Un niño llamado Andrés vivía en una granja lejana con sus padres y su perro Duky y soñaba con conocer una estrella. Un día, cuando estaba jugando, un hombre elegante lo vio y le ofreció un trabajo en la ciudad bateando una pelota en un equipo. Aunque no conoció una estrella real, Andrés se convirtió en una estrella del béisbol juvenil. El documento enfatiza la importancia de seguir soñando y nunca rendirse.