Esquema de Vacunas en enfermeria y tecnicas de vacunación
Arbovirus acciones salud pública
1. FORTALECIMIENTO DE LAS ACCIONES DE VIGILANCIA, PREVENCIÓN Y CONTROL
DE LAS INFECCIONES POR ARBOVIRUS EN COLOMBIA
El pasado 5 de mayo de 2016 el Ministerio de Salud y Protección Social, la Organización
Panamericana de la Salud, el Instituto Nacional de Salud, el Ministerio de Medio Ambiente y el
Instituto Colombiano Agropecuario- ICA analizaron y evaluaron el contexto epidemiológico
internacional y nacional de las infecciones por arbovirus. Teniendo en cuenta el contexto actual de
dengue, chikungunya, virus del Zika en los países de la Región, a lo que se suma el gran brote de
Fiebre Amarilla en África, y el brote de Oropouche en Perú, y a una posible llegada de los virus
Mayaro y Nilo Occidental al país debido a que contamos con las condiciones eco epidemiológicas
para su trasmisión, se insta a las ETS, EAPB, IPS y profesionales de la salud tener en cuenta los
siguientes aspectos para la vigilancia, prevención, control y preparación de los servicios de salud
para la atención de las infecciones ocasionadas por los estos virus.
1. Contexto epidemiológico de los Arbovirus:
Los Arbovirus son un conjunto de diferentes familias y géneros de virus que comparten la
característica de ser transmitidos por artrópodos. Existen más de 500 virus conformando este
grupo, de los cuales aproximadamente 150 pueden causar enfermedades al ser humano. Son
trasmitidos por vectores de las especies Aedes, Culex, Haemagogus y Psorophora ferox (ver
tabla 1). En Colombia los vectores con mayor presencia son los Aedes, principal riesgo para la
presencia de estos virus. Actualmente el Aedes aegypti se encuentra distribuido en 748 de los 951
municipios del país que se encuentran por debajo de los 2200 msnm.
Tabla1. Descripción de los Virus Mayaro, Usutu y Nilo Occidental
Fuente: Instituto Nacional de Salud – Dirección Redes en Salud Pública
La circulación del virus de la Fiebre Amarilla (FA) actualmente se ha reportado en países como
Angola, la República Democrática del Congo (RDC) y Uganda; hasta abril de 2016, Angola ha
identificado 1.908 casos sospechosos, incluidas 250 defunciones, letalidad del 13%, es el brote de
mayor magnitud; seguido de la República Democrática del Congo, con 151 casos sospechosos (9
confirmados), 21 defunciones y tasa de letalidad de 14% (hasta marzo de 2016). Como
consecuencia de la exposición de personas no vacunadas al virus de la FA en Angola, se
exportaron casos de FA a China (9 casos) y Kenia (2 casos).
2. En la Región de las Américas la circulación del virus de la FA se ha detectado en los últimos diez
años, confirmando casos humanos en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay,
Perú y Venezuela. En 2015, tres países confirmaron la circulación del virus (Bolivia, Brasil y Perú)
y en 2016 Perú ha confirmado casos de FA selvática, confirmando 9 casos incluyendo 2 muertes
hasta SE 14 de 2016. Brasil, actualmente se encuentra investigando la ocurrencia de epizootias en
zonas de circulación histórica del virus.
http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&task=doc_view&Itemid=270&gid=34249&lang=es%3Cspan%20sty
le=%22font-size:%2012.16px;%20line-height:%2015.808px%22%3E
La enfermedad denominada fiebre de Oropouche es causada por el virus de Oropouche (OROV),
que pertenece a la familia Bunyaviridae y se transmite a los seres humanos a través de la picadura
de mosquitos del género Culicoides paraensis. El virus de Oropouche fue aislado por primera vez
en Trinidad en 1955. En las Américas se han descrito brotes en los últimos 45 años, en Brasil,
Panamá, Perú, Trinidad y Tobago; siendo un problema de salud pública en las zonas tropicales de
América Central y América del Sur. Actualmente las autoridades de salud del Perú informaron
sobre la ocurrencia de un brote de fiebre de Oropouche en la región del Cusco entre los meses de
enero y marzo de 2016, que a 10 de mayo registra 57 casos, sin defunciones. Todos los casos se
han recuperado con tratamiento sintomático y fueron atendidos en los servicios de salud del lugar
de residencia. http://www1.paho.org/hq/dmdocuments/2010/alerta_epi_2010_22_junio_Fiebre_Oropouche.pdf
El Virus Mayaro se aisló por primera vez en 1954 a partir de muestras de pacientes febriles que
vivían en el condado de Mayaro en la isla de Trinidad. Ha sido aislado en humanos, vertebrados
silvestres y mosquitos en varios países de América: Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana, Guyana
Francesa, Perú y Surinam. En los brotes estudiados el vector involucrado ha sido el mosquito del
género Haemagogus que son generalmente de hábito silvestre y entre los huéspedes vertebrados
se tiene a los titís y otros primates no humanos. La mayoría de los casos humanos se dan
esporádicamente e incluyen a las personas que trabajan o residen en los bosques tropicales
húmedos. En el año 2010 la OPS/OMS emitió la alerta epidemiológica en las Américas tras el
registro de un brote en la comunidad rural del estado de Portuguesa en Venezuela con 77 casos
sin defunciones. http://www1.paho.org/hq/dmdocuments/2010/alertas_epi_2010_10_junio_fiebre_mayaro.pdf
El Virus del Nilo Occidental se aisló por vez primera en 1937 en el distrito del Nilo Occidental en
Uganda. En 1953 se identificó en aves (cuervos y palomas) del delta del Nilo. Los sitios donde se
producen los brotes se encuentran a lo largo de las principales rutas de las aves migratorias y las
epidemias de mayor magnitud se han presentado en los Estados Unidos, Israel, Grecia, Rumania
y Rusia. Anteriormente, el virus del Nilo Occidental era prevalente en toda África, partes de
Europa, el Oriente Medio, Asia occidental y Australia. Desde su introducción en 1999 en los
Estados Unidos, se ha propagado y establecido desde el Canadá hasta Venezuela.
El Virus Usutu se aisló por primera vez en 1959 en un mosquito Culex sp. en Sudáfrica y recibe el
nombre de un río en Suazilandia. Se ha detectado en varios países africanos como Senegal,
Nigeria, Uganda, Burkina Faso, Costa de Marfil y Marruecos. La primera infección humana se
describió en la República Centroafricana en un paciente con fiebre y exantema. Hasta principios
de la década pasada el virus no se había asociado con enfermedad grave/mortal ni en animales ni
en humanos y se consideraba restringido a las zonas tropicales y subtropicales de África. En
América no hay el vector, por lo tanto no habría riesgo de trasmisión.
2. Presentación Clínica
Las infecciones por arbovirus generalmente cursan con cuadros clínicos relacionados con fiebre,
mialgia, artralgia, rash, cefalea, mareos, náuseas y vómito. En la infección por virus Mayaro
aunque el cuadro febril suele ser de corta duración (3 a 7 días) en algunos pacientes la afectación
articular puede ser severa, debilitante y de duración prolongada.
3. Las infecciones causadas por virus Mayaro y Fiebre Amarilla se caracterizan por presentar
manifestaciones hemorrágicas.
La ictericia es el principal signo de la Fiebre Amarilla.
Los signos y síntomas neurológicos se presentan en infecciones causadas por los virus de
Oropouche, Nilo Occidental y Usutu, presentando encefalitis y meningoencefalitis.
No existe un tratamiento antiviral específico para las infecciones por arbovirus, en los casos leves
el tratamiento es asintomático.
El tratamiento de los pacientes con afección neuroinvasora consiste en medidas de sostén, tales
como hospitalización, administración de líquidos por vía intravenosa, apoyo respiratorio y
prevención de infecciones secundarias. Los pacientes graves deben ser tratados en unidades de
cuidados intensivos.
3. Intensificación de acciones en Salud Pública frente a la Vigilancia, Prevención, Manejo y
Control de las Infecciones por Arbovirus.
Teniendo en cuenta la circulación actual de los arbovirus en la Región y debido a que el mayor
riesgo de introducción y diseminación al país son los virus Mayaro y Nilo Occidental por su
afinidad por el Aedes y la migración de aves, se requiere implementar la vigilancia integrada de
arbovirus desde el punto de vista ambiental, animal y humano de conformidad con los
lineamientos que emitan los respectivos Ministerios, haciendo especial énfasis en la detección de
casos de síndrome febril y el desarrollo de acciones de prevención y control, incluyendo la
intensificación de la vigilancia de eventos inusitados, implementación de la vigilancia centinela del
síndrome febril, fortalecimiento del laboratorio para la confirmación del diagnóstico y
fortalecimiento de la vigilancia entomológica, sanidad animal y de las epizootias con las
autoridades competentes.
En lo relacionado con la prevención de la ocurrencia de casos, los actores del sistema deben
trabajar en acciones entorno a la protección individual contra las picaduras del mosquito y en el
ámbito comunitario al control del vector; en el caso de fiebre amarilla fortalecer la vacunación en
población a riesgo y a viajeros que van hacia zonas de riesgo en puntos de entrada, y fortalecer las
acciones de comunicación de riesgo.
Los servicios de salud deben diseñar y desarrollar estrategias que permitan realizar la atención
oportuna de casos, disponer de los insumos y equipos médicos necesarios para la atención y la
recolección de muestras; igualmente contar con recurso humano capacitado.
Cordialmente
Claudia Milena Cuellar Segura
Directora Epidemiología y Demografía (E)
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