2. 558 J. Kopmann et al. / Revista internacional de gestión de proyectos 35 (2017) 557–570
actividad autónoma y no está sujeta a mucho escrutinio (Bower y
Gilbert, 2005; Hrebiniak, 2006; Hutzschenreuter y Kleindienst, 2006;
Raes et al., 2011). Sin embargo, segúnMankins y Steele (2005), las
empresas obtienen solo el 63% del valor potencial de sus estrategias, y
Johnson (2004)informa que el 66% de la estrategia corporativa nunca se
implementa. A pesar de las advertencias de que es más difícil hacer que
la estrategia funcione que desarrollarla (Hrebiniak, 2006), los enfoques
para implementar la estrategia tienden a tener una visión estrecha y
buscan la mejor manera de implementar la estrategia deliberada, en
lugar de considerar otras posibilidades, como el papel de la
emergencia (Meskendahl, 2010; Morgan et al., 2008; Unger et al., 2012).
Las limitaciones de la implementación deliberada de la estrategia se
destacan en una revisión realizada por Hutzschenreuter y Kleindienst
(2006); de 202 artículos empíricos sobre procesos de estrategia
identificados en la revisión, 35 analizaron el impacto de las
características del proceso de estrategia en el desempeño corporativo y
menos de la mitad (16) de estos estudios mostraron una influencia
positiva de las estrategias deliberadas. Solo dos de los artículos
analizados en la revisión exploraron el impacto en el desempeño de las
estrategias emergentes y los hallazgos fueron contradictorios.
Sin embargo, existe un cuerpo de investigación empírica que
describe cómo surge la estrategia emergente a partir de la asignación
de recursos (Burgelman, 1994; Noda y Bower, 1996), comportamiento
estratégico autónomo (Burgelman, 1983; Mirabeau y Maguire, 2014), y
está fomentado por sistemas de control estratégico interactivos (
Osborn, 1998; van Veen-Dirks y Wijn, 2002). El nuevo paradigma de
'emergencia planificada' constituye un cambio de la percepción
tradicional de la planificación estratégica como un proceso de
despliegue de recursos hacia la visión de 'la estrategia como
aspiraciones y metas de desempeño' (Subvención, 2003). La
'emergencia planificada' promueve diferencias en la atención al marco
de tiempo y el nivel en comparación con la planificación estratégica
tradicional; La 'emergencia planificada' trae la visión estratégica al
presente, reconociendo las prácticas a nivel micro, mientras que la
planificación estratégica tradicional se enfoca en el futuro y en el
análisis a nivel macro (y Cunha et al., 2006). En un análisis de las
principales compañías petroleras,Subvención (2003) encontró que
estos nuevos procesos de 'emergencia planificada' se caracterizan por
horizontes de planificación más cortos, mayor flexibilidad y un mayor
énfasis en los objetivos de desempeño que apuntan principalmente a
controlar y coordinar las diferentes partes del negocio (ver tambiénKim
et al., 2014; Meissner, 2014). Además, un diálogo más amplio en la
investigación de gestión tiene como objetivo comprender mejor el éxito
de los procesos de estrategia y la influencia del contexto, la
comunicación y los procesos y controles informales (Hodgkinson et al.,
2006; Meissner, 2014; Regner, 2003; Tomás y Ambrosini, 2015).
Abordamos la necesidad de explorar más actividades a través de las
cuales emergen estrategias (Vaara y Whittington, 2012) centrándose en el
papel de la gestión de la cartera de proyectos en la implementación de la
estrategia. La literatura sugiere que tanto las estrategias emergentes como
las deliberadas (intencionadas) se realizan a través de una cartera de
iniciativas estratégicas (ya sea inducidas o autónomas) que compiten por
recursos escasos.Burgelman, 1991; Noda y Bower, 1996; Shenhar et al., 2001
). Estas iniciativas estratégicas a menudo se implementan a través de una
cartera de proyectos y su alineación estratégica se gestiona mejor desde
una cartera de proyectos.
perspectiva (Morris y Jamieson, 2005; Shenhar et al., 2001). Las actividades
de manejo a este nivel pueden desempeñar un papel decisivo en la
implementación de estrategias tanto emergentes como deliberadas.
Hemos seleccionado la perspectiva de la cartera de proyectos para
este estudio porque la gestión de la cartera de proyectos, que es
responsable de la priorización, selección y terminación de proyectos,
actúa como un puente entre la formulación de la estrategia y su
implementación (Meskendahl, 2010). La gestión de una cartera de
proyectos abarca proyectos que se inician a través del proceso de
estrategia formal y en cascada de la organización, así como proyectos
que evolucionan de manera "emergente" y pueden no estar bien
alineados con la estrategia existente (Mirabeau y Maguire, 2014). Por lo
tanto, la gestión de la cartera de proyectos no solo enmarca el proceso
de traducir una estrategia corporativa en una hoja de ruta del proyecto
para su implementación, sino que también proporciona la supervisión
del panorama del proyecto que comprende las bases de las estrategias
emergentes. Para comprender mejor la relación entre la estrategia y la
gestión de la cartera de proyectos, examinamos la aplicación de
actividades de control estratégico, en particular aquellas que se han
identificado como palancas para explotar las estrategias emergentes,
permitiendo la respuesta al cambio y revirtiendo la relación tradicional
'de arriba hacia abajo'. entre la formulación y la implementación de la
estrategia (Osborn, 1998; Simón, 2013).
Nuestra investigación contribuye a la discusión sobre los roles de la
formulación e implementación de estrategias y los efectos de los
elementos emergentes bajo condiciones ambientales cambiantes (
Mintzberg, 1990). Examinamos las actividades de gestión a nivel de
cartera de proyectos, investigando específicamente la aplicación de
mecanismos de control estratégico en el nexo entre estrategias
deliberadas y emergentes y el efecto resultante en la estrategia
realizada y el éxito.
La investigación está guiada por las siguientes preguntas de
investigación: ¿Cuál es la relación entre las estrategias deliberadas
y emergentes y el éxito de la cartera de proyectos? ¿Cómo son
estas relaciones moderadas por la turbulencia ambiental? ¿Qué
papel juega el control estratégico en la formación de estrategias
deliberadas y emergentes? ¿Cuál es la relación entre el control
estratégico y el éxito de la cartera de proyectos?
Abordamos estas preguntas de investigación a través de un marco
conceptual que relaciona el control estratégico tanto con la implementación
de estrategias deliberadas como con el reconocimiento de estrategias
emergentes y, posteriormente, el éxito de la cartera de proyectos. El marco
se prueba empíricamente en una encuesta intersectorial de informantes
duales de 182 empresas medianas y grandes. Este estudio contribuye a la
literatura de varias maneras. En primer lugar, revelamos cómo las
actividades de gestión a nivel de cartera de proyectos no solo fomentan la
implementación de estrategias previstas, sino que también revelan
oportunidades estratégicas al revelar patrones emergentes. Observamos un
efecto complementario entre la implementación deliberada de la estrategia
y el reconocimiento de la estrategia emergente. Hasta donde sabemos, no
existe ningún estudio empírico, que ha probado la influencia simultánea en
el rendimiento o la interacción de la implementación de la estrategia
deliberada y emergente. En segundo lugar, encontramos que el control
estratégico contribuye positivamente a la efectividad de la implementación
deliberada de la estrategia y al reconocimiento de la estrategia emergente,
que median su influencia en