El documento describe el psicoanálisis como una teoría creada por Freud para investigar el funcionamiento mental normal y patológico y como un método terapéutico para tratar conflictos psíquicos. Se basa en sesiones regulares con un analista para lograr una mejor comprensión de uno mismo a través del diálogo. Ha evolucionado gracias a otros autores y puede aplicarse al tratamiento de diferentes poblaciones. Explica conceptos clave como lo inconsciente y los mecanismos psíquicos.
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1. ¿Qué es el psicoanálisis?
El psicoanálisis es una teoría que investiga y ayuda a la comprensión del
funcionamiento mental normal y patológico. Asimismo, es un método terapéutico
que trata los conflictos y dificultades del psiquismo humano.
Fue creado por Sigmund Freud y ha ido evolucionando gracias a las aportaciones
de diversos autores a lo largo de más de un siglo, permitiendo así ampliar la
aplicación del método al tratamiento de niños, adolescentes, grupos y familias.
Un aspecto esencial del psicoanálisis es el reconocimiento de que nuestra vida
emocional es compleja y que tiene una dimensión inconsciente.
A veces no entendemos las ideas y temores que dan forma a nuestro modo de ver
y de vivir en el mundo, ya que han arraigado profundamente y parecen funcionar
automáticamente. Podemos encontrarnos repitiendo conductas perjudiciales,
sentirnos atrapados en relaciones insatisfactorias y que nos hacen sufrir o
estancados en nuestro desarrollo emocional, creativo o profesional.
El tratamiento psicoanalítico se basa en encuentros regulares con el analista, en los
cuales, a través del diálogo, se logra una mejor comprensión de uno mismo, se
facilita la resolución de los conflictos, se disminuye el sufrimiento psicológico y
mejora la calidad de vida.
https://www.sep-psicoanalisi.org/psicoanalisis/
Completamos la definición del psicoanálisis desde tres puntos de vista,
remitiéndonos a palabras del mismo Freud:
1. Un método para explorar los procesos mentales inconcientes.
2. Una técnica para tratar las enfermedades psíquicas.
3. Un cuerpo de teorías derivadas de la aplicación de los puntos 1) y 2).
Es decir, en lo que hasta Freud había sido terreno de teólogos y filósofos, de
anatomistas y neurofisiólogos, se instala el psicoanálisis, como una disciplina
científica autónoma e inédita.
El progreso intenso, amplio y permanente de la investigación, y la acumulación de
conocimientos psicoanalíticos, ha llevado a la posibilidad de aplicar esos
conocimientos, no sólo a diversas categorías de trastornos mentales, sino también
a las patologías psicosomáticas, a la comprensión de ciertos aspectos de patologías
sociales, y en general a diversos tópicos de la cultura: el arte, el cine, la literatura,
entre otros.
2. También este desarrollo ha agregado al tratamiento técnicas en encuadres
terapéuticos diversos, como la terapia de parejas, de grupos, de niños y
adolescentes, de la tercera edad, de familias, multifamiliares, entre otras. En nuestro
país, el psicoanálisis ha alcanzado gran difusión y forma parte de la cultura
contemporánea. Para dar un ejemplo casi cotidiano: los actos fallidos de políticos y
personajes públicos son inmediatamente reconocidos y casi siempre bien
interpretados.
Los mismos, tienen un carácter intuitivo, dando cuenta de complejos mecanismos
psíquicos, que un psicoanalista podría describir así: procesos mentales
inconcientes, deseos contrapuestos, mecanismos de represión, de fracaso de la
represión y de retorno de lo reprimido. Finalmente, y para completar este brevísimo
intento de definición, diré que la gran fuerza interna de desarrollo del psicoanálisis,
ha llevado a la creación de diversos modos de pensar la teoría psicoanalítica, modos
que han alcanzado en algunos casos la categoría de “escuelas”, o esquemas
referenciales. Así, a los freudianos originales se han agregado kleinianos,
winnicottianos, escuela americana, lacanianos, etc., estableciendo el pluralismo de
ideas que actualiza e ilumina el tronco del Psicoanálisis.
Las diferencias entre estos modos de pensar algunas cuestiones teóricas y técnicas,
han llevado a menudo a intercambios y debates controversiales, que reflejan la
vitalidad del psicoanálisis, pero que fundamentalmente resultan en fertilizaciones
cruzadas de ideas. La historia ya ha mostrado que a la postre, los principios básicos
del psicoanálisis se siguen manteniendo.
https://www.apa.org.ar/Articulos/Que-es-el-psicoanalisis
Psicoanálisis
El Psicoanálisis y las nuevas formulaciones psicoanalíticas: la búsqueda de la causa
inconsciente de la conducta.
El psicoanálisis es una teoría desde la que se consideró que la historia del individuo,
sobre todo los primeros años, es esencial para comprender el funcionamiento
adulto. Para Freud, padre del psicoanálisis, los primeros conflictos determinan en
parte el funcionamiento adulto. El psicoanálisis supuso una ruptura con la línea
dominante, al considerar que para interpretar nuestros actos hay que considerar un
conjunto de mecanismos inconscientes.
3. Para Freud el psicoanálisis no constituye
una búsqueda científica imparcial, sino
que es un acto terapéutico cuyo objetivo
es modificar el comportamiento.
Posteriormente añadió que la
elaboración y extensión de la teoría hace
que el psicoanálisis sea, además de una
técnica terapéutica y de una teoría
auxiliar de la patología, una teoría del
psiquismo humano. El carácter general
de la teoría lo reafirmó cuando insistió en
la identidad de los contenidos psíquicos
de los individuos neuróticos y sanos: los primeros fracasan donde los segundos
consiguen resolver los conflictos.
Autores como Moscovici (1961) han señalado que visión del ser humano propuesta
por el psicoanálisis forma parte de las representaciones mentales de las personas.
La teoría psicoanalítica basa su información en tres fuentes de información: la
observación directa, los recuerdos infantiles y las interpretaciones. Sin embargo, la
observación no era suficiente pues chocaba con la actitud que los adultos tenían
respecto a la sexualidad infantil, por esto Freud no comunicó jamás sus
observaciones sobre el comportamiento infantil, a excepción del juego de la bobina
de su nieto y de las observaciones procedentes del análisis del pequeño Hans.
El niño de la teoría psicoanalítica era una elaboración
teórica basada en las interpretaciones que hace el
psicoanalista de los recuerdos infantiles; es
reconstrucción más que construcción, lo que plantea
numerosos problemas de validez. Esta situación
cambió con los trabajos de autores como A. Freud,
Hartmann, Winnicott, Kris, Erikson, Spitz o Mahler que introdujeron la observación
directa como método para validar, corregir o completar las reconstrucciones de la
teoría psicoanalítica.
4. Al analizar la concepción del desarrollo de Freud hay autores, como Zukier (1985) ,
que afirman que no hay un concepto del desarrollo en él salvo la compulsión a la
repetición; sin embargo, hay otros, como Morss (1996) que señalan que Freud
rompe con un desarrollismo uniforme. A pesar de planteamientos como los de
Zukier, podemos establecer algunas tendencias generales en la evolución del
individuo tal y como lo concibió Freud:
a. La sucesión de las fases del desarrollo de la sexualidad tiene una base
biológica, pero existen múltiples maneras de resolver los conflictos
presentes, tanto las pulsiones del Yo (autoconservación) como diferentes
factores externos pueden jugar un papel decisivo.
b. Estas fases son cualitativamente diferentes, es decir, no presentan
semejanza alguna.
c. La evolución normal puede dar lugar a desvíos, dominados por dos
mecanismos fundamentales, por un lado la fijación de la libido en fases u
objetos anteriores en el desarrollo, y por otro la regresión o tendencia a volver
a las fases no superadas.
d. Los conflictos entre las pulsiones y el Yo constituyen un factor dinámico de
gran importancia tanto en el desarrollo normal como en las desviaciones
patológicas; es la manera de resolverlos lo que determina una u otra
dirección.
e. El proceso de individuación es una larga evolución que va desde una
indiferenciación primitiva, en la que no hay represión diferenciada ni
separación entre acción y percepción (narcisismo primario), a un estado de
diferenciación progresiva (narcisismo secundario) que desemboca en la
elección objetal.
Además, en la concepción del desarrollo de la teoría psicoanalítica hay dos
conceptos que juegan un papel central: la represión y el conflicto psíquico. La
represión es el proceso que tiene lugar cuando una pulsión (de naturaleza sexual o
agresiva) se enfrenta a resistencias del individuo que la privan de su satisfacción
por considerarla peligrosa. Esta pulsión, con sus aspectos emocionales, perceptivos
y representativos, permanece en el inconsciente y es olvidada. El proceso de
oposición entre pulsión y resistencias se traduce en un conflicto en el que interviene
la conciencia. En el caso normal se resuelve del conflicto cuando la pulsión es
apartada y su energía eliminada, pero en otros casos el Yo reprime el conflicto
5. impidiéndole su realización, la emoción reprimida que acompaña la pulsión guarda
su fuerza energética y el Yo tiene que luchar de manera permanente contra ella; el
elemento reprimido, que se ha vuelto inconsciente puede buscar soluciones para su
realización que darán lugar a los síntomas neuróticos.
Por otro lado, con respecto al desarrollo sexual, Freud propuso que cualquier
individuo atraviesa una serie de fases en su desarrollo sexual, cada fase se
caracteriza por una zona erógena, zona del cuerpo que produce la satisfacción de
la libido) y el desplazamiento de estas zonas dominantes conlleva la sucesión de
una fase a otra. Cada fase se caracteriza por un tipo de relaciones objetales y de
mecanismos psíquicos que nos indican la evolución de la personalidad del individuo
y de su socialización progresiva. Estas fases reciben el nombre de oral, anal, fálica,
de latencia y genital.
Para entender el concepto de sexualidad de Freud hay que entender que él la
consideró en un sentido amplio, de manera que, como indicó en su libro Tres
ensayos sobre la teoría de la sexualidad, la sexualidad es una función corporal que
persigue la obtención de placer y que no se halla reducida a los órganos genitales,
por esto consideró que los bebés nacen con necesidades sexuales. Esta idea de
considerar la infancia como la sede de complejas pulsiones sexuales chocó con la
imagen de la imagen de la infancia considerada como un periodo de inocencia y
armonía (Martí, 1991) .
La teoría psicoanalítica ha sido enjuiciada resaltando los aspectos positivos y
negativos. Bradley (1992) señaló tres inconvenientes en la teoría de Freud:
a. Las dificultades admitidas por Freud para explicar los deseos y el desarrollo
mental de las mujeres (como confesó al final de su vida consideraba
particularmente difícil de entender el desarrollo psicológico de las niñas). El
autor relacionó de una manera arbitraria la masculinidad y la feminidad con
la actividad y la pasividad, además consideró que tanto varones como
mujeres eran bisexuales, sin embargo, la tendencia general en su
pensamiento era considerar a las mujeres como más pasivas y menos
capaces que los hombres, tanto desde una perspectiva intelectual como
moral. Para Bradley, Freud describe la sexualidad infantil basándose en el
desarrollo del niño varón; el control paterno del hijo se reafirma a partir de la
6. comprensión del hijo de que el padre es capaz de castrarlo y el niño cree que
esto es posible porque como las niñas carecen de pene ya han sido
castradas; en esta descripción del género, la niña va a rivalizar con el padre
por la posesión sexual de la madre, pero las diferencias anatómicas le
obligan a darse cuenta que ya ha sido castrada, por lo que se enfrenta a la
madre por no haberle dado un pene y se vuelve hacia el padre para que le
de uno. La represión de la niña de su deseo de tener relaciones con su padre
es menos fuerte que en el niño ya que la niña no tiene nada que perder, al
tener menos incentivo para identificarse con el padre carece de un superyo
fuerte y como resultado tiene un menor sentido de la moralidad y la justicia y
es menos capaz de pensar objetivamente.
b. Los defectos en los datos de la observación y en el apoyo lógico a la teoría
freudiana de las pulsiones. Como señaló M. Klein (1928) el complejo de
Edipo tiene lugar mucho antes de lo que Freud había pensado, incluso
durante el primer o segundo año de vida.
c. Las dudas acerca de la relación causal entre los relatos de los pacientes
sobre su infancia y sus neurosis. Ya Freud en 1897 había sospechado que
las descripciones de los adultos de sus sentimientos infantiles podrían tener
más que ver con sus propios deseos y preocupaciones actuales que con lo
que realmente había sucedido en el pasado.
d. Además de estas críticas, también se le ha criticado al psicoanálisis la
tendencia hacia la normalización, es decir, la prescripción normativa de
formas particulares de relación o modelos de cambio. Por último, también se
ha tildado de no ser científica y no preocuparse por la verificación de
hipótesis.
Como autores más significativos, además de S. Freud, dentro de esta teoría
destacamos: Lacan, Erikson, Klein, Mahler y Winnicott.
En primer lugar, Lacan en el artículo titulado: el estadio
del espejo como formador de la función del yo, tal como
se nos revela en la experiencia psicoanalítica, nos
explica como cambian y maduran los bebés,
describiéndolos como psíquicamente fragmentados. El
recién nacido tiene un conocimiento mínimo del yo, hay
una falta clara de los límites entre su propio cuerpo y el
7. mundo, y este cuerpo es experimentado como fragmentado y anárquico. La etapa
del espejo aparece durante el primer año de vida, la experiencia del bebé de verse
en un espejo es un paso evolutivo crucial; el reflejarse es en algún sentido
reconocido como siendo el yo, pero también es reconocido como siendo otra cosa
que el yo. Además para este autor el lenguaje se conexiona con el género, la
entrada en el mundo del lenguaje (mundo simbólico) es también una entrada a un
mundo dividido en el género de los sujetos.
En segundo lugar, Erikson con su teoría epigenética estudió el papel de la realidad
social, centrándose en la relación del Yo con las exigencias sociales y culturales y
la evolución a lo largo de todo el ciclo vital (de la infancia a la senectud). El desarrollo
lo describió en una sucesión de ocho estadios cada uno caracterizado por dos polos
opuestos que muestran las nuevas capacidadesy necesidades del Yo en respuesta
a ciertas demandas sociales. Los estadios se caracterizan por un sentimiento de
crisis que puede ser vivido como un conflicto entre tendencias opuestas. Los
estadios son los siguientes:
1. Confianza elemental vs. desconfianza.
2. Autonomía vs. vergüenza y duda.
3. Iniciativa vs. culpa.
4. Laboriosidad vs. inferioridad.
5. Identidad vs. confusión de identidad.
6. Intimidad vs. aislamiento.
7. Generatividad vs. estancamiento.
8. 8. Integridad vs. desesperación.
Por último, indicó que cada sociedad satisface cada fase del desarrollo de sus
miembros por medio de instituciones específicas (cuidados parentales, escuela,
maestros, ocupaciones, etc.).
En tercer lugar, señaló que es necesario examinar el mundo interior del individuo a
través de los objetos interiores, fantasmas y mecanismos de defensa. Existen dos
posiciones que definen las relaciones de objeto, no son fases sino formas de
funcionamiento psíquico: la posición esquizoparanoide y la posición depresiva. En
la primera, que se corresponde con el primer trimestre de vida aunque puede
persistir o resurgir en otras fases de la vida, el individuo se relaciona con objetos
8. parciales, siendo el pecho materno el principal para el lactante. En la segunda, en
la que se toma conciencia del objeto total y único (la madre), se inicia en el individuo
el sentido de la realidad, la comunicación con los demás o la capacidad para la
identificación con el otro.
Por su parte, Mahler, cuyas ideas provienen de las observaciones directas de niños
y niñas normales y psicóticos (autistas), señaló que la evolución de la relación
objetal se lleva a cabo en tres fases. La primera fase es la denominada autística,
durante las dos primeras semanas de vida, y en ella no se hace distinción entre uno
y los demás. En el segundo mes comienza la fase simbiótica en la que el bebé,
confusamente, se hace consciente del hecho de que la reducción de sus tensiones
viene del exterior, en tanto que la tensión se origina en él. La tercera etapa llamada
reacercamiento, hasta el final del segundo año, se caracteriza por un claro conflicto
entre el movimiento que empuja al sujeto a la exploración del mundo y la creciente
atención que demanda a su madre.
Y por último, para Winnicott habría esencialmente dos estadios: el de la
dependencia absoluta, cuyo fin es que el proceso de desarrollo no sea turbado y el
de la dependencia relativa en el que el lactante comienza a ser consciente de su
dependencia. Además, propuso el concepto de objeto transaccional.
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