2. 1. Reducción del estrés
Acariciar gatos reduce los niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés). Se cree, también, que el
contacto físico con gatos incrementa en humanos la producción de ondas tetha cerebrales, que habitualmente se
producen en estados de relajación y calma profunda.
3. 2. Efecto terapéutico en personas con autismo
El contacto físico con las mascotas incrementa los niveles de oxitocina, una hormona que está vinculada con el
establecimiento de relaciones sociales. Un estudio encontró niveles menores de oxitocina en sangre en niños
autistas. Se ha comprobado que el incremento de niveles de oxitocina en autistas disminuye las conductas
repetitivas y mejora la habilidad de evaluar el significado emotivo de la entonación al hablar. Por otra parte, otro
estudio reveló que los niños con autismo que tenían mascota se sentían más tranquilos y se relacionaban con
mayor facilidad.
4. 3. Inspiran emociones positivas
Una encuesta realizada a 7000 personas en 2015 indicó que ver vídeos o fotografías de gatos suponía un
incremento en las emociones positivas (felicidad, esperanza…) de la persona que los visualizaba, así como un
aumento de sus niveles de energía.
5. 4. Ronroneo sanador
Tras observar varios felinos domésticos y salvajes, se ha comprobado que el ronroneo se produce a una
frecuencia de entre 20 y 140 Hz, siendo lo más habitual una frecuencia de 20-50 Hz en gatos domésticos.
Parece ser que esta vibración sonora estimula la curación de tejidos, especialmente en lesiones que afectan a
tendones y músculos. Asimismo, reduce el dolor y ayuda a incrementar la densidad ósea.
6. 5. Protegen el corazón
Convivir con mascotas se ha asociado con la disminución del estrés, la reducción de la presión sanguínea y, por
lo tanto, menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Un estudio realizado en 2009 en el que hubo más de 4000 participantes que habían tenido o tenían actualmente
mascota (perros y/o gatos), reveló que las personas que habían convivido con gatos tenían menor riesgo de
sufrir infarto de miocardio que los que no vivían con felinos. Curiosamente, la convivencia con perros no
demostró estar asociada a una reducción del riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares, incluyendo el
infarto miocárdico.
7. 6. Mejora la salud mental
Una encuesta realizada en 2011 a 600 personas, de las cuales la mitad padecían en ese momento un problema
de salud mental, reveló que el 87% sentía que tener gato tenía un impacto positivo en su vida y el 75%
sobrellevaba mejor el día a día gracias a la compañía de su gato.
8. 7. Mejora la salud general
Si actualmente no tienes gato y te estás planteando dejar entrar uno en tu vida has de saber que en un estudio
llevado a cabo con casi un centenar de participantes, resultó que durante el primer mes tras la adquisición de
una mascota (perro o gato), las personas daban puntuaciones mejores en un cuestionario de salud general
comparado con las personas que no tenían mascota. En las personas con mascota hubo una reducción
significativa en la incidencia de problemas de salud menores durante este periodo.