El documento describe la forma tradicional de las ciudades chilenas como un diseño de damero o tablero de ajedrez heredado de los españoles, con calles rectas y cuadriculadas en torno a una plaza central. Aunque algunas ciudades modernas no pueden adoptar este diseño debido a sus características, aún se mantiene esta tradición urbana. El documento también menciona otras formas de asentamientos como ciudades lineales a lo largo de una calle principal o agrupaciones espontáneas alrededor de