A 50 años de la Revolución en Libertad
Hoy 4 de septiembre se cumplen 50 años de la elección de Eduardo Frei Montalva como Presidente
de la República de Chile.
Denuncia en la Justicia Federal por la salud en La Rioja
Diario Hoy "A 50 años de la Revolución en Libertad"
1. A 50 años de la
Revolución en Libertad
Hoy 4 de septiembre se cumplen 50 años de la elección de Eduardo Frei Montalva como Presi-dente
de la República de Chile. Medio siglo del inicio de uno de los gobiernos más emblemáticos
del siglo XX, que a partir de sus reformas transformó la vida de miles de chilenas y chilenos.
»»Columnas de opi-nión
de: Eduardo Frei
Ruiz-Tagle e Ignacio
Walker Prieto. (Pág. 2).
»»Conoce las principales
reformas que
transformaron el
destino de Chile (Pág. 4).
»»Concurso fotográfico
“A 50 años de la
Revolución en
Libertad” (Pág. 8).
distribución gratuita santiago de chile, jueves 04 de septiembre de 2014
FREI MONTALVA GANA POR AMPLIA MAYORÍA
Hoy
2. 2 Columna de opinión Eduardo Feri Ruiz-Tagle Hoy
Eduardo Frei Montalva:
Una vida al servicio de Chile
La vida de Eduardo
Frei Montalva es
la historia de más
de medio siglo de nues-tro
país. Es la historia de
un hombre dotado de una
personalidad muy especial,
de un estadista de grandes
condiciones intelectuales y
de un carismático líder que
fue capaz de conducir a va-rias
generaciones haciendo
posible realizaciones consi-deradas
utópicas en la épo-ca
que le tocó vivir.
Mi padre fue un hombre
de sacrificio, de perseve-rancia,
de vida austera, de
vocación por el servicio a la
comunidad. Esas virtudes
fueron su verdadera fuerza
interior, aquella que ani-maba
su coherencia crea-dora.
Representó la conjunción
entre el pensamiento hu-manista
cristiano, el pro-gresismo
social y la fuerza
de la emergente clase me-dia
de la sociedad chilena.
Su infatigable fe democrá-tica
y sus convicciones éti-cas
fueron las herramientas
bajo las cuales construyó
un proyecto político que
lleva ochenta años de plena
vigencia.
Desde un primer momen-to
tuvo la convicción que
para llevar adelante su re-volución
humanista sería
creando un movimiento
político con un claro y pre-ciso
programa de acción
social y económica para en-mendar
las grandes debili-dades
de la población y del
país.
Sabía muy bien de lo que
hablaba. Conoció como po-cos
el Chile desconocido, el
Chile de los pobres y de los
ignorados, el Chile que se
ocultaba en las poblaciones
callampas y en las zonas
rurales. Fue una voz que se
alzó para decir que muchos
chilenos querían ser más.
No fue fácil llevar esas
banderas. Frei y sus ami-gos
fueron duramente
combatidos y supieron del
dolor de la derrota y de la
angustia de quedarse solos.
Pero la perseverancia y la
solidez de las convicciones
tuvieron su recompensa.
T ras un segundo intento,
hace cincuenta años, la in-mensa
mayoría de los chi-lenos
llevó a Eduardo Frei
Montalva a La Moneda y
a la Democracia Cristiana
por primera vez al poder
y con ello pudo aplicar la
transformación económica
y social vigorosa, sostenida
y participativa que soñaba
para Chile.
L a Revolución en Liber-tad
fue un gobierno de
realizaciones. La reforma
agraria, la reforma educa-cional,
chilenización del
cobre, alfabetización para
adultos, organización sin-dical
para los campesinos,
promoción popular, re-forestación
y tantas otras
iniciativas, fueron llevadas
adelante sin dudas y con el
firme apoyo de la mayoría
de los chilenos, muchos de
los cuales conocieron en
ese gobierno lo que era la
dignidad y el sentirse parte
de un país.
¿Qué lecciones podría-mos
sacar del gobierno de
Frei en el momento histó-rico
actual que vive Chile
medio siglo después? Me
atrevo a identificar dos.
La primera alude a la de-mocracia,
pero no como
el reino de la mediocridad
que se reduce sólo a vota-ciones
periódicas y al abu-so
del poder, sino como
un régimen de exigencias
para gobernantes y gober-nados.
La democracia es
una exigencia permanente
de derechos y deberes. La
democracia nos demanda
a todos normas de compor-tamiento
enmarcadas en
el servicio a la comunidad,
en el fortalecimiento de las
instituciones y de las gran-des
Eduardo Frei Montalva y su familia de vacaciones en Algarrobo. 1951
virtudes republicanas y
democráticas.
Y en segundo lugar, resca-tar
los valores de la unidad
y de la responsabilidad.
La Revolución en Libertad
comprometió y llevó ade-lante
profundas transfor-maciones
en la sociedad
chilena. La materialización
de dichas iniciativas se vio
facilitada tras la amplia
victoria que obtuvo la De-mocracia
Cristiana en las
elecciones parlamentarias
de marzo de 1965, lo que le
dio mayoría en el Congreso
Nacional y llevó a algunos
con gran arrogancia a decir
que el partido gobernaría
por treinta años.
D esgraciadamente, en el
último tramo del gobierno
de Frei, su propio partido
careció de la disciplina y
sensatez que las circuns-tancias
demandaban. Ter-minó
dividido y ese quiebre
afectó gravemente la ges-tión
del gobierno, y fue un
motivo de profunda desa-zón
para mi padre.
Esa experiencia nos ilus-tra
que en política la sober-bia
se paga y que cuando se
dividen las fuerzas sociales
y políticas que respaldan
y sustentan un proceso de
cambio, éstos se frustran,
el pueblo se decepciona
y se genera un espiral de
conflictos de insospecha-das
consecuencias. ¡No
podemos permitir que esto
vuelva a ocurrir en nuestra
patria! Será una prueba de
madurez aprender esa lec-ción.
Una última reflexión. Mi
padre por sobre todas las
cosas fue un demócrata.
No concebía un modelo de
sociedad que no estuviera
basado en la libertad, ni un
sistema de gobierno que
no fuera la democracia.
Por ello, una vez ocurrido
el golpe de estado de sep-tiembre
de 1973 no dudó
en exigir el pronto regreso
a la democracia y la res-tauración
de las libertades
y derechos individuales.
No perdió oportunidad de
denunciar las violaciones a
los derechos humanos y lo-gró
unir, tras varios años de
desavenencias y resquemo-res
a las fuerzas democráti-cas
del país para liderar la
oposición al plebiscito con
que se pretendía aprobar la
Constitución de 1980.
Pagó caro su valentía.
Poco más de un año des-pués
fue cobardemente
asesinado por la dictadu-ra
y pese a que han pasa-do
más de 32 años de su
muerte, aún Chile tiene
una deuda pendiente con
él. Su biografía todavía no
está completa. Falta el ca-pítulo
más doloroso y para
escribirlo necesitamos que
se haga justicia y que los
autores materiales e inte-lectuales
de este horrendo
crimen reciban el castigo
que de acuerdo a nuestras
leyes merecen.
A migas y amigos: los
pueblos recuerdan a sus
héroes y a sus estadistas
porque, sobrepasando las
inercias, las cobardías y las
penurias, fueron capaces
de impulsar nuevas tareas
para enriquecer la vida en
común.
¡Qué duda cabe! Eduardo
Frei Montalva fue uno de
ellos. Entró por la puerta
grande a las páginas más
brillantes de la historia de
Chile. Hoy pertenece a toda
la Nación. A cincuenta años
de su elección como Presi-dente
de la República, su
mensaje permanece más
vigente que nunca. Su re-cuerdo
nos ilumina para las
grandes tareas del presente
y del futuro; nos desafía a
aumentar las exigencias y a
abrirnos hacia nuevos hori-zontes;
y nos recuerda que
los grandes ideales pueden
cambiarle el rostro a un
país.
Por Eduardo Frei Ruiz-Tagle
3. Hoy Columna de opinión Ignacio Walker Prieto 3
Hace ya cincuenta
años una mani-festación
pública
de características inéditas
en Chile hizo patente un
cambio histórico en la polí-tica
nacional. La Marcha de
la Patria Joven mostró que
había madurado la idea,
forjada a lo largo de déca-das
de pruebas y de sacrifi-cios,
de que una generación
política de reemplazo había
llegado para hacerse cargo
de conducir los destinos de
la nación.
El líder de la jornada fue
Eduardo Frei Montalva,
quién fuera electo Presi-dente
de la República un
día como hoy, 4 de Sep-tiembre
de 1964.
Pero junto a él, había
también un protagonista
colectivo que se hacía pre-sente
en la escena: el Par-tido
Demócrata Cristiano,
fundado pocos años atrás
y que era el heredero de la
Falange Nacional, movi-miento
social cristiano de
jóvenes católicos surgido
a fines de la década de los
treinta.
Pocas veces en un aconte-cimiento
público se puede
presenciar el florecimiento
de una alternativa política
en sus múltiples dimen-siones.
Se le entregaba
al país un programa, un
líder, un grupo humano
capaz de grandes tareas y
un horizonte de esperanza
colectiva hacia dónde diri-girse.
Quedó así sellado un
rumbo y una impronta que
guarda plena vigencia hoy,
para Chile y para la Demo-cracia
Cristiana.
Se mostró un programa y
no solo un propósito o una
buena intención de hacer
las cosas bien. Frei y la De-mocracia
Cristiana supie-ron
dar expresión práctica
y visionaria a la doctrina
social cristiana con un ni-vel
de rigurosidad y preci-sión
que no se conocía en el
continente.
Por cierto, se tenía un
fundamento sólido en la
doctrina social católica que
había marcado a la genera-ción
de los padres fundado-res
desde su más temprana
formación. Pero, lo notable
era que los principios doc-trinarios
que inspiraron a
los jóvenes universitarios
de los años treinta habían
sido recogidos para desa-rrollarlos
y darles concre-ción.
Décadas de esfuerzo
intelectual y un notable
conocimiento de Chile y su
gente habían confluido en
un programa de gobierno,
visionario y realista, que
despertaba confianza y en-tusiasmo.
Eduardo Frei fue irreem-plazable
en congregar a un
amplísimo elenco de pro-fesionales
y técnicos, diri-gentes
políticos y sociales
que dieron forma, primero
en el papel y luego en la
concreción, a iniciativas
tan fundamentales como
la reforma agraria, la sin-dicalización
campesina,
la reforma educacional, la
promoción popular, la chi-lenización
del Cobre, y tan-tos
otras.
L a Democracia Cristiana
supo realizar sus plantea-mientos
representando a
militantes e independien-tes,
todos mancomunados
en un propósito común.
El líder que habló en un
Parque Cousiño colmado
de personas estaba plena-mente
consciente de estar
encabezando un amplio es-pectro
de personas –inclui-do
él mismo- que habían
puesto a Chile por delante
de cualquier otro interés.
Frei se puso a la cabeza de
una mayoría social y políti-ca
sin caer en caudillismos
ni rendirse a la vanagloria:
por eso es el más grande de
los nuestros.
T enemos que aprender
mucho de Frei como líder
y estadista. Un hombre que
sabía escuchar a las per-sonas
de las más distintas
condiciones sintiéndose
todas acogidas y compren-didas.
Frei Montalva ha-blaba
conociendo a sus in-terlocutores
y conociendo
las materias a las cuales
hacía referencia. Era serio
y riguroso, poseedor de un
estilo literario y una orato-ria
donde se hermanaban
argumentos con conviccio-nes
profundas.
Frei fue un demócrata
por antonomasia. No bus-ca
someter sino convencer.
Un juicio recto, un tempe-ramento
equilibrado, una
claridad típica de concep-tos
presidian sus actuacio-nes.
“Don Eduardo” como
todos le decían (siendo o
no Presidente) era un líder
que convencía a las perso-nas
de su propio valor y de
su capacidad, en comuni-dad,
de lograr grandes pro-pósitos
porque era justo y
era posible.
A l mismo tiempo, Frei
supo siempre que su obli-gación
era preparar el futu-ro
más allá de su hora y de
su tiempo. Por eso no se co-noce
en nuestra historia un
Presidente que integrara
más jóvenes a su gobierno.
Confió en ellos como pocos
y abrió espacio a su energía
y a su entrega generosa.
La juventud no solo mar-chó
ese día para que otros
llegaran al gobierno, sino
que dirigió el gobierno por
el cual hace cincuenta años
había marchado desde el
norte y desde el sur.
Frei Montalva fue un
constructor de Estado,
pero también fue un ex-traordinario
constructor de
partido, por eso la Demo-cracia
Cristiana también lo
recuerda siempre en su rol
de militante. La Democra-cia
Cristiana fue concebida
como un partido abierto,
fraterno, moderno y de
avanzada.
No se pasa de ser un mo-vimiento
pequeño –una
verdadera minoría proféti-ca-
al partido más votado
del país sin tener capacidad
de acoger e interpretar a
una amplia mayoría social,
sin un espíritu de apertura.
El que tiene principios cla-ros
sabe que puede conven-cer
y no teme la diversidad.
Nuestra fortaleza está en la
capacidad de dialogar para
llegar a propósitos comu-nes,
por sobre las diferen-cias
de opinión. La Demo-cracia
Cristiana predica
el valor y el sentido de la
comunidad, y por ello vive
de la práctica de la frater-nidad,
por ello requiere de
la unidad para convencer y
cumplir con su rol históri-co.
Desde luego, el legado de
Frei no consiste en repetir
las respuestas que él en-contró
en su tiempo, sino
en reflejar hoy el espíritu
que lo animaba de encon-trar
las respuestas nuevas
válidas para los nuevos
tiempos. Por eso siempre
hay que ser los primeros
en acercar los partidos a los
ciudadanos.
D on Eduardo vería con
buenos ojos que, ahora que
nos aprestamos a cumplir a
cabalidad con el programa
de gobierno de la Presiden-ta
Michelle Bachelet, como
hace poco lo hiciéramos
con Patricio Aylwin, Eduar-do
Frei Ruiz-Tagle, Ricardo
Lagos y la propia Presi-denta
Bachelet, el PDC se
apronte a ponerse al día
en ideas y organización en
su VI Congreso Nacional,
Jaime Castillo Velasco. Ser
un partido de avanzada sig-nifica
hacer las tareas del
período y preparar aquellas
que vienen, con coherencia
y dedicación.
Hace cincuenta años un
hombre contó un sueño a
una multitud en el que un
niño preguntaba al ver a los
que marchaban “¿Quiénes
son padre?”. Al final de su
discurso Frei daba su res-puesta
a la interrogante:
“Son la Patria, son la Pa-tria
misma, gracias a Dios”.
Años después sabemos que
esta es la única respuesta,
la más noble respuesta que
podemos dar ahora y siem-pre.
La marcha de la
Patria Joven
Por Ignacio Walker Prieto
4. el ini 4 cio de la transfomración para chile Hoy
a 50 años de la revolución en libertad
Hoy 4 de septiembre se cumplen 50 años de la elección de Eduardo Frei Montalva como Presidente de la República de Chile. Medio si-glo
del inicio de uno de los gobiernos más emblemáticos del siglo XX, que a partir de sus reformas transformó la vida de miles de chile-nas
y chilenos.
La Reforma Agraria:
Una reforma que
cambió la vida de
muchos chilenos
Con el lema “La tierra
para el que la traba-ja”,
el 28 de julio de
1967 se promulgó la Re-forma
Agraria, una de los
mayores hitos de nuestra
historia política reciente y
uno de los principales ejes
de acción que se empren-dieron
durante la adminis-tración
Frei Montalva.
Hasta comienzos de la
década del 60, la estructu-ra
social y económica del
campo chileno era casi la
misma que desde la época
colonial, donde un peque-ño
grupo de familias poseía
casi todas las tierras culti-vables
y de ese total, más
de 500 mil hectáreas no es-taban
siendo utilizadas de
forma eficiente.
Por otra parte, la familia
campesina vivía en pésimas
condiciones de salubridad,
educación y vivienda, fac-tores
que continuamente
los empujaban a emigrar a
la ciudad, generando gran-des
focos de marginalidad
en los centros urbanos.
El 21 de mayo de 1964
un grupo de jóvenes
iniciaría simultá-neamente
desde Arica a
Puerto Montt, una marcha
a pie hacia Santiago con el
objetivo de participar en
una gran manifestación po-lítica
convocada por Eduar-do
Frei Montalva, que por
ese entonces era candidato
de la Democracia Cristiana
a la presidencia de la repú-blica
de Chile.
Esa marcha, que finali-zó
un mes después en el
Parque Cousiño y que re-unió
a decenas de miles
de chilenas y chilenos, fue
denominada la “Marcha
de la Patria Joven”, una
de las manifestaciones po-pulares
más simbólicas y
movilizadoras del pasado
siglo, y que fue coronada
por un vibrante discurso
de Eduardo Frei, que bus-caba
afanosamente el apo-yo
de la ciudadanía para
implementar su ambicioso
programa de gobierno de-nominado
“Revolución en
Libertad”.
“La Revolución en Liber-tad”,
marcó a muchas gene-raciones,
quienes vieron en
ésta un espacio para trans-mitir
sus ideas e impulsar
los cambios políticos y so-ciales
necesarios para que
Chile pudiese crecer de una
manera más justa e inclusi-va,
siempre desde la vereda
institucional; sin más argu-mentos
que los que entre-gan
la democracia y la vida
en sociedad.
A 50 años del inicio de la
Revolución en Libertad, los
actuales desafíos de Chile
por ser un país con mayor
bienestar social continúan,
pero sin duda el gobierno
de Frei Montalva contri-buyó
de gran manera para
iniciar este camino que hoy
seguimos transitando.
“Porque será una revolu-ción
que se desarrollará
dentro de la legalidad de-mocrática
y que se afian-zará
por el concurso del
pueblo organizado. La re-volución
en libertad no co-meterá
abusos ni arbitra-riedades,
no atropellará
los derechos humanos ni
caerá en la violencia física,
no ahogará la libre expre-sión
del pensamiento”.
“Habrá libertad real para
el que no tiene escuela, ni
casa, ni trabajo, ni mone-da
estable. La libertad su-pondrá
justicia y oportu-nidades
reales de que hoy
carece una gran masa de
ciudadanos”.
A través de una Reforma Constitucional el
gobierno de Eduardo Frei Montalva permi-tió
no solo acelerar y concretar los procesos
de expropiación, beneficiando directamente
a más de 200 mil personas, además mejoró
los estándares laborales e hizo más eficiente
la producción agropecuaria de nuestro país.
La Reforma Agraria buscó
transformar estas situacio-nes
de injusticia social en
una oportunidad para em-pujar
el desarrollo de Chile,
poniendo en el centro de
sus políticas y acciones a las
personas. “Yo puedo firmar
la ley, pero son ustedes los
que van a dar las pruebas.
Son ustedes los que van a
hacer los caminos, como lo
están haciendo; son uste-des
los que van a construir
las bodegas y los galpones
y a hacer los surcos y no yo
ni los ministros. Son uste-des
los que van a hacer la
Reforma Agraria”, señaló
Eduardo Frei Montalva en
el discurso al promulgarse
la Ley de Reforma Agraria,
el 16 de julio de 1967.
El nuevo marco jurídico
fue clave para que el inci-piente
movimiento cam-pesino
se articulara con
mayor fuerza. Dentro de
sus principales cambios
podemos destacar la incor-poración
a los campesinos
a la propiedad de la tierra
en que trabajaban; una
nueva jornada de 8 horas
laborales, terminando con
el inquilinaje que estable-cía
el trabajo de sol a sol; se
equiparó el salario mínimo
campesino con el indus-trial;
se reestructuraron los
organismos públicos que
desempeñaban funciones
ligadas a la agricultura y se
estableció el derecho a aso-ciación
sindical campesina;
entre otras cosas.
5. el inicio d Hoy e la transfomración para Chile 5
Promoción Popular:
De la organización a
la acción: colocando
la primera piedra
para alcanzar la
equidad en Chile
Uno de los ejes principales del gobierno de
Eduardo Frei Montalva fue la Promoción
Popular, que tuvo como finalidad central or-ganizar
a la población urbana y rural menos
favorecida para mejorar su calidad de vida.
“Nuestro ob-jetivo
con-siste
no sólo en un
desarrollo econó-mico
sino en un
desarrollo social.
Que haya educa-ción,
vivienda,
salud, y que el
incremento de la
riqueza –que se
consigue con es-fuerzo
y trabajo-se
distribuya con
equidad”.
“Nuestro objeti-vo
consiste no
solo en un de-sarrollo
económico sino en
un desarrollo social. Que
haya educación, vivienda,
salud, y que el incremen-to
de la riqueza –que se
consigue con esfuerzo y
trabajo- se distribuya con
equidad”.
Con estas palabras el 10
de julio de 1964 el presi-dente
Eduardo Frei Mon-talva
lanzó el Programa de
Promoción Popular, una de
las principales iniciativas
de su gobierno y que bus-caba
combatir la margina-lidad
de más de 4 millones
de chilenos que vivían sin
la posibilidad ni la manera
para hacer notar sus aspi-raciones
o necesidades más
básicas.
Esta desconexión reque-ría
una reorganización pro-funda
y a todo nivel, reivin-dicando
no solo la justicia
social, sino también los
mecanismos y las herra-mientas
que entregaba el
Estado para acompañar a
los chilenos menos favore-cidos
en el tránsito hacia
una sociedad más instruida
y próspera, capacitando y
organizando al pueblo para
que ellos fueran partícipes
en la solución de sus pro-blemas.
Fue así como centros de
madre, junta de vecinos y
otras agrupaciones comu-nitarias
tomaron un rol
fundamental en la relación
con el Estado. Sus diri-gentes
y líderes populares
fueron los encargados de
representar al pueblo y de
transmitir de manera efec-tiva
sus necesidades.
De la Promoción Popular
provienen los programas
de pavimentación de calles
en poblaciones de la prin-cipales
ciudades de Chile,
la instalación de alcantari-llado,
luz, la construcción
de escuelas y policlínicos,
retenes de policía, merca-dos
y locales comunitarios,
entre otros avances.
Reforma Educacional:
“Es fundamental ofrecer edu-cación
para todos los niños
chilenos”
Con un déficit de cobertura en la educación primaria al inicio de su
gobierno estimado en 248.460 niños y un índice de analfabetismo
que alcanzaba en 1964 el 16,4% la educación fue uno de las priori-dades
del gobierno de Frei Montalva, quien reconocía en esta refor-ma
la oportunidad para un Chile más justo e inclusivo.
“Constantemen-te
en los más
remotos rinco-nes
campesinos, como en
los pueblos marginales,
al preguntar cuál era su
primera aspiración, den-tro
de los muchos y graves
problemas que aquejan a
esos hogares, la respuesta
de abrumadora mayoría
fue siempre: “La educación
para nuestros hijos”.
Esa fue la premisa con
que Eduardo Frei Montal-va
decidió encarar el pro-fundo
desafío que por ese
entonces vivía Chile en ma-teria
de educación, ponien-do
en marcha una reforma
centrada en la cobertura,
en la actualización de sus
contenidos y en la capaci-tación
del magisterio.
Si bien la cobertura estu-vo
centrada en dar acceso
a los niños y jóvenes, por
primera vez se realizaron
importantes esfuerzos en
integrar al sistema a adul-tos
que no habían tenido
la posibilidad de educarse.
Además se sumó el 7° bási-co
a la educación general,
se construyeron más de
500 mil metros cuadrados
en infraestructura, se me-joró
el mobiliario escolar y
se renovó el material didác-tico
con que los profesores
enseñaban. Todo esto ges-tionado
por un nuevo órga-no
del Estado denominado
Junta Nacional de Auxilio
Escolar y Becas (JUNAEB),
encargado de articular esta
tarea.
En materia de educa-ción
superior, la reforma
enfocó sus esfuerzos en
la transformación de las
universidades, que por ese
entonces ofrecían gratui-dad
a quienes ingresaban.
Se modificó el proceso de
admisión, sustituyendo la
prueba de Bachillerato por
la Prueba de Aptitud Aca-démica
y con ello se unifor-mó
el proceso de selección.
También se creó la Uni-versidad
Laboral (actual
INACAP) que completó el
sistema vespertino y noc-turno,
y que respondía a la
necesidad de capacitación
de la fuerza trabajadora.
En síntesis, estas acciones
permitieron cumplir con
uno de los principales de-safíos
de la época que era
entregar acceso a la educa-ción
a niños y adultos me-nos
favorecidos, aumen-tando
de paso la cobertura,
la calidad de los contenidos
y el apoyo al magisterio.
D e una matrícula de
1.725.302 estudiantes de
todos los niveles del siste-ma
educativo, en 1964 se
avanzó a una matrícula de
2.477.254 alumnos en 1970
(43,5% de incremento en
seis años).
6. el ini 6 cio de la transfomración para Chile Hoy
“La minería es
y debe ser
el instrumento de-cisivo
de nuestra
batalla en los mer-cados
mundiales;
el factor esencial
para nuestro creci-miento
económico
y la fuente más rá-pida
donde el país
puede encontrar
los recursos para fi-nanciar
la reforma
agraria y el desa-rrollo
industrial”.
“La minería es y
debe ser el ins-trumento
deci-sivo
de nuestra batalla en
los mercados mundiales;
el factor esencial para
nuestro crecimiento eco-nómico
y la fuente más
rápida donde el país pue-de
encontrar los recursos
para financiar la reforma
agraria y el desarrollo in-dustrial”.
B ien lo decía Eduardo
Frei Montalva, mientras
era candidato a la Presi-dencia
de la República.
Tanto él como quienes lo
acompañaban tenían claro
que la única forma de te-ner
recursos frescos y per-manentes
que permitieran
solventar el resto de las
reformas era a través de la
chilenización de la minería
del cobre.
Es por eso que una vez
asumido el mando de la
Nación, el Presidente Frei,
se concentró en modificar
aspectos legales para que
en el mediano plazo la pro-piedad
cuprífera pasara a
manos del Estado y tam-bién
tuviese participación
en la explotación y comer-cialización
del cobre chile-no.
Entre las principales ac-ciones
que se realizaron
en el período de gobierno
se cuentan la creación de
la Corporación Nacional
del Cobre (actual Codelco),
institución encargada de la
fiscalización de la produc-ción
y venta internacional
del mineral; y el traspaso
de la propiedad de impor-tantes
yacimientos ya en
producción como El Te-niente,
Andina, Chiquica-mata
y Potrerillos.
L a chilenización del co-bre
también provocó cam-bios
sociales y laborales, a
través de intervención del
Estado en la elaboración
de planes habitacionales,
mejorando las condiciones
de vida de los trabajadores
y sus familias.
Chilenización del cobre y nacionalización
pactada:
Un recurso vital
para el desarrollo
de Chile
La minería del cobre es y seguirá siendo uno
de los principales ingresos para el Estado y
pieza clave para alcanzar el desarrollo. Pero
esto hoy no sería posible sin la valentía y
la visión que tuvo Eduardo Frei Montalva,
quien cimentó las bases e inició el proceso
de la nacionalización del cobre.
Política de Vivienda:
Todo Chile bajo techo
A mediados de la década del 60 existía en Chile un déficit habita-cional
cercano a las 500 mil viviendas. A este complejo escenario se
sumaba el sostenido desplazamiento de población rural a las ciuda-des,
generando verdaderos cordones de miseria y desigualdad en
La situación no daba
para más. La falta
de viviendas en el
país y el hacinamiento en
que vivían una gran canti-dad
de chilenos requería de
una acción inmediata por
partes de las autoridades
recién electas.
Frente a esta realidad, el
gobierno de Eduardo Frei
Montalva realizó un ambi-cioso
programa de vivien-da,
centrado no solo en
el tema cuantitativo, sino
también en su calidad y en-torno.
“No se trata sólo de
construir viviendas, sino
viviendas con sentido hu-mano.
No se trata de crear
hileras de casas a los lar-go
de una calle sin pavi-mento,
sino de construir
barrios donde la familia
pueda desenvolverse con
dignidad y agrado”.
Para abordar este enorme
desafío el Gobierno creó
el Ministerio de Vivienda
y Urbanismo, entidad en-cargada
de generar las con-diciones
necesarias para
ejecutar una ambiciosa po-lítica
de vivienda. Fue así
como en solo seis años la
inversión estatal se duplicó
respecto al período ante-rior,
construyéndose 260
mil nuevas viviendas y en-tregando
100 mil títulos de
dominio a sectores de bajos
ingresos.
D estaca también la efec-tiva
articulación entre el
Estado y organizaciones
ciudadanas como coope-rativas
de vivienda, aso-ciaciones
de autoconstruc-ción,
sociedades obrero
patronales o juntas de veci-nos.
Fue esta alianza la que
permitió finalmente que la
nueva política de vivienda
penetrara con mucha fuer-za
en los segmentos menos
favorecidos, cambiándo-les
rotundamente la vida a
muchos chilenos.
las principales ciudades de Chile.
Presidente Eduardo Frei en asentamiento campesino
de Pullalli, Región de Valparaíso. 1969
7. el inicio d Hoy e la transfomración para Chile 7
Desarrollo Obras Públicas:
Obras Públicas,
pieza clave para la
implementación
del programa de
Gobierno
Para el Gobierno de Eduardo Frei Montalva
la implementación de un ambicioso plan de
Obras Públicas era fundamental para des-plegar
su programa centrado en los menos
El diagnóstico era
rotundo. El déficit
en infraestructura
a mediados de los sesenta
era transversal en todos los
sectores. Existía la sensa-ción
entre los ciudadanos
que muchos esfuerzos y
proyectos empujados por
esta cartera durante los
últimos años no eran co-herentes
con la realidad
nacional y muchos termi-naban
solo en la obra grue-sa
o en la colocación de la
primera piedra.
Eduardo Frei Montalva
tenía claro que para imple-mentar
el programa de go-bierno
era necesario contar
con la infraestructura y el
equipamiento necesario en
todo el territorio nacional.
Esta política se estableció
sobre un criterio centrali-zado,
que procuró asignar
adecuadamente las priori-dades
por sector y garan-tizando
una distribución
de recursos de acuerdo a
demandas previamente es-tudiadas.
A lgunas obras emble-máticas
resultados de esta
política fueron los embal-ses
El Yeso y La Paloma;
la doble vía entre Santiago
y Rancagua; la pavimenta-ción
de la carretera entre
Arica y Puerto Montt; la
modernización de la flota
aérea de Lan Chile; la cons-trucción
del aeropuerto de
Pudahuel, Concepción, Isla
de Pascua y Balmaceda; la
construcción de los viaduc-tos
de Malleco y el Bio-Bio,
el inicio de las obras del
Metro de Santiago y del
túnel de Lo Prado. Además
se edificaron más de 40
hospitales, destacando Tal-cahuano,
Valdivia, Osorno,
Puerto Montt y Coyhaique,
entre muchas otras obras
emblemáticas que per-mitieron
implementar de
forma más efectiva el pro-grama
de gobierno del Pre-sidente
Frei.
favorecidos.
Presidente Frei visita obras de puente sobre el río Bio Bio, Concepción, Región del Bio Bio. 1969
Presidente Frei visita obras de la Remodelación San Borja. Santiago, 1969
Discurso que realiza en el Parque Bustamante a los niños de un colegio al momento
de firmar el proyecto de Ley Forestal, el 10 de septiembre de 1965
Eduardo Frei Montalva y Papa
Paulo VI en el Vaticano, 1965
Presidente Frei visita
Muro de Berlín, alemania
Federal. 1965
“Defiendan
los árboles
en sus calles para
que tengan calles
más hermosas;
en los parques,
para que puedan
jugar a su som-bra;
en los cerros
para que brote el
agua de las ver-tientes
y para que
mejore este país
que es de ustedes”
Presidente Frei visita
tropas en Quito, Ecuador.
Agosto de 1966
Un hombre
que abrió las
puertas al
mundo
8. 8 ¿Sabías qué? Hoy
Las fotografías utilizadas en este diario son gentileza de la Casa Museo Eduardo Frei Montalva
Casa Museo
Eduardo Frei
Montalva: Una
casa con historia
La casa donde vivió Eduar-do
Frei Montalva junto a
su familia por más de 40
años fue declarada Monu-mento
Nacional en 2005,
y abrió sus puertas al
público como Casa Museo
en 2008.
Cuenta con una colección
de más de 350 objetos, en-tre
los que destaca una co-lección
de pintura chilena,
objetos patrimoniales y el
mobiliario original.
En septiembre, Casa Mu-seo
EFM preparó “Visión y
Revolución: 50 años del go-bierno
de Frei Montalva”.
La exposición fotográfica
tiene entrada liberada e in-cluye
imágenes inéditas de
la campaña y de su gobier-no,
rescatadas por el equi-po
de la entidad cultural.
-
De martes a domingo de
10:00 a 18:00 hrs.
Hindenburg 683, Barrio
Italia, Providencia, San-tiago.
Informaciones:
(56 – 2) 881 86 74.
Sitio web: http://www.
casamuseoeduardofrei.
cl, Email: contacto@cas-amuseoeduardofrei.
cl
Concurso fotográfico
“En 1966 Eduardo Frei Montalva con su Esposa María Eugenia
Ruiz-Tagle y el canciller Gabriel Valdés realizan una ofrenda
floral a Lord Cochrane en Westminster Abbey”
Ganador de votación en redes sociales
Fotografía de José Ignacio Maritano
www.facebook.com/FreiMontalvaCL