Los niños en edad preescolar ya cuentan con experiencias previas de medición en su vida cotidiana que les permitirán iniciar el estudio formal de la medición, como entender que algunos lugares están más lejos que otros, que algunos objetos pesan más que otros, o que se necesita más o menos tiempo para realizar ciertas actividades, aunque todavía no usen unidades de medición de forma precisa.