3. Es una estructura que se ubica detrás del tronco encefálico y
debajo del lóbulo occipital de los hemisferios cerebrales. En
su parte externa, está formado por una sustancia gris y en la
interna por una sustancia blanca. Su función es dirigir la
actividad motora del individuo. Controla movimientos
musculares amplios (motricidad gruesa) como caminar, y
otros más específicos (motricidad fina) como poner la llave en
la cerradura o enhebrar una aguja. Es una estructura con
muchas circunvoluciones situada por detrás del cuatro
ventrículo y de la protuberancia y unido al tronco cerebral por
haces de fibras aferentes, que le llevan impulsos procedentes
de la médula, bulbo, puente y cerebro medio y anterior. A su
vez, de los núcleos del cerebelo nacen fibras eferentes para
cada una de estas regiones.
En el cerebelo la sustancia gris está en la corteza, mientras
que la blanca está en el centro. El cerebelo tiende a ser
grande y bien desarrollado en los animales capaces de
movimientos precisos y finos; y su extirpación produce pérdida
de la precisión y de la coordinación de los movimientos.
4. El cerebelo se asemeja morfológicamente a una
mariposa, con un cuerpo central alargado en sentido
posteroanterior y dos alas dispuestas lateralmente a él,
denominadas lóbulos cerebelosos: Las dos superficies
del cerebelos (superior cóncava e inferior convexa) son
bastante irregulares por la presencia de numerosos
surcos más o menos profundos y curvilíneos, con una
concavidad anterior y medial. La superficie cerebelosa, y
algunos núcleos situados en el interior, están
constituidos por sustancia gris (núcleo del techo, núcleo
dentado, etc.); la sustancia blanca ocupa la parte
restante y contiene numerosas fibras nerviosas,
aferentes y eferentes, que llegan o salen del cerebelo a
través de los pedúnculos cerebelosos superiores,
medios e inferiores. Además se encuentran un discreto
número de fibras nerviosas comisurales que ponen en
relación zonas del hemisferio del mismo significado
funcional y fibras nerviosas asociativas interpuestas
entre las láminas de sustancia delimitada por los surcos
cerebelosos.
5. De gran importancia son los núcleos dentados, inmersos
uno a cada lado en cada lóbulo y constituidos por una
estría de sustancia gris, flexuosa, que delimita
internamente una zona de sustancia blanca,
característicamente reconocible en sección transversal
del órgano y que recorre diferentes fibras nerviosas de
conexión entre el cerebro y el bulbo, entre el cerebelo y
el tálamo óptico, etc.
Desde el punto de vista histológico las corteza
cerebelosa presenta capa externa o molecular formada
por células de pequeñas dimensiones, con numerosas
prolongaciones; una capa interna o granular, o células
de distintas formas y dimensiones y por último, una capa
intermedia compuestas por células voluminosas (células
de Purkinje), provistas de numerosísimas
prolongaciones dendríticas, que alcanzan la capa
molecular, y prolongaciones neuríticas que, penetrando
en la capa alcanzan los núcleos de sustancias del
cerebelo. Están además presentes células de neuroglia
distribuidas en forma diferente.
6. • Se asocia a actividades motoras iniciadas en otras
partes del sistema nervioso.
• Contribuye al control de los movimientos voluntarios
proporcionándoles precisión y coordinación.
• Regula y coordina la contracción de los músculos
esqueléticos.
• Controla los impulsos necesarios para llevar a cabo
cada movimiento, apreciando la velocidad y
calculando el tiempo que se necesitará para alcanzar
un punto deseado. Así mismo, frena los movimientos
en el momento adecuado y necesario.
• Ayuda a predecir las posiciones futuras de las
extremidades.
• Es esencial para el mantenimiento de la postura y el
equilibrio por sus conexiones kinestésicas y
vestibulares.