El documento discute cómo las grandes corporaciones han pasado a controlar gran parte de los recursos hídricos del planeta y se espera que en los próximos años unas pocas empresas privadas controlarán casi el 75% de las reservas de agua mundiales. Los gobiernos están transfiriendo la responsabilidad de los recursos naturales a las empresas con el argumento de mejorar el suministro de agua. El negocio de embotellamiento de agua genera mayores ganancias que la industria farmacéutica.