La ley andaluza establece la identificación temprana del alumnado con altas capacidades intelectuales, que presenta características diferenciales como su ritmo y profundidad de aprendizaje. Las familias deben ejercer su papel educativo fomentando una educación integral que respete a los demás y estimule las capacidades del alumno, mientras colaboran con el centro educativo y planifican el tiempo. Las actividades diseñadas para estos alumnos deben permitir diferentes niveles de dificultad y expresión, ser elegibles