Este documento habla sobre la importancia de creer en uno mismo y sacar lo mejor de nosotros mismos. Aunque es difícil creer en uno mismo debido a las dudas y opiniones negativas de los demás, nuestro talento y valor intrínseco no cambian cuando ganamos o perdemos. La autoestima es nuestro núcleo fundamental que debemos redescubrir debajo de las creencias que ocultan nuestro verdadero valor. Para mejorar los resultados y la autoestima, debemos esforzarnos, competir contra nosotros mism
1. Efrén Martín, gerente de FV y profesor de Deusto Business School
OOrroo OOccuullttoo
Nº 71 Diciembre 2012 www.fvmartin.net http://confidenciasdeungerente.blogspot.com
En todas las especies hay una lucha
continua por la supervivencia, por superar
las dificultades del medio ambiente. Las
personas tenemos el reto adicional de
superarnos: competir con nosotros mismos.
Creer en uno mismo es esencial, pero no
es fácil; pues hoy se duda de todo y de
todos. Además, somos hipersensibles a
las opiniones negativas que sobre
nosotros oímos -y almacenamos- en
mayor proporción que las positivas. Si
fallamos nos dicen -y nos creemos- que
somos torpes. ¡No hay mayor engaño!
Ganar o perder te hace sentir bien o mal;
pero el talento no varía: no eres mejor
cuando ganas, ni peor cuando pierdes.
La Autoestima es nuestro núcleo de oro.
Una autenticidad que no hay que crear
sino redescubrir y restaurar. Pero ese oro
va quedando sepultado bajo creencias que
construyen un ego que oculta nuestro
verdadero valor. ¡No hay peor derrota!
Groucho Marx, escribió: “Si algún día te
sientes pequeño, inútil, ultrajado y
deprimido, recuerda que un día fuiste el
espermatozoide más rápido y victorioso
de tu grupo”.
Recordemos que los demás también
lograron superar a 300 millones de
adversarios en su carrera por la vida. La
grandeza no es tal si sólo se aplica a uno
mismo. Es extensible a todos:
A los compañeros de equipo, hay que
apoyarles en sus momentos bajos y
celebrar sus triunfos como si fueran
propios. No llegaremos muy lejos
rodeados de personas desanimadas.
Con los competidores, el respeto no ha
de ser menor, porque si les
consideramos inferiores ¿qué mérito
tendría aventajarles? y ¿no sería
humillante ser superados por ellos?
¿Y con los clientes? El mayor reto sigue
siendo superar sus expectativas,
dándoles más de lo que esperan en un
mundo lleno de engañosas promesas.
Para ello, ¡esfuérzate! y saca siempre lo
mejor que llevas dentro. Compite contra ti
mismo y con la práctica inteligente e
intensa no sólo mejorarán los resultados,
también aflorará tu autoestima.
Muestra el oro que hay en ti.
Hace muchos años, el reino de Siam fue atacado por
los birmanos; que buscaban apropiarse de los
tesoros de sus ricos templos. Uno de ellos contenía
una enorme estatua de Buda, en estuco, de tan
escaso valor que no fue saqueada. Incluso los
tailandeses la olvidaron durante siglos.
Hace algo más de cincuenta años, dicha estatua fue
removida de su pedestal y se resquebrajó. En su
interior apareció una fina imagen de Buda, de 3
metros y 5,5 toneladas… ¡de oro macizo!
Los monjes habían ocultado su riqueza bajo una
pobre apariencia.