1. TRABAJO: RELATO CORTO – FÁBULA
INSTRUCTOR: JOSÉ GUADALUPE
MEXICALI ROSE
Noviembre
2015
Escrito por Lenin Flores
Para una gran amiga del alma, la señorita
Castro, mujer que siempre creyó en mi.
La condena de las tortugas
Cuentan que hace algunos años cuando recién la historia de los animales
que conocemos hoy en día comenzaba, las tortugas se creían la novena maravilla
del mundo. La razón, muy simple, en sus genes se encontraba un poco de los
grandes reyes de la era prehispánica; los dinosaurios.
Sin embargo, las tortugas no siempre fueron como las conocemos ahorita, antes
eran tan ágiles que presumían a los felinos sus hazañas, con decir que ni los chitas
lograban alcanzarlas. Que ellas podían caminar mucho mejor en dos patas que los
propios monos, y que con sus enormes quijadas acompañadas de filosos colmillos
hacían dudar a los osos y leones sobre una mordedura.
Cuentan que en alguna ocasión una de ellas se encontró a un elefante.
- ¡Ey, tú! Te reto a mover esa roca. – dijo la tortuga. A lo que el elefante contestó
- No se trata de moverla ni querer comprobar si puedo o no. Debes entender que
a veces no todos tenemos las mismas virtudes. -
- ¡Lo sabía! El tamaño nunca importa , tú tan grande y … - siguió murmurando la
tortuga y se dispuso a mover aquella roca diez veces más pesada que su propio
peso.
2. 2 [Escriba texto]
En otra ocasión, una de ellas discutía con un ave que las tortugas no necesitaban
de alas; que esas nomás servían para jugar con el viento. Que ellas eran tan
perfectas que siempre se divertían y no era necesario algo así, pues podían saltar y
trepar de un lado a otro, de la cima de un pino a otro.
Hartos algunos animales de la soberbia de las tortugas, entre ellos: búhos, jirafas,
coyotes y muchos más, pensaron, y pensaron sobre qué no podían ser perfectas
las tortugas. Repentinamente, la liebre un poco atemorizada compartió – Las
tortugas son como sus antepasados, no viven para toda la eternidad. – Sin
embargo, no contaban con que un par de ellas escuchaban cuidadosamente, y tan
pronto lo oyeron, corrieron con sus amigas para hallar solución ante ese hecho
irrevocable.
Se dice que apresuradas llegaron con el Mono Sabio. Él les compartió que existía
un antiguo pozo al final del horizonte, y que quien la bebiera tendría vida eterna,
pero habría un sacrificio.
Sin tan siquiera pensarlo, todas las tortugas que se encontraban salieron
fugazmente con destino a aquel pozo. Malamente, nunca lo pensaron, ni tan
siquiera lo planearon. El horizonte no estaba nada cercas, y conforme se iban
acercando, una a una iban cayendo en el camino; sin comida ni agua, no mucho se
podía hacer, pues la renuncia no era una opción.
Finalmente, cuando por fin llegaron, efectivamente ahí estaba el pozo, pero sólo
dos tortugas habían llegado. Inmediatamente y sin remordimiento se echaron un
chapuzón.
3. TRABAJO: RELATO CORTO – FÁBULA
INSTRUCTOR: JOSÉ GUADALUPE
MEXICALI ROSE
Noviembre
2015
Escrito por Lenin Flores
Tristes regresaron, pero con el orgullo bien en alto. Lamentablemente, desde
entonces, todas las generaciones siguientes cargaron con el sacrificio que se
negaron a escuchar. Las tortugas de hoy en día pueden vivir más de ciento
cincuenta años, pero perdieron su agilidad, ahora caminan en cuatro patas y, sus
garras y colmillos son parte del pasado. En su pena, llevan un caparazón tan
pesado y grueso que les recordará a aquellas rocas que solían mover con los
dedos. Ya no son tan rápidas, ahora sólo le presumen su velocidad a las lombrices.
Y cuando quieren escuchar un par de historias, consultan al gran Tu'i Malila.