El documento describe la tendencia del aprendizaje vivencial del autor en la enseñanza del inglés. El autor diseña actividades prácticas como "La Subasta" donde los estudiantes aplican el idioma en situaciones realistas como vender u objetos o interrogar. Esta actividad involucra emociones auténticas y permite practicar estructuras lingüísticas de una manera significativa.

1. Cuando llega el momento de reflexionar sobre mi práctica docente, con facilidad y
contundencia me ubico en la siguiente tendencia, Aprendizaje Vivencial. Yo enseño
inglés, en su mayoría, mis clases se caracterizan por ofrecer a los estudiantes la
oportunidad de participar en situaciones en las que aplican los contenidos de manera
práctica. Ellos comprenden la utilidad y necesidad de conocer los contenidos, aprender
sin siquiera notarlo y experimentar sensaciones y sentimientos de la vida real. Mis
estudiantes no aprenden Presente, Pasado o futuro. Para ellos no existen lo tiempos
perfectos, simples o continuos. Mis estudiantes aprenden, para dar algunos ejemplos,
cómo defender a alguien en inglés, a interrogar y a ser interrogado, a cocinar y a
vender.
Para dar un ejemplo más claro, describiré una actividad que refleja mi tendencia hacia
el aprendizaje vivencial. La llamo “La Subasta”. Para esta actividad, cada estudiante
debe escoger un objeto personal, al que casi no le den uso (o puede ser un chocolate o
dulce) para ser subastado en clase. Una vez seleccionado, ellos deben crear una
historia que explique el gran valor que tiene el objeto y como llegó a sus manos. Por
ejemplo. Imaginemos que el estudiante decide subastar un gancho para el cabello. Él
podría decir que ese gancho es muy valioso porque le pertenece a la reina de
Inglaterra quien lo usó el día de su boda y lo recibió de su madre. Además podría decir
que lo consiguió porque le salvo la vida a un nieto de la reina y ella se lo regaló como
agradecimiento; también podría hablar sobre los materiales del gancho, entre otras
características. Cuando llegue el momento cada estudiante pasa al frente, cuenta la
historia del objeto y lo subasta. Es importante mencionar que los estudiantes pueden
realmente comprar los objetos.
Esta actividad ha sido exitosa y eficiente, en primer lugar porque logra involucrar a los
estudiantes y comprometerlos. Para ellos es muy importante que al menos uno de sus
compañeros desee comprar su objeto, así que hacen su mejor esfuerzo por convencer
a la audiencia. Por otra parte, los estudiantes se interesan, compiten, sienten nervios,
emoción, satisfacción y otros sentimientos propios de una subasta real. Finalmente,
pero no menos importante, los estudiantes practican y encuentran útiles los verbos
que han memorizado, auxiliares, conectores, adjetivos y demás estructuras
aprendidas.