La Ciudad de México sufre de altos niveles de contaminación del aire debido a las emisiones de gases de los automóviles. Estos gases, como el monóxido de carbono y el ozono, se acumulan en la atmósfera sobre la ciudad y ponen en riesgo la salud de los residentes. Se necesitan soluciones como reducir el uso de automóviles y encontrar formas alternativas de transporte para mejorar la calidad del aire.
Niebla de todo el año: contaminación en la Ciudad de México
1. Santiago Valverde López 3º ESO. Colegio Madrid, Ciudad de México
Niebla de todo el año
Actualmente la concentración de smog y los decretos de contingencia ambiental por la mala
calidad del aire, han representado un gran problema en la Ciudad de México, ya que altera las
actividades cotidianas de la población por el riesgo a la salud que significa. Este fenómeno es
maximizado en gran medida por las condiciones geográficas y meteorológicas que caracterizan a
esta ciudad, sin embargo el problema se origina en las emisiones de específicos gases tóxicos
que son principalmente creadas en la combustión de los automóviles. Estos contaminantes son
en su mayoría óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono e hidrocarburos, los cuales son los
desechos de un combustible, la gasolina, convirtiéndose extremadamente nocivos para el
ambiente. Estos gases se van a acumular en cielo que cubre la Ciudad de México, ya que en ésta
el flujo de coches es desorbitante y se producen en grandes cantidades, porque la ciudad se
encuentra en una cuenca, lo cual obstaculiza la entrada de aire para despejar el smog y por
último, por la diversidad climática que tiene la capital en un día, ya que se forma una inversión
térmica con la capa de aire frío en la superficie que generó la noche y por una capa de aire tibio
arriba de ésta que se va formando en la mañana, manteniendo el smog abajo.
Esta densidad de gases tóxicos en el aire que respiramos, pone en un gran riesgo nuestra salud.
Entre ellos el más peligroso para el ser humano es el monóxido de carbono, ya que se une
fácilmente con el hierro de la hemoglobina, que es la proteína de los glóbulos rojos encargada
2. de absorber el oxígeno de los alveolos pulmonres y transportarlo por la sangre. Al momento en
que nosotros aspiramos este gas entorpece la entrada de oxígeno, la respiración y crecimiento
celular. Reduce un 60% la capacidad de oxigenación, provocando mareos, estados de
inconciencia, dolores de cabeza y en ocasiones severas la muerte.
Otro elemento muy importante en la formación de smog, la contaminación de aire y por lo tanto
en el riego a la salud, es el ozono, una sustancia sumamente reactiva y tóxica que no se emite
directamente, en cambio se crea secundariamente con reacciones fotoquímicas entre los
emisores orgánicos mencionados anteriormente.
Éste se forma mediante una reacción que ocurre en la interacción de los óxidos de nitrógeno y la
energía solar. Los rayos del sol son mucho más radiantes en estas épocas del año de la Ciudad
de México, estos llegan a la capa de smog y rompen las moléculas de óxido de nitrógeno al
chocar, liberando átomos de oxígeno de su composición química al ambiente, los cuales
terminaran formando enlaces entre si construyendo moléculas de hasta tres átomos de oxígeno,
lo que es el ozono.
Por como se construye la estructura electrónica de esta sustancia, el ozono termina siendo muy
reactivo, lo cual causara perturbaciones en nuestro organismo, como irritación en los ojos y
deficiencia pulmonar.
Durante el mes de mayo del presente año, la ciudad en la que vivo, el aire que respiro y el cielo
que veo, han estado grises y con niveles muy altos de contaminación, tal como lo pueden ver en
mi fotografia.
De 137 días que han transcurrido en el año 2017 en la capital mexicana, sólo nueve han sido
limpios. Lo datos varían, hay quienes mencionan como 1,200 el número de muertes al año que
pueden ser atribuidas a los problemas ambientales y climáticos que hemos causado y el
Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias habla de 10 000.
Se necesita comenzar a ejecutar una solución, basta con que la gente reduzca el uso de sus
automóviles, que aparte por un momento sus intereses y sus preocupaciones y piense hacia
fuera de su individualismo. Los coches representan el 61% de las emisiones de gases precursores
al ozono, necesitamos buscar nuevas maneras de transportarnos, quitar de nuestra primera
opción la facilidad de meternos a nuestro coche.
Las soluciones no son complicadas y las tenemos al alcance, sólo hay que estirar un poco más la
mano por tu verdadero hogar, tu verdadera preocupación.
Fuentes:
- Periódicos “La Razón” y “24 Horas” (Noticia del viernes 19 de mayo de 2017)
- Brown, LeMay, Bursten, Química, la ciencia central. Pearson, México, 2004, p.1152.