La arena de playa está compuesta principalmente de sílice o cuarzo, pero también contiene otros minerales, óxidos e incluso restos orgánicos que le dan diferentes colores. La composición exacta depende de las rocas locales de donde provienen y las condiciones geológicas. Algunos minerales comunes son feldespato, cuarzo, olivino, hematita y glauconita, que pueden dar arena gris, verde, roja o negra.