Biblia

1. UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON
Lima Zambrana Juan Diego
Mg. Zapata Barrientos José Ramiro
Materia: Mercadotecnia v
Grupo: 01
“MORIR ANTES QUE ESCLAVOS VIVIR”
JOSUE LA BIBLIA ANTIGUO TESTAMENTO
“Elige un trabajo que ames y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”. (Confucio)
1. INTRODUCION:
no podemos dejar de lado el mensaje de Dios en Su Palabra. Josué se trata, como la
unidad Bíblica nos habla, de la Promesa de Dios a Su pueblo y cómo esta se
revela, desarrolla y cumple. La Promesa de la Tierra Prometida por medio de la
Redención de Su pueblo mediante un líder “Josué”. Este apuntará al gran
Mediador y Líder: nuestro Señor Jesucristo, Quien redime a Su pueblo de sus
pecados y lo lleva a la Tierra que fluye leche y miel en Los Cielos Nuevos y La
Tierra Nueva.
Así, vemos cómo el pueblo de Jehová, después de andar los 40 años en el desierto,
por fin puede vislumbrar la Tierra Prometida y comienzan las instrucciones a
Josué después del sepelio de Moisés. Jehová nuestro Dios instruye a Josué para
empezar su servicio, así como Moisés fue siervo de Jehová, así Josué es y será
siervo y por lo tanto será esforzado y valiente, porque Jehová estará con él. Esta
es la condición que de hecho el pueblo le pone a Josué: “...solamente que
Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés.”(1:17b).
De esta manera, Jehová le dice a Josué que Él (Jehová) daría la Tierra y Josué, como
siervo, la repartiría: “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo
por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos”(1:6). Sin
apartarse del Libro de la Ley, sino meditando en él de día y de noche. Y Josué les
recuerda a los rubenitas, gaditas y a la media tribu de Manasés el compromiso
que tienen de pasar con sus hermanos a participar en la conquista, ya que son
un sólo pueblo obedeciendo a Dios.
Y la conquista que años atrás el pueblo no quiso empezar se encuentra ahí. El
pueblo acampa a orillas del Jordán y vuelven a enviar espías a Jericó, sólo que
ahora es diferente. Estos espías encuentran a Rahab, una mujer de Canaán que
da testimonio del poder de Jehová y la profecía cumplida: “...Sé que Jehová os
ha dado esta tierra...” (2:9). Esta misma mujer ayuda y salva a los espías al ser
descubiertos, pide misericordia para ella y su familia y una señal segura. Está
señal segura es entonces un cordón de grana en la ventana por la cual escapan
los espías.
Los espías regresan y hablan a Josué de la seguridad de la victoria porque Jehová ha
entregado la Tierra en manos de Su pueblo. Enseguida se ordena la movilización
del Pueblo, El Arca del Pacto de Jehová va adelante con los levitas y sacerdotes
que la llevan, mientras los demás salen marchando en pos de ella (3:3-5).
Jehová engrandece a Josué para que el pueblo conozca que Él está con Josué y
en medio del pueblo mismo al atravesar en seco las aguas del río Jordán en
camino a Jericó (3:17). Jehová ordena una señal de esto, Josué erige doce
piedras en el río Jordán y doce hombres uno por cada tribu toman piedras del

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río para erigirlas en Gilgal, donde acampan.
Es así, que Jehová revela Su soberanía y poderío a todas las naciones, como lo hizo
en el Mar Rojo y para que temamos a Jehová nuestro Dios todos los días (4:23-
24). Entonces los reyes de los pueblos amorreos y cananeos desfallecieron
dentro de sí, mientras el pueblo elegido acampa en Gilgal para seguir
obedeciendo la ordenanza de Jehová de circuncidarse, ya que no habían sido
circuncidados por la travesía en el desierto en la que crecieron y muchos
nacieron. Así Jehová señala la liberación que ejerce de la esclavitud de Egipto: “Y
Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual
el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.” (5:9). Como el
bautismo es señal de la liberación del pecado en Cristo y la Nueva Vida en Él y
Su Espíritu Santo, ya no bajo el oprobio de la ley sino bajo la gracia.
2. DESARROLLO:
se celebra la Pascua, así como celebramos la Santa Cena, en agradecimiento
comiendo del fruto de la Tierra Prometida por la Obra de Cristo. El maná cesa y
Josué ve a un Varón con una espada desenvainada en Su mano. Josué pregunta:
“...¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? Él respondió: No; mas como
Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose
sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo? Y el
Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies,
porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.” (5:13-15).
Recordándonos cuando “Yo Soy El que Soy” se revela a Moisés en aquella zarza
que no se consume.
Comienza la toma de las ciudades y pueblos, Jericó es tomada de una forma en que
Dios sigue mostrando Su soberanía y poder inigualables, ordenando una
estrategia perfecta. Seis días el pueblo va alrededor de la ciudad con sacerdotes
que tocan sietes bocinas de cuernos de carnero, y el séptimo día dan siete
vueltas a la ciudad gritando a una voz al final, se cae el muro y la ciudad es
entregada por Jehová a Su pueblo. Salvando a Rahab y a todos los de su casa
con sus pertenencias y los elementos de metales para el tesoro de Jehová.
Sin embargo, un hombre llamado Acán de la tribu de Judá toma del anatema una
túnica babilónica. Es por esto, que al intentar atacar a Hai, el pueblo es
derrotado por su pecado. Después de que Jehová revela quien es el
prevaricador Acán confiesa y el pueblo lo apedrea junto con su familia y los
queman con todo cuanto tenían. Así pues, Dios promete a Hai y el pueblo
derrota a Hai con una emboscada. El rey de Hai es colgado de un madero tras su
derrota y a la puesta del sol lo bajaron y levantaron sobre él un montón de
piedras.
“Entonces Josué edificó un altar a Jehová Dios de Israel en el monte Ebal, como
Moisés siervo de Jehová lo había mandado a los hijos de Israel, como está
escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras enteras sobre las
cuales nadie alzó hierro; y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, y

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sacrificaron ofrendas de paz. También escribió allí sobre las piedras una copia
de la ley de Moisés, la cual escribió delante de los hijos de Israel.” (8:30-32). “La
mitad en el monte Gerizim y la otra en el monte Ebal”,“así los extranjeros como
los naturales” (8:33). Y Josué leyó la ley.
Al oír las otras naciones lo que pasaba (heteos, amorreos, cananeos, ferezeos,
heveos y jebuseos), se juntaron para pelear. Pero, los Gabaonitas engañan a
Josué y al pueblo de Jehová al decirles que venían de tierras lejanas a hacer
alianza con ellos por causa de Jehová, a ser sus siervos. Los hombres de Israel no
consultan a Jehová y toman de sus provisiones, estableciendo alianza en el
Nombre de Jehová, siendo que a los tres días se enteran que son Heveos
moradores de las tierras vecinas. Sin embargo, habiendo hecho juramento en el
Nombre de Jehová no pueden tocarlos y Josué los maldice para ser siervos,
leñadores y aguadores en la casa de Dios.
“Por lo cual Adonisedec rey de Jerusalén envió a Hoham rey de Hebrón, a Piream
rey de Jarmut, a Jafía rey de Laquis y a Debir rey de Eglón” (10:3) a combatir a
Gabaón. Israel al ser enterado sube a la guerra. Jehová le recuerda a Josué: “No
tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de
ellos prevalecerá delante de ti.” (10:8). Así que Jehová los llena de
consternación y arroja del cielo grandes piedras sobre aquellos y Josué pide a
Jehová que el Sol se detenga en Gabaón y la luna en el valle de Ajalón, y así fue.
Estos cinco reyes se ocultan en una cueva, son colgados en maderos y después
echados a la misma cueva con grandes piedras en la entrada. En ese día Josué
toma a Maceda y a su rey, de ahí a Libna y a su rey, a Laquis, Gezer, Eglón,
Hebrón y Debir, destruyendolas por completo. Y “Cuando oyó esto Jabín rey de
Hazor, envió mensaje a Jobab rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf, y
a los reyes que estaban en la región del norte en las montañas, y en el Arabá al
sur de Cineret, en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente; y al cananeo
que estaba al oriente y al occidente, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al jebuseo
en las montañas, y al heveo al pie de Hermón en tierra de Mizpa. Éstos salieron,
y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla
del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra.” (11:1-4). Sin
embargo, a todos estos Jehová los entrega en manos de Israel, destruyendo por
completo a Hazor. Así como a anaceos de todos los montes de Judá e Israel.
Y no hubo ciudad que hiciese paz con Israel a excepción de los Gabaonitas, “porque
esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con
guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, sino que
fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado a Moisés. (11:20). El Dios
de La Biblia, Jehová es soberano y Él tiene misericordia de quien quiere tenerla
y esa misericordia es eficaz, no puede ser rechazada.
En seguida la fase de repartición de la tierra dada a Moises es recordada, así como
empieza la de la tierra dada a Josué tomada y que aún falta por tomar, pero que
Jehová ya la ha prometido. Josué ya viejo empieza la repartición, junto con
Eleazar (el sacerdote) y las cabezas de los padres de las tribus, a las nueve tribus

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y a la media de Manasés que faltan, por orden de Jehová. “Pero a la tribu de
Leví no dio heredad; los sacrificios de Jehová Dios de Israel son su heredad,
como él les había dicho.” (13:15)
Dentro de esta repartición dada en Silo, hay casos especiales: como la tierra dada a
Caleb que es Hebrón y la de las cinco hijas de Zelofehad, que recibieron junto
con los hermanos de su padre, según el mandamiento de Jehová. También
tierra que aún no había sido conquistada fue conquistada, aunque en varias
partes como en Jerusalén de Judá quedaron Jebuseos y cananeos tributarios en
tierra de Efraín y Manasés. Así como se establecieron ciudades de refugio para
que no asesinaran a aquellos que habían matado por accidente y reciba un
juicio justo en varias ciudades de la tierra conquistada, tanto para los hijos de
Israel como para el extranjero.
Y “...No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la
casa de Israel; todo se cumplió.” (21:45). Entonces Josué llama a las tribus que
acompañaron porque ya tenían territorio del otro lado del río Jordán, los
despide y les recuerda de cuidar de cumplir la Ley: Amar a Jehová y andar en
Sus caminos con todo el corazón y el alma (22:5). Comparten el botín de la
conquista con ellos y regresan a sus tierras, al regreso antes de cruzar el Jordán
levantan un altar de gran apariencia. Esto no es agradable para las otras tribus,
por lo que preparan combatir contra ellos, sin embargo al hablar ellos explican
que es para que sus hijos recuerden que es Un Sólo Dios y Un Sólo Pueblo al que
pertenecen, aún al estar al otro lado del río.
Casi al final Josué exhorta a obedecer a Jehová y reconocer que sólo Él Es y por lo
tanto, no deben ir en pos de otros dioses, ni mezclarse con los idólatras en
matrimonios. Que no se aparten del Libro de la ley ni a diestra ni a siniestra,
porque si están ahí, si han ganado es solamente por Jehová y Su Promesa
cumplida.
Y así como toda La Biblia, el libro de Josué revela el mensaje de Dios a Su pueblo:
“Y os di la tierra por la cual nada trabajasteis, y las ciudades que no edificasteis, en
las cuales moráis; y de las viñas y olivares que no plantasteis, coméis. Ahora,
pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre
vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y
en Egipto; y servid a Jehová.” (24:13-14).
Jehová por Su sola y soberana gracia nos ha salvado en Cristo, ahora, pues,
podemos servirle en gratitud y gozar de Él para siempre por Su Espíritu Santo
que nos ha sido dado.
Josué recuerda esto en Siquem y declara: “yo y mi casa serviremos a Jehová.”
(24:15), después de confrontar al pueblo. Josué hace pacto con el pueblo ese
día y escribe estas palabras en el Libro de la ley de Dios, y levanta una piedra, la
cual pone como testigo junto al santuario de Jehová. Ahí mismo, en Siquem
entierran los huesos de José, que traen desde Egipto.
Josué y Eleazar mueren, descansando en la Tierra Prometida por Jehová nuestro
Dios.
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3. CONCLUSIONES:
El libro de Josué relata la entrada de los israelitas a la tierra prometida bajo el
liderazgo del profeta Josué. A medida que los alumnos estudien este libro,
aprenderán principios que les pueden ayudar a tener valor y ser fuertes en
medio de la oposición. Los alumnos también pueden aprender importantes
lecciones de los éxitos que los israelitas experimentaron a causa de su
obediencia al Señor y de los fracasos que experimentaron a causa de su
desobediencia.
4. REFERENCIAS
-https://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_Josu%C3%A9
-https://www.bibliavida.com/josue/
-https://santabiblia.wikia.org/es/wiki/Libro_de_Josu%C3%A9
5. VIDEOS DE YOU TUBE
-https://youtu.be/49ggVrdBN_Y
-https://youtu.be/MWL36hgrETI
-https://youtu.be/ZM1l6rGbNjQ