COFACE Panorama Economia FRANCIA May16 Resumen ESP
1. 25/05/2016
Riesgo País y Estudios Económicos
¿DESPEGA POR FIN LA ECONOMÍA FRANCESA?
Varios indicadores en el primer trimestre (crecimiento, gasto en consumo, inversión) incitan al
optimismo
La única mancha en el paisaje: descenso de las exportaciones debido a la desaceleración de los
mercados emergentes y la falta de competitividad
Importante mejora en la tasa de insolvencia (-3.2% previsto en 2016), excepto en el sector textil-
confección y la región Ile-de-France
El 50% de los sectores empresariales han mejorado
El transporte por carretera, afectado por la enorme competitividad
LA ACTIVIDAD ECONÓMICA SE BASA EN LA DEMANDA INTERNA, PERO
SE VE OBSTACULIZADA POR LAS EXPORTACIONES
Entre enero y abril de 2016, aparecieron una serie de indicadores positivos para la economía francesa. El
crecimiento constante, que comenzó en 2014 (+ 0,6% en el 1er trimestre de 2016 respecto al último
trimestre de 2015) ha cobrado fuerza, impulsado por la demanda interna. El gasto de los hogares (+ 1,2%)
ha alcanzado su nivel más alto desde 2004 y la inversión también ha superado las expectativas. Por
primera vez desde 2012, las inversiones empresariales deberían contribuir positivamente al crecimiento
este año, impulsadas por la nueva medida gubernamental para reducir los gastos y por el abaratamiento
del petróleo. Coface prevé un crecimiento económico en Francia del 1,6% en 2016 y del 1,3% en 2017.
Sólo el comercio exterior sigue lastrando la actividad económica. A pesar de que las importaciones
aumentaron en el primer trimestre (+ 0,5%), las exportaciones disminuyeron
(-0,2%), en parte debido a la desaceleración de la actividad económica de los mercados emergentes, y en
particular, la ya prevista recesión entre ciertos países BRICS. Además de este problema, las debilidades
estructurales representan el declive de Francia en el mercado mundial de exportación (3,5% desde 2011).
Así, el número de empresas exportadoras francesas representa sólo un tercio respecto a las alemanas,
cuando el número de empresas de ambos países es similar. Además, de cada diez empresas francesas
que exportan por primera vez, tres continúan haciéndolo al cabo de un año y sólo una tres años después.
En términos de precio-competitividad, Francia va a la zaga de España e Italia, beneficiándose de costes
unitarios significativamente más bajos. En términos de competitividad no vinculada a los precios, Francia
se queda por detrás de Alemania, con un 41% de productos de alta gama exportados (sector aeroespacial
y de defensa, artículos de lujo y vino), respecto al 48% de Alemania. A medio plazo, las inversiones
empresariales mejorarán la calidad de las exportaciones, aunque llevará varios años cubrir la brecha.
2. LAS INSOLVENCIAS Y EL RIESGO SECTORIAL VUELVEN A NIVELES
NORMALES
La recuperación económica se refleja claramente en la reducción de las insolvencias y en la importante
mejora del riesgo sectorial.
La tasa de insolvencia empresarial está volviendo a niveles normales. De acuerdo con el modelo de
previsión de Coface, el número de insolvencias se reducirá en un 3,2% en 2016. A finales de abril de
2016, el número total de insolvencias anual se situó en 58.846 (-4,3%), con un coste de casi 3.350
millones de euros (-8,6%) y el número de empleos en peligro en un 2,4%. Lo que es más alentador, la
tendencia positiva se refiere a empresas de todos los tamaños y particularmente a las empresas más
grandes (-21,5%). La facturación media registrada por las empresas insolventes también ha descendido
hasta niveles previos a la crisis (591.800 euros). Las insolvencias han aumentado sólo en la región central
de Francia (+2,9%) y la región de Ile-de-France (+ 3,0%). El repunte en la región de Ile-de-France, que
representa el 21% del total nacional, sólo es atribuible en parte a los ataques terroristas de noviembre de
2015, ya que la tendencia comenzó a aumentar antes de esta fecha y afecta a diversos sectores más allá
del turismo, hoteles y restaurantes.
En términos de riesgo sectorial,la tendencia es suficientemente positiva como para beneficiar a seis de
los doce sectores de actividad analizados por los economistas de Coface.
Gracias al gasto constante del consumo de los hogares, el sector minorista es el primer sector en ser
incluido en la categoría de " riesgo bajo ";
El sector de la automoción, productos farmacéuticos (así como a nivel europeo en abril), los productos
químicos y el transporte se han actualizado a "riesgo medio";
El sector de la construcción se ha ido recuperando, por lo que, el sector se ha retirado de la categoría
de "riesgo muy alto" y se ha actualizado a " riesgo alto".
Uno de los sectores, sin embargo, se ha degradado: el sector de textil y confección se clasifica ahora
como de "riesgo alto". Las prendas de vestir, que representan el 85% de las insolvencias en el sector
(+6% a finales de abril), es la principal causa de la degradación, debido al aumento de la competencia y el
fuerte crecimiento de las ventas on line.
TRANSPORTE DE MERCANCÍAS POR CARRETERA: BAJA VISIBILIDAD
A pesar de que el sector del transporte ha mejorado (riesgo actualizado a "medio"), la perspectiva de las
mercancías por carretera parece incierta a medio plazo. En los últimos años, se ha beneficiado de los
bajos precios de las materias primas y de una demanda más estable, mantenidos por la recuperación de
la construcción y la buena salud de la industria del transporte marítimo. Las pocas empresas importantes
del sector, que sin embargo representan casi el 80% del negocio, aprovecharon la oportunidad para
reforzar sus posiciones y aumentar la presión sobre sus competidores más pequeños, que se vieron
obligados a equilibrar sus beneficios mediante los precios de venta y la reducción de los costes de
energía.
Puesto que el sector está compuesto principalmente por las empresas más pequeñas y vulnerables, el
nivel de impago depende principalmente del impacto de la futura legislación (la ley Macron) referente a los
salarios y a la tendencia impredecible del precio del petróleo. A pesar todo ello, el número de insolvencias
del sector está disminuyendo actualmente, y la creación de muchas nuevas empresas a comienzos de
año es un buen augurio de cara a un potencial impulso de la actividad en 2019.