2. EL SINDROME DE BURNOUT.
El burnout es también conocido como el síndrome del trabajador quemado,
esto es, cuando un empleado sufre un gran estrés laboral. El síndrome genera
una sensación de agotamiento físico, emocional y mental generalizado en el
trabajador que afecta a su bienestar psicológico.
El término «burnout» se acuña al psicológo Herbert Freudenberger, primero en
referirse al tema en el año 1974. En su libro Burnout: The high cost of high
achievement habla ya de este síndrome relacionándolo como una consecuencia
del estrés crónico y del agotamiento emocional que puede generar el trabajo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el “burnout” como una
enfermedad asociada al desgaste profesional que resulta del estrés crónico y del
agotamiento en el trabajo. Tras décadas de estudio, el término ya ha sido
incluido en la Clasificación Internacional de Enfermedades, aunque no será
hasta 2022 cuando su diagnóstico entre en vigor.
3. La OMS ha especificado que existen tres
características clave para identificar este síndrome:
el agotamiento físico y mental, cambio de
comportamiento del empleado y una baja
efectividad y rendimiento profesional.
El agotamiento físico y mental es uno de los
síntomas más frecuentes. Este puede producir
fatiga, aumento o pérdida del apetito, migrañas,
estrés y ansiedad.
En cuanto al cambio de comportamiento del
empleado, este puede derivar en un aumento del
aislamiento en el trabajo, menor compromiso
profesional e irritabilidad hacia las personas
internas y externas de la compañía, como los
compañeros, clientes o usuarios con los que
trabaje.
Si tenemos en cuenta estos factores será más
sencillo detectar si alguno de los empleados de
nuestra plantilla puede estar sufriendo el síndrome
burnout.
4. Las causas que pueden generar el síndrome del trabajador son
múltiples, por lo que si identificamos a un empleado que sufre
este síndrome deberemos analizar la situación que pueda estar
provocándolo y modificar aquello que lo haya generado. Si el
trabajador lleva tiempo padeciendo burnout puede hacer falta
un mayor acompañamiento, reubicarle en la empresa o
solicitar asesoramiento y ayuda profesional.
Detectando, analizando y modificando la situación de nuestros
empleados que sufran el síndrome de burnout estaremos
beneficiándoles tanto profesional como personalmente y
recuperaremos su productividad y motivación.
5. ¿Cómo afecta el la gestión de RRHH?
EL síndrome de burnout trae serias repercusiones para el individuo y la empresa. Algunas de las consecuencias negativas se detallan a
continuación:
•Aumento de incapacidades.
•Conductas de cinismo y maltrato emocional hacia otros.
•Deterioro de habilidades y competencias técnicas, lo que conlleva además a una pérdida del talento humano.
•Problemas interpersonales en los equipos de trabajo.
•Presentismo por parte de los colaboradores. Es decir, estar en el puesto de trabajo pero rindiendo menos de lo esperado.
•Aumento de conflictos laborales y clima laboral caracterizado por la tensión y malestar.
•Culturalización del mal clima laboral.
Es importante destacar la relevancia que tiene el bienestar mental e interpersonal en las empresas, para así disminuir la probabilidad
de que se presenten estos padecimientos que desgastan la organización y obstaculiza su crecimiento.
Algunas de las recomendaciones a tomar en cuenta para evitar la presencia del síndrome o bien intervenirlo incluyen revisar que la
estrategia vaya acorde con el bienestar empresarial, crear canales de comunicación y espacios de retroalimentación.