La soledad en el ministerio es un caldo de cultivo para el pecado
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“La soledad en el ministerio es un caldo de cultivo para el pecado”
Pablo Martínez abordará el tema de la caída en pecado de los pastores en una de las
ponencias del próximo Seminario de Teología y Psicología pastoral.
AUTOR Redacción P+D ESPAÑA 06 DE ABRIL DE 2017 13:55 h
¿Quién pastorea al pastor?
A esta pregunta se quiere dar respuesta en el próximo Seminario de Teología y
Psicología pastoral, actividad que organiza la Alianza Evangélica Española cada dos
años para promover la reflexión y formación de todos los creyentes. El tema de este año
resulta pertinente ante la gran cantidad de “fracasos” que se encuentran en el ministerio
pastoral, explica la AEE. Para ello, se afrontará el tema del cuidado de los pastores
desde distintos ángulos y perspectivas. Entre los conferenciantes invitados se encuentra
Pablo Martínez Vila, psiquiatra, escritor y conferenciante evangélico, que afrontará el
delicado tema de la caída en pecado de los pastores. En una entrevista concedida a este
medio, Martínez Vila explicaba cómo la iglesia sufre cuando un pastor cae en pecado.
“El pastor es un modelo” al que las personas siguen porque dan “ejemplo con su vida”,
siendo esto una parte esencial del ministerio pastoral. Por eso, Pablo Martínez considera
muy necesario que la congregación sea consciente de que Dios “se vale de modelos
humanos que nos inspiran y nos forman, pero todo modelo humano es falible porque
somos vasijas de barro”. Sabiendo que el pastor es un ser humano y puede fallar, la
congregación puede encontrar “un equilibrio adecuado entre la confianza en un pastor
humano y el fijar los ojos en Cristo, el príncipe de los pastores”, recordando que la
iglesia “no es una comunidad de santos donde escasea el pecado, sino una comunidad
de pecadores donde abunda la gracia”.
EL PROBLEMA DE QUERER PARECER PERFECTOS Uno de los riesgos que
existen en el ministerio pastoral es perder el equilibrio entre mostrarse como un modelo
adecuado a seguir, y a la vez, ser sincero con las debilidades o las luchas que se están
experimentando. Pablo Martínez explica que, al igual que cualquier creyente, el pastor
está en medio de una “lucha espiritual” en la que hay un conflicto entre “la vieja
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naturaleza -los deseos de la carne- y el Espíritu”. El pastor debe ser consciente de esta
lucha porque “la conciencia de pecado debe estimularnos más a depender de la gracia de
Cristo”. Hay un problema, dice Martínez, cuando se intenta “disimular o encubrir los
pecados con una apariencia de piedad o espiritualidad, porque esto es hipocresía”. Esa
apariencia de perfección puede además esconder “orgullo o arrogancia”, pecados
denunciados muy a menudo por Jesús al confrontar a los líderes espirituales en su
época.
DOS EXTREMOS A EVITAR Esta actitud puede estar estimulada por dos extremos
doctrinales dañinos. Por un lado, “el concepto legalista que ejerce una presión de
perfeccionismo sobre el pastor, que le lleva a encerrarse dentro de sí mismo cuando hay
un proceso de pecado”, una actitud que produce “un efecto aislante” que no soluciona el
problema de raíz. Por otro lado, hay líderes que pueden caer en el otro extremo:
“infravalorar la gravedad del pecado, lo cual lleva a la gracia barata”. Martínez
considera que una “pobre conciencia de pecado es frecuente en un marco social como el
nuestro, donde reina el relativismo ético con la consiguiente permisividad”. Por eso es
tan importante “que el Espíritu Santo ilumine la conciencia a través de la Palabra, es la
única manera de no perder sensibilidad moral bajo la enorme presión social”, advierte
Martínez.
PREVENIR ES MEJOR QUE CURAR Ante la posibilidad de la caída, nada mejor que
estar alerta. Pablo Martínez considera que se pueden desarrollar “medidas preventivas”.
Entre ellas destaca la necesidad de que el pastor tenga “consejeros, personas maduras a
las que acudir con regularidad para oración y confesión”. “Todo líder debería contar con
una o dos personas de confianza y reunirse con ellas un par de veces al año”,
recomienda Martínez. “Este tipo de relación consultiva sirve para renovar visión,
fuerzas, y a la vez es una forma de rendir cuentas”, añade. Hay riesgo en entender el
ministerio pastoral como una lucha solitaria. “La soledad en el ministerio es un caldo de
cultivo donde germinan pecados que encuentran allí un habitat favorable para crecer. El
silencio ante los problemas y la tentación, el aislamiento y la soledad -concluye
Martínez- son enemigos que el pastor debe conocer y combatir con denuedo”.
EL PROCESO DE RESTAURACIÓN Hay muchos pastores o líderes que, tras haber
sido descubierto algún pecado público grave, ven su vida trastocada. Esta situación será
abordada por Martínez en la conferencia, donde planteará la necesidad de desarrollar
criterios de sanidad y restauración en todas las esferas afectadas. “La caída en pecado es
como un terremoto que produce extensas grietas en todas las columnas de identidad de
una persona”, que puede ver cómo su vida queda afectada en su área espiritual,
psicológica, familiar, relacional, laboral, e incluso con consecuencias físicas. “Hay que
restaurar todas estas dimensiones, pero como en todo proceso de sanidad, ello va a
requerir su tiempo”, apunta. “No hay atajos para la restauración porque la gracia de
Dios no puede actuar si no hay una condición previa: la convicción de pecado”, explica
Martínez. Una conciencia de pecado que lleva al arrepentimiento, y a su vez a la
confesión, “abre la puerta para la restauración”. “Es en la restauración del pecador -
considera Martínez- donde brilla en su máximo esplendor el poder sanador y salvífico
de la cruz de Cristo”. La iglesia otorga el marco donde esta restauración se lleva
adelante, tal y como recuerda el pasaje de Gálatas 5:1-2: Hermanos, si alguno fuere
sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de
mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo”.
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[Cartel del XV Seminario.] Cartel del XV Seminario.
INSCRIPCIONES ABIERTAS El XV encuentro de Teología y Psicología Pastoral se
celebra del 8 al 11 de mayo en Comarruga (Tarragona). Puedes inscribirte y obtener
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