1. Aportación para el Folleto Bimensual, Colibrí Núm. 7
del Centro Cultural Nana Chela A.C.
Jun-Jul
2105
A Lenguas
“Hay que construir escuelas para cerrar cárceles”
Centro Cultural Nana Chela, A.C.
Si bien en la cotidianidad de nuestros días, hoy más que nunca resulta
difícil creer en la juventud. Una juventud dañada por agentes propios y externos, y
que parece estar en medio de una sociedad descompuesta en muchos sentidos;
social, educativa, laboral, cultural, de identidad, entre otras cosas. Sin embargo,
como reiteraba Galeano y caracterizó en muchos ocasiones, debe haber una
necesidad de creer en una utopía, pues él la justificaba que a raíz en que ésta se
persigue, más allá de vivir un mundo de ensueño, nos invita a avanzar.
A principios de éste año, tuve la gran oportunidad de retomar un antiguo proyecto
que nació por allá del dos mil trece, y que originalmente nació de la espontaneidad
pero con una grandísima visión desde entonces; “A Lenguas”, tal vez
próximamente debería de darla de alta como marca registrada. Un proyecto que
lejos de buscar ambición monetaria, se vinculaba y van de una forma paralela –
sin querer- con los principales objetivos del Centro Cultural Nana Chela.
Hoy más que nunca dirían los economistas, lo que se planteó resultaba
perfectamente rentable desde cualquier perspectiva. ¿quién no está interesado en
aprender lenguas extranjeras? Precisamente es ahí donde de una forma muy
especial se logró transmitir la esencia que me atrevería a decir, cumple
cabalmente con esa particularidad de la que tanto hablara el Profe. David Monay;
en forma de “Tequio”.
Ya con el tiempo comprobé que sin importar cuál sea el idioma, el método de
aprendizaje o la enseñanza de lenguas, irán implícitos elementos para construir y
llevar acabo una plenitud como persona que se puede llevar después a la
sociedad, algo así como diría una gran amiga locutora y productora, Farideh
2. Afiune pero que he modificado un poco “plenitud individual para llegar a la plenitud
mundial” sin importar edades, géneros, razas. En este despertar nace una
inquietud de concientizar, y yo no lo digo, lo afirman textos lingüísticos que en su
mayoría son anglosajones.
Sin querer caer en lo pragmático, transcribo lo que me encontré por ahí, “esencial
es al lenguaje para vivir el cambiar; el cambiar es constitutivo de su
funcionamiento.” (Nebot, 2003, p. 9) Por ello, si se aprovecha la adquisición de
una lengua adicional a la materna, también se puede aprovechar la ocasión para
una mejora en nuestra sociedad sin necesidad de querer asignarle una materia en
particular como lo solía hacer nuestro sistema educativo; Civismo, Educación
Cívica, etcétera. Eso desgasta y genera un deterioro que lejos de ser práctico , se
hace tedioso y se queda o si se ha tenido suerte, se ha memorizado.
Entonces, ¿a qué quería llegar? A que Nana Chela le apostó a la juventud
asesorada por jóvenes-viejos, y viejos-jóvenes. El curso que se ofreció de febrero-
marzo contaba con parámetros internacionales que hoy en día se identifican en el
Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, y así cumplir cabalmente
sus principios. No se necesitan de grandes reflectores, pues los más de veinte
estudiantes entre once y doce años junto con sus padres lograron dar fe y
legalidad de que realmente, como diríamos en términos educativos: obtuvieron un
aprendizaje significativo.
Ha sido una experiencia donde la satisfacción de congruencia me llena. Donde
uno se siente un profesionista comprometido con el cambio social. Y donde uno
que otro colega se ha interesado en colaborar con el Centro, la casa del barrio.
Retomo a Galeano en estas últimas palabras… Lo que hacemos “son cosas
chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, ni socializan
a los medios de producción y de cambio… pero quizá desencadenen la alegría de
hacer y la traduzcan en actos”.
3. Aportación para el Folleto Bimensual, Colibrí Núm. 7
del Centro Cultural Nana Chela A.C.
Jun-Jul
2105
Referencia
Nebot, F. (2003). Lengua Española para la historia de un concepto y un objeto (Vol. Cuadernos
de teatro). España: EDITUM.