Diagrama de los diferentes enfoques para resolver
el problema mente-cuerpo.
Problema mente-cuerpo
En filosofía del espíritu y ciencia cognitiva, el problema mente-cuerpo es el
problema de explicar la relación entre la mente (alma para algunos autores) y la
materia: cómo es que estados mentales o subjetivos (ej. sensaciones, creencias,
decisiones, recuerdos) explican a, interactúan con, o bien supervienen de las
sustancias y procesos del mundo de objetos estudiado por la ciencia.1 Se trata
por lo tanto de un problema ontológico; mientras que el problema de otras
mentes puede ser entendido como su homólogo epistémico.
El problema fue descrito por René Descartes en el siglo XVII, y por los
filósofos aristotélicos, en la filosofía de Avicena, y en las anteriores tradiciones
asiáticas.2
3
4 Una variedad de ontologías han sido propuestas; la mayoría de
ellas dualistas (como la cartesiana) o monistas. El dualismo sostiene una
distinción entre las esferas material y mental; pudiendo llegar a ser esta última
algo sobrenatural. El monismo sostiene que existe solo una realidad, sustancia o esencia unificadora en cuyos términos todo puede
ser explicado.
El problema mente-cuerpo está estrechamente ligado a la intencionalidad, la causalidad mental, el problema difícil de la consciencia,
el del libre albedrío, el de la significación de los símbolos, el de la identidad del individuo, el problema de otras mentes, etc.
La ausencia de un punto de interacción causal identificable entre la mente no-física y su extensión física ha demostrado ser
problemática para el dualismo de sustancias, y muchos filósofos de la mente contemporáneos piensan que la psique no es algo
separado del cuerpo.5
6 Las posturas no cartesianas y no idealistas también van ganando terreno en círculos científicos. A esto ha
ayudado el advenimiento de la sociobiología, la computación, la psicología evolutiva, la revolución cognitiva y las evidencias de la
neurociencia que ponen de manifiesto la dependencia de los fenómenos mentales en sustratos corporales.7 8
9
10
11 Aun así, se
considera que el problema mente-cuerpo sigue abierto y está lejos de ser sepultado. En efecto, filósofos de corte materialista como
David Chalmers y Colin McGinn advierten que algunas de las preguntas planteadas podrían ser inasequibles a la explicación
científica o de cualquier otro tipo. Otros como Daniel Dennett dan pronósticos más optimistas, sin dejar de reconocerlo en calidad
de problema.
Posturas
Interacción Mente-cuerpo y causalidad mental
Correlatos neurales
Neurobiología y neurofilosofía
La excitación y el contenido
Antecedentes históricos
Buda
Platón
Aristóteles
Tomás de Aquino
Descartes
Spinoza
Leibniz
Kant
Huxley
Whitehead
Popper
Searle
Véase también
Referencias
Bibliografía
Índice
Enlaces externos
De las dos categorías mencionadas anteriormente (monismo y dualismo) desprenden diversas variantes. Las tres principales formas
de monismo son:
Idealismo, que sostiene que la existencia del pensamiento toma precedencia y es coextensa al mundo "externo".
Desde esta perspectiva la verdadera sustancia es la idea; y los objetos están hechos de éstas (no
necesariamente como entes independientes, sino al nivel de los objetos mentales que el sujeto percibe). Un
idealismo más fuerte terminaría por decir que a lo cosificado en la mente de hecho no corresponde materia
alguna: el "mundo externo" en realidad sólo existe como apariencia o ilusión. Formulaciones aún más extremas
pueden comportar solipsismo, o maridarse con constructivismo para decir que la realidad no solo es ilusoria, sino
maleable al deseo. Prominentes exponentes de una u otra variedad de idealismo son Leibniz, Berkeley, Kant y
Hegel.
Materialismo (también "fisicalismo"). En oposición al idealismo, el materialismo sostiene que la subjetividad
consiste de objetos particulares u organizados de manera particular, o bien que se trata de un proceso o actividad
física (ya sea reducible o emergente). Algunas formulaciones extremas como el materialismo eliminativo en
principio niegan la existencia de la mente y de cualquier experiencia subjetiva. En las filosofías occidentales
existieron varios pensadores presocráticos que podrían denominarse materialistas, tales como Thales,
Anaxágoras, Epícuro, Demócrito y Leucipo. Lucrecio también defendió un materialismo; sin embargo la tradición
fue interrumpida durante la Edad Media. Posterior al Renacimiento encontramos materialistas como La Mettrie,
d'Holbach, Diderot, Locke, Feuerbach, Marx, Nietzsche, Quine, Davidson, Ullin Place, Fodor, Putnam, William
Hasker, Dennett, De Landa, Churchland, Churchland, Searle, etc. Varios filósofos materialistas como Daniel
Dennett y Jerry Fodor dan por supuesto que el materialismo y el naturalismo son lo mismo o que uno implica al
otro. Esta posición es disputada por el filósofo Steven Horst, quien sostiene que el naturalismo es la aceptación
de los métodos particulares de las ciencias, y no la aceptación de constreñimientos filosóficos a priori sobre cómo
las ciencias deberían operar o la ontología implícita que deberían aceptar.12 Neurobiólogos como Gerald
Edelman, Antonio Damasio y Rodolfo Llinás sostienen que los qualia o propiedades subjetivas existen y tienen
eficacia causal.13
14
15
16 En cambio, filósofos analíticos materialistas como Daniel Dennett sostienen que los
qualia no existen y son incompatibles con la ciencia.17
18
19
Monismo neutral o monismo de doble aspecto. Este argumento proveniente del filósofo neerlandés Baruch
Spinoza elimina el factor dual de este problema. Propone que todas las sustancias o realidades, incluyendo la de
tipo mental, física e incluso la divina —considerada por otros pensadores— conforman, de hecho, un único arjé
en el plano existencial. De esta forma, es factible la relación entre las supuestas "distintas sustancias" al ser parte
de la misma esencia. El monismo también fue también adoptado por filósofos como William James, Bertrand
Russell, Galen Strawson, David Chalmers, George Berkeley y David Hume.
Las dos principales formas de dualismo son:
Dualismo de propiedades —muy cercano al monismo neutral— que sostiene que cuando menos algunas
propiedades mentales (por ejemplo los qualia de la experiencia consciente) son propiedades irreducibles y, más
aún, fundamentales a la misma sustancia material; a la vez que distintas a las otras propiedades fundamentales
tradicionalmente estudiadas por la física (como masa y carga). Entre los dualistas de propiedades se encuentran
personajes como Thomas Huxley, Kripke, Jackson, Nagel y Chalmers; aunque varios de ellos también son
autoproclamados materialistas.
Dualismo de sustancias. Sostiene que el alma está formada por un tipo distinto de sustancia sobrenatural, de
ninguna manera sujeta a la materia y las leyes de la física. Esta categoría se pueden englobar a Descartes,
Geulincx, Malebranche, Victor Reppert, Plantinga, Swinburne, etc.
Según Noam Chomsky, los avances en física hacen que nuestra concepción de lo material vaya cambiando enormemente. Hoy día
los materialistas ya no hablan de partículas newtonianas en el vacío, sino de campos cuánticos, espacio-tiempo y energía del vacío;
y por lo tanto distinciones como materialismo vs monismo neutral vs dualismo de propiedades no están tan bien definidas como
muchos filósofos suponen. Así pues, cualquier propiedad puede ser considerada material, si la definición de materia es extendida
para incluir la propiedad en cuestión.20 Tal fue el caso de la naturalización de las fuerzas electromagnéticas durante el siglo XIX, y
más tarde de las fuerzas nucleares fuerte y débil.
Posturas
Los Correlatos Neuronales de la Consciencia
constituyen el conjunto más pequeño de eventos
neuronales y estructuras suficientes para una
percepción consciente dada o la memoria
explícita. Este caso se refiere a los potenciales de
acción sincronizada de las neuronas piramidales
neocorticales.26
No obstante, la clasificación mantiene su valía entre interlocutores de filosofía de la mente en la medida en que se considera que el
estado del arte científico es capaz, en principio, de explicar las propiedades mentales. Mientras que para Marvin Minsky y Daniel
Dennett la física actual debería ser suficiente; para un dualista de propiedades como Bertrand Russell, David Chalmers o Thomas
Nagel; la subjetividad o capacidad de sentir primero tendrá que ser subsumida como ingrediente básico o irreducible de la realidad;
al igual que sucedió con la carga eléctrica en su momento.21
Los filósofos David L. Robb y John H. Heil presentan la causalidad mental en términos del problema de interacción mente-cuerpo:
El neurofilósofo contemporáneo, Georg Northoff sugiere que la causalidad mental es compatible con la causalidad clásica, formal y
definitiva.22
El biólogo, neurocientífico teórico y filósofo, Walter J. Freeman, sugiere que explicar la interacción mente-cuerpo en términos de
"causalidad circular" es más relevante que la causalidad lineal.23
En neurociencia, se ha aprendido mucho acerca de las correlaciones entre la actividad cerebral y las experiencias subjetivas
conscientes. Muchos sugieren que en última instancia la neurociencia explicará la conciencia: "... la conciencia es un proceso
biológico que con el tiempo se explica en términos de vías de señalización moleculares utilizadas al interactuar poblaciones de
células nerviosas..."24 Sin embargo, este punto de vista ha sido criticado porque la conciencia tiene que ser demostrado aún que es
un proceso, y el "problema duro" de relacionar directamente la conciencia con la actividad cerebral sigue siendo difícil de lograr.
Una explicación posible del problema mente-cuerpo y el problema de consciencia es que ambos surgen como una ilusión causada
por la mente-mecanismo de reconocimiento que ha evolucionado para facilitar comportamientos sociales y morales. Hay una
ventaja evolutiva para percibir otros humanos de manera diferente que fragmentos de tejidos. Los cerebros humanos son duros-
alambrados para colocar humanos y carne en dos categorías separadas. Esto lo hace natural de pensar en plazos de mente-dualidad
de cuerpo mientras haciéndolo intelectualmente duro de aceptar identidad entre una mente y un tejido subyacente. La cuestión no es
que la mente afecta el cerebro sino cómo la estructura del cerebro afecta nuestra percepción.25
Los correlatos neurales de la conciencia "son los pequeños conjuntos de
mecanismos cerebrales y de eventos suficientes para alguna sensación
consciente específica, tan elemental como el color rojo o tan compleja como la
sensación sensual, misteriosa y primigenia evocada cuando se mira a la (a una)
escena de la selva..."27 Los neurocientíficos utilizan enfoques empíricos para
descubrir los correlatos neurales de los fenómenos subjetivos.28
Una ciencia de la conciencia debe explicar la relación exacta entre los estados
mentales subjetivos conscientes y los estados cerebrales formadas por
interacciones electroquímicas en el cuerpo, el llamado gran problema de la
consciencia.29 La neurofilosofía es el estudio interdisciplinario de la
neurociencia y la filosofía de la mente. En esta búsqueda, neurofilósofos como Patricia Churchland, Paul Churchland30 y Daniel
Dennett, se han enfocado principalmente en el cuerpo más que en la mente.31
32
33
34 En este contexto, los correlatos neuronales
pueden ser considerados como causales de la conciencia, donde la conciencia puede ser pensada como una propiedad no definida
que depende de este complejo, adaptativo y del sistema biológico altamente interconectado.35 Sin embargo, no se sabe si el
descubrimiento y caracterización de los correlatos neurales pueda finalmente llegar a proporcionar una teoría de la conciencia que
pueda explicar la experiencia en primera persona de estos "sistemas", y a determinar si otros sistemas de igual complejidad carecen
de tales características.
El paralelismo masivo de las redes neurales permite que las poblaciones de neuronas redundantes medien en percepciones iguales o
similares. No obstante, se supone que cada estado subjetivo tendrá que asociarse con correlatos neurales, lo cual puede ser
manipulado para inhibir o inducir artificialmente la experiencia de ese estado de conciencia del sujeto. La creciente capacidad de los
neurocientíficos para manipular neuronas usando métodos de la biología molecular en combinación con herramientas ópticas, se
Interacción Mente-cuerpo y causalidad mental
Correlatos neurales
Neurobiología y neurofilosofía
Las estructuras de la línea media en
el tronco cerebral y el tálamo
necesaria para regular el nivel de
excitación del cerebro. Las lesiones
pequeñas, bilaterales en muchos de
estos núcleos causan una pérdida
global de la conciencia.37
consiguió mediante el desarrollo de modelos orgánicos y comportamentales que son susceptibles de análisis genómico a gran escala
y de manipulación.36 Análisis no humanos como éste, en combinación con imágenes del cerebro humano, han contribuido a un
marco teórico sólido y cada vez más predictivo.
Hay dos dimensiones comunes pero diferenciadas del término conciencia; una implica la
excitación y estados de conciencia y la otra implica contenidos de conciencia y estados
conscientes.38 Para ser consciente de algo, el cerebro debe estar en un estado elevado de
excitación (a veces llamado de vigilancia), ya sea despierto o en sueño REM o MOR, y
experimentando sueños vívidamente. El nivel de excitación del cerebro fluctúa en un ritmo
circadiano pero estos ciclos naturales puede estar influenciados por carencia de sueño,
alcohol y otras drogas, esfuerzo físico, etc. La excitación puede ser medida en el
comportamiento por la amplitud de la señal necesaria para provocar una reacción dada (por
ejemplo, el nivel de sonido que causa que un sujeto gire y mire hacia la fuente). Estados de
excitación elevados suponen estados de conciencia que cuentan para el contenido
perceptual específico, la planificación y el recuerdo o aun la fantasía. Los médicos utilizan
sistemas de puntuación tales como la Escala de Glasgow para el Coma para evaluar el nivel
de excitación en pacientes con estados deteriorados de conciencia como el estado comatoso,
el estado vegetativo persistente, y el estado de conciencia mínima. Aquí "estado" se refiere a
cantidades diferentes de conciencia física externalizada: van desde un ausencia total en el
coma, en un estado vegetativo persistente y en la anestesia general hasta un fluctuante
estado de conciencia mínimo, tales como el sonambulismo y el ataque epiléptico.39
Muchos núcleos con distintas rúbricas químicas en el tálamo, mesencéfalo y protuberancia deben funcionar para que un sujeto esté
en un estado de suficiente excitación del cerebro para no experimentar nada en absoluto. Por tanto, estos núcleos pertenecen a los
factores favorables para la conciencia. A la inversa, es probable que el contenido específico de cualquier sensación consciente
particular esté mediada por neuronas particulares del córtex y de sus estructuras satélites asociadas, incluidas la amígdala, el tálamo,
el claustrum y los ganglios basales.
La influencia del problema mente-cuerpo es patente incluso en áreas como la sociología y la economía. El materialismo histórico de
Karl Marx sostuvo que la conciencia era engendrada por la contingencias materiales de su entorno.40 Un rechazo explícito de la
dicotomía es encontrada en el estructuralismo francés, y es una posición que generalmente caracterizó a la filosofía francesa de la
posguerra.
Lo que sigue es un breve recuento de algunas contribuciones al problema mente-cuerpo.
Buda (480-400 B.C.E), fundador del budismo, no hizo una distinción entre la mente y el cuerpo y enseñó que el mundo se
compone de la mente y la materia que trabajan juntos, de manera interdependiente.41 Su doctrina original Pratītyasamutpāda hace
hincapié en que todas las cosas fenomenales, ya sean físicos o mentales, dependen de las condiciones no permanentes que están en
un constante estado de flujo.42
43 Buda rechazó tanto la visión materialista, y la vista idealista que definió como vistas de la
ignorancia.44
45 De acuerdo con el Buda, la realidad misma es sólo lo que es, y todas las ideas acerca de la naturaleza de la
realidad que están mal, ya que la idea es solamente un atributo y / u otra forma de aspecto condicional surgido, dependiente de la
totalidad.46 En última instancia, la filosofía de Buda es que la mente y las formas están surgiendo condicionalmente cualidades de
un universo en constante cambio en el que, cuando se alcanza el nirvāṇa, toda experiencia fenoménica deja de existir.47
Según el anattā la doctrina de Buda, el auto conceptualismo es una manera de construcción mental de una persona física y es
básicamente una ilusión permanente, sostenida por la forma, la sensación, la percepción, el pensamiento y la conciencia.48 Buda
sostuvo que mentalmente se aferran a cualquier opinión que dará lugar a la ilusión y el estrés, ya que, de acuerdo con Buda, un ser
real (auto conceptual, siendo la base de puntos de vista y las opiniones) no se puede encontrar cuando la mente tiene la claridad.49
La excitación y el contenido
Antecedentes históricos
Buda
Platón
Platón (429-347 a. C.) sostenía que, así como el cuerpo es del mundo material, el alma es del mundo de las ideas y por lo tanto es
inmortal. Aseguraba que el alma estaba temporalmente unida con el cuerpo y sólo se separaría con la muerte, cuando retornaría al
mundo de las Formas. Puesto que el alma no existe en el tiempo y en el espacio, como el cuerpo sí lo está, puede acceder a
verdades universales.
Para Platón las ideas (o formas) son la verdadera realidad y son experimentadas por el alma. El cuerpo para Platón está vacío ya que
no puede acceder a la realidad abstracta del mundo; puede sólo experimentar sombras. Esto determina la epistemología
esencialmente racionalista de Platón.
Para Aristóteles (384-322 a. C.) la mente es una facultad del alma. Según su hilemorfismo, Aristóteles vio la relación entre alma y
cuerpo como sencilla, en la misma manera que es sencillo que la forma cúbica es una propiedad de un bloque de edificio de juguete.
Aristóteles dice que un alma está relacionada con su cuerpo como forma de la materia50 y compara el alma y el cuerpo con la
forma de la cera en un sello.51 El alma es una propiedad exhibida por el cuerpo, una entre muchas. Además, Él define un alma
como aquello que da vida a un ser52 y propuso que cuándo el cuerpo perece, también lo hace el alma, así como también la forma
de un bloque de edificio desaparece con la destrucción del bloque.53 No obstante, sí sostiene que hay una parte del alma que
sobrevive a la muerte, el intelecto.54
Como Aristóteles, Tomás de Aquino (1225-1274) creía que la mente y el cuerpo son uno, como el sello y la cera, y por lo tanto no
tiene sentido preguntar si son uno. Sin embargo, (refiriéndose a la "mente" como "el alma") afirmó que el alma persiste después de
la muerte del cuerpo a pesar de su unidad, llamando al alma "esta cosa en particular" y no que sea una sustancia completa en una
naturaleza. Dado que su punto de vista era principalmente teológico más que filosófico, es imposible encajar perfectamente dentro
de la categoría de fisicalista o dualista.55
René Descartes (1596-1650) creía que la mente ejercía control sobre el cerebro a través de la glándula pineal:
La relación que postuló entre el cuerpo y la mente es llamada dualismo cartesiano o dualismo de sustancias. Sostuvo que la mente
era distinta de la materia, pero podría influir en la materia. Cómo una tal interacción podría ser ejercida, sigue siendo un tema
polémico.
Spinoza (1632-1677) sostiene un monismo en su Ética en el que cuerpo y alma son la misma cosa expresada de maneras distintas:
el objeto y su definición (E, II, p13, dem.). De este modo, se puede reconocer que el orden de las acciones y pasiones del cuerpo es
el mismo de las acciones y pasiones del alma (E, III, p2, esc.).
La solución Leibniz (1646-1716) al problema está en su formulación general de las mónadas, programadas por Dios desde el
principio de la creación para que permanezcan sincronizadas en armonía con la materia, produciendo una ilusión de influencia
real.56
Para Kant (1724- 1804) más allá de la mente y la materia, existe un mundo de formas a priori, algunas de las cuales, espacio y
tiempo, siendo ejemplos, están pre-programadas en el cerebro.
Kant considera la interacción mente-cuerpo como una interacción de fuerzas que pueden ser de diferente tipo para la mente y para
el cuerpo.57
Aristóteles
Tomás de Aquino
Descartes
Spinoza
Leibniz
Kant
Huxley
Para Huxley (1825-1895) era un subproducto del cerebro, el que no tiene influencia ninguna influencia sobre el cerebro, el llamado
epifenómeno.
Alfred North Whitehead ha defendido una forma sofisticada de pampsiquismo que ha sido llamado por David Ray Griffin
"panexperientialismo".58
Para Popper (1902-1994) hay tres aspectos del problema mente-cuerpo: los mundos de la mente, la materia y las creaciones de la
mente, como las matemáticas. Desde su perspectiva, las creaciones del tercer mundo de la mente podrían ser interpretadas por la
mente del segundo mundo y las cuales se usan para afectar el primer mundo de la materia. Un ejemplo podría ser la radio, un
ejemplo de la interpretación del tercer mundo (la teoría electromagnética de Maxwell) por la mente del segundo mundo para sugerir
modificaciones del primer mundo externo.
Sobre esta doctrina, Bunge advierte una falta de definición de sus conceptos claves, en particular: a) qué clase de objetos son los
"mundos", si conjuntos, colecciones, agregados o sistemas, b) qué es un estado mental, y c) de qué mecanismo de la interacción
mente-cuerpo podría tratarse.59
Para Searle (1932-) el problema mente-cuerpo es una falsa dicotomía; esto es, la mente es un aspecto perfectamente ordinario del
cerebro. En cierto sentido esta es también la perspectiva de Aristóteles, bosquejada más atrás.
John Searle
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Véase también
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Bibliografía
Enlaces externos
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