Estás a punto de tomar una decisión muy importante en tu vida: Quieres continuar tus estudios en el extranjero. Sin embargo, te topas con un obstáculo: el idioma. El país que has decidido como destino habla un idioma distinto al tuyo. Aunque ese idioma ya lo has estudiado, hace mucho que no lo utilizas y te siente un poco oxidado. Asimismo, te das con la sorpresa que debes tomar un examen internacional si es que deseas postular a una universidad; quieren asegurarse del nivel de dominio que tienes en ese idioma. ¿Qué hacer?
En Grad School Guru, somos tus asesores en cuanto a exámenes internacionales se trate. En este artículo, te daremos algunos consejos que debes seguir al mismo momento que sigas uno de nuestros cursos de preparación para exámenes como el TOEFL, GMAT o SAT.
2. Estás a punto de tomar una decisión muy importante en tu
vida: Quieres continuar tus estudios en el extranjero. Sin
embargo, te topas con un obstáculo: el idioma. El país que
has decidido como destino habla un idioma distinto al tuyo.
Aunque ese idioma ya lo has estudiado, hace mucho que no
lo utilizas y te siente un poco oxidado. Asimismo, te das con
la sorpresa que debes tomar un examen internacional si es
que deseas postular a una universidad; quieren asegurarse
del nivel de dominio que tienes en ese idioma. ¿Qué hacer?
3. En Grad School Guru, somos tus asesores en cuanto a
exámenes internacionales se trate. En este artículo, te
daremos algunos consejos que debes seguir al mismo
momento que sigas uno de nuestros cursos de preparación
para exámenes como el TOEFL, GMAT o SAT.
4. Estudia cada día
Trata de reservar algo de tiempo todos los días para
recordar lo que has estudiado en el día, idealmente cuando
tu cerebro esté más receptivo. Es mejor estudiar durante 30
minutos cada día que durante 3 horas una vez a la semana.
Si puede disponer de una hora diaria, divídela en dos o tres
sesiones para evitar que sobrecargues tu cerebro.
Si decides estudiar media hora al día, por ejemplo, trata de
cumplir ese tiempo sin ningún tipo de distracción. A menudo
es más fácil comenzar una actividad si sabes que la
terminarás después de un tiempo determinado.
5. No te preocupes por completar la lección o lo que sea en lo
que estés trabajando, solo intenta hacer tanto como puedas.
6. Repasa regularmente
Repasa cada lección varias veces, quizás una vez por la
mañana, una vez por la noche y una vez varios días
después. Dale a tu cerebro tiempo para digerir el material,
pero asegúrate de que las diferencias entre los períodos de
estudio no sean demasiado largos. Es decir, trata de que no
sean más de unas pocas semanas, o olvidarás la mayoría
de lo que estás tratando de aprender. Asegúrate de que
entendiste el contenido de una lección antes de pasar a la
siguiente.
7. Construye sobre cimientos sólidos
Asegúrate de sentirte cómodo con los fundamentos de la
lengua antes de abordar aspectos más avanzados. Te
tomará tiempo acostumbrarte a la pronunciación y la
ortografía de un nuevo idioma, pero sin una sólida
comprensión de estos, te resultará muy difícil aprender más.
8. Establécete objetivos
Establecerse objetivos razonables es una buena manera de
motivarse. Fíjate metas tu mismo así como límites de tiempo
para lograr ciertos niveles de competencia.
9. Concéntrate en tus intereses
Una vez que domines los aspectos básicos y fundamentales
de la lengua, aprende a hablar, escribir y leer sobre lo que te
interese. De esta manera, es más probable que recuerdes
las palabras, frases y construcciones gramaticales que
encuentres.
10. No te desanimes por la aparente falta de
progreso
Habrá veces que pensarás que estás haciendo progresos de
manera bastante rápida, mientras que, en otras, pensarás
que estás estancado o incluso retrocediendo. Esto es
normal cuando aprendes un idioma, así que no te
desanimes. Si sientes que estás haciendo poco o ningún
progreso, trata de repasar tus lecciones o ejercicios
anteriores.
11. No te preocupes por cometer errores
Es probable que cometas uno que otro error ocasional al
hablar tu idioma nativo, por lo que cometer errores en un
idioma extranjero no es nada de qué preocuparse. Lo que
importa es transmitir el mensaje, y no si usas todas las
palabras correctas, tiempos, modos, etc.
Si no puedes pensar en las palabras exactas, trata de usar
otras. Por ejemplo, digamos que estabas hablando de tu
oficina y no sabías la palabra para la fotocopiadora, podrías
tratar de describir su función: “una máquina para hacer
copias” en su lugar. También puedes intentar dibujar y/o
hacer mímicas si no puedes pensar en palabras.
12. Aprende a decir cosas como “¿Cómo dices X en tu idioma”,
“¿Cuál es la palabra para Y?”, “¿Cómo se llama eso?”,
“¿Qué están haciendo?”, etc.
Si tienes un maestro o hablante nativo para ayudarte con
sus estudios, pídeles que te señalen tus errores y corrígelos.
Cuando aprendes un nuevo idioma, el que te señalen cada
error que cometas puede ser un poco desmoralizante.
Puedes pedir que solo te mencionen los más graves.
Cuando hayas adquirido más confianza y un grado de
fluidez en el idioma, pide que todos tus errores sean
comentados.
13. Si inadvertidamente ofendes a alguien con tu error es útil
tener algunas frases bajo la manga, como “Perdóname, no
hablo tu idioma muy bien, pero estoy tratando de
aprenderlo”. O “¿Por qué te ríes tanto?” “¿Qué es tan
gracioso?” “¿Qué dije mal?”.
14. Diviértete
Encuentra maneras de hacer que el aprendizaje de idiomas
sea divertido. Esto podría implicar juegos, canciones,
historias, trabalenguas, bromas y cualquier cosa que tengas
en mente.