Un breve recorrido a través de la mitología griega, enlazada con los primeros poemas cosmogónicos y épicos de otras civilizaciones orientales. Una introducción a las tres epopeyas clásicas: la Ilíada, la Odisea y la Eneida.
Mito y mitología
Dificultad de definir el mito, por sus aspectos
culturales, literarios y religiosos.
Relación entre mito y creencia/religión (Jan de
Vries).
Según García Gual, “mito” puede ser una
“ambigua etiqueta” que, en su aspecto negativo, se
corresponde con lo ficticio y lo quimérico.
Narraciones protagonizadas por dioses,
semidioses, héroes y humanos, que ofrecían
explicaciones precientíficas a fenómenos
naturales, al orígen de costumbres y ritos, a la
representación de valores, ideas, temores o
defectos universales.
La mitología puede ser entendida doblemente:
como el conjunto de narraciones y creencias
míticas de un pueblo, y
como la disciplina que estudia y sistematiza
dicho material.
En ambas acepciones, la MITOLOGÍA es parte
fundamental del ACERVO CULTURAL de un
pueblo y, por lo tanto, MATERIAL LITERARIO
PRIMARIO.
Las bases de la mitología
griega
Los doce dioses olímpicos (cfr. cuadro) Sus amoríos y
genealogía, su relación con la naturaleza y los humanos,
etc.
El ciclo troyano —> desde los episodios que dan origen a
la Guerra de Troya; se va desgranando en los que afectan
a la familia real troyana, al caudillo aqueo Agamenón y su
familia, a Odiseo y la suya, y al troyano Eneas.
Lo trabajaremos cuando hablemos de la Ilíada, la Odisea,
las tragedias de Esquilo y la Eneida de Virgilio.
El ciclo Tebano, que desarrolla el mito de Edipo, su
orígen, antepasados y descendencia —> tragedias de
Sófocles: Edipo Rey, Antígona, Los siete contra
Tebas.
Mitos relativos a héroes como los trabajos de
Heracles, la expedición de Jasón y los Argonautas, el
laberinto del Minotauro (Teseo y Ariadna).
Mitos fundacionales como el de Prometeo y la caja de
Pandora, que trabajaremos junto con la obra de
Hesíodo.
Los mitos que contienen Metamorfosis, recogidos en
la obra del mismo nombre del poeta latino Ovidio,
como: Orfeo y Eurídice, Eco y Narciso, Apolo y Dafne,
etc
Cosmogonías
O poemas de los principio, etimológicamente del
“origen o nacimiento del mundo”.
Poemas que nacieron en la oralidad, mucho
antes de ser puestos por escritos.
Tratan de explicar y “sistematizar” el fenómeno
de la creación. Así, cada cultura da su
“respuesta”.
La civilización mesopotámica tiene su poema
cosmogónico en el Enuma Elish (1900 AC)
“Cuando en lo alto”. Unión del cielo (Apsu) y la
tierra (Tiamat), dos divinidades.
La civilización hebrea, en el Génesis, primer libro
del Pentateuco o Torá (la “ley” en la tradición
judía), que relata la historia del pueblo de Israel
desde el origen del universo hasta la muerte de
Moisés.
La civilización griega, en las obras de Hesíodo: la
Teogonía y Los Trabajos y los días.
La obra de Hesíodo (siglo
VIII aC)
La Teogonía sistematiza por primera vez los orígenes de la mitología griega.
Narra el origen del cosmos “Al principio, fue el caos”, la unión de Urano (el
cielo) y Gea (la tierra),el nacimiento de los diferentes elementos de la naturaleza
terrenal y del mundo de los muertos (el infierno cristiano) o Hades. También
narra la genealogía de los dioses olímpicos.
Los Trabajos y los días es una obra diferente, no tiene el contenido propio de
una cosmogonía, y está escrita en metro épico. Se narran en ella diferentes
mitos que ilustran la necesidad de trabajar la tierra para estar en paz con los
dioses. Destacan el mito de las cinco edades y el de la caja de Pandora.
Hesíodo era un autor conservador que condenaba la hybris o soberbia humana
contra los dioses y los defectos de la mujer, inaugurando una tendencia
ideológica que se mantendrá en la literatura europea a lo largo de la Edad
Media, la misoginia.
Epopeyas
Los poema épicos son
narraciones en verso sobre
hazañas legendarias de
héroes.
Las epopeyas antiguas hacen
intervenir lo sobrenatural y las
divinidades en las historias de
reyes y guerreros humanos.
Unas veces se mantienen al
margen, otras protegen a su
héroe predilecto, pero el
elemento divino está siempre
presente.
La epopeya en las
literaturas orientales
Cada gran civilización tiene
una epopeya que refleja el
pasado legendario del
pueblo al que representa.
Civilización
mesopotámica —>
Poema de Gilgamesh (II
milenio aC). Narra las
aventuras del legendario
rey de Uruk, Gilgamesh, en
busca de la inmortalidad.
Civilización india —> Mahabharata (puesto por
escrito en el siglo VI aC) proviene de una larga
tradición oral y es el gran poema épico del imperio
hindú. Su título significa “la lucha de los bharatas” y
narra una gran batalla con final catastrófico para
todo un pueblo. Igual que en la Ilíada son
aniquilados todos los troyanos, en éste poema son
los bharatas los que mueren a manos de sus primos
los pandavas.
—> Ramayana es otro poema épico menor que
narra la historia de Rama, un rey de gran valor que
salva a su esposa Sita después de ser raptada por
el rey de los demonios y tras una heroica lucha.
La epopeya griega
¿Quién fue realmente Homero? La respuesta más
sensata sería: “no tenemos ni idea”.
CONOCEMOS la cabeza de Homero: un hombre ciego, de cabello y barba
abundantes. No es un retrato. Esta escultura, que se conserva en el museo de
Munich en Baviera, data de la época romana. Probablemente está inspirada en
un modelo del siglo V a.C., la gran época del arte griego (figura 1). Existen
biografías de Homero, pero son puramente legendarias. Si los antiguos lo
consideraban ciego, tal vez se debía a que pensaban, acaso no sin razón, que
la memoria de un hombre era tanto más impresionante por cuanto carecía de la
vista.
Vidal-Naquet, P. (2001). El mundo de Homero. Fondo de Cultura Económica.
Lo que sí sabemos es que era un aedo (del griego
aoidós), un “cantor” de poemas de contenido épico, que
se acompañaba de un instrumento de cuerda, la forminge.
La figura del aedo se confunde a menudo con la del
rapsoda (del griego rávo, “coser”), recitador que estudiaba
los poemas ya compuestos por los aedos.
Las epopeyas eran en principio poemas compuestos
oralmente para ser recitados o cantados ante hombres
poderosos, capaces de hacer la guerra, responsables de
la expansión de las polis griegas. Terminaron siendo,
además, un “manual de helenismo”, una especie de libro
de texto que había que estudiar en la escuela para
comprender que significaba “ser griego”, en un ámbito
fragmentado política y lingüísticamente.
La Ilíada y la Odisea
Dos primeras epopeyas occidentales, se las considera
fundamento de toda la narrativa posterior. En ellas se fijan
algunas de las características del género épico:
A. Narración de las hazañas de un héroe.
B. Trasfondo histórico impreciso, material principalmente
legendario.
C. Uso del verso.
D. Uso del epíteto épico y la fórmula como recursos estilísticos
y mnemotécnicos
Aplicación de las características anteriores:
A. El héroe de la Ilíada es Aquiles, caracterizado por su destreza, valor e
imbatibilidad (cfr. mito del talón). Recordemos que es un semidios. El héroe
de la Odisea es Odiseo (Ulises), que destaca por su astucia e inteligencia
práctica.
B. El material épico se extrae del ciclo mítico troyano, cuyo trasfondo histórico
sería un hipotético conflicto bélico desarrollado en el estrecho de los
Dardanelos y el área del yacimiento de Troya alrededor del siglo XIII a.C.
C. El verso es el hexámetro dactílico.
D. Los epítetos eran adjetivos y las fórmulas, perífrasis, que designan
cualidades de algún personaje. Muchos de los epítetos griegos se traducen
por fórmulas en español: Odiseo es “polymíjanos”=“el de muchos ardides”; la
Aurora (Eos), es “rododájtili”, “la de dedos dorados”.
E. Otro recurso estilístico es el SÍMIL HOMÉRICO, como el que se encuentra
en las tres primeras líneas del fragmento de la Ilíada que nos disponemos a
comentar.
En ambas epopeyas aparece un motivo literario
desencadenante, un recurso para que la trama avance (plot
device):
A. La venganza por la muerte del amigo. En la Ilíada. Aquiles,
enfadado con Agamenón por quitarle a “su chica”, se niega a
combatir, frenando el avance aqueo. Sólo la muerte de su
primo Patroclo a manos de Héctor, hijo mayor de Príamo, le
hace volver a la batalla.
B. El viaje iniciático, símbolo de reconocimiento y
maduración personal. En la Odisea. Odiseo trata de volver
desde Troya, una vez finalizada la guerra, hasta la isla de
Ítaca, su reino. Mientras, allí los pretendientes saquean su
palacio y hostigan a su esposa, Penélope. El viaje se retarda
en numerosas aventuras que enriquecen la historia personal
del protagonista y en las que puede aplicar su astucia y
recursos.
Estructura narrativa de
los poemas
En la Ilíada:
A. Acción lineal: desarrollo cronológico de los hechos (unos
cincuenta días).
B. Planteamiento anecdótico: episodio de la cólera de
Aquiles —> avance del ejército aqueo detenido después
de un asedio de nueve años —> el inexperto Patroclo
sale a combatir —> Héctor mata a Patroclo —> Aquiles
vuelve al combate para vengar a su amigo —> Muerte de
Héctor —> súplicas de Príamo por el cadáver de su hijo.
En la Odisea: mayor complejidad narrativa. Ruptura
de la linealidad temporal y espacial. Tres partes, dos
hilos argumentales que acaban confluyendo.
A. Cantos I-V. La Telemaquia. Telémaco parte de Ítaca
en busca de su padre.
B. Cantos V-XIII. Ulises le narra al rey de los Feacios
su expedición desde Troya. Esta técnica es una
analepsis o flash-back.
C. Cantos XIV-XXIV. Odiseo y Telémaco en Ítaca.
Odiseo acaba con los pretendientes de Penélope y
se produce el reconocimiento por su mujer
(anagnórisis).
La epopeya latina: la
Eneida de Virgilio.
Como dijimos al principio, todo pueblo necesita de su epopeya para
reafirmar su identidad nacional en un pasado legendario y glorificar
su estado presente. Los romanos no podían ser menos. Por ello, el
emperador Octavio encargó al gran poeta Virgilio, conocido hasta
entonces por su lírica pastoril, su gran proyecto: el poema épico de
la Eneida.
Objetivo: enlazar la gloria de la Roma Imperial con el pasado heroico
y el imaginario mítico griego, y que la civilización romana tuviera un
poema digno de estar a la altura de las dos grandes epopeyas
helenas.
Mismas características métricas y estilísticas que sus modelos
griegos.
Argumento: el troyano Eneas, semidios hijo de Afrodita,
logra huir tras la conquista de la ciudad con unos pocos
guerreros. La primera parte del poema narra su viaje
hasta el Lacio. En su camino, Eneas recala en Cartago,
donde su anfitriona, la pricesa Dido, se enamora
perdidamente de él y lo retiene. En ese contexto, Eneas
le refiere su expedición desde Troya con el procedimiento
ya mencionado de la analepsis. Esta primera parte está
claramente influenciada por la Odisea.
La segunda parte se ocupa de la llegada de Eneas y los
suyos a la Península Itálica, tras abandonar a Dido, y los
combates que deben lidiar con los pueblos autóctonos.
Esta parte es un relato de la fundación de la nación
romana y está inspirada en la Ilíada.