brevísimo cuestionario semi-estructurado, en el cual se
explicitaban datos de identificación y se exponían las principales inquietudes a
escala personal. En este caso, los temas iniciales se transformaron en clases
4
Los "puestos" son lugares donde se crían ovejas y cabras ubicados en zonas de pastos naturales en
plena cordillera y son cuidados por un núcleo doméstico. Las personas que viven en los puestos reciben el
nombre de “puesteros”. San Juan, Argentina.
15. 15
de significado pues se pudo distinguir los distintos aspectos que abarcaba cada
tema. En un tercer momento, los talleres participativos se organizaron con una
orientación temática que aglutinaban los contenidos de interés. En este caso
llegamos a categorías temáticas ya que cada categoría engloba varios temas.
Por último, los participantes respondieron, en forma escrita e individual, a un
breve cuestionario semi-estructurado, que permitió detectar aquellos contenidos
que requieren respuestas puntuales o mayor profundización en encuentros
posteriores.
De igual manera en nuestra experiencia en el Perú, las reuniones participativas
en un primer momento tienen una importancia crucial porque permiten
identificar los temas relevantes por agrupaciones de acuerdo a las actividades
realizadas. Se trata de grupos cuyo vínculo es la actividad realizada. Luego se
realizan reuniones o asambleas en el ámbito municipal, distrital o provincial o
comunal, según sea el caso, para poder escuchar las voces en un espacio
donde la participación del público permita identificar temas que atañen a toda
una comunidad y no solo a grupos de pobladores por actividades. Por último,
las entrevistas individuales, así como reclamos y dudas que fueron entregados
de manera escrita a un representante de la empresa o consultores encargados
de llevar a cabo los talleres participativos, asambleas y demás técnicas y que
permitieron escuchar reclamos mucho más personalizados que de otra manera
no se hubiesen podido identificar. El cruce de la información obtenida permitió
en nuestra experiencia peruana un acercamiento a la realidad y a la percepción
que de la actividad extractiva tienen los diferentes actores. De este modo, un
Plan de Participación Ciudadana se transforma en antecedente de otro posterior
donde la información puede trocarse en formación. En este caso, la Consulta
Pública es uno de los mecanismos para crear una conciencia minera.
Otra de las tareas importantes en el diseño del plan es definir cuándo y dónde
realizar las reuniones de Consulta. Tanto en Perú como en San Juan, la
coordinación de los encuentros para el diálogo consideró las fechas previstas
en relación con el ciclo agrario y el horario previsto trató de no interrumpir las
obligaciones laborales cotidianas.
16. 16
Los lugares para realizar la consulta dependen de los objetivos del Plan.
Generalmente, el lugar donde se ubican los proyectos, en nuestros países, son
territorios andinos donde los asentamientos poblacionales se ubican en
pequeños valles sobre los cursos de agua. Por tal motivo, los distintos poblados
están dispersos o discontinuos en el territorio, o como en el caso peruano
donde también y en muchos de los casos se trata de ciudadanos totalmente
aislados como los pastores de altura. En estos casos, es conveniente que las
reuniones se realicen en las localidades puntuales que requiere un Plan de
Consulta para enfrentar una situación o problema particular. En los Planes que
involucran a la población en su conjunto, se suelen seleccionar los centros
poblados relacionados con el proyecto como los que son atravesados por el
camino de acceso o los que utilizan las aguas de los ríos que nacen en las
cercanías del mismo.
La selección de técnicas de información y de consulta más adecuadas debe
tener en cuenta las reglas protocolares locales y las características de la
comunicación social de la región.
Las técnicas de información más utilizadas son las siguientes:
• Invitación personal a los líderes de los distintos sectores, por entrega
individual. Asimismo, invitación personal a aquellas personas que viven de
manera aislada durante largos periodos de tiempo tal como pastores en las
alturas andinas.
• Afiches de una invitación para todos los pobladores colocados en lugares
estratégicos para su difusión.
• Presencia personal en la comunidad para fortalecer la invitación escrita en
forma oral, especialmente a quienes no leen y escriben.
• Folletos de la empresa referidos al proyecto.
las técnicas de consulta más utilizadas y con notables resultados son:
• Entrevistas con informantes clave.
• Grupos focales.
• Asambleas públicas.
17. 17
• Talleres: técnica fundamental como complemento de la asamblea pública.
4. CONCLUSIONES
El valor de la metodología de Consulta Pública o Participación Ciudadana se
advierte en lo siguiente:
I. Generalmente, cuando se inicia un proyecto minero, se advierten dos tipos
de relación: una aceptación decidida del mismo o una oposición manifiesta.
Esta situación se origina en ciertas condiciones del entorno como los pasivos
ambientales, la influencia de opiniones adversas expresadas por líderes locales
o personas ajenas a la comunidad que trabajan en organismos públicos, etc.
Sin embargo, como la metodología en sí implica un proceso de información,
esta situación cambia porque se generan diversas relaciones de articulación
según sean los intereses de los diversos sectores sociales. Así, los
cooperativistas reparan que pueden insertarse al proyecto como proveedores
de bienes y servicios, lo que genera una visión distinta del conjunto. La
dicotomía inicial se diluye con diversos matices. Este resultado es positivo
puesto que, en localidades tan pequeñas, la dicotomía puede generar divisiones
sociales internas lo que afectaría al cuerpo social.
II. Ciertos grupos como educadores, profesionales de la salud, etc. perciben la
posibilidad de un desarrollo del sector en correlación con el proyecto y buscan
mecanismos para institucionalizarlo.
III. La Empresa y el Estado toman contacto con la población y conocen las
inquietudes, valoraciones, intereses, incertidumbres y hasta desesperanzas de
la población. Esto les permitirá a los tres interlocutores elaborar un plan
conjunto de desarrollo local sostenible al amparo del impulso minero.
IV. El trabajo de campo, con técnicas cualitativas de índole antropológica,
acompaña permanentemente a la Consulta Popular para realizar los ajustes
que requiera el Plan en virtud del monitoreo del clima social de las
comunidades.
V. Esta metodología, laboriosa y compleja, permite concretar el diálogo que,
tal como señalamos al comienzo, está cubierto de desconfianzas por parte de
los interlocutores. Generar este espacio de encuentro es lo que la define como
un modelo paradigmático que puede adecuarse a distintas realidades con un
18. 18
entorno geográfico e histórico disímil. Además, tiene un alcance continuo
puesto que debe acompañar todo el proceso de vida de una mina.
VI. La flexibilidad del modelo y la profusión de técnicas permite su utilización
por otras empresas relacionadas con la minera como compañías exploradoras,
operadoras, de servicios, consultoras cualquiera sea su dimensión.
5. REFERENCIAS
5.1 BIBLIOGRÁFICAS
Dirección General de Asuntos Ambientales. Ministerio de Energía y Minas del Perú.
2000. Guía para estandarizar la elaboración y revisión de estudios de Impacto
Ambiental de proyectos mineros. CIDA – Golder Associates. Proyecto de Asistencia
al Sector Público Minero del Perú.
Pérez Ramírez, Bartolomé y Carrillo Benito, Emilio. (Coord.) 2000. Desarrollo local:
Manual de uso. ESIC Edit., Madrid.
Villas Boas Roberto C. Christian Beinhoff. 2002. Indicadores de Sostenibilidad para la
Industria Extractiva Mineral. Editores CYTED. Brasil.
5.2 LEGISLACIÓN
Ley de Inversiones Mineras Nº 24.196. Secretaría de Energía y Minas de la Nación,
Argentina.
Ley Del Sistema Nacional De Evaluación Del Impacto Ambiental Nº 27446. Ministerio
de Energía y Minas, Perú.
Resolución Ministerial Nº 596-2002-EM/DM. Reglamento de consulta y participación
ciudadana en el procedimiento de aprobación de los estudios ambientales en el
sector energía y minas. Perú.