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Formación Ética
Formación Ética y Ciudadana
Capítulo 1
El poder y la política. Conflictos. Sociedad
civil.
1.1 Poder
El término poder, como sinónimo de fuerza, capacidad,
político o dominio(según la RAE), puede referirse a:
1.1.1 Institucionales básicos
• Lo político:
• poder legislativo;
• poder ejecutivo;
• poder judicial.
1.1.2 Extensiones a nivel de los análisis
• Cuarto poder, el de los medios de comunicación;
• Quinto poder, el que se encuentra en las empresas
públicas y en su capacidad de intervención económi-
ca (según unos), y (según otros) Internet y las redes
de redes como superadora de los medios de comu-
nicación;
• Sexto poder, en España, el poder territorial o el
ejercicio del poder por parte de las comunidades au-
tónomas;
1.1.3 Otros casos
• Poder fáctico, el que se ejerce fuera de los cauces
formales; habitualmente usado en plural: en Espa-
ña, los poderes fácticos durante el franquismo y la
transición eran la Iglesia, la Armada, el Ejército y la
Banca (o los capitalistas);
• poder económico;
• poder duro (hard power), en las relaciones in-
ternacionales, la fuerza militar;
• poder blando (soft power), en las relacio-
nes internacionales, la influencia económica e
ideológica;
• poder inteligente (smart power), combina soft
power y hard power.
• Poder temporal.
• Poder civil o autoridad civil (no debe confundirse
con gobierno civil).
• Poderes universales.
• Powers that be.
• Poder notarial, documento público autorizado por
un notario por el que se designa representante;
• Poder subjetivo
• Server de Minecraft
• Gomi I y todas sus sucesoras
• Hashtags de Ángel
• El número 27
1.1.4 Conceptos asociados
• Poder adquisitivo.
• Relaciones sociales de poder.
1.1.5 Filosofía
• Conceptos de Michel Foucault:
• poder disciplinario;
• poder pastoral.
• Biopoder.
• Poder popular, un concepto del marxismo.
2
1.2. POLÍTICA 3
1.1.6 Física y química
• Poder calorífico.
• Poder reductor.
• Potencia (física).
• Potencia eléctrica.
1.1.7 Arte y cultura
• Superpoder, habilidad sobrehumana típica de los
superhéroes.
• Poder absoluto, película de Clint Eastwood.
• Power to the People, canción de John Lennon.
1.1.8 Música
• Poder, álbum de Zona Ganjah.
1.1.9 Véase también
• Contrapoder
• Poder Popular (desambiguación)
• Poder militar (desambiguación)
• Poder religioso (desambiguación)
• Pouvoir
• Power
• Wikcionario tiene definiciones y otra informa-
ción sobre poder.Wikcionario
• Wikiquote alberga frases célebres de o sobre
Poder. Wikiquote
1.2 Política
La política (del latín politicus y ésta del griego antiguo
πολιτικός 'civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o
los asuntos del ciudadano') es una rama de la moral que
se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad
libre, compuesta por personas libres, resuelve los proble-
mas que le plantea su convivencia colectiva. Es un queha-
cer ordenado al bien común.
Es la ciencia que se encarga del estudio del poder público
o del Estado. Algunos autores presentan al uso legítimo
de la fuerza como la característica principal de la políti-
ca. Siguiendo con esta definición la política es el ejercicio
del poder que busca un fin trascendente. Ésta promue-
ve la participación ciudadana ya que posee la capacidad
de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para
promover el bien común.
1.2.1 Concepciones históricas de la política
Definiciones clásicas apuntan a definir política como el
“ejercicio del poder” en relación a un conflicto de in-
tereses. Son famosas las definiciones fatalistas de Carl
Schmitt de la política como juego o dialéctica amigo-
enemigo, que tiene en la guerra su máxima expresión, o
de Maurice Duverger, como lucha o combate de indivi-
duos y grupos para conquistar el poder que los vencedores
usarían en su provecho. También está Max Weber, que
define la política estrictamente en función del poder.
Una perspectiva opuesta contempla la política un senti-
do ético, como una disposición a obrar en una sociedad
utilizando el poder público organizado para lograr obje-
tivos provechosos para el grupo. Así las definiciones pos-
teriores del término han diferenciado poder como forma
de acuerdo y decisión colectiva, de fuerza como uso de
medidas coercitivas o la amenaza de su uso.
Una definición intermedia, que abarque a las otras dos,
debe incorporar ambos momentos: medio y fin, violencia
e interés general o bien común. Podría ser entendida co-
mo la actividad de quienes procuran obtener el poder, re-
tenerlo o ejercitarlo con vistas a un fin que se vincula al
bien o con el interés de la generalidad o pueblo.[1]
Gramsci concebía la ciencia de la política tanto en su
contenido concreto como en su formación lógica, como
un organismo en desarrollo. Al comparar a Maquiavelo
con Bodin afirma que éste crea la ciencia política en
Francia en un terreno mucho más avanzado y complejo
que Maquiavelo y que a Bodin no le interesa el momen-
to de la fuerza, sino el del consenso. En la misma pági-
na Gramsci opina que el primer elemento, el pilar de la
política, “es el que existen realmente gobernados y go-
bernantes, dirigentes y dirigidos. Toda la ciencia y el arte
político se basa en este hecho primordial, irreductible (en
ciertas condiciones generales)"[2]
El ejercicio de la política permite gestionar los activos del
estado nacional, también resuelve conflictos dentro de las
sociedades adscritas a un estado específico lo que permite
la coherencia social, las normas y leyes que determine la
actividad política se vuelven obligatorias para todos los
integrantes del estado nacional de donde proceden tales
disposiciones
Es importante señalar que Frank Goodnow, hace una
especial acentuación sobre la función de la política que
corresponde a la voluntad del Estado. Esta se comple-
menta en su ejecución a través del gobierno. Cabe señalar
que la política solo es funcional, cuando permite poner
reglas entre los gobernantes y los gobernados, los cuales
son doblegados a la voluntad de las acciones que se desean
4 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
orientar con el propósito de alcanzar un determinado fin.
1.2.2 Objeto de Estudio de la Política
Según Max Weber, Raymond Aron, George Vedel y
Maurice Duverger, el objeto de estudio de la política es
el “poder”.[3]
Política Dogmática
Política dogmática es concebir el proceso político como
mantenimiento de una estrategia considerada ortodoxa,
identificada con la “verdad”, es decir, que no tiene criterio
de discusión.[4]
Política Funcional
Conjunto de lineamientos discrecionales que aplican a un
proceso, subproceso o unidad para facilitar la toma de de-
cisiones congruentes con lo que los líderes de los procesos
y unidades requieren para gestionar las actividades. Una
política funcional admite discreción.
1.2.3 Sistemas políticos
• Anarquía
• Autocracia
• Comunismo
• Conservadurismo
• Cleptocracia
• Dictadura
• Demarquía
• Democracia directa
• Democracia participativa
• Democracia
• Fascismo
• Progresismo
• Socialdemocracia
• Liberalismo
• Monarquía absoluta
• Monarquía parlamentaria
• Noocracia
• Plutocracia
• República
• Socialismo
• Teocracia
• Tecnocracia
Capitalismo
Capitalismo es un sistema socio-económico surgido de
las condiciones históricas posteriores al hundimiento del
modo de producción feudal. Durante el siglo XIX y XX,
el capitalismo se configuró como una ideología política y
los partidarios de este sistema socioeconómico sintetiza-
ron y racionalizaron una ideología política justificatoria
de este sistema a partir de los principios más refinados
sobre los derechos de propiedad privada. Así pues exis-
ten actualmente dos grandes vertientes del capitalismo:
aquellos que creen en religiones y entidades con autori-
dad moral sobre el cuerpo humano —conservadores— de
aquella más acabada y actual que cree en la propiedad de
uno mismo y el principio de no agresión —liberales—.[5]
Cada persona poseerá legítimamente cualquier recurso,
que no tuviera dueño anteriormente, del que se apropie
o que provenga del resultado de su trabajo. El sistema
de títulos de propiedad está relacionado también con este
punto. Este sistema establece el derecho de cada persona
a su propia persona, el derecho a donar, dar en herencia
(y en consecuencia a heredar) y el derecho al libre inter-
cambio de bienes sobre los que tenga legítima propiedad.
Por eso es frecuente, que el capitalismo se identifique con
el “libre mercado”. En este punto friccionan el capitalis-
mo y las demás ideologías, porque mientras que para un
socialista, por ejemplo, lo justo sería que una herramienta
pueda ser usado por todos, y que por tanto la propiedad de
una herramienta es de todos, para el capitalista lo injusto
es que alguien pretenda hacer uso de esa herramienta sin
su consentimiento.
1.2.4 Teorías e ideologías políticas en el es-
pectro político
Todas las ideologías políticas se agrupan en torno a dos
dimensiones que son la económica y la social. La dimen-
sión económica está integrada por dos ideologías opues-
tas, izquierda-derecha, que forman una línea horizontal y
la dimensión social está integrada por otras dos ideologías
opuestas, autoritarismo-libertarismo,[5][6][7]
que forman
una línea vertical. Juntas estas dos dimensiones integran
un mapa ideológico en el cual podemos encontrar cuatro
grandes sistemas como el totalitarismo, conservadurismo,
socialismo y el liberalismo, y el punto en donde se cruzan
las dos líneas se considera como el centro político.[6][7]
Totalitarismo
Se conoce como totalitarismos a las ideologías, los
movimientos y los regímenes políticos donde la libertad
1.2. POLÍTICA 5
Esquema bidimensional que muestra las ideologías principales
dentro del espectro político. En rojo el totalitarismo o estatismo,
en azul el capitalismo antiguo o conservadurismo tradicionalista,
en amarillo el totalismo o socialismo, en verde el liberalismo o
capitalismo después de las revoluciones burguesas. El eje verti-
cal corresponde al eje moral (autoritarismo-libertarismo) y el eje
horizontal al eje económico (izquierda-derecha).
está seriamente restringida y el Estado ejerce todo el
poder sin divisiones ni restricciones.
Conservadurismo
Se denomina conservadurismo al conjunto de doctrinas,
corrientes, opiniones y posicionamientos, generalmente
de centro-derecha y derecha, que favorecen tradiciones[8]
y que son adversos a los cambios políticos, sociales o eco-
nómicos radicales, oponiéndose al progresismo. En un es-
tado conservador, los ciudadanos están sujetos a la auto-
ridad estatal, principalmente en los aspectos sociales de
su vida, pero suele haber una gran libertad en el aspec-
to económico coexistiendo con una gran competitividad
individual y empresarial.[5][6][7]
Socialismo
En el espectro de cuadrantes es una ideología ubicada en-
tre el libertarismo y la ideología izquierdista. El socialis-
mo cree que la sociedad debe organizarse a lo largo de las
líneas sociales en beneficio de todos, en lugar de para lo
que se percibe como el beneficio de unos pocos. Sus prin-
cipales ideas son la oposición al capitalismo, y una creen-
cia en la igualdad, tanto política como económica.[5][6][7]
Liberalismo
Es una ideología encasillada entre el libertarismo y la
ideología derechista. El liberalismo considera a la liber-
tad individual como el más alto valor social y económico.
El liberalismo propugna el derecho a disentir de la orto-
doxia. La descripción anterior aúna los aspectos sociales
del liberalismo de los Estados Unidos con los aspectos
económicos del liberalismo europeo.
Para Sandeep Jaitly existen dos grandes variantes: la
escuela austríaca, donde los objetos no tienen un valor
intrínseco de por sí sino que lo tienen porque estos satis-
facen los fines humanos, y el objetivismo, donde se suele
argumentar lo contrario, es decir, sostiene que el valor es
intrínseco al bien.[9]
Así mismo, Jaitly advierte que hay
autoproclamados liberalistas en Estados Unidos que con-
funden las dos variantes.[9]
Para los partidarios de la ideología objetivista liberal, el
orden social capitalista descansa sobre la noción de que
cada ser humano es dueño de sí mismo y que, en conse-
cuencia, tiene total soberanía sobre su cuerpo. Para los
que aceptan esta idea sin reservas, entonces nadie puede
invadir, agredir o intervenir de manera legítima el cuer-
po de otra persona. Esto ha suscitado enconados deba-
tes entre partidarios del capitalismo, conservadores y li-
berales, en cuestiones como el aborto, la eutanasia o el
matrimonio entre personas del mismo sexo. Por ejemplo,
Ayn Rand, partidaria del objetivismo, rechazaba las le-
yes referentes a las uniones entre homosexuales, pero no
porque creyese que los homosexuales no tienen derecho
a establecer parejas, sino porque no creía que el estado
-ni nadie excepto los propios individuos- tuviera la legiti-
midad de decidir u homologar como deban establecerse
las relaciones entre personas.[10]
Incluso, algunos defen-
sores capitalistas extremos rechazan frontalmente la de-
mocracia como sistema, pues dicen que atentan contra las
minorías.[cita requerida]
Mientras los socialdemócratas aceptan la idea de la recau-
dación por medio de impuestos para ser gestionado públi-
camente las ideologías ultraliberales abogan por impues-
tos unipersonales hiperreducidos o se oponen ferozmente
al cobro de impuestos (calificándolo de “robo”) o impo-
sición de normas morales sobre otros considerando dicha
imposición contraria al principio de no agresión que de-
fienden. Sin embargo, en la práctica ninguna organización
o partido político de amplia implantación ha sugerido la
supresión total de los impuestos.
En el estatus de negación a la acción política de un Esta-
do sobre los individuos, hace que un liberal muchas ve-
ces sea definido en ocasiones como “conservador”, puesto
que un estatista ve a los capitalistas en general como “de-
fensores de las normas tradicionales”. Sin embargo, esto
no es cierto en todo los casos, ya que muchos liberales
no defienden que la tradición se mantenga, sino que se
respete que las personas son libres de elegir su camino
y que por tanto no deben introducirse normas artificiales
destinadas a “inculcar” en la sociedad lo que el planifi-
cador económico, en la mayoría de los casos un gobierno
democráticamente elegido, considere 'correcto'. También
debería distinguirse entre la ideología capitalista liberal,
el corporativismo empresarial y el capitalismo de estado
(modelo conservador).[11][12][13]
• Esquema bidimensional que muestra la subdivisión
de las ideologías principales dentro del espectro po-
lítico.
6 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
• Esquema bidimensional que muestra la colocación
de distintos personajes históricos dentro del espectro
político.
1.2.5 Otras clasificaciones de las ideologías
políticas
Se consideran otras dimensiones aparte de las dos típi-
cas, en función de si se busca el perfeccionamiento de la
humanidad o de solo una cultura, nación, sociedad o in-
dividuo, si una ideología es progresista o conservadora,
individualista o totalista, si hay aceptación o rechazo de
la propiedad privada,[14]
o en función de si su cultura está
influenciada por otras. [15][16][17]
Otra clasificación de las ideologías políticas.[14]
Sobre las interacciones culturales e históricas
Progresistas Son aquellas ideologías que proponen
un finalismo histórico racionalista o positivista ba-
sado solo en el perfeccionamiento de la humanidad
(antropocentrismo) que va más allá de las decisiones in-
dividuales o colectivas. Ven a la historia como un ca-
mino de realización y perfeccionamiento. Las ideologías
económicas de derecha creen que ya se ha llegado a tal
perfeccionamiento después del movimiento ilustrado y
de la revolución francesa, mientras que las ideologías
económicas de izquierda que surgieron después de la
revolución industrial consideran que esta sociedad es
injusta y que la plena realización humana sólo se dará
cuando sea superada.[14]
Al contrario de las ideologías románticas, que no suelen
identificarse con el statu quo, las ideologías evolucionistas
se identifican con posturas progresistas o reformistas.[14]
Románticas Son las ideologías que por el contrario
de las ideologías racionales proponen un finalismo histó-
rico romántico basado en los ideales individuales o co-
lectivos. No ven a la historia como un camino de rea-
lización y perfeccionamiento.[14]
Algunas ideologías co-
mo el libertarismo carecen de un finalismo histórico con-
creto y niegan todo determinismo histórico que restrinja
o atente en contra de la libertad individual. Las ideolo-
gías autoritarias ven como el sujeto de la historia a la na-
ción, a la cultura o a la ley del más fuerte (egocentrismo,
teocentrismo, etnocentrismo o estatocentrismo). Este do-
minio no tiene una fundamentación racional sino vital y
emocional.[14]
A diferencia de las ideologías dentro del
espectro progresista que adoptan cambios parciales y gra-
duales propios de posturas reformistas, las ideologías ro-
mánticas se asocian más a cambios totales propios de pos-
turas revolucionarias, reaccionarias y militaristas.[14]
Aculturación política Los renacimientos son otro ti-
po de ideologías dinámicas de un marco histórico mucho
más amplio que puede adoptar tintes progresistas o ro-
mánticos ya sea con el fin de mejorar la humanidad o con
el fin de cumplir los ideales individuales y colectivos de
una cultura o una nación tomando como marco de refe-
rencia sociedades, civilizaciones o culturas afines preexis-
tentes más antiguas. Por lo tanto se diferencia del refor-
mismo y las revoluciones, en la que estos solo se basan en
cambios que dan soluciones a problemáticas generadas
dentro del mismo curso de su historia, mientras que un
renacimiento toma de referencia para la solución de sus
problemas la forma de proceder de otras culturas muer-
tas más antiguas.[16]
En otras palabras el renacimiento es
la adopción de una solución ya establecida en otra cul-
tura, mientras que el reformismo y las revoluciones son
producto del dinamismo interno y de adaptación al me-
dio dando nuevas soluciones inventadas dentro del curso
de la historia de la misma cultura. Ejemplo de un rena-
centismo reciente es el Partido Nacionalsocialista Obrero
Alemán, ya que este mezcló la ideología del partido con
aspectos de la cosmogonía germánica precristiana.
El herodianismo, kemalismo o aculturación política es
un especie de cambio por imitación que se diferencia del
renacimiento en que la solución a problemáticas se to-
man no de otra cultura antigua sino de una cultura do-
minante, competidora o paralela en la escala temporal,
es decir, adoptan soluciones prestadas tanto en la dimen-
sión social como económica, mientras tanto el reformis-
1.2. POLÍTICA 7
mo solo suele tomar cambios prestados de la dimensión
económica pero guardan características en la dimensión
social ajustándola al nuevo contexto con tintes propios.
Ejemplos de herodianismo en épocas recientes se po-
drían citar al Movimiento Nacional Turco de Mustafa
Kemal Atatürk durante los años treintas, y al movimien-
to neoliberal en Latinoamérica entre las décadas de los
ochentas y noventas.[15][17]
El proceso de aculturación política no es un proceso ex-
clusivo de las culturas dominadas, sino también un proce-
so que suele afectar a la cultura dominante en su afán de
abarcar todas las culturas (universalismo y globalización),
como actualmente es el caso de occidente mediante unos
procesos denominados multiculturalismo y relativismo
cultural.[15][17]
Rechazo a ultranza El zelotismo está en contrapo-
sición al herodianismo,[15]
en la escala de dominancia, y
el renacentismo, en la escala temporal, es una ideología
que rechaza el proceso de aculturación política toman-
do una posición normalmente de índole ultra conservador
o etnocentrista aceptando solo los parámetros sociales y
económicos de su cultura actual. El antagonismo entre
herodianismo y zelotismo es análogo al antagonismo en-
tre progresismo y conservadurismo, pero difieren debido
a que el plano de antagonismo entre las primeras es en
relación a las interacciones con otras culturas, mientras
que el antagonismo de las segundas es en relación a inter-
acciones dentro de una misma cultura.
Los primitivistas rechazan desde sociedades agrarias
hasta las sociedades más modernas (industriales) argu-
mentando que la mejor sociedad es aquella donde el
hombre se encuentra en su estado más natural (caza-
recolección). Califican a la civilización y sus derivados
como formas de imposición. Aunque los ideólogos prin-
cipales son occidentales estos ven al progreso como un
mito monstruoso basado en la falsa idea de un desarrollo
ilimitado sin tomar en cuenta que los recursos son limita-
dos o las técnicas son efímeras, como en el caso del petró-
leo (sociedades modernas-industriales) o la tierra arable
(sociedades agrarias).
Sobre la estructura social
Colectivistas Las ideologías que promueven el
colectivismo o totalismo son las que dan prioridad al co-
lectivo sobre el individuo argumentando que sin sociedad
no hay individuos.[14]
Cuando el estado se convierte en el
centro de la vida política restringiendo las libertades in-
dividuales el totalismo se trasforma en totalitarismo.[14]
Mientras que en el totalitarismo es más importante la na-
ción sobre el individuo, en el totalismo es más importante
la sociedad, por ello el nombre de socialismo.[14]
En el na-
cionalismo extremo es más importante que el individuo
el contexto cultural, las tradiciones, la religión, la lengua
e incluso algunas veces la raza (etnocentrismo).
Individualistas Las ideologías que promueven el
individualismo son las que dan prioridad al individuo so-
bre el colectivo argumentando que sin individuos no hay
sociedad.[14]
Lo que distingue a las ideologías capitalistas
y liberales racionales de las otras ideologías individualis-
tas es el contrato social, que para su ejecución requiere
de un estado que lo haga valer en pro de garantizar las li-
bertades individuales. Mientras tanto las ideologías den-
tro del liberalismo extremo, económico y del socialismo
moral son tan celosas de su libertad que niegan al contrato
social interpretándolo como una forma de autoritarismo.
En el capitalismo extremo y en el económico se consi-
dera a la corporación o empresa privada como persona
jurídica (distinta de una persona física) que a menudo
posee derechos amparados por la ley similares a aquellos
de una persona natural o individuo, en donde en la mayo-
ría de las veces, el poder ha sido transferido del estado a
las grandes corporaciones o empresas privadas.
Elitistas Suele darse en sociedades homogéneas (co-
lectivistas) tanto como en sociedades heterogéneas pero
que guardan distancia vertical del poder respecto a quien
les gobierna. Ejemplos de las primeras pueden ser la so-
ciedad china y ejemplos de la segunda la sociedades ára-
bes y anteriormente latinoamericanas.[17]
Normalmente,
en estas sociedades no existe una separación clara de fun-
ciones judiciales, ejecutivas o legislativas y el poder suele
concentrarse en sistemas de partido único, corporaciones,
monarquías o dictaduras.[17]
Pluralismo Suelen ser sociedades heterogéneas pero
con una distribución horizontal del poder, es decir, en la
participación representativa existen varias élites compi-
tiendo por obtener el poder político. Sociedades plura-
les características se pueden encontrar en las sociedades
japonesa, occidental o de la India.[17]
En este tipo de sis-
temas de gobierno suele coexistir una clara separación
de los poderes del Estado en poder ejecutivo, legislativo
y judicial y múltiples partidos políticos compitiendo por
obtener una representación.[17]
Sobre la propiedad y los medios de producción
Aceptación de la propiedad privada Unas ideolo-
gías interpretan a la propiedad privada como indispen-
sable para la marcha de la economía y para el ejercicio
efectivo de la libertad individual como es en el caso del
liberalismo.[14]
En el caso del capitalismo y el totalitaris-
mo moral no anulan el derecho a la propiedad privada
pero también quieren ponerla al servicio de los intere-
ses de un estado o ideología dominante. Por el contrario,
en el capitalismo extremo y económico, el estado está al
servicio de los intereses de la empresa privada, el cual el
poder se ha transferido desde el estado o sociedad a las
grandes corporaciones (corporatocracia) formadas por
una sociedad mercantil controlando los medios de pro-
8 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
ducción. El liberalismo extremo y económico a través de
la contraeconomía, tratan de suprimir o anular al esta-
do por medio de empresas privadas (empresa agorista)
por medio del mercado libre y el anarquismo de merca-
do, convirtiendo a los trabajadores e individuos en ge-
neral, en empresarios radicales que controlan los medios
de producción. Se oponen a la responsabilidad limitada
(despersonalizada) de las corporaciones y a la propiedad
inmaterial del capitalismo extremo y económico consi-
derándola un privilegio forzado e ilegítimo. En cambio,
piensan que las propiedades materiales (como suelos) sí
pueden ser privadamente apropiados.
Rechazo de la propiedad privada El totalitarismo
y el socialismo racionales son ideologías que interpre-
tan a la propiedad privada de los medios de produc-
ción como el origen de todos los males sociales.[14]
En
cambio las ideologías socialistas y liberales morales argu-
mentan simplemente que la propiedad privada es un robo
si no se ocupa o trabaja, distinguiéndola de aquella pro-
piedad personal legítima producto del trabajo sobre una
propiedad natural, aceptando algún grado de privatismo,
bajo la concepción de que la humanidad pertenece a la
naturaleza y no ésta a la humanidad. Las posturas ideo-
lógicas dentro del socialismo extremo a diferencia de las
dos anteriores defiende que la propiedad natural es igua-
litaria. El socialismo extremo y económico es antagónico
con cualquier modelo de organización corporativa mer-
cantil (la empresa privada del capitalismo extremo y eco-
nómico) o centralista (la empresa estatal del totalitaris-
mo extremo y económico) que controlan los medios de
producción, y aboga por el manejo de estos medios por
parte de los mismos trabajadores creando corporaciones
(empresa autogestionada) formadas por una sociedad
civil normalmente de índole sindical. El modelo de em-
presa de las ideologías socialistas y liberales morales es
la cooperativa considerada a medio camino entre el in-
dividualismo y el colectivismo económico, ya que inten-
ta combinar armónicamente propiedad privada, empre-
sa privada, competitividad y economía de mercado junto
con democracia directa interna, empresa de autogestión,
colaboración mutua, mercados sociales y otras formas de
solidaridad voluntaria.
Productivistas Aunque muestren un finalismo, las
ideologías productivistas no deben confundirse con las
progresistas pues, mientras las segundas se centran en la
evolución cultural y moral viendo como sujeto de la histo-
ria a la humanidad,[14]
las primeras se centran en el papel
de los sistemas en el que predomina el interés por pro-
ducir bienes materiales apoyándose en un aumento del
consumo, la tecnología y el crecimiento económico.[18]
Dicho de otra manera, para las ideologías progresistas el
fin es la humanidad mientras que para las productivistas
el fin último es el crecimiento económico y material.[18]
Desde la perspectiva socialista el productivismo se defi-
ne como una ética en la que el trabajo cumple un papel
crucial al expresar la primacía de la industria en la so-
ciedad moderna.[18]
Desde la perspectiva capitalista y de
economía de mercado las decisiones de lo que se debe
producir, en que cantidad y para quién deben ser toma-
das de manera individual.[18]
Aunque existen ideologías
productivistas, como el socialismo, que siguen viendo a
la humanidad como sujeto principal de la historia existen
otras ideologías (véase ideologías románticas), como el
transhumanismo, que no lo ven así.
Anti-productivistas Los críticos del productivismo
argumentan que el productivismo puede ser como una en-
fermedad y que puede interferir con los demás procesos
que regulan la vida en el planeta, incluso entre las pro-
pias relaciones humanas. Para Iván Illich sólo una socie-
dad que acepte la necesidad de escoger un techo común a
ciertas dimensiones técnicas en sus medios de producción
tiene alternativas políticas.[19]
Así pues, los defensores de
estas posturas suelen hablar de un crecimiento moral pe-
ro no económico o no material. Aunque existen ideolo-
gías anti-productivistas, como el decrecimiento, que si-
guen viendo a la humanidad como sujeto principal de la
historia existen otras ideologías (véase ideologías román-
ticas), como el ecologismo profundo (biocéntrica), que
no lo ven así.
1.2.6 Marketing político
El marketing político es el conjunto de técnicas de inves-
tigación, planificación, gerenciamiento y comunicación
que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones es-
tratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política,
sea ésta electoral o de difusión institucional. En la actua-
lidad el Marketing Político presenta dos características
adicionales: la mediatización y la videopolítica.
Si bien existen numerosas similitudes técnicas y meto-
dológicas entre el Marketing Político y el Marketing Co-
mercial, sus objetivos difieren notablemente. En el mun-
do comercial la lógica de mercado tiene como objetivo
principal la satisfacción de una necesidad. En la esfera
política la lógica de mercado tiene como objetivo la elec-
ción de una alternativa.
1.2.7 Véase también
• Portal:Ciencia política. Contenido relacionado
con Ciencia política.
• Sistema bipartidista
• Brújula política
• Clientelismo político
• Declaración Universal de los Derechos Humanos
• Elecciones
1.2. POLÍTICA 9
• Espectro político
• Extrema izquierda
• Izquierda política
• Centroizquierda político
• Centro político
• Centroderecha política
• Derecha política
• Extrema derecha
• Estado de sitio
• Globalización
• Movimiento antiglobalización
• Partido político
• Movimiento social
• Democracia
• Colores políticos
• Política 2.0
• Psicopolitica
1.2.8 Referencias
[1] Hugo Eduardo Herrera, ¿De qué hablamos cuando habla-
mos de Estado? Ensayo filosófico de justificación de la
praxis política. Instituto de Estudios de la Sociedad, San-
tiago (Chile) 2009, 67 ss.
[2] Antonio GramsciNotas sobre Maquiavelo, sobre política y
sobre el estado moderno(México) 1975, p. 31.
[3] Ogaza, F., Araujo,M. (2012). [objetodeestudiodelacien-
ciapolitica.blogspot.mx «Objeto de estudio de la ciencia
política.»] |url= incorrecta (ayuda).
[4] García,M. (2000). Introducción al derecho. Porrúa.
[5] George Lakoff 1996. Moral politics : What Conservatives
Know that Liberals Don't, University of Chicago Press.
ISBN 978-0-226-46805-1
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[13] Murray Rothbard fue un economista de la escuela austría-
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• Volumen IX: Leyes (Libros VII-XII). ISBN 978-
84-249-2241-2.
10 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
1.2.10 Enlaces externos
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1.3 Conflicto
El conflicto es una situación en que dos o más individuos
con intereses contrapuestos entran en confrontación, opo-
sición o emprenden acciones mutuamente antagonistas,
con el objetivo de neutralizar, dañar o eliminar a la par-
te rival, incluso cuando tal confrontación sea verbal, para
lograr así la consecución de los objetivos que motivaron
dicha confrontación. Por su condición a menudo extrema
o por lo menos confrontacional en relación a objetivos
considerados de importancia o incluso urgencia (valores,
estatus, poder, recursos escasos) el conflicto genera pro-
blemas, tanto a los directamente envueltos, como a otras
personas.
1.3.1 Conflicto entre individuos
Se han avanzado muchas teorías acerca del origen de es-
te (conflicto). Últimamente se puede alegar que el hom-
bre es un animal social, y, por lo tanto, que responde a
las tendencias tanto de competición como cooperación
que se observan en animales sociales. Así se aduce que
hay motivos últimamente biológicos o psicológicos para
la agresividad.
Desde este punto de vista la idea más básica, desde la
que habría que partir para resolver un conflicto social de
manera adecuada, es que el conflicto empieza con una
emoción desbordada.
Otras visiones aducen que si bien podría haber tales cau-
sas inherentes o innatas, no es menos cierto que a menu-
do tal conflicto o violencia se expresa ya sea en formas
socialmente permitidas o aceptadas o tiene como meta
objetivos que son socialmente valuables. Como mínimo,
el conflicto se expresa en un acto ejercido en relación con
otros. espectro que, en la interacción e interrelación hu-
mana, va desde situaciones y cuestiones aparentemente
simples y sin problemas de consecuencias dolorosas para
las partes, hasta situaciones complejas, peligrosas y vio-
lentas. Desde este punto de vista se aduce que La convi-
vencia social es considerada una mina abundante de con-
flictos, donde la fuente más abundante de molestia son los
demás. Para Lewis A. Coser un conflicto es social cuando
transciende lo individual y procede de la propia estructura
de la sociedad.[1]
Dos aspectos centrales de los estudios del conflicto social
se refieren al origen y la función social de los conflictos.
Así, por ejemplo, para Ralf Dahrendorf, el conflicto es
un hecho social universal y necesario que se resuelve en
el cambio social.
De mayor importancia para estos estudios son conside-
raciones acerca del papel que tanto el consenso como la
coacción y el control social juegan en la sociedad ya sea
en general como en el desarrollo y resolución de los con-
flictos.
Teorías del conflicto social
Las teorías del Conflicto social buscan explicar, a partir
de una percepción de la sociedad que requiere tanto orden
e integración como innovación y cambio, las estrategias
que se observan y/o se pueden seguir para lograr ambas
necesidades sociales.
Una asunción central de las teorías del conflicto es que
en una sociedad tanto los individuos como los grupos -
no solo pero incluyendo las clases sociales- buscan ma-
ximizar sus beneficios -lo que inevitablemente produce
cambio social- Ese cambio no necesariamente envuelve
conflicto físico sino que puede expresarse en confronta-
ciones verbales. Paradójicamente, ese conflicto y cambio
busca lograr un orden a fin de mantener en forma estable
esos beneficios. Lo anterior da origen a diversas estrate-
gias y mecanismos tanto a fin de lograr ese cambio como
de mantener las formas ya sea existentes o emergentes.
En otras palabras, el objeto de interés no es el origen o
causas del conflicto sino las situaciones o maneras a tra-
vés de las cuales ese conflicto se puede resolver a fin de
lograr una solución estable y duradera.
Partiendo de la base que el conflicto es el factor princi-
pal del cambio social, que se expresa, por ejemplo, con la
formación de grupos de presión y acción social, se bus-
ca estudiar como ese conflicto se integra socialmente, a
través de pactos, ya sea acordados o impuestos, con el res-
to de los actores sociales, en cambio de estructuras, que,
se supone, ocasionaran estabilidad social. Así, desde es-
te punto de vista, el conflicto social se percibe como algo
que, propiamente controlado o integrado, es esencial para
el buen funcionamiento o estabilidad social.
Lo anterior se puede estudiar no solo observando el como
1.3. CONFLICTO 11
los diversos sectores o individuos se han conducido en la
práctica, sino también teóricamente, a través de la teoría
de los juegos.
Actualidad
Desde el punto de vista moderno o actual el tema de
la dialéctica en contraposición al funcionalismo, pa-
rece que se ha concretado en el análisis funcional o
funcionalismo y la teoría del conflicto social, que junto
con el interaccionismo simbólico son los tres enfoques
básicos de la sociología de hoy día.
La cuestión queda en considerarlo como dinámica social
hacia el consenso, una desigualdad estructural hacia una
integración social. En las interpretaciones de los autores,
normalmente identificados con una escuela, la explicación
se entiende de diferente manera si se refiere al sistema
social en su conjunto totalizador o a la estructura social,
que es el soporte teórico del sistema. Al mismo tiempo
debemos situar el elenco de valores en un lugar designado
y preciso, que es el sistema social.
Otros alcances como la revolución y la guerra, como con-
flictos totales, parece no es posible ser explicados con el
actual soporte teórico. Quizás la primera es predecesora
de la segunda y sigan una primera fase en la que se falla
en lograr consenso. Tiene ventajas y desventajas.[1]
Dos aspecto centrales de los estudios del conflicto social
se refieren al origen y la función social de los conflictos.
Así, por ejemplo, para Ralf Dahrendorf, el conflicto es
un hecho social universal y necesario que se resuelve en
el cambio social.
De mayor importancia para estos estudios son conside-
raciones acerca del papel que tanto el consenso como la
coacción y el Control social juegan en la sociedad ya sea
en general como en el desarrollo y resolución de los con-
flictos.
1.3.2 Conflicto versus violencia
El conflicto es un proceso de interacción social que se
da en un contexto determinado. Es una construcción so-
cial, una creación humana diferenciada de la violencia ya
que puede haber conflictos sin violencia aunque no hay
violencia sin conflicto, por lo que no toda disputa o diver-
gencia implica conflicto.
Aunque los conflictos se pueden clasificar según el nivel
en el que se desarrollan: micro (interpersonales e inter-
grupales) o macro (entre grupos definidos dentro de un
estado o entre estados, donde las consecuencias de los en-
frentamientos afectan a un gran número de población); es
posible extraer generalidades comunes a ambos tipos de
conflictos. El conflicto es un proceso en el que hay oposi-
ción de intereses (tangibles), necesidades y/o valores no
satisfechos. En contraposición, existe un problema cuan-
do la satisfacción de las necesidades de una de las partes
impide la satisfacción de las de la otra. En base a esta de-
finición se puede diferenciar dos situaciones que se con-
funden con los conflictos reales:
• Pseudoconflicto Puede mostrarse de forma agresi-
va, sin embargo no existe problema (ya que la sa-
tisfacción de unas necesidades no impide las otras)
aunque las partes pueden creer que sí. Casi siempre
suele ser una cuestión de malentendidos, desconfian-
za y mala comunicación.[2]
• Conflicto latente. No se muestra de forma agresiva
ya que una o ambas partes no perciben la contraposi-
ción de intereses/necesidades o valores. Estos no se
abordan o ni tan solo se reconocen como conflictos
porque no han explotado, porque no existen signos
de violencia directa. Esto hará que sigan creciendo
por su propia dinámica.
Por lo que el conflicto innecesario, es decir, aquel en el
que la satisfacción de las necesidades de una parte no im-
pide la satisfacción de la otra, tiene como componentes:
• Mala comunicación
• Estereotipos
• Desinformación
• Percepción equivocada del propósito o proceso.
De este modo, la parte genuina de un conflicto se basa en
diferencias esenciales y cuestiones incompatibles, como
por ejemplo:
• Distintos intereses, necesidades y deseos
• Diferencias de opinión sobre el camino a seguir
• Criterio para tomar la decisión
• Repartición de recursos
• Diferencias de valores[3]
1.3.3 Perspectivas académicas sobre el
conflicto
Una posible clasificación de los conflictos sería:[4]
• Perspectiva Tradicional-Racionalista. En esta
perspectiva el conflicto es entendido como algo ne-
gativo, resultado de un organigrama confuso, de una
comunicación deficiente o de la incapacidad de al-
guno de los protagonistas del conflicto. El conflic-
to es considerado como un elemento que acaba por
perjudicar gravemente el normal funcionamiento de
la organización. Se busca una sociedad, empresas y
escuelas sin conflictos (Idealismo Pedagógico).
12 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
• Perspectiva Interpretativa. El conflicto es consi-
derado como algo natural de los grupos y las orga-
nizaciones. Las causas de los conflictos se atribuyen
a problemas de percepción individual y/o a una de-
ficiente comunicación interpersonal. Los conflictos
son manifestaciones de la falta de entendimiento en-
tre las personas en cuanto al sentido de los actos
propios o de otros; equívocos que pueden superar-
se haciendo que los protagonistas se den cuenta de
los errores que contienen sus ideas o creencias. Esta
concepción ignora las condiciones sociales que afec-
tan a los propios sujetos y a sus percepciones.
• Perspectiva Socio-crítica / Socio-afectiva. No só-
lo se acepta el conflicto como algo inherente al cen-
tro o a la empresa, sino que se alienta, se considera
que contribuye a evitar la apatía de la organización
y, por tanto, constituye un elemento necesario para
el progreso organizativo y para el adecuado desa-
rrollo de sus miembros. Se da un papel esencial a la
calidad de las relaciones entre los diferentes miem-
bros que componen la sociedad y los diferentes gru-
pos; empresa, familia, escuela, etc. Se favorece al
afrontamiento de determinados conflictos desde una
perspectiva democrática y no violenta, lo que se de-
nomina como la utilización didáctica del conflicto.
Estas perspectivas socio-críticas sobre el conflicto deter-
minan que este no es ni positivo ni negativo sino que ten-
drá aspectos positivos o negativos según se aborde y se
resuelva y dependiendo del proceso que se utilice para
llegar a una solución. “La vida sin conflictos supondría
una sociedad de robots, cuyos miembros habrían elimi-
nado la diversidad y singularidad que nos distingue como
humanos”.[5]
Una perspectiva que permita enfocar el conflicto desde
una visión positiva, con voluntad de cambio para conse-
guir cotas más altas de justicia, es el punto de partida
adecuado desde donde parte la resolución de conflictos.
1.3.4 Análisis de conflictos
Factores y causas del conflicto
Se han determinado tres factores que propician la apa-
rición de un conflicto y que a la vez pueden proporcionar
las condiciones indispensables para su gestión.[6]
• Factores culturales. Representan la suma de todos los
mitos, símbolos, valores e ideas que sirven para jus-
tificar la violencia o la paz.
• Factores estructurales. Son aquellos condicionantes
que perpetúan las desigualdades, la falta de equidad,
la explotación, etc.
• Factores de comportamiento. Son producto de los
factores culturales y estructurales y se materializan
en conductas agresivas (de tipo físico o verbal) o por
el contrario en comportamientos de diálogo favore-
ciendo el entendimiento y el respeto.
Respecto a la causa que determina o provoca un con-
flicto encontramos:
• Conflictos de relación y comunicación. Se deben a
fuertes emociones negativas, a percepciones falsas
o estereotipos, o a la escasa comunicación entre las
partes. Conducen a una espiral de escalada progre-
siva del conflicto destructivo.
• Conflictos de información. Se deben a la falta de in-
formación necesaria para tomar las decisiones ade-
cuadas por lo que se interpreta de manera diferente
la situación o no se le asume el mismo grado de im-
portancia.
• Conflictos de intereses. Se deben a la competición en-
tre necesidades no compatibles o percibidas como
tales. También puede ser de tipo psicológico y com-
portan percepciones de desconfianza, juego sucio,
intolerancia, etc.
• Conflicto de valores. Se deben a los diferentes cri-
terios de evaluación de ideas, creencias o comporta-
miento que se perciben como incompatibles. El con-
flicto estalla cuando estos valores se intentan impo-
ner por la fuerza a la otra parte que los percibe como
negativos, no importante o no propios para una per-
sona en la cual se encuentra involucrada en cierto
problema .
• Conflictos de roles. De poder, de autoridad y de acce-
so a los recursos. Se deben a pautas destructivas de
comportamiento, de desigualdad del control o dis-
tribución de recursos, de desigualdad de poder y au-
toridad, de restricciones del tiempo, etc.
Actitudes ante el conflicto
Frente a una situación de conflicto, sea cual sea su natu-
raleza, hay multitud de posibilidades de reacción, tanto
a nivel individual como colectivo, dándose las diversas
actitudes, según se acepte, evite o niegue el conflicto. En
tales situaciones, se puede describir el comportamiento
de un individuo a lo largo de dos dimensiones básicas:[7]
• Asertividad, la medida en que la persona intenta
satisfacer sus propios intereses.
• Cooperativismo, la medida en que la persona in-
tenta satisfacer a la otra persona se refiere.
Estas dos dimensiones básicas de comportamiento define
cinco modos diferentes para responder a situaciones de
conflicto, además de la negación de existencia del mismo.
Estas reacciones se describen a continuación combinadas
con la teoría de juegos:[8]
1.3. CONFLICTO 13
• Negación, Se evita reconocer la existencia del con-
flicto. Posiblemente, este estallará más tarde si-
guiendo la escalada conflictual.
• Competición (ganar/perder)
Consiste en la actitud de querer conseguir lo que uno
quiere; hacer valer sus objetivos y metas es lo más impor-
tante sin importar la otra parte. Esta competición puede
procurar sacar un provecho individual de la situación, o
tomarse desde una conducta agresiva (se combate con una
respuesta hostil, violenta y/o militar) o arrogante (no se
reconoce a la otra parte como un interlocutor válido).
• Acomodación (perder/ganar). Consiste en no ha-
cer valer ni plantear los objetivos propios por tal de
no confrontar a la otra parte. De esta manera, no se
resuelve el conflicto puesto que las necesidades de
una de las partes no han quedado satisfechas.
• Evasión (perder/perder). Se reconoce la existencia
del conflicto, pero sin deseos de enfrentarse a él por
ninguna de las partes. Con esta actitud no se logra
ni la consecución de objetivos ni la relación idónea
para ninguna de las partes involucradas.
• Cooperación (ganar/ ganar). Las partes en con-
flicto entienden que es tan importante los objetivos
propios como la relación, por lo que el fin y los me-
dios tienen que ser coherentes entre ellos.
• Negociación. La partes llegan a un acuerdo sin re-
nunciar a aquello que les es fundamental (necesida-
des), pero ceden en lo que es menos importante.
Escalada conflictual
Aunque no se pueden comparar los conflictos armados
con los conflictos interpersonales y tampoco extraer fór-
mulas generalizadas para solucionarlos si es posible cono-
cer dinámicas[9]
muy generalizadas de los mismos. Una
de estas dinámicas es la escalada conflictual, en la que
juegan un papel muy importante las frustraciones, las po-
larizaciones crecientes, las malas percepciones, la inco-
municación, etc. En los conflictos “micro” también exis-
ten factores de aceleración, como la propaganda desinfor-
madora, los rumores, el temor u hostilidad de las partes,
un entorno propenso a usar la fuerza, etc. En el siguiente
gráfico se representan de forma esquemática las fases de
un conflicto, para visualizar sus posibles fases y las even-
tuales fases de trabajo en transformación del mismo.
Es posible anticiparse al conflicto si se reconocen los in-
dicios del mismo. Estos siguen una secuencia ascendente
respecto al nivel de tensión y de lucha entre las partes
enfrentadas:[10]
1. Incomodidad. Hay algún aspecto en el entorno o
en la relación que no funciona tal y como lo estaba
haciendo hasta el momento. Es la sensación intuitiva
de que alguna cosa no va bien aunque no se sepa
exactamente de que se trata.
2. Insatisfacción. Se trata de una autopercepción en la
que una de las partes no se siente a gusto ante una
nueva situación o se ha producido un cambio delante
del cual se tienen una sensación de incertidumbre.
De estas derivan discusiones momentáneas.
3. Incidentes. Pequeños problemas que implican dis-
cusiones, resentimientos y preocupaciones ya que no
se tienen en cuenta o se dejan a un lado.
4. Malentendidos. Las partes hacen suposiciones, ge-
neralmente a causa de una mala comunicación, po-
ca compenetración o percepciones diferentes de una
misma situación, llegándola a distorsionar la percep-
ción de la realidad. El contexto juega un papel muy
importante ya que habitualmente no ayuda sino que
incrementa los rumores.
5. Tensión. La situación se rodea de prejuicios y ac-
titudes negativas distorsionando la percepción de la
otra parte implicada.
6. Crisis. Las partes actúan ante la situación de manera
unilateral. Se pierden las buenas formas dando paso
a los insultos, la violencia, la lucha abierta, etc.
En este momento se puede decir que el conflicto ha llega-
do al punto más álgido de la escala conflictual. J.Burton
realiza esta reflexión a propósito de este punto “Cuando
el conflicto y la violencia se intensifican, hay una vuelta
a la tradición y al medio represivo de control, incluso a
regímenes militares”,[11]
refiriéndose a los macro conflic-
tos. En resumen, se puede definir el conflicto como un
proceso de tres fases:
1ª Fase. Existencia de necesidades no satisfe-
chas.
2ª Fase. Aparece el problema y por tanto las
disputas.
3ª Fase. Explota la crisis.
Es en la 1ª y 2ª fase donde se puede realizar un trabajo de
provención, ya que en la 3ª los niveles de violencia impi-
den otro tipo de relación entre las partes. de igual manera
para todos
Las «tres pes» de un conflicto
Para analizar y así comprender un conflicto, J.P.
Léderach[12]
lo estructura diferenciando tres partes sobre
las que hay que actuar de manera diferente:
• Las Personas, son los involucrados y afectados. Hay
que reconocer qué papel desempeñan, cómo se re-
lacionan y qué influencia tienen. Averiguar las ver-
daderas preocupaciones y las necesidades de fondo
14 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
de la gente. No hacer del conflicto un problema per-
sonal.
• El Proceso, es la forma en que el conflicto se desa-
rrolla y como las partes intentan resolverlo o zanjar-
lo. Regularmente, intervienen las relaciones de po-
der (económico, acceso a recursos, control, etc.) que
pueden degenerar en la amenaza como único modo
de influir en otros para producir el posible cambio
que mejore la situación. Intentar proponer opciones
positivas que no desafíe a las partes.
• El Problema, es el hecho de divergencia entre las
partes. Es necesario distinguir entre conflictos reales
(aquellos que la satisfacción de una parte impide la
otra) o conflictos innecesarios.
En conclusión, la comprensión de un conflicto se facilita
si se distinguen las diferentes facetas. Por ejemplo, las di-
ferentes áreas de discrepancia o de incompatibilidad que
se han de tratar para solucionar el problema, son los asun-
tos. En cambio, los intereses son la razón por la que cada
uno de estos asuntos importa a la persona. Las necesida-
des son lo indispensable, lo mínimo que hace falta para
satisfacer a una persona, en cuanto a lo substantivo, lo psi-
cológico y el proceso seguido para resolver el problema.
Cuando una persona expresa su posición, o su solución
para resolver el conflicto, esto no explica los asuntos a tra-
tar, ni sus intereses, ni sus necesidades básicas. Para arre-
glar bien el conflicto hay que penetrar en las posiciones
y llegar a la base del problema.<ref name scribd.com De
una manera más sintética se puede decir que: El asunto es
la discrepancia entre las partes. Ej. Dos vecinos discuten
por la propiedad de un árbol limítrofe entre propiedades.
La propiedad del árbol es el asunto. Los intereses son la
razón por la que importa el asunto. Ej. El vecino posee-
dor del árbol será el beneficiario de este. Beneficiarse del
árbol es el interés. Las necesidades son el mínimo satis-
factorio para cada una de las partes. Ej. El vecino 1 no esta
dispuesto a perder los frutos que caen en su propiedad, y
el vecino 2 no está dispuesto a perder la sombra del árbol
en su propiedad, aunque ambos compartirían la propie-
dad de este. Las necesidades son el fruto y la sombra, En
este caso, la satisfacción de las necesidades de una parte
no son incompatibles con las de la otra, por lo que esta
situación entraría en la definición de pseudoconflicto.
1.3.5 Véase también
• Agresividad
• Cambio social
• Conflicto social
• Psicología social
• Historia universal
• Choque de civilizaciones
• Teoría del conflicto
• Revolución
• Revuelta
• Motín
• Disturbio
• Sedición
• Rebelión
• Guerra
• Victoria (triunfo)
• Violencia
1.3.6 Referencias
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formación de conflictos. Disponible en: www.
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ponible en: www.scribd.com/doc/7244000/
El-Analisis-Del-Conflicto-Lederach
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• TORRECILLA, J.M. Manual de forma-
ción de mediadores sociales. Disponible en:
www.munimadrid.es/.../Salud/Publicaciones/.../
formacionmediadoressoc.pdf
• GALVIS, Padilla Alirio y otros, Percepción Comu-
nitaria en el Manejo del Conflicto Policial, Colom-
bia
16 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
1.3.7 Enlaces externos
• Wikcionario tiene definiciones y otra informa-
ción sobre conflicto.Wikcionario
• Campus for peace.
• Escola de Cultura de Pau. escolapau.uab.cat/
• Grup de Recerca i Estudis dels Conflictes – GREC.
www.grecmail.org/ca/
• Instituto Internacional de Facilitación y Consenso –
IIFAC www.iifac.org
• Pangea.org
• resoluciondeconflictos.org
• Revista La Trama
1.4 Sociedad civil (ciencia política)
El término sociedad civil, como concepto de la ciencia
social, designa a la diversidad de personas que, con cate-
goría de ciudadanos y generalmente de manera colectiva,
actúan para tomar decisiones en el ámbito público que
consideran a todo individuo que se halla fuera de las es-
tructuras gubernamentales.
La sociedad civil se concibe como el espacio de vida so-
cial organizada que es voluntariamente autogenerada, in-
dependiente, autónoma del estado y limitada por un orden
legal o juego de reglas compartidas. Involucra a ciudada-
nos actuando colectivamente en una esfera pública para
expresar sus intereses, pasiones e ideas, intercambiar in-
formación alcanzando objetivos comunes.
1.4.1 Sociedad civil y sociedad política:
Jürgen Habermas
La existencia de una sociedad civil diferenciada de la so-
ciedad política es un prerrequisito para la democracia.
Sin ella, no hay Estado legítimo.[1]
Para Jürgen Haber-
mas, la sociedad civil tiene dos componentes principales:
por un lado, el conjunto de instituciones que definen y
defienden los derechos individuales, políticos y sociales
de los ciudadanos y que propician su libre asociación, la
posibilidad de defenderse de la acción estratégica del po-
der y del mercado y la viabilidad de la intervención ciu-
dadana en la operación misma del sistema; por otra par-
te estaría el conjunto de movimientos sociales que con-
tinuamente plantean nuevos principios y valores, nuevas
demandas sociales, así como vigilar la aplicación efectiva
de los derechos ya otorgados. Así, la sociedad civil con-
tiene un elemento institucional definido básicamente por
la estructura de derechos de los estados de bienestar con-
temporáneos, y un elemento activo, transformador, cons-
tituido por los nuevos movimientos sociales.
1.4.2 Alexis de Tocqueville
Tradicionalmente, siguiendo el concepto de Alexis de
Tocqueville, se identifica “sociedad civil” con el conjun-
to de organizaciones e instituciones cívicas voluntarias y
sociales que fungen como mediadores entre los indivi-
duos y el Estado. Esta definición incluye, pues, tanto a
las organizaciones no lucrativas u organizaciones no gu-
bernamentales como a las asociaciones y fundaciones. El
concepto decimonónico incluyó también a las universida-
des, colegios profesionales y comunidades religiosas.
Para Tocqueville, el primer autor que analizó la relación
entre la sociedad civil y la democracia, cualquier tipo
de organización social —sea política, social, comunita-
ria, religiosa, o incluso artística o deportiva— resulta fa-
vorable para la democracia en tanto que constituye una
especie de escuela para la participación, así como un di-
que que impide que el Estado invada los espacios sociales.
Más recientemente se han distinguido tipos de asociación
civil según la distancia que guardan con respecto a la po-
lítica. Algunos tipos de organización de la sociedad civil
se orientan básicamente al fortalecimiento de la sociedad,
otros pretenden tener una influencia en la esfera política
y algunos más ejercen una acción primordialmente polí-
tica.
Según Enrique Brito Velázquez, la sociedad civil es “el
conjunto de ciudadanos organizados como tales para ac-
tuar en el campo de lo público en busca del bien común,
sin ánimo de lucro personal ni buscar el poder político o
la adhesión a un partido determinado.[2]
1.4.3 Ejemplos de instituciones de la socie-
dad civil
• organizaciones no gubernamentales (O.N.G)
• organizaciones no lucrativas (O.N.L)
• asociaciones de ciudadanos
• clubes y organizaciones deportivas
• clubes sociales
• grupos religiosos
• sindicatos
• colegios profesionales
• barrio y organizaciones barriales
• think tanks
La sociedad civil es un universo que abarca a todos los
individuos como iguales. La sociedad civil adquiere una
importancia posterior en todos los beneficios que puede
aportar a la comunidad de individuos como lo es en la
generación de empleos, en el fomento de la conciencia
crítica y en la búsqueda de equilibrio de los poderes.
1.5. ESTADO 17
1.4.4 Véase también
• capital social (sociología)
• economía social
• economía constitucional
1.4.5 Referencias
[1] TOURAINE, Alain. ¿Qué es la democracia? Fondo de
Cultura Económica, México, 1995. p. 65.
[2] José Carlos Cano Zárate y Razhy González, del Foro de
Apoyo Mutuo, México, 2005.
1.4.6 Bibliografía adicional
• Ignacio Buqueras (2002). Más sociedad, menos
y mejor estado: pasado, presente y futuro de
la sociedad civil. Editorial Complutense. ISBN
9788474916966.
1.5 Estado
Maquiavelo introdujo la palabra «Estado» en su obra El Prínci-
pe.
Estado[1]
es un concepto político que se refiere a una for-
ma de organización social, económica, política soberana
y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones,
que tienen el poder de regular la vida comunitaria nacio-
nal, generalmente sólo en un territorio determinado o te-
rritorio nacional; aunque no siempre, como en el caso del
imperialismo. Suele incluirse en la definición de Estado el
reconocimiento por parte de la comunidad internacional
como sujeto de Derecho internacional.
1.5.1 Definiciones de Estado
El concepto de Estado difiere según los autores,[2]
pero
algunos de ellos definen el Estado como el conjunto de
instituciones que poseen la autoridad y potestad para es-
tablecer las normas que regulan una sociedad, teniendo
soberanía interna y externa sobre un territorio determi-
nado. Max Weber, en 1919, define el Estado moderno
como una “asociación de dominación con carácter insti-
tucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro
de un territorio la violencia física legítima como medio
de dominación y que, con este fin, ha reunido todos los
medios materiales en manos de sus dirigentes y ha ex-
propiado a todos los seres humanos que antes disponían
de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus pro-
pias jerarquías supremas”.[3]
Por ello se hallan dentro del
Estado instituciones tales como las fuerzas armadas, la
administración pública, los tribunales y la policía, asu-
miendo pues el Estado las funciones de defensa, gober-
nación, justicia, seguridad y otras, como las relaciones
exteriores.
Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la
citada por el jurista alemán Hermann Heller que define al
Estado como una “unidad de dominación, independiente
en lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con
medios de poder propios, y claramente delimitado en lo
personal y territorial”. Además, el autor define que sólo
se puede hablar de Estado como una construcción propia
de las monarquías absolutas (ver monarquía absoluta) del
siglo xv, de la Edad Moderna. “No hay Estado en la Edad
Antigua", señala el autor.[4]
Asimismo, como evolución
del concepto se ha desarrollado el "Estado de Derecho"
por el que se incluyen dentro de la organización estatal
aquellas resultantes del imperio de la ley y la división de
poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y otras funcio-
nes, como la emisión de moneda propia.
Definiciones de los clásicos
1. Cicerón: Es una multitud de hombres ligados por la
comunidad del derecho y de la utilidad para un bie-
nestar común.
2. San Agustín: Es una reunión de hombres dotados de
razón y enlazados en virtud de la común participa-
ción de las cosas que aman.
3. J. Bodino: Es un conjunto de familias y sus pose-
siones comunes gobernadas por un poder de mando
según la razón.
18 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
4. F. C. von Savigny: Es la representación material de
un pueblo.
5. I. Kant: Es una variedad de hombres bajo leyes ju-
rídicas.
6. F. Oppenheimer: Es la institución social impuesta
por el grupo victorioso al derrotado, con el propó-
sito de regular su dominio y de agruparse contra la
rebelión interna y los ataques del exterior.
7. F. Lasalle: El Estado es la gran asociación de las cla-
ses pobres.
8. T. Hobbes: Una institución, cuyos actos, por pactos
realizados, son asumidos por todos, al objeto de que
pueda utilizarse la fortaleza y medios de la comuni-
dad, como se juzgue oportuno, para asegurar la paz
y la defensa común.
9. L. Duguit: Es una corporación de servicios públicos
controlada y dirigida por los gobernantes.
10. G. W. F. Hegel: El Estado es la conciencia de un
pueblo.
11. Hegel, 1986: El Estado es la realidad de la idea ética;
es el espíritu ético en cuanto voluntad patente, clara
por sí misma, sustancial, que se piensa y se conoce,
y que se cumple lo que sabe. En lo ético el Estado
tiene su existencia inmediata; y en la conciencia de
sí del individuo, en su conocer y actividad tienen su
existencia mediata, y esta conciencia de sí, por me-
dio de los sentimientos, tiene su libertad sustancial
en los fines y resultados de su actividad.
12. H. Grocio:La asociación perfecta de hombres libres
unidos para gozar de sus derechos y para la utilidad
común. Es la asociación política soberana que dis-
pone de un territorio propio, con una organización
específica y un supremo poder facultado para crear
el derecho positivo.
13. Karl Marx: El Estado no es el reino de la razón, sino
de la fuerza; no es el reino del bien común, sino del
interés parcial; no tiene como fin el bienestar de to-
dos, sino de los que detentan el poder; no es la salida
del estado de naturaleza, sino su continuación bajo
otra forma. Antes al contrario, la salida del estado de
naturaleza coincidirá con el fin del Estado. De aquí
la tendencia a considerar todo Estado como una dic-
tadura y a calificar como relevante sólo el problema
de quién gobierna (burguesía o proletariado) y no
sólo el cómo.
Definiciones de tratadistas modernos
1. Jellinek: Es una asociación de hombres sedentarios
dotada de un poder organizado de mando originario.
2. Bluntschli: Es la personificación de un pueblo.
3. Spengler: El estado es la historia considerada sin mo-
vimiento. La historia es el Estado pensado en el mo-
vimiento de influencia.
4. Kelsen: El Estado es el ámbito de aplicación del de-
recho.
El Estado es el derecho como
actividad normativa.
El derecho es el Estado como
una actividad normada.
“En el Estado alcanza su perso-
nalidad jurídica.”
5. Carré de Malberg: Es la comunidad política con un
territorio propio y que dispone de una organización.
Es la comunidad de hombres
sobre un territorio propio y or-
ganizados en una potestad su-
perior de acción y coerción.
6. Adolfo Posada: Son los grupos sociales territoriales
con poder suficiente para mantenerse independien-
tes.
7. Herman Heller: El Estado es la conexión de los
quehaceres sociales. El poder del Estado es la uni-
dad de acción organizada en el interior y el exterior.
La soberanía es el poder de ordenación territorial
exclusiva y suprema.
8. Herman Heller: El Estado es la organización política
soberana de dominación territorial. Es la conexión
de los poderes sociales.
9. Groppali: Es la agrupación de un pueblo que vive
permanentemente en un territorio con un poder de
mando supremo representado éste en el gobierno.
10. Max Weber: El Estado es la coacción legítima y es-
pecífica. Es la fuerza bruta legitimada como "última
ratio”, que mantiene el monopolio de la violencia.
11. Definición ahistórica: Estado es la forma política su-
prema de un pueblo.
1.5.2 Origen y evolución del concepto de
Estado
En los Diálogos de Platón, se narra la estructura del Es-
tado ideal, pero es Maquiavelo quien introdujo la palabra
Estado en su célebre obra El Príncipe: usando el término
de la lengua italiana «Stato», evolución de la palabra «Sta-
tus» del idioma latín.
Los Estados y soberanías que han tenido y
tienen autoridad sobre los hombres, fueron y
son, o repúblicas o principados.
Maquiavelo, El Príncipe.
1.5. ESTADO 19
Si bien puede considerarse que el deseo de mandar es
innato, el ser humano ha civilizado el instinto de domi-
nación, transformándolo en la autoridad. Y ha creado el
Estado para legitimarla.
Las sociedades humanas, desde que se tiene noticia, se
han organizado políticamente. Tal organización puede
llamarse Estado, en tanto y en cuanto corresponde a la
agregación de personas y territorio en torno a una autori-
dad, no siendo, sin embargo, acertado entender la noción
de estado como única y permanente a través de la historia.
De una manera general, entonces, puede definírsele co-
mo la organización en la que confluyen tres elementos, la
autoridad, la población y el territorio. Pero, esta noción
ambigua obliga a dejar constancia de que si bien el Estado
ha existido desde la antigüedad, sólo puede ser definido
con precisión teniendo en cuenta el momento histórico.
Del estado de la Antigüedad no es predicable la noción
de legitimidad, por cuanto surgía del hecho de que un
determinado jefe (rey, tirano, príncipe) se apoderase de
cierto territorio, muchas veces mal determinado, sin im-
portar el sentimiento de vinculación de la población, ge-
neralmente invocando una investidura divina y contando
con la lealtad de jefes y jefezuelos regionales. Así fueron
los imperios de la antigüedad, el egipcio y el persa, entre
ellos.
La civilización griega aportó una nueva noción de estado.
Dado que la forma de organización política que la carac-
terizó correspondía a la ciudad, la polis, se acordaba a la
población una participación vinculante, más allá del sen-
timiento religioso y sin poderes señoriales intermedios.
Además, estando cada ciudad dotada de un pequeño te-
rritorio, su defensa concernía a todos los ciudadanos, que
se ocupaban de lo que hoy se llama el interés nacional.
En el régimen feudal prevalecieron los vínculos de or-
den personal, desapareciendo tanto la delimitación es-
tricta del territorio como la noción de interés general. El
poder central era legítimo pero débil y los jefes locales
fuertes, al punto que éstos ejercían atributos propios del
príncipe, como administrar justicia, recaudar impuestos,
acuñar moneda y reclutar ejércitos.
Y, finalmente, el estado moderno incorpora a la legi-
timidad, heredada del feudal, la noción de soberanía,
un concepto revolucionario, tal como señala Jacques
Huntzinger,[5]
quien atribuye el paso histórico de una so-
ciedad desagregada y desmigajada, pero cimentada en la
religión, a una sociedad de estados organizados e inde-
pendientes unos de otros.
Pero, este estado moderno, surgido de la aspiración de
los reyes a desembarazarse de los lazos feudales y de la
jerarquía eclesiástica, el estado – nación, la unión de un
poder central, un territorio y una población alrededor del
concepto revolucionario de la soberanía, habría de cono-
cer dos formas, dos definiciones diferentes, la primera, el
estado principesco y la segunda, el estado democrático.
El estado principesco, se caracterizó por el poder perso-
nal ejercido uniformemente sobre un territorio estricta-
mente delimitado. El príncipe era el soberano, con atribu-
ciones internas y externas. Dentro de su territorio, cobra-
ba impuestos y producía leyes de carácter general, aplica-
das coercitivamente, mediante el monopolio de la fuerza
pública. Internacionalmente, representaba y obligaba a su
Estado.
Y el estado democrático, surgido de las revoluciones in-
glesa, norteamericana y francesa, trasladó la soberanía
del príncipe a la nación. Sus poderes fueron asumidos
por organismos surgidos de consultas a la población, me-
diante reglas de juego previa y claramente definidas. Y al
igual que en las polis griegas, el sentimiento patriótico se
desarrolló y con él los de pertenencia, civismo e interés
nacional.
Sea que se practique la democracia o sólo se adhiera ver-
balmente a ella, el proceso histórico descrito ha llevado
a la extensión del estado - nación como forma política.
Los principios desarrollados en Europa y Norteamérica
se propagaron con la descolonización producida duran-
te el siglo XX y así, tal como afirma Huntzinger, se “ha
llegado a universalizar el modelo de estado – nación de
tal modo que el planeta, ahora, se encuentra poblado de
estados.”
Estado, Nación y Gobierno
• No debe confundirse con el concepto de gobierno,
que sería sólo la parte generalmente encargada de
llevar a cabo las funciones del Estado delegando
en otras instituciones sus capacidades. El Gobierno
también puede ser considerado como el conjunto de
gobernantes que, temporalmente, ejercen cargos du-
rante un período limitado dentro del conjunto del
Estado.
• Tampoco equivale totalmente al concepto, de carác-
ter más ideológico, de "Nación", puesto que se con-
sidera posible la existencia de naciones sin Estado y
la posibilidad de que diferentes naciones o naciona-
lidades se agrupen en torno a un solo Estado. Co-
múnmente los Estados forman entes denominados
"Estado Nación" que aún en ambos conceptos, sien-
do habitual que cada nación posea o reivindique su
propio Estado.
Existen distintas formas de organización de un Estado,
pudiendo abarcar desde concepciones “centralistas” a las
“federalistas” o las “autonomistas”, en las que el Estado
permite a las federaciones, regiones o a otras organiza-
ciones menores al Estado, el ejercicio de competencias
que le son propias pero formando un único Estado, (lo
que sucede por ejemplo en Suiza, Alemania, EE. UU.)
20 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
1.5.3 Formación de los Estados y estatidad
(Nota: "estatidad" se utiliza aquí como equivalente a "estatali-
dad" o "estatalismo")
El Capitolio de los Estados Unidos.
No todos los Estados actuales surgieron de la misma ma-
nera; tampoco siguieron de una evolución, un camino
inexorable y único. Esto es así porque los Estados son
construcciones históricas de cada sociedad. En algunos
casos surgieron tempranamente, como por ejemplo el
Estado Nacional inglés. En otros casos, lo hicieron más
tardíamente, como el Estado Nacional alemán.
Los Estados pueden ser examinados dinámicamente
usando el concepto de estatidad, aportado por Oscar Osz-
lak. Desde este punto de vista, ellos van adquiriendo con
el paso del tiempo ciertos atributos hasta convertirse en
organizaciones que cumplen la definición de Estado.
Estas características de estatidad enunciadas en un orden
arbitrario, en el sentido de que cada Estado puede adqui-
rir estas características no necesariamente en la secuencia
indicada, son las siguientes:
• Capacidad de externalizar su poder: es decir, obte-
ner el reconocimiento de otros Estados.
• Capacidad de institucionalizar su autoridad: significa
la creación de organismos para imponer la coerción,
como por ejemplo, las fuerzas armadas, escuelas y
tribunales.
• Capacidad de diferenciar su control: esto es, contar
con un conjunto de instituciones profesionalizadas
para aplicaciones específicas, entre las que son im-
portantes aquellas que permiten la recaudación de
impuestos y otros recursos de forma controlada.
• Capacidad de internalizar una identidad colecti-
va: creando símbolos generadores de pertenencia e
identificación común, diferenciándola de aquella de
otro Estado, por ejemplo, teniendo himno y bandera
propia.
Así, todos los territorios atraviesan un largo proceso hasta
alcanzar esa calidad de Estado pleno. Que solo será tal en
la medida que ese Estado haya logrado con éxito todos
estos requisitos. Requisitos que son mínimos y necesarios
para hablar de un verdadero Estado Nacional.
Todo esto hace que el Estado sea una de las más impor-
tantes formas de organización social en el mundo. Ya que
en cada país y en gran parte de las sociedades se postula
la existencia real o ficticia de un Estado, aunque la crea-
ción de entes supra-estatales como la Unión Europea, ha
modificado el concepto tradicional de Estado, pues és-
te delega gran parte de sus competencias esenciales en
las superiores instancias europeas (económicas, fiscales,
legislativas, defensa, diplomacia, ...) mermándose así la
soberanía original de los Estados.
Otros grupos sociales que se consideran en la actualidad
como Estados no son tales por tener tan mermadas sus
capacidades y funciones en favor de otras formas de or-
ganización social.
1.5.4 Atributos del Estado que lo distin-
guen de otras instituciones
• Funcionarios estables y Burocracia : vital para su
funcionamiento administrativo y manejo eficaz de
su Nación. Es necesario que exista un cuerpo de fun-
cionarios que esté abocado de lleno a la tarea.
• Monopolio fiscal: es necesario que posea el com-
pleto control de las rentas, impuestos y demás in-
gresos, para su sustento. Utiliza su Burocracia para
este fin.
• Ejército permanente: precisa de una institución ar-
mada que lo proteja ante amenaza extranjera, inter-
na y se dedique a formar defensa para él.
• Monopolio de la fuerza legal: para poder ser un
estado es necesario que estados modernos y contem-
poráneos desarrollen el uso exclusivo y legítimo de
la fuerza para poder asegurar el orden interno. Es
por esto que el Poder Legislativo crea leyes que son
obligatorias, el Poder Ejecutivo controla con el uso
de mecanismos coactivos su cumplimiento y Poder
Judicial las aplica y ejecuta con el uso de la fuerza,
que es legítimo.
El Poder muestra dos facetas distintas aquí en sentido es-
tricto y legitimo en la otra cara. En el primero es conocido
como Poder estricto cuando es aludido en el sentido de
fuerza coactiva, o sea aplicación pura de la fuerza. Mien-
tras que en el segundo se lo concibe cuando es fruto del
reconocimiento de los dominados. De este modo el pue-
blo reconoce como autoridad a una institución por exce-
lencia y le delega su poder.
• Soberanía: facultad de ser reconocido como la ins-
titución de mayor prestigio y poder en un territo-
rio determinado. Hoy en día también se habla de
soberanía en el ámbito externo, es decir internacio-
nal, quedando esta limitada al Derecho Internacio-
nal, organismos internacionales y al reconocimiento
de los Estados del mundo
1.5. ESTADO 21
• Territorio: Determina el límite geográfico sobre el
cual se desenvuelve el Estado. Es uno de los factores
que lo distingue de Nación. Este debe estar delimita-
do claramente. Actualmente el concepto no engloba
una porción de tierra, sino que alcanza a mares, ríos,
lagos, espacios aéreos, etc.
• Población: es la sociedad sobre el cual se ejerce di-
cho poder compuesto de instituciones, que no son
otra cosa que el mismo estado que está presente en
muchos aspectos de la vida social.
1.5.5 Tipos y formas de Estado
Una primera y clásica clasificación de los Estados hace
referencia a la centralización y descentralización del Po-
der, diferenciándose entre Estados unitarios y Estados de
estructura compleja, siendo estos últimos, generalmente,
las federaciones y las confederaciones, así como otros ti-
pos intermedios.
El Derecho Internacional da también otra clasificación de
los Estados según su capacidad de obrar en las relaciones
internacionales:
1. Por un lado están los Estados con plena capacidad
de obrar, es decir, que puede ejercer todas sus capa-
cidades como Estado soberano e independiente. En
este caso se encuentran casi todos los Estados del
Mundo.
2. Por otro lado se encuentran aquellos Estados con li-
mitaciones en su capacidad de obrar por distintas
cuestiones. Así, dentro de esta tipología se puede ob-
servar, a su vez, una segunda clasificación de éstos:
(a) Estados neutrales. Aquellos que se abstienen
en participar en conflictos internacionales. Es-
ta neutralidad se ha ido adaptando en función
de:
i. Si posee neutralidad absoluta por dis-
posición constitucional. Es el caso de la
Suiza. También Suecia entre 1807 hasta
1993 mantuvo una neutralidad absoluta
en asuntos internacionales.
ii. Si es un país neutralizado. Son Esta-
dos neutrales respecto de alguien y de
algo concreto. Es una neutralidad im-
puesta por un tratado internacional, una
disposición constitucional o por sanción
internacional. Fue el caso de Austria, que
en 1956, tras la retirada de las fuer-
zas ocupantes de Francia, Reino Unido,
Estados Unidos y la Unión de Repúbli-
cas Socialistas Soviéticas, éstas redacta-
ron una constitución donde se dispuso que
Austria debía ser neutral respecto a las
cuatro fuerzas firmantes.
(b) Estado soberano que renuncia a ejercer sus
competencias internacionales. Son Estados de-
pendientes en materias de relaciones interna-
cionales. Suele ser el caso de microestados que
dejan o ceden las relaciones internacionales a
un tercer Estado, bien circundante, bien con
las que mantenga buenas relaciones. Es el caso
de San Marino, que encomienda las relaciones
internacionales a Italia; de Liechtenstein, que
se la cede a Suiza, o Mónaco a Francia.
(c) Estado en Libre Asociación con otro. Es un Es-
tado independiente pero en el que un tercer
Estado asume una parte de sus competencias
exteriores, así como otras materias tales como
la defensa, la economía o la representación di-
plomática y consular. Es el caso de Palaos res-
pecto a Estados Unidos de América.
(d) Estados bajo administración fiduciaria. Son
una especie de Estado tutelado de una forma
parecida a lo que fueron los Estados bajo man-
dato, no posibles actualmente, y bajo protecto-
rado. La Sociedad Internacional protege o asu-
me la tutela de ese Estado como medida cau-
telar o transitoria en tiempos de crisis. Fue el
caso de Namibia hasta 1998.
(e) Estados soberanos no reconocidos internacio-
nalmente. Son Estados soberanos e indepen-
dientes pero al no ser reconocidos por nin-
gún otro tienen muy limitada su capacidad de
obrar. Puede no ser reconocido bien por una
sanción internacional, bien por presiones de
un tercer país (caso de la República de Chi-
na, no reconocido por evitar enfrentamientos
con la República Popular China, aunque man-
tiene una gran actividad internacional), bien
por desinterés (caso de Somalilandia). Otro
caso referente a esto fueron los bantustanes,
únicamente reconocidos por la República de
Sudáfrica y rechazados por el resto de la
Comunidad Internacional.
1.5.6 Reconocimiento de Estados
El reconocimiento es un acto discrecional que emana de
la predisposición de los sujetos preexistentes. Este acto
tiene efectos jurídicos, siendo considerados ambos suje-
tos internacionales, el reconocedor y el reconocido, de
igual a igual puesto que se crea un vínculo entre los dos.
Hoy en día la doctrina aceptada para el reconocimiento
de los Estados es la doctrina Estrada, pragmática en tan-
to en cuanto un sujeto no sea molesto para la sociedad
internacional no va a tener dificultad para ser reconoci-
do. Se entiende que si un sujeto reconoce a otro se va
a producir contactos entre ambos, por lo que en el mo-
mento que se inician los trámites para el establecimiento
de relaciones diplomáticas se supone que existe un reco-
22 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL.
nocimiento internacional mutuo. Sin embargo, la ruptura
de estas relaciones diplomáticas no supone la pérdida del
reconocimiento. Igualmente, una simple declaración for-
mal también es válida para reconocer a otro Estado pese
a no iniciar relaciones diplomáticas.
En el ámbito normativo, hay propuestas que apuntan a
necesidad de mayor integración con la creación de un Es-
tado global, entendido como un marco político planetario
con poder coercitivo y capacidad para regular las relacio-
nes interestatales y los focos de poder extrapolíticos, con
capacidad ejecutiva, legislativa y judicial capaz de impo-
nerse a los Estados nacionales en determinados ámbitos
que no pueden ser abordados desde la óptica de la so-
beranía nacional (medio ambiente, terrorismo, paraísos
fiscales...)[6]
1.5.7 Crítica al Estado
Alegoría de la Paz y la felicidad del Estado. Los cásicos con-
sideraban la paz de un Estado como la consecuencia lógica de
la justícia y el buen gobierno. Obra conservada en la Biblioteca
Museo Víctor Balaguer
El Estado es una de las instituciones que perdura sin una
evolución importante en su estructura y funcionamiento,
con excepción de su crecimiento. El Estado moderno fue
creado con la revolución industrial, pero el mundo y la
dinámica de la sociedad ha cambiado mucho desde del
siglo XIX. Por ejemplo, mientras las empresas modernas,
que fueron creadas durante la revolución industrial, cam-
bian ágilmente su dinámica cada vez que el mercado lo
demanda, los Estados no cambian sus leyes de la misma
forma como la sociedad lo demande (véase: cálculo eco-
nómico).
El enfoque crítico difiere además entre el
institucionalismo y el clasismo como factor determinante
de la naturaleza del Estado. Algunas concepciones como
el anarquismo consideran conveniente la total desapa-
rición de los Estados, en favor del ejercicio soberano
de la libertad individual a través de asociaciones y
organizaciones libres. Otras concepciones aceptan la
existencia del Estado, con mayor o menor autoridad o
potestad, pero difieren en cuanto cual debiera ser su
forma de organización y el alcance de sus facultades:
Anarquismo
El anarquismo sostiene que el Estado es la estructura de
poder que pretende tener el monopolio del uso de la fuer-
za sobre un territorio y su población, y que es reconocido
como tal por los estados vecinos. Los elementos más apa-
rentes que señalan el poder del estado son:
• el control de fronteras,
• la recaudación de impuestos,
• la emisión de moneda,
• un cuerpo de policía y un ejército,
• un sistema burocrático administrado por trabajado-
res funcionarios.
Se le critica la falsa ostentación de la seguridad, defen-
sa, protección social y justicia de la población; ejercien-
do en realidad un gobierno obligatorio y violentando la
soberanía individual y la no coacción. Los anarquistas
señalan que el Estado es una institución represora para
mantener un orden económico y de poder concreto vin-
culado al poder público. Le atribuyen al Estado buena
parte de los males que aquejan a la humanidad contem-
poránea como la pobreza, crisis económicas, las guerras,
la injusticia social, etc.[7][8]
Unas palabras que identifican plenamente lo que es para
los anarquistas el Estado desde la perspectiva de Bakunin,
uno de los teóricos del anarquismo moderno:
“Quien dice ‘Estado’, dice necesariamente ‘Guerra’. El
Estado procura (y debe procurar) ser fuerte, más fuerte
que sus vecinos; de lo contrario, será un juguete en ma-
nos de ellos. Se ve obligado a debilitar, a empobrecer a los
otros Estados para imponerles su ley, su política, sus tra-
tados comerciales, con objeto de enriquecerse a su costa.
La lucha por la supremacía, que está en la base de la or-
ganización económica burguesa, es también la base de su
organización política”.
Marxismo
Por su parte los marxistas afirman que cualquier Estado
tiene un carácter de clase, y que no es más que el apara-
to armado y administrativo que ejerce los intereses de la
clase social dominante.[9]
Por tanto aspiran a la conquis-
ta del poder político por parte de la clase trabajadora, la
destrucción del Estado burgués y la construcción de un
necesario Estado obrero como paso de transición hacia el
socialismo y el comunismo, una sociedad donde a largo
plazo no habrá Estado por haberse superado las contra-
dicciones y luchas entre las clases sociales.[10]
Se discute
1.5. ESTADO 23
sobre la viabilidad de la eliminación de las condiciones
de la existencia burguesa, supuesto para el paso de la so-
ciedad enajenada a la comunista.[11]
Liberalismo
Desde el liberalismo se aboga por la reducción del papel
del Estado al mínimo necesario (Estado mínimo), desde
un sentido civil para el respeto de las libertades básicas, es
decir el Estado debería encargarse de la seguridad (ejér-
cito y policía para garantizar las libertades ciudadanas) y
de la justicia (poder judicial independiente del poder po-
lítico). En ningún caso el Estado debe servir para ejercer
la coacción de quitar a unos individuos para dar a otros, y
deben ser los agentes privados los que regulen el mercado
a través del sistema de precios, asignando a cada cosa el
valor que realmente tiene.[12]
Bastiat expuso dos formas posibles de entender el Estado:
Un estado que hace mucho pero debe tomar mucho, o
bien un estado que hace poco pero también toma poco
de sus ciudadanos. La tercera posibilidad de un estado
que hace mucho por sus ciudadanos pero les pide poco a
cambio (tercera vía) es, según Bastiat, una invención de
algunos políticos irresponsables.
Integrismo
Las ideologías integristas defienden la concepción del Es-
tado supeditada a la religión que profesan.
1.5.8 La razón de Estado
En defensa del bien común de la totalidad de la población
que engloba el Estado o de la pervivencia del mismo, se
utiliza frecuentemente la llamada razón de Estado, tér-
mino acuñado por Nicolás Maquiavelo, por la que dicho
Estado, perjudica o afecta de una u otra forma a personas
o grupos de personas, en pro del resto de individuos que
lo conforman, generalmente obviando las propias normas
legales o morales que lo rigen. Tal es el argumento esgri-
mido, por ejemplo, en ciertos asesinatos selectivos o en
ciertos casos de terrorismo de Estado.
1.5.9 Véase también
• Convención de Montevideo
• Secreto de Estado
1.5.10 Referencias
[1] Real Academia Española (2005). «Estado». Diccionario
panhispánico de dudas. Madrid: Santillana. Consultado el
3 de junio de 2012. «Se escribe con inicial mayúscula
cuando significa ‘conjunto de los órganos de gobierno de
un país soberano’; (...) también cuando se refiere a la uni-
dad política que constituye un país, o a su territorio.»
[2] Para José Zafra Valverde, ex-Catedrático de Derecho Po-
lítico de la Universidad de Navarra, el Estado se definiría
como:
Grupo territorial duradero, radicalmente
comunitario, estrictamente delimitado,
moderadamente soberano frente a otros,
que se manifiesta como máximamente
comprensivo en el plano temporal y en cuyo
seno, sobre una población, con creciente
homogeneidad y sentido de autopertenencia,
una organización institucional eminente-
mente burocrática, coherente y jerarquizada,
desarrolla una compleja gobernación guiada
conjuntamente por las ideas de seguridad y
prosperidad.
pag. 74 del primero de los dos tomos que ex-
plican esta definición. Libro: “Teoría Funda-
mental del Estado” (Universidad de Navarra,
Pamplona, 1990) ISBN:84-404-6076-7
[3] Max Weber, “La política ”, en su libro El político y el cien-
tífico, trad. F. Rubio Llorente, Madrid, Alianza, 5ª ed.,
1979, p. 92).
[4] Heller, Hermann. “Supuestos históricos del Estado ac-
tual”, FCE, Pag. 142.
[5] Huntzinger, Jacques. Introduction aux relations interna-
tionales. París : Seuil, 1987
[6] Fernández Manzano, Juan Antonio, Un Estado global pa-
ra un mundo plural, Madrid: Biblioteca Nueva, 2014.
[7] El Estado, por Piotr Kropotkin
[8] Anatomía del Estado, por Murray Rothbard
[9] El Estado democrático - Crítica de la soberanía burguesa,
de Karl Held y Emilio Muñoz
[10] El Estado y la Revolución de Lenin
[11] Herrera, Hugo Eduardo, ¿De qué hablamos cuando ha-
blamos de Estado? Ensayo filosófico de justificación de la
praxis política Op. cit., pp. 27 ss.
[12] El Estado de Frédéric Bastiat.
1.5.11 Enlaces externos
• Wikiquote alberga frases célebres de o sobre
Estado. Wikiquote
• Wikcionario tiene definiciones y otra informa-
ción sobre estado.Wikcionario
• El Estado y sus elementos
• Concepto de Estado
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  • 2. Capítulo 1 El poder y la política. Conflictos. Sociedad civil. 1.1 Poder El término poder, como sinónimo de fuerza, capacidad, político o dominio(según la RAE), puede referirse a: 1.1.1 Institucionales básicos • Lo político: • poder legislativo; • poder ejecutivo; • poder judicial. 1.1.2 Extensiones a nivel de los análisis • Cuarto poder, el de los medios de comunicación; • Quinto poder, el que se encuentra en las empresas públicas y en su capacidad de intervención económi- ca (según unos), y (según otros) Internet y las redes de redes como superadora de los medios de comu- nicación; • Sexto poder, en España, el poder territorial o el ejercicio del poder por parte de las comunidades au- tónomas; 1.1.3 Otros casos • Poder fáctico, el que se ejerce fuera de los cauces formales; habitualmente usado en plural: en Espa- ña, los poderes fácticos durante el franquismo y la transición eran la Iglesia, la Armada, el Ejército y la Banca (o los capitalistas); • poder económico; • poder duro (hard power), en las relaciones in- ternacionales, la fuerza militar; • poder blando (soft power), en las relacio- nes internacionales, la influencia económica e ideológica; • poder inteligente (smart power), combina soft power y hard power. • Poder temporal. • Poder civil o autoridad civil (no debe confundirse con gobierno civil). • Poderes universales. • Powers that be. • Poder notarial, documento público autorizado por un notario por el que se designa representante; • Poder subjetivo • Server de Minecraft • Gomi I y todas sus sucesoras • Hashtags de Ángel • El número 27 1.1.4 Conceptos asociados • Poder adquisitivo. • Relaciones sociales de poder. 1.1.5 Filosofía • Conceptos de Michel Foucault: • poder disciplinario; • poder pastoral. • Biopoder. • Poder popular, un concepto del marxismo. 2
  • 3. 1.2. POLÍTICA 3 1.1.6 Física y química • Poder calorífico. • Poder reductor. • Potencia (física). • Potencia eléctrica. 1.1.7 Arte y cultura • Superpoder, habilidad sobrehumana típica de los superhéroes. • Poder absoluto, película de Clint Eastwood. • Power to the People, canción de John Lennon. 1.1.8 Música • Poder, álbum de Zona Ganjah. 1.1.9 Véase también • Contrapoder • Poder Popular (desambiguación) • Poder militar (desambiguación) • Poder religioso (desambiguación) • Pouvoir • Power • Wikcionario tiene definiciones y otra informa- ción sobre poder.Wikcionario • Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Poder. Wikiquote 1.2 Política La política (del latín politicus y ésta del griego antiguo πολιτικός 'civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano') es una rama de la moral que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por personas libres, resuelve los proble- mas que le plantea su convivencia colectiva. Es un queha- cer ordenado al bien común. Es la ciencia que se encarga del estudio del poder público o del Estado. Algunos autores presentan al uso legítimo de la fuerza como la característica principal de la políti- ca. Siguiendo con esta definición la política es el ejercicio del poder que busca un fin trascendente. Ésta promue- ve la participación ciudadana ya que posee la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para promover el bien común. 1.2.1 Concepciones históricas de la política Definiciones clásicas apuntan a definir política como el “ejercicio del poder” en relación a un conflicto de in- tereses. Son famosas las definiciones fatalistas de Carl Schmitt de la política como juego o dialéctica amigo- enemigo, que tiene en la guerra su máxima expresión, o de Maurice Duverger, como lucha o combate de indivi- duos y grupos para conquistar el poder que los vencedores usarían en su provecho. También está Max Weber, que define la política estrictamente en función del poder. Una perspectiva opuesta contempla la política un senti- do ético, como una disposición a obrar en una sociedad utilizando el poder público organizado para lograr obje- tivos provechosos para el grupo. Así las definiciones pos- teriores del término han diferenciado poder como forma de acuerdo y decisión colectiva, de fuerza como uso de medidas coercitivas o la amenaza de su uso. Una definición intermedia, que abarque a las otras dos, debe incorporar ambos momentos: medio y fin, violencia e interés general o bien común. Podría ser entendida co- mo la actividad de quienes procuran obtener el poder, re- tenerlo o ejercitarlo con vistas a un fin que se vincula al bien o con el interés de la generalidad o pueblo.[1] Gramsci concebía la ciencia de la política tanto en su contenido concreto como en su formación lógica, como un organismo en desarrollo. Al comparar a Maquiavelo con Bodin afirma que éste crea la ciencia política en Francia en un terreno mucho más avanzado y complejo que Maquiavelo y que a Bodin no le interesa el momen- to de la fuerza, sino el del consenso. En la misma pági- na Gramsci opina que el primer elemento, el pilar de la política, “es el que existen realmente gobernados y go- bernantes, dirigentes y dirigidos. Toda la ciencia y el arte político se basa en este hecho primordial, irreductible (en ciertas condiciones generales)"[2] El ejercicio de la política permite gestionar los activos del estado nacional, también resuelve conflictos dentro de las sociedades adscritas a un estado específico lo que permite la coherencia social, las normas y leyes que determine la actividad política se vuelven obligatorias para todos los integrantes del estado nacional de donde proceden tales disposiciones Es importante señalar que Frank Goodnow, hace una especial acentuación sobre la función de la política que corresponde a la voluntad del Estado. Esta se comple- menta en su ejecución a través del gobierno. Cabe señalar que la política solo es funcional, cuando permite poner reglas entre los gobernantes y los gobernados, los cuales son doblegados a la voluntad de las acciones que se desean
  • 4. 4 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. orientar con el propósito de alcanzar un determinado fin. 1.2.2 Objeto de Estudio de la Política Según Max Weber, Raymond Aron, George Vedel y Maurice Duverger, el objeto de estudio de la política es el “poder”.[3] Política Dogmática Política dogmática es concebir el proceso político como mantenimiento de una estrategia considerada ortodoxa, identificada con la “verdad”, es decir, que no tiene criterio de discusión.[4] Política Funcional Conjunto de lineamientos discrecionales que aplican a un proceso, subproceso o unidad para facilitar la toma de de- cisiones congruentes con lo que los líderes de los procesos y unidades requieren para gestionar las actividades. Una política funcional admite discreción. 1.2.3 Sistemas políticos • Anarquía • Autocracia • Comunismo • Conservadurismo • Cleptocracia • Dictadura • Demarquía • Democracia directa • Democracia participativa • Democracia • Fascismo • Progresismo • Socialdemocracia • Liberalismo • Monarquía absoluta • Monarquía parlamentaria • Noocracia • Plutocracia • República • Socialismo • Teocracia • Tecnocracia Capitalismo Capitalismo es un sistema socio-económico surgido de las condiciones históricas posteriores al hundimiento del modo de producción feudal. Durante el siglo XIX y XX, el capitalismo se configuró como una ideología política y los partidarios de este sistema socioeconómico sintetiza- ron y racionalizaron una ideología política justificatoria de este sistema a partir de los principios más refinados sobre los derechos de propiedad privada. Así pues exis- ten actualmente dos grandes vertientes del capitalismo: aquellos que creen en religiones y entidades con autori- dad moral sobre el cuerpo humano —conservadores— de aquella más acabada y actual que cree en la propiedad de uno mismo y el principio de no agresión —liberales—.[5] Cada persona poseerá legítimamente cualquier recurso, que no tuviera dueño anteriormente, del que se apropie o que provenga del resultado de su trabajo. El sistema de títulos de propiedad está relacionado también con este punto. Este sistema establece el derecho de cada persona a su propia persona, el derecho a donar, dar en herencia (y en consecuencia a heredar) y el derecho al libre inter- cambio de bienes sobre los que tenga legítima propiedad. Por eso es frecuente, que el capitalismo se identifique con el “libre mercado”. En este punto friccionan el capitalis- mo y las demás ideologías, porque mientras que para un socialista, por ejemplo, lo justo sería que una herramienta pueda ser usado por todos, y que por tanto la propiedad de una herramienta es de todos, para el capitalista lo injusto es que alguien pretenda hacer uso de esa herramienta sin su consentimiento. 1.2.4 Teorías e ideologías políticas en el es- pectro político Todas las ideologías políticas se agrupan en torno a dos dimensiones que son la económica y la social. La dimen- sión económica está integrada por dos ideologías opues- tas, izquierda-derecha, que forman una línea horizontal y la dimensión social está integrada por otras dos ideologías opuestas, autoritarismo-libertarismo,[5][6][7] que forman una línea vertical. Juntas estas dos dimensiones integran un mapa ideológico en el cual podemos encontrar cuatro grandes sistemas como el totalitarismo, conservadurismo, socialismo y el liberalismo, y el punto en donde se cruzan las dos líneas se considera como el centro político.[6][7] Totalitarismo Se conoce como totalitarismos a las ideologías, los movimientos y los regímenes políticos donde la libertad
  • 5. 1.2. POLÍTICA 5 Esquema bidimensional que muestra las ideologías principales dentro del espectro político. En rojo el totalitarismo o estatismo, en azul el capitalismo antiguo o conservadurismo tradicionalista, en amarillo el totalismo o socialismo, en verde el liberalismo o capitalismo después de las revoluciones burguesas. El eje verti- cal corresponde al eje moral (autoritarismo-libertarismo) y el eje horizontal al eje económico (izquierda-derecha). está seriamente restringida y el Estado ejerce todo el poder sin divisiones ni restricciones. Conservadurismo Se denomina conservadurismo al conjunto de doctrinas, corrientes, opiniones y posicionamientos, generalmente de centro-derecha y derecha, que favorecen tradiciones[8] y que son adversos a los cambios políticos, sociales o eco- nómicos radicales, oponiéndose al progresismo. En un es- tado conservador, los ciudadanos están sujetos a la auto- ridad estatal, principalmente en los aspectos sociales de su vida, pero suele haber una gran libertad en el aspec- to económico coexistiendo con una gran competitividad individual y empresarial.[5][6][7] Socialismo En el espectro de cuadrantes es una ideología ubicada en- tre el libertarismo y la ideología izquierdista. El socialis- mo cree que la sociedad debe organizarse a lo largo de las líneas sociales en beneficio de todos, en lugar de para lo que se percibe como el beneficio de unos pocos. Sus prin- cipales ideas son la oposición al capitalismo, y una creen- cia en la igualdad, tanto política como económica.[5][6][7] Liberalismo Es una ideología encasillada entre el libertarismo y la ideología derechista. El liberalismo considera a la liber- tad individual como el más alto valor social y económico. El liberalismo propugna el derecho a disentir de la orto- doxia. La descripción anterior aúna los aspectos sociales del liberalismo de los Estados Unidos con los aspectos económicos del liberalismo europeo. Para Sandeep Jaitly existen dos grandes variantes: la escuela austríaca, donde los objetos no tienen un valor intrínseco de por sí sino que lo tienen porque estos satis- facen los fines humanos, y el objetivismo, donde se suele argumentar lo contrario, es decir, sostiene que el valor es intrínseco al bien.[9] Así mismo, Jaitly advierte que hay autoproclamados liberalistas en Estados Unidos que con- funden las dos variantes.[9] Para los partidarios de la ideología objetivista liberal, el orden social capitalista descansa sobre la noción de que cada ser humano es dueño de sí mismo y que, en conse- cuencia, tiene total soberanía sobre su cuerpo. Para los que aceptan esta idea sin reservas, entonces nadie puede invadir, agredir o intervenir de manera legítima el cuer- po de otra persona. Esto ha suscitado enconados deba- tes entre partidarios del capitalismo, conservadores y li- berales, en cuestiones como el aborto, la eutanasia o el matrimonio entre personas del mismo sexo. Por ejemplo, Ayn Rand, partidaria del objetivismo, rechazaba las le- yes referentes a las uniones entre homosexuales, pero no porque creyese que los homosexuales no tienen derecho a establecer parejas, sino porque no creía que el estado -ni nadie excepto los propios individuos- tuviera la legiti- midad de decidir u homologar como deban establecerse las relaciones entre personas.[10] Incluso, algunos defen- sores capitalistas extremos rechazan frontalmente la de- mocracia como sistema, pues dicen que atentan contra las minorías.[cita requerida] Mientras los socialdemócratas aceptan la idea de la recau- dación por medio de impuestos para ser gestionado públi- camente las ideologías ultraliberales abogan por impues- tos unipersonales hiperreducidos o se oponen ferozmente al cobro de impuestos (calificándolo de “robo”) o impo- sición de normas morales sobre otros considerando dicha imposición contraria al principio de no agresión que de- fienden. Sin embargo, en la práctica ninguna organización o partido político de amplia implantación ha sugerido la supresión total de los impuestos. En el estatus de negación a la acción política de un Esta- do sobre los individuos, hace que un liberal muchas ve- ces sea definido en ocasiones como “conservador”, puesto que un estatista ve a los capitalistas en general como “de- fensores de las normas tradicionales”. Sin embargo, esto no es cierto en todo los casos, ya que muchos liberales no defienden que la tradición se mantenga, sino que se respete que las personas son libres de elegir su camino y que por tanto no deben introducirse normas artificiales destinadas a “inculcar” en la sociedad lo que el planifi- cador económico, en la mayoría de los casos un gobierno democráticamente elegido, considere 'correcto'. También debería distinguirse entre la ideología capitalista liberal, el corporativismo empresarial y el capitalismo de estado (modelo conservador).[11][12][13] • Esquema bidimensional que muestra la subdivisión de las ideologías principales dentro del espectro po- lítico.
  • 6. 6 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. • Esquema bidimensional que muestra la colocación de distintos personajes históricos dentro del espectro político. 1.2.5 Otras clasificaciones de las ideologías políticas Se consideran otras dimensiones aparte de las dos típi- cas, en función de si se busca el perfeccionamiento de la humanidad o de solo una cultura, nación, sociedad o in- dividuo, si una ideología es progresista o conservadora, individualista o totalista, si hay aceptación o rechazo de la propiedad privada,[14] o en función de si su cultura está influenciada por otras. [15][16][17] Otra clasificación de las ideologías políticas.[14] Sobre las interacciones culturales e históricas Progresistas Son aquellas ideologías que proponen un finalismo histórico racionalista o positivista ba- sado solo en el perfeccionamiento de la humanidad (antropocentrismo) que va más allá de las decisiones in- dividuales o colectivas. Ven a la historia como un ca- mino de realización y perfeccionamiento. Las ideologías económicas de derecha creen que ya se ha llegado a tal perfeccionamiento después del movimiento ilustrado y de la revolución francesa, mientras que las ideologías económicas de izquierda que surgieron después de la revolución industrial consideran que esta sociedad es injusta y que la plena realización humana sólo se dará cuando sea superada.[14] Al contrario de las ideologías románticas, que no suelen identificarse con el statu quo, las ideologías evolucionistas se identifican con posturas progresistas o reformistas.[14] Románticas Son las ideologías que por el contrario de las ideologías racionales proponen un finalismo histó- rico romántico basado en los ideales individuales o co- lectivos. No ven a la historia como un camino de rea- lización y perfeccionamiento.[14] Algunas ideologías co- mo el libertarismo carecen de un finalismo histórico con- creto y niegan todo determinismo histórico que restrinja o atente en contra de la libertad individual. Las ideolo- gías autoritarias ven como el sujeto de la historia a la na- ción, a la cultura o a la ley del más fuerte (egocentrismo, teocentrismo, etnocentrismo o estatocentrismo). Este do- minio no tiene una fundamentación racional sino vital y emocional.[14] A diferencia de las ideologías dentro del espectro progresista que adoptan cambios parciales y gra- duales propios de posturas reformistas, las ideologías ro- mánticas se asocian más a cambios totales propios de pos- turas revolucionarias, reaccionarias y militaristas.[14] Aculturación política Los renacimientos son otro ti- po de ideologías dinámicas de un marco histórico mucho más amplio que puede adoptar tintes progresistas o ro- mánticos ya sea con el fin de mejorar la humanidad o con el fin de cumplir los ideales individuales y colectivos de una cultura o una nación tomando como marco de refe- rencia sociedades, civilizaciones o culturas afines preexis- tentes más antiguas. Por lo tanto se diferencia del refor- mismo y las revoluciones, en la que estos solo se basan en cambios que dan soluciones a problemáticas generadas dentro del mismo curso de su historia, mientras que un renacimiento toma de referencia para la solución de sus problemas la forma de proceder de otras culturas muer- tas más antiguas.[16] En otras palabras el renacimiento es la adopción de una solución ya establecida en otra cul- tura, mientras que el reformismo y las revoluciones son producto del dinamismo interno y de adaptación al me- dio dando nuevas soluciones inventadas dentro del curso de la historia de la misma cultura. Ejemplo de un rena- centismo reciente es el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, ya que este mezcló la ideología del partido con aspectos de la cosmogonía germánica precristiana. El herodianismo, kemalismo o aculturación política es un especie de cambio por imitación que se diferencia del renacimiento en que la solución a problemáticas se to- man no de otra cultura antigua sino de una cultura do- minante, competidora o paralela en la escala temporal, es decir, adoptan soluciones prestadas tanto en la dimen- sión social como económica, mientras tanto el reformis-
  • 7. 1.2. POLÍTICA 7 mo solo suele tomar cambios prestados de la dimensión económica pero guardan características en la dimensión social ajustándola al nuevo contexto con tintes propios. Ejemplos de herodianismo en épocas recientes se po- drían citar al Movimiento Nacional Turco de Mustafa Kemal Atatürk durante los años treintas, y al movimien- to neoliberal en Latinoamérica entre las décadas de los ochentas y noventas.[15][17] El proceso de aculturación política no es un proceso ex- clusivo de las culturas dominadas, sino también un proce- so que suele afectar a la cultura dominante en su afán de abarcar todas las culturas (universalismo y globalización), como actualmente es el caso de occidente mediante unos procesos denominados multiculturalismo y relativismo cultural.[15][17] Rechazo a ultranza El zelotismo está en contrapo- sición al herodianismo,[15] en la escala de dominancia, y el renacentismo, en la escala temporal, es una ideología que rechaza el proceso de aculturación política toman- do una posición normalmente de índole ultra conservador o etnocentrista aceptando solo los parámetros sociales y económicos de su cultura actual. El antagonismo entre herodianismo y zelotismo es análogo al antagonismo en- tre progresismo y conservadurismo, pero difieren debido a que el plano de antagonismo entre las primeras es en relación a las interacciones con otras culturas, mientras que el antagonismo de las segundas es en relación a inter- acciones dentro de una misma cultura. Los primitivistas rechazan desde sociedades agrarias hasta las sociedades más modernas (industriales) argu- mentando que la mejor sociedad es aquella donde el hombre se encuentra en su estado más natural (caza- recolección). Califican a la civilización y sus derivados como formas de imposición. Aunque los ideólogos prin- cipales son occidentales estos ven al progreso como un mito monstruoso basado en la falsa idea de un desarrollo ilimitado sin tomar en cuenta que los recursos son limita- dos o las técnicas son efímeras, como en el caso del petró- leo (sociedades modernas-industriales) o la tierra arable (sociedades agrarias). Sobre la estructura social Colectivistas Las ideologías que promueven el colectivismo o totalismo son las que dan prioridad al co- lectivo sobre el individuo argumentando que sin sociedad no hay individuos.[14] Cuando el estado se convierte en el centro de la vida política restringiendo las libertades in- dividuales el totalismo se trasforma en totalitarismo.[14] Mientras que en el totalitarismo es más importante la na- ción sobre el individuo, en el totalismo es más importante la sociedad, por ello el nombre de socialismo.[14] En el na- cionalismo extremo es más importante que el individuo el contexto cultural, las tradiciones, la religión, la lengua e incluso algunas veces la raza (etnocentrismo). Individualistas Las ideologías que promueven el individualismo son las que dan prioridad al individuo so- bre el colectivo argumentando que sin individuos no hay sociedad.[14] Lo que distingue a las ideologías capitalistas y liberales racionales de las otras ideologías individualis- tas es el contrato social, que para su ejecución requiere de un estado que lo haga valer en pro de garantizar las li- bertades individuales. Mientras tanto las ideologías den- tro del liberalismo extremo, económico y del socialismo moral son tan celosas de su libertad que niegan al contrato social interpretándolo como una forma de autoritarismo. En el capitalismo extremo y en el económico se consi- dera a la corporación o empresa privada como persona jurídica (distinta de una persona física) que a menudo posee derechos amparados por la ley similares a aquellos de una persona natural o individuo, en donde en la mayo- ría de las veces, el poder ha sido transferido del estado a las grandes corporaciones o empresas privadas. Elitistas Suele darse en sociedades homogéneas (co- lectivistas) tanto como en sociedades heterogéneas pero que guardan distancia vertical del poder respecto a quien les gobierna. Ejemplos de las primeras pueden ser la so- ciedad china y ejemplos de la segunda la sociedades ára- bes y anteriormente latinoamericanas.[17] Normalmente, en estas sociedades no existe una separación clara de fun- ciones judiciales, ejecutivas o legislativas y el poder suele concentrarse en sistemas de partido único, corporaciones, monarquías o dictaduras.[17] Pluralismo Suelen ser sociedades heterogéneas pero con una distribución horizontal del poder, es decir, en la participación representativa existen varias élites compi- tiendo por obtener el poder político. Sociedades plura- les características se pueden encontrar en las sociedades japonesa, occidental o de la India.[17] En este tipo de sis- temas de gobierno suele coexistir una clara separación de los poderes del Estado en poder ejecutivo, legislativo y judicial y múltiples partidos políticos compitiendo por obtener una representación.[17] Sobre la propiedad y los medios de producción Aceptación de la propiedad privada Unas ideolo- gías interpretan a la propiedad privada como indispen- sable para la marcha de la economía y para el ejercicio efectivo de la libertad individual como es en el caso del liberalismo.[14] En el caso del capitalismo y el totalitaris- mo moral no anulan el derecho a la propiedad privada pero también quieren ponerla al servicio de los intere- ses de un estado o ideología dominante. Por el contrario, en el capitalismo extremo y económico, el estado está al servicio de los intereses de la empresa privada, el cual el poder se ha transferido desde el estado o sociedad a las grandes corporaciones (corporatocracia) formadas por una sociedad mercantil controlando los medios de pro-
  • 8. 8 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. ducción. El liberalismo extremo y económico a través de la contraeconomía, tratan de suprimir o anular al esta- do por medio de empresas privadas (empresa agorista) por medio del mercado libre y el anarquismo de merca- do, convirtiendo a los trabajadores e individuos en ge- neral, en empresarios radicales que controlan los medios de producción. Se oponen a la responsabilidad limitada (despersonalizada) de las corporaciones y a la propiedad inmaterial del capitalismo extremo y económico consi- derándola un privilegio forzado e ilegítimo. En cambio, piensan que las propiedades materiales (como suelos) sí pueden ser privadamente apropiados. Rechazo de la propiedad privada El totalitarismo y el socialismo racionales son ideologías que interpre- tan a la propiedad privada de los medios de produc- ción como el origen de todos los males sociales.[14] En cambio las ideologías socialistas y liberales morales argu- mentan simplemente que la propiedad privada es un robo si no se ocupa o trabaja, distinguiéndola de aquella pro- piedad personal legítima producto del trabajo sobre una propiedad natural, aceptando algún grado de privatismo, bajo la concepción de que la humanidad pertenece a la naturaleza y no ésta a la humanidad. Las posturas ideo- lógicas dentro del socialismo extremo a diferencia de las dos anteriores defiende que la propiedad natural es igua- litaria. El socialismo extremo y económico es antagónico con cualquier modelo de organización corporativa mer- cantil (la empresa privada del capitalismo extremo y eco- nómico) o centralista (la empresa estatal del totalitaris- mo extremo y económico) que controlan los medios de producción, y aboga por el manejo de estos medios por parte de los mismos trabajadores creando corporaciones (empresa autogestionada) formadas por una sociedad civil normalmente de índole sindical. El modelo de em- presa de las ideologías socialistas y liberales morales es la cooperativa considerada a medio camino entre el in- dividualismo y el colectivismo económico, ya que inten- ta combinar armónicamente propiedad privada, empre- sa privada, competitividad y economía de mercado junto con democracia directa interna, empresa de autogestión, colaboración mutua, mercados sociales y otras formas de solidaridad voluntaria. Productivistas Aunque muestren un finalismo, las ideologías productivistas no deben confundirse con las progresistas pues, mientras las segundas se centran en la evolución cultural y moral viendo como sujeto de la histo- ria a la humanidad,[14] las primeras se centran en el papel de los sistemas en el que predomina el interés por pro- ducir bienes materiales apoyándose en un aumento del consumo, la tecnología y el crecimiento económico.[18] Dicho de otra manera, para las ideologías progresistas el fin es la humanidad mientras que para las productivistas el fin último es el crecimiento económico y material.[18] Desde la perspectiva socialista el productivismo se defi- ne como una ética en la que el trabajo cumple un papel crucial al expresar la primacía de la industria en la so- ciedad moderna.[18] Desde la perspectiva capitalista y de economía de mercado las decisiones de lo que se debe producir, en que cantidad y para quién deben ser toma- das de manera individual.[18] Aunque existen ideologías productivistas, como el socialismo, que siguen viendo a la humanidad como sujeto principal de la historia existen otras ideologías (véase ideologías románticas), como el transhumanismo, que no lo ven así. Anti-productivistas Los críticos del productivismo argumentan que el productivismo puede ser como una en- fermedad y que puede interferir con los demás procesos que regulan la vida en el planeta, incluso entre las pro- pias relaciones humanas. Para Iván Illich sólo una socie- dad que acepte la necesidad de escoger un techo común a ciertas dimensiones técnicas en sus medios de producción tiene alternativas políticas.[19] Así pues, los defensores de estas posturas suelen hablar de un crecimiento moral pe- ro no económico o no material. Aunque existen ideolo- gías anti-productivistas, como el decrecimiento, que si- guen viendo a la humanidad como sujeto principal de la historia existen otras ideologías (véase ideologías román- ticas), como el ecologismo profundo (biocéntrica), que no lo ven así. 1.2.6 Marketing político El marketing político es el conjunto de técnicas de inves- tigación, planificación, gerenciamiento y comunicación que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones es- tratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, sea ésta electoral o de difusión institucional. En la actua- lidad el Marketing Político presenta dos características adicionales: la mediatización y la videopolítica. Si bien existen numerosas similitudes técnicas y meto- dológicas entre el Marketing Político y el Marketing Co- mercial, sus objetivos difieren notablemente. En el mun- do comercial la lógica de mercado tiene como objetivo principal la satisfacción de una necesidad. En la esfera política la lógica de mercado tiene como objetivo la elec- ción de una alternativa. 1.2.7 Véase también • Portal:Ciencia política. Contenido relacionado con Ciencia política. • Sistema bipartidista • Brújula política • Clientelismo político • Declaración Universal de los Derechos Humanos • Elecciones
  • 9. 1.2. POLÍTICA 9 • Espectro político • Extrema izquierda • Izquierda política • Centroizquierda político • Centro político • Centroderecha política • Derecha política • Extrema derecha • Estado de sitio • Globalización • Movimiento antiglobalización • Partido político • Movimiento social • Democracia • Colores políticos • Política 2.0 • Psicopolitica 1.2.8 Referencias [1] Hugo Eduardo Herrera, ¿De qué hablamos cuando habla- mos de Estado? Ensayo filosófico de justificación de la praxis política. Instituto de Estudios de la Sociedad, San- tiago (Chile) 2009, 67 ss. [2] Antonio GramsciNotas sobre Maquiavelo, sobre política y sobre el estado moderno(México) 1975, p. 31. [3] Ogaza, F., Araujo,M. (2012). [objetodeestudiodelacien- ciapolitica.blogspot.mx «Objeto de estudio de la ciencia política.»] |url= incorrecta (ayuda). [4] García,M. (2000). Introducción al derecho. Porrúa. [5] George Lakoff 1996. Moral politics : What Conservatives Know that Liberals Don't, University of Chicago Press. ISBN 978-0-226-46805-1 • 2001 Edition. Moral Politics: How Liberals and Conservatives Think, University of Chicago Press. ISBN 978-0-226-46771-9 [6] Slomp, Hans (2000). European Politics Into the Twenty- First Century: Integration and Division. Westport: Praeger. ISBN 0275968146. [7] «David Nolan - Libertarian Celebrity». Advocates for Self Government. Archivado desde el original el 17 de febrero de 2003. Consultado el 18 de junio de 2010. [8] Se entiende el término «tradición» en el sentido de creen- cias o costumbres —tanto religiosas como sociales y políticas— que serían características de un pueblo o nación [9] Sandeep Jaitly (2012) Keiser report en español. Solvencia a la velocidad de la luz RT Consultado el 27 de agosto de 2012. [10] Ayn Rand sobre el matrimonio homosexual [11] Ayn Rand, Capitalism the unknown ideal [12] Murray Rothbard, Capitalism versus Statism [13] Murray Rothbard fue un economista de la escuela austría- ca, teórico anarcocapitalista e historiador estadounidense del siglo XX. Fundador de la doctrina del anarcocapitalis- mo. [14] Andrés Ariel Luetich. Clasificación de las ideologías po- líticas. Actas de la Academia Luventicus 2002 (1): 1-10. Rosario, 2002. ISSN 1666-7581. [15] Arnold J. Toynbee (1954), A Study of History Vol VIII: Heroic Ages; Contacts between Civilizations in Space, Oxford University Press. [16] Arnold J. Toynbee (1954), A Study of History Vol IX: Contacts between Civilizations in Time; Law and Free- dom in History; The Prospects of the Western Civiliza- tion, Oxford University Press. [17] Samuel Phillips Huntington, The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order, New York: Simon & Schuster, 1996 [18] Víctor Climent Sanjuán (1999) Producción y crisis ecoló- gica. Los agentes sociales ante la problemática medioam- biental. Edicions Universitat Barcelona, 1999 - 119 pági- nas. Consultado el 30 de abril de 2012 [19] Illich, Iván (1978) La convivencialidad. Consultado el 30 de abril de 2012 1.2.9 Bibliografía • Andrés Ariel Luetich. «Clasificación de las ideo- logías políticas». Actas de la Academia Luventicus (Rosario, 2002) 1 (1): 1–10. ISSN 1666-7581. Pa- rámetro desconocido |comillas= ignorado (ayuda); Parámetro desconocido |curvas= ignorado (ayuda) • Aristóteles (1988/2004). Política. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-1283-3 • George Lakoff (1996). Moral Politics: How Liberals and Conservatives Think. University of Chicago Press.. • Platón (2003). Diálogos. Obra completa. Madrid: Editorial Gredos. • Volumen IV: República. ISBN 978-84-249- 1027-3. • Volumen V: Parménides. Teeteto. Sofista. Político. ISBN 978-84-249-1279-6. • Volumen VIII: Leyes (Libros I-VI). ISBN 978- 84-249-2240-5. • Volumen IX: Leyes (Libros VII-XII). ISBN 978- 84-249-2241-2.
  • 10. 10 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. 1.2.10 Enlaces externos • Wikimedia Commons alberga contenido multi- media sobre Política. Commons • Wikcionario tiene definiciones y otra informa- ción sobre política.Wikcionario • Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Política. Wikiquote • Wikinoticias tiene noticias relacionadas con Política.Wikinoticias • La Brújula Política. • Moral Politics Test. • The World’s Smallest Political Quiz. • ¿Qué es la política? 1.3 Conflicto El conflicto es una situación en que dos o más individuos con intereses contrapuestos entran en confrontación, opo- sición o emprenden acciones mutuamente antagonistas, con el objetivo de neutralizar, dañar o eliminar a la par- te rival, incluso cuando tal confrontación sea verbal, para lograr así la consecución de los objetivos que motivaron dicha confrontación. Por su condición a menudo extrema o por lo menos confrontacional en relación a objetivos considerados de importancia o incluso urgencia (valores, estatus, poder, recursos escasos) el conflicto genera pro- blemas, tanto a los directamente envueltos, como a otras personas. 1.3.1 Conflicto entre individuos Se han avanzado muchas teorías acerca del origen de es- te (conflicto). Últimamente se puede alegar que el hom- bre es un animal social, y, por lo tanto, que responde a las tendencias tanto de competición como cooperación que se observan en animales sociales. Así se aduce que hay motivos últimamente biológicos o psicológicos para la agresividad. Desde este punto de vista la idea más básica, desde la que habría que partir para resolver un conflicto social de manera adecuada, es que el conflicto empieza con una emoción desbordada. Otras visiones aducen que si bien podría haber tales cau- sas inherentes o innatas, no es menos cierto que a menu- do tal conflicto o violencia se expresa ya sea en formas socialmente permitidas o aceptadas o tiene como meta objetivos que son socialmente valuables. Como mínimo, el conflicto se expresa en un acto ejercido en relación con otros. espectro que, en la interacción e interrelación hu- mana, va desde situaciones y cuestiones aparentemente simples y sin problemas de consecuencias dolorosas para las partes, hasta situaciones complejas, peligrosas y vio- lentas. Desde este punto de vista se aduce que La convi- vencia social es considerada una mina abundante de con- flictos, donde la fuente más abundante de molestia son los demás. Para Lewis A. Coser un conflicto es social cuando transciende lo individual y procede de la propia estructura de la sociedad.[1] Dos aspectos centrales de los estudios del conflicto social se refieren al origen y la función social de los conflictos. Así, por ejemplo, para Ralf Dahrendorf, el conflicto es un hecho social universal y necesario que se resuelve en el cambio social. De mayor importancia para estos estudios son conside- raciones acerca del papel que tanto el consenso como la coacción y el control social juegan en la sociedad ya sea en general como en el desarrollo y resolución de los con- flictos. Teorías del conflicto social Las teorías del Conflicto social buscan explicar, a partir de una percepción de la sociedad que requiere tanto orden e integración como innovación y cambio, las estrategias que se observan y/o se pueden seguir para lograr ambas necesidades sociales. Una asunción central de las teorías del conflicto es que en una sociedad tanto los individuos como los grupos - no solo pero incluyendo las clases sociales- buscan ma- ximizar sus beneficios -lo que inevitablemente produce cambio social- Ese cambio no necesariamente envuelve conflicto físico sino que puede expresarse en confronta- ciones verbales. Paradójicamente, ese conflicto y cambio busca lograr un orden a fin de mantener en forma estable esos beneficios. Lo anterior da origen a diversas estrate- gias y mecanismos tanto a fin de lograr ese cambio como de mantener las formas ya sea existentes o emergentes. En otras palabras, el objeto de interés no es el origen o causas del conflicto sino las situaciones o maneras a tra- vés de las cuales ese conflicto se puede resolver a fin de lograr una solución estable y duradera. Partiendo de la base que el conflicto es el factor princi- pal del cambio social, que se expresa, por ejemplo, con la formación de grupos de presión y acción social, se bus- ca estudiar como ese conflicto se integra socialmente, a través de pactos, ya sea acordados o impuestos, con el res- to de los actores sociales, en cambio de estructuras, que, se supone, ocasionaran estabilidad social. Así, desde es- te punto de vista, el conflicto social se percibe como algo que, propiamente controlado o integrado, es esencial para el buen funcionamiento o estabilidad social. Lo anterior se puede estudiar no solo observando el como
  • 11. 1.3. CONFLICTO 11 los diversos sectores o individuos se han conducido en la práctica, sino también teóricamente, a través de la teoría de los juegos. Actualidad Desde el punto de vista moderno o actual el tema de la dialéctica en contraposición al funcionalismo, pa- rece que se ha concretado en el análisis funcional o funcionalismo y la teoría del conflicto social, que junto con el interaccionismo simbólico son los tres enfoques básicos de la sociología de hoy día. La cuestión queda en considerarlo como dinámica social hacia el consenso, una desigualdad estructural hacia una integración social. En las interpretaciones de los autores, normalmente identificados con una escuela, la explicación se entiende de diferente manera si se refiere al sistema social en su conjunto totalizador o a la estructura social, que es el soporte teórico del sistema. Al mismo tiempo debemos situar el elenco de valores en un lugar designado y preciso, que es el sistema social. Otros alcances como la revolución y la guerra, como con- flictos totales, parece no es posible ser explicados con el actual soporte teórico. Quizás la primera es predecesora de la segunda y sigan una primera fase en la que se falla en lograr consenso. Tiene ventajas y desventajas.[1] Dos aspecto centrales de los estudios del conflicto social se refieren al origen y la función social de los conflictos. Así, por ejemplo, para Ralf Dahrendorf, el conflicto es un hecho social universal y necesario que se resuelve en el cambio social. De mayor importancia para estos estudios son conside- raciones acerca del papel que tanto el consenso como la coacción y el Control social juegan en la sociedad ya sea en general como en el desarrollo y resolución de los con- flictos. 1.3.2 Conflicto versus violencia El conflicto es un proceso de interacción social que se da en un contexto determinado. Es una construcción so- cial, una creación humana diferenciada de la violencia ya que puede haber conflictos sin violencia aunque no hay violencia sin conflicto, por lo que no toda disputa o diver- gencia implica conflicto. Aunque los conflictos se pueden clasificar según el nivel en el que se desarrollan: micro (interpersonales e inter- grupales) o macro (entre grupos definidos dentro de un estado o entre estados, donde las consecuencias de los en- frentamientos afectan a un gran número de población); es posible extraer generalidades comunes a ambos tipos de conflictos. El conflicto es un proceso en el que hay oposi- ción de intereses (tangibles), necesidades y/o valores no satisfechos. En contraposición, existe un problema cuan- do la satisfacción de las necesidades de una de las partes impide la satisfacción de las de la otra. En base a esta de- finición se puede diferenciar dos situaciones que se con- funden con los conflictos reales: • Pseudoconflicto Puede mostrarse de forma agresi- va, sin embargo no existe problema (ya que la sa- tisfacción de unas necesidades no impide las otras) aunque las partes pueden creer que sí. Casi siempre suele ser una cuestión de malentendidos, desconfian- za y mala comunicación.[2] • Conflicto latente. No se muestra de forma agresiva ya que una o ambas partes no perciben la contraposi- ción de intereses/necesidades o valores. Estos no se abordan o ni tan solo se reconocen como conflictos porque no han explotado, porque no existen signos de violencia directa. Esto hará que sigan creciendo por su propia dinámica. Por lo que el conflicto innecesario, es decir, aquel en el que la satisfacción de las necesidades de una parte no im- pide la satisfacción de la otra, tiene como componentes: • Mala comunicación • Estereotipos • Desinformación • Percepción equivocada del propósito o proceso. De este modo, la parte genuina de un conflicto se basa en diferencias esenciales y cuestiones incompatibles, como por ejemplo: • Distintos intereses, necesidades y deseos • Diferencias de opinión sobre el camino a seguir • Criterio para tomar la decisión • Repartición de recursos • Diferencias de valores[3] 1.3.3 Perspectivas académicas sobre el conflicto Una posible clasificación de los conflictos sería:[4] • Perspectiva Tradicional-Racionalista. En esta perspectiva el conflicto es entendido como algo ne- gativo, resultado de un organigrama confuso, de una comunicación deficiente o de la incapacidad de al- guno de los protagonistas del conflicto. El conflic- to es considerado como un elemento que acaba por perjudicar gravemente el normal funcionamiento de la organización. Se busca una sociedad, empresas y escuelas sin conflictos (Idealismo Pedagógico).
  • 12. 12 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. • Perspectiva Interpretativa. El conflicto es consi- derado como algo natural de los grupos y las orga- nizaciones. Las causas de los conflictos se atribuyen a problemas de percepción individual y/o a una de- ficiente comunicación interpersonal. Los conflictos son manifestaciones de la falta de entendimiento en- tre las personas en cuanto al sentido de los actos propios o de otros; equívocos que pueden superar- se haciendo que los protagonistas se den cuenta de los errores que contienen sus ideas o creencias. Esta concepción ignora las condiciones sociales que afec- tan a los propios sujetos y a sus percepciones. • Perspectiva Socio-crítica / Socio-afectiva. No só- lo se acepta el conflicto como algo inherente al cen- tro o a la empresa, sino que se alienta, se considera que contribuye a evitar la apatía de la organización y, por tanto, constituye un elemento necesario para el progreso organizativo y para el adecuado desa- rrollo de sus miembros. Se da un papel esencial a la calidad de las relaciones entre los diferentes miem- bros que componen la sociedad y los diferentes gru- pos; empresa, familia, escuela, etc. Se favorece al afrontamiento de determinados conflictos desde una perspectiva democrática y no violenta, lo que se de- nomina como la utilización didáctica del conflicto. Estas perspectivas socio-críticas sobre el conflicto deter- minan que este no es ni positivo ni negativo sino que ten- drá aspectos positivos o negativos según se aborde y se resuelva y dependiendo del proceso que se utilice para llegar a una solución. “La vida sin conflictos supondría una sociedad de robots, cuyos miembros habrían elimi- nado la diversidad y singularidad que nos distingue como humanos”.[5] Una perspectiva que permita enfocar el conflicto desde una visión positiva, con voluntad de cambio para conse- guir cotas más altas de justicia, es el punto de partida adecuado desde donde parte la resolución de conflictos. 1.3.4 Análisis de conflictos Factores y causas del conflicto Se han determinado tres factores que propician la apa- rición de un conflicto y que a la vez pueden proporcionar las condiciones indispensables para su gestión.[6] • Factores culturales. Representan la suma de todos los mitos, símbolos, valores e ideas que sirven para jus- tificar la violencia o la paz. • Factores estructurales. Son aquellos condicionantes que perpetúan las desigualdades, la falta de equidad, la explotación, etc. • Factores de comportamiento. Son producto de los factores culturales y estructurales y se materializan en conductas agresivas (de tipo físico o verbal) o por el contrario en comportamientos de diálogo favore- ciendo el entendimiento y el respeto. Respecto a la causa que determina o provoca un con- flicto encontramos: • Conflictos de relación y comunicación. Se deben a fuertes emociones negativas, a percepciones falsas o estereotipos, o a la escasa comunicación entre las partes. Conducen a una espiral de escalada progre- siva del conflicto destructivo. • Conflictos de información. Se deben a la falta de in- formación necesaria para tomar las decisiones ade- cuadas por lo que se interpreta de manera diferente la situación o no se le asume el mismo grado de im- portancia. • Conflictos de intereses. Se deben a la competición en- tre necesidades no compatibles o percibidas como tales. También puede ser de tipo psicológico y com- portan percepciones de desconfianza, juego sucio, intolerancia, etc. • Conflicto de valores. Se deben a los diferentes cri- terios de evaluación de ideas, creencias o comporta- miento que se perciben como incompatibles. El con- flicto estalla cuando estos valores se intentan impo- ner por la fuerza a la otra parte que los percibe como negativos, no importante o no propios para una per- sona en la cual se encuentra involucrada en cierto problema . • Conflictos de roles. De poder, de autoridad y de acce- so a los recursos. Se deben a pautas destructivas de comportamiento, de desigualdad del control o dis- tribución de recursos, de desigualdad de poder y au- toridad, de restricciones del tiempo, etc. Actitudes ante el conflicto Frente a una situación de conflicto, sea cual sea su natu- raleza, hay multitud de posibilidades de reacción, tanto a nivel individual como colectivo, dándose las diversas actitudes, según se acepte, evite o niegue el conflicto. En tales situaciones, se puede describir el comportamiento de un individuo a lo largo de dos dimensiones básicas:[7] • Asertividad, la medida en que la persona intenta satisfacer sus propios intereses. • Cooperativismo, la medida en que la persona in- tenta satisfacer a la otra persona se refiere. Estas dos dimensiones básicas de comportamiento define cinco modos diferentes para responder a situaciones de conflicto, además de la negación de existencia del mismo. Estas reacciones se describen a continuación combinadas con la teoría de juegos:[8]
  • 13. 1.3. CONFLICTO 13 • Negación, Se evita reconocer la existencia del con- flicto. Posiblemente, este estallará más tarde si- guiendo la escalada conflictual. • Competición (ganar/perder) Consiste en la actitud de querer conseguir lo que uno quiere; hacer valer sus objetivos y metas es lo más impor- tante sin importar la otra parte. Esta competición puede procurar sacar un provecho individual de la situación, o tomarse desde una conducta agresiva (se combate con una respuesta hostil, violenta y/o militar) o arrogante (no se reconoce a la otra parte como un interlocutor válido). • Acomodación (perder/ganar). Consiste en no ha- cer valer ni plantear los objetivos propios por tal de no confrontar a la otra parte. De esta manera, no se resuelve el conflicto puesto que las necesidades de una de las partes no han quedado satisfechas. • Evasión (perder/perder). Se reconoce la existencia del conflicto, pero sin deseos de enfrentarse a él por ninguna de las partes. Con esta actitud no se logra ni la consecución de objetivos ni la relación idónea para ninguna de las partes involucradas. • Cooperación (ganar/ ganar). Las partes en con- flicto entienden que es tan importante los objetivos propios como la relación, por lo que el fin y los me- dios tienen que ser coherentes entre ellos. • Negociación. La partes llegan a un acuerdo sin re- nunciar a aquello que les es fundamental (necesida- des), pero ceden en lo que es menos importante. Escalada conflictual Aunque no se pueden comparar los conflictos armados con los conflictos interpersonales y tampoco extraer fór- mulas generalizadas para solucionarlos si es posible cono- cer dinámicas[9] muy generalizadas de los mismos. Una de estas dinámicas es la escalada conflictual, en la que juegan un papel muy importante las frustraciones, las po- larizaciones crecientes, las malas percepciones, la inco- municación, etc. En los conflictos “micro” también exis- ten factores de aceleración, como la propaganda desinfor- madora, los rumores, el temor u hostilidad de las partes, un entorno propenso a usar la fuerza, etc. En el siguiente gráfico se representan de forma esquemática las fases de un conflicto, para visualizar sus posibles fases y las even- tuales fases de trabajo en transformación del mismo. Es posible anticiparse al conflicto si se reconocen los in- dicios del mismo. Estos siguen una secuencia ascendente respecto al nivel de tensión y de lucha entre las partes enfrentadas:[10] 1. Incomodidad. Hay algún aspecto en el entorno o en la relación que no funciona tal y como lo estaba haciendo hasta el momento. Es la sensación intuitiva de que alguna cosa no va bien aunque no se sepa exactamente de que se trata. 2. Insatisfacción. Se trata de una autopercepción en la que una de las partes no se siente a gusto ante una nueva situación o se ha producido un cambio delante del cual se tienen una sensación de incertidumbre. De estas derivan discusiones momentáneas. 3. Incidentes. Pequeños problemas que implican dis- cusiones, resentimientos y preocupaciones ya que no se tienen en cuenta o se dejan a un lado. 4. Malentendidos. Las partes hacen suposiciones, ge- neralmente a causa de una mala comunicación, po- ca compenetración o percepciones diferentes de una misma situación, llegándola a distorsionar la percep- ción de la realidad. El contexto juega un papel muy importante ya que habitualmente no ayuda sino que incrementa los rumores. 5. Tensión. La situación se rodea de prejuicios y ac- titudes negativas distorsionando la percepción de la otra parte implicada. 6. Crisis. Las partes actúan ante la situación de manera unilateral. Se pierden las buenas formas dando paso a los insultos, la violencia, la lucha abierta, etc. En este momento se puede decir que el conflicto ha llega- do al punto más álgido de la escala conflictual. J.Burton realiza esta reflexión a propósito de este punto “Cuando el conflicto y la violencia se intensifican, hay una vuelta a la tradición y al medio represivo de control, incluso a regímenes militares”,[11] refiriéndose a los macro conflic- tos. En resumen, se puede definir el conflicto como un proceso de tres fases: 1ª Fase. Existencia de necesidades no satisfe- chas. 2ª Fase. Aparece el problema y por tanto las disputas. 3ª Fase. Explota la crisis. Es en la 1ª y 2ª fase donde se puede realizar un trabajo de provención, ya que en la 3ª los niveles de violencia impi- den otro tipo de relación entre las partes. de igual manera para todos Las «tres pes» de un conflicto Para analizar y así comprender un conflicto, J.P. Léderach[12] lo estructura diferenciando tres partes sobre las que hay que actuar de manera diferente: • Las Personas, son los involucrados y afectados. Hay que reconocer qué papel desempeñan, cómo se re- lacionan y qué influencia tienen. Averiguar las ver- daderas preocupaciones y las necesidades de fondo
  • 14. 14 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. de la gente. No hacer del conflicto un problema per- sonal. • El Proceso, es la forma en que el conflicto se desa- rrolla y como las partes intentan resolverlo o zanjar- lo. Regularmente, intervienen las relaciones de po- der (económico, acceso a recursos, control, etc.) que pueden degenerar en la amenaza como único modo de influir en otros para producir el posible cambio que mejore la situación. Intentar proponer opciones positivas que no desafíe a las partes. • El Problema, es el hecho de divergencia entre las partes. Es necesario distinguir entre conflictos reales (aquellos que la satisfacción de una parte impide la otra) o conflictos innecesarios. En conclusión, la comprensión de un conflicto se facilita si se distinguen las diferentes facetas. Por ejemplo, las di- ferentes áreas de discrepancia o de incompatibilidad que se han de tratar para solucionar el problema, son los asun- tos. En cambio, los intereses son la razón por la que cada uno de estos asuntos importa a la persona. Las necesida- des son lo indispensable, lo mínimo que hace falta para satisfacer a una persona, en cuanto a lo substantivo, lo psi- cológico y el proceso seguido para resolver el problema. Cuando una persona expresa su posición, o su solución para resolver el conflicto, esto no explica los asuntos a tra- tar, ni sus intereses, ni sus necesidades básicas. Para arre- glar bien el conflicto hay que penetrar en las posiciones y llegar a la base del problema.<ref name scribd.com De una manera más sintética se puede decir que: El asunto es la discrepancia entre las partes. Ej. Dos vecinos discuten por la propiedad de un árbol limítrofe entre propiedades. La propiedad del árbol es el asunto. Los intereses son la razón por la que importa el asunto. Ej. El vecino posee- dor del árbol será el beneficiario de este. Beneficiarse del árbol es el interés. Las necesidades son el mínimo satis- factorio para cada una de las partes. Ej. El vecino 1 no esta dispuesto a perder los frutos que caen en su propiedad, y el vecino 2 no está dispuesto a perder la sombra del árbol en su propiedad, aunque ambos compartirían la propie- dad de este. Las necesidades son el fruto y la sombra, En este caso, la satisfacción de las necesidades de una parte no son incompatibles con las de la otra, por lo que esta situación entraría en la definición de pseudoconflicto. 1.3.5 Véase también • Agresividad • Cambio social • Conflicto social • Psicología social • Historia universal • Choque de civilizaciones • Teoría del conflicto • Revolución • Revuelta • Motín • Disturbio • Sedición • Rebelión • Guerra • Victoria (triunfo) • Violencia 1.3.6 Referencias [1] Lewis A. COSER, Lewis A.,The Functions of Social Con- flict. New York: The Free Press, 1956. Coser es general- mente considerado el iniciador moderno del estudio del conflicto. Ver Teoría del conflicto [2] MILLER, G.R., STEINBERG, M. (1974). Between Peo- ple: A New Analysis of Interpersonal Communication. Chicago: Science Research Associates. [3] LEDERACH, J.P. Análisis del conflicto. Dis- ponible en: www.scribd.com/doc/7244000/ El-Analisis-Del-Conflicto-Lederach [4] Cascón, P.: [escolapau.uab.cat/img/docencia/ recurso001.pdf Educar en y para el Conflicto] [5] GUZMAN, V.M. El reconocimiento como transforma- ción de conflictos. Disponible en: www.inter-mediacion. com/martinezguzman.htm [6] PASTOR, X; ET AL.(2005). Guia practica de la gestión de conflictos en el tejido asociativo. Barcelona: Editorial Mediterrània. pp.36. [7] THOMAS, K.W.; KILMANN, R.H. (1974). Thomas- Kilmann Conflcit Mode Instrument. New York: Xicom, Inc. [8] CASCÓN, P. Actitudes ante los conflictos: esquema y en- cuesta. Disponible en: pacoc.pangea.org/documentos/ [9] FISAS, V. 1998. Cultura de paz y gestión de conflictos. Barcelona: Icaria Editorial. pp. 33. [10] PASTOR, X; ET AL.(2005). Guia practica de la gestión de conflictos en el tejido asociativo. Barcelona: Editorial Mediterrània. pp.25. [11] BURTON, J. (1990). Conflict: Resolution and Provention. Virginia: Center Conflict Analysis and Resolution, George Mason University, The Macmillan Press. [12] LÉDERACH, J.P. (1998). Construyendo la paz: Reconci- liación sostenible en sociedad divididas. Bilbao: Bakeaz, Red Gernika.
  • 15. 1.3. CONFLICTO 15 Bibliografía adicional • ALZATE, R. 1998. Análisis y resolución de conflic- tos. Una perspectiva psicológica. Bilbao: Universi- dad del País Vasco. • BURTON, J. 1990. Conflict: Resolution and Proven- tion. Virginia: Center Conflict Analysis and Reso- lution, George Mason University, The Macmillan Press. • CORNELIUS, H. 2003. Tú ganas, yo gano: Como resolver conflictos creativamente. Madrid: Gaia Edi- ciones. • FISAS, V. 1994. Alternativas de defensa y cultura de paz. Madrid: Editorial Fundamentos. • FISAS, V. 1998. Cultura de paz y gestión de conflic- tos. Barcelona: Icaria Editorial. • FISHER, R; KOPELMAN, E; KUPPER SCHNEI- DES, A. 1996. Más allá de Maquiavelo: Herramien- tas para afrontar conflictos. Barcelona: Granica. • GALTUNG, J. 1998. Tras la violencia, R: Recons- trucción, Reconciliación. Resolución. Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y de la vio- lencia. Gernika Bakeaz, Gernika Gogoratuz. • GONZÁLEZ-CAPITEL, C. 2001. Mediación x 7. Barcelona: Atelier. • THOMAS, K.W.; KILMANN, R.H. 1974. Thomas-Kilmann Conflcit Mode Instrument. New York: Xicom, Inc. • KRISHNAMURTI,J. 1995. Sobre el conflicto. Ma- drid: EDAF. • LÉDERACH, J.P. 1998. Construyendo la paz: Re- conciliación sostenible en sociedad divididas. Bilbao: Bakeaz, Red Gernika. • LÉDERACH, J.P. 2007. La imaginación moral: el arte y el alma de la construcción de la paz. Bilbao: Bakeaz, Red Gernika. • MILLER, G.R., STEINBERG, M. 1974. Between People: A New Analysis of Interpersonal Communi- cation. Chicago: Science Research Associates. • MUNNÉ, M; MAC-CRAGH, P. 2006. Els 10 prin- cipis de la cultura de mediació. Barcelona: Editorial Graó. • PASTOR, X; PERIS, C.2007. Mediació Comunità- ria i GAC a Catalunya. Facilitar la Governabilitat. De les Experiències a les Bones Pràctiques. Maià de Montcal: Centaures del Desert. • VINYAMATA, E. 2007. La conflictologia. Barcelo- na: Editorial UOC. Virtual • ARELLANO, N. Provención del conflic- to y la formación del educando. Disponi- ble en: www.monografias.com/trabajos28/ provencion-conflicto/provencion-conflicto.shtml • CASCÓN, P. Educar en y para el Conflicto. Dispo- nible en: pacoc.pangea.org/documentos/ • CASCÓN, P. Provención. Disponible en: pacoc. pangea.org/documentos/ • CASCÓN, P. Esquema de herramientas para abor- dar conflictos. Disponible en: pacoc.pangea.org/ documentos/ • CASCÓN, P. Actitudes ante los conflictos: esque- ma y encuesta. Disponible en: pacoc.pangea.org/ documentos/ • Diccionario de Conflictología. Disponible en: www.crars.org.br/.../Diccionario%20de% 20Conflictologia.doc • EZEQUIEL, E; GONZÁLEZ, E; PEÑA, D; RODRÍGUEZ, C. Explorando la presen- cia de los estilos de manejo de conflicto en jóvenes de nivel secundaria. Disponi- ble en: www.monografias.com/trabajos59/ conflictos-en-jovenes/conflictos-en-jovenes2. shtml • GROOM, A.R.J. Teoría de resolución de con- flictos. Disponible en: www.chasque.net/frontpage/ relacion/anteriores/9611/16.htm • GUZMAN, V.M. El reconocimiento como trans- formación de conflictos. Disponible en: www. inter-mediacion.com/martinezguzman.htm • LÉDERACH, J.P. Análisis del conflicto. Dis- ponible en: www.scribd.com/doc/7244000/ El-Analisis-Del-Conflicto-Lederach • LÉDERACH, J.P. Conflict Transformation. Dis- ponible en: www.beyondintractability.org/essay/ transformation/ • PASTOR, X. ET AL. Mediació Comunitària i Ges- tió Alternativa de Conflictes a Catalunya. Una guia per la Governabilitat. Disponible en: • TORRECILLA, J.M. Manual de forma- ción de mediadores sociales. Disponible en: www.munimadrid.es/.../Salud/Publicaciones/.../ formacionmediadoressoc.pdf • GALVIS, Padilla Alirio y otros, Percepción Comu- nitaria en el Manejo del Conflicto Policial, Colom- bia
  • 16. 16 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. 1.3.7 Enlaces externos • Wikcionario tiene definiciones y otra informa- ción sobre conflicto.Wikcionario • Campus for peace. • Escola de Cultura de Pau. escolapau.uab.cat/ • Grup de Recerca i Estudis dels Conflictes – GREC. www.grecmail.org/ca/ • Instituto Internacional de Facilitación y Consenso – IIFAC www.iifac.org • Pangea.org • resoluciondeconflictos.org • Revista La Trama 1.4 Sociedad civil (ciencia política) El término sociedad civil, como concepto de la ciencia social, designa a la diversidad de personas que, con cate- goría de ciudadanos y generalmente de manera colectiva, actúan para tomar decisiones en el ámbito público que consideran a todo individuo que se halla fuera de las es- tructuras gubernamentales. La sociedad civil se concibe como el espacio de vida so- cial organizada que es voluntariamente autogenerada, in- dependiente, autónoma del estado y limitada por un orden legal o juego de reglas compartidas. Involucra a ciudada- nos actuando colectivamente en una esfera pública para expresar sus intereses, pasiones e ideas, intercambiar in- formación alcanzando objetivos comunes. 1.4.1 Sociedad civil y sociedad política: Jürgen Habermas La existencia de una sociedad civil diferenciada de la so- ciedad política es un prerrequisito para la democracia. Sin ella, no hay Estado legítimo.[1] Para Jürgen Haber- mas, la sociedad civil tiene dos componentes principales: por un lado, el conjunto de instituciones que definen y defienden los derechos individuales, políticos y sociales de los ciudadanos y que propician su libre asociación, la posibilidad de defenderse de la acción estratégica del po- der y del mercado y la viabilidad de la intervención ciu- dadana en la operación misma del sistema; por otra par- te estaría el conjunto de movimientos sociales que con- tinuamente plantean nuevos principios y valores, nuevas demandas sociales, así como vigilar la aplicación efectiva de los derechos ya otorgados. Así, la sociedad civil con- tiene un elemento institucional definido básicamente por la estructura de derechos de los estados de bienestar con- temporáneos, y un elemento activo, transformador, cons- tituido por los nuevos movimientos sociales. 1.4.2 Alexis de Tocqueville Tradicionalmente, siguiendo el concepto de Alexis de Tocqueville, se identifica “sociedad civil” con el conjun- to de organizaciones e instituciones cívicas voluntarias y sociales que fungen como mediadores entre los indivi- duos y el Estado. Esta definición incluye, pues, tanto a las organizaciones no lucrativas u organizaciones no gu- bernamentales como a las asociaciones y fundaciones. El concepto decimonónico incluyó también a las universida- des, colegios profesionales y comunidades religiosas. Para Tocqueville, el primer autor que analizó la relación entre la sociedad civil y la democracia, cualquier tipo de organización social —sea política, social, comunita- ria, religiosa, o incluso artística o deportiva— resulta fa- vorable para la democracia en tanto que constituye una especie de escuela para la participación, así como un di- que que impide que el Estado invada los espacios sociales. Más recientemente se han distinguido tipos de asociación civil según la distancia que guardan con respecto a la po- lítica. Algunos tipos de organización de la sociedad civil se orientan básicamente al fortalecimiento de la sociedad, otros pretenden tener una influencia en la esfera política y algunos más ejercen una acción primordialmente polí- tica. Según Enrique Brito Velázquez, la sociedad civil es “el conjunto de ciudadanos organizados como tales para ac- tuar en el campo de lo público en busca del bien común, sin ánimo de lucro personal ni buscar el poder político o la adhesión a un partido determinado.[2] 1.4.3 Ejemplos de instituciones de la socie- dad civil • organizaciones no gubernamentales (O.N.G) • organizaciones no lucrativas (O.N.L) • asociaciones de ciudadanos • clubes y organizaciones deportivas • clubes sociales • grupos religiosos • sindicatos • colegios profesionales • barrio y organizaciones barriales • think tanks La sociedad civil es un universo que abarca a todos los individuos como iguales. La sociedad civil adquiere una importancia posterior en todos los beneficios que puede aportar a la comunidad de individuos como lo es en la generación de empleos, en el fomento de la conciencia crítica y en la búsqueda de equilibrio de los poderes.
  • 17. 1.5. ESTADO 17 1.4.4 Véase también • capital social (sociología) • economía social • economía constitucional 1.4.5 Referencias [1] TOURAINE, Alain. ¿Qué es la democracia? Fondo de Cultura Económica, México, 1995. p. 65. [2] José Carlos Cano Zárate y Razhy González, del Foro de Apoyo Mutuo, México, 2005. 1.4.6 Bibliografía adicional • Ignacio Buqueras (2002). Más sociedad, menos y mejor estado: pasado, presente y futuro de la sociedad civil. Editorial Complutense. ISBN 9788474916966. 1.5 Estado Maquiavelo introdujo la palabra «Estado» en su obra El Prínci- pe. Estado[1] es un concepto político que se refiere a una for- ma de organización social, económica, política soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones, que tienen el poder de regular la vida comunitaria nacio- nal, generalmente sólo en un territorio determinado o te- rritorio nacional; aunque no siempre, como en el caso del imperialismo. Suele incluirse en la definición de Estado el reconocimiento por parte de la comunidad internacional como sujeto de Derecho internacional. 1.5.1 Definiciones de Estado El concepto de Estado difiere según los autores,[2] pero algunos de ellos definen el Estado como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para es- tablecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio determi- nado. Max Weber, en 1919, define el Estado moderno como una “asociación de dominación con carácter insti- tucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, con este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de sus dirigentes y ha ex- propiado a todos los seres humanos que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus pro- pias jerarquías supremas”.[3] Por ello se hallan dentro del Estado instituciones tales como las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y la policía, asu- miendo pues el Estado las funciones de defensa, gober- nación, justicia, seguridad y otras, como las relaciones exteriores. Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la citada por el jurista alemán Hermann Heller que define al Estado como una “unidad de dominación, independiente en lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y claramente delimitado en lo personal y territorial”. Además, el autor define que sólo se puede hablar de Estado como una construcción propia de las monarquías absolutas (ver monarquía absoluta) del siglo xv, de la Edad Moderna. “No hay Estado en la Edad Antigua", señala el autor.[4] Asimismo, como evolución del concepto se ha desarrollado el "Estado de Derecho" por el que se incluyen dentro de la organización estatal aquellas resultantes del imperio de la ley y la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y otras funcio- nes, como la emisión de moneda propia. Definiciones de los clásicos 1. Cicerón: Es una multitud de hombres ligados por la comunidad del derecho y de la utilidad para un bie- nestar común. 2. San Agustín: Es una reunión de hombres dotados de razón y enlazados en virtud de la común participa- ción de las cosas que aman. 3. J. Bodino: Es un conjunto de familias y sus pose- siones comunes gobernadas por un poder de mando según la razón.
  • 18. 18 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. 4. F. C. von Savigny: Es la representación material de un pueblo. 5. I. Kant: Es una variedad de hombres bajo leyes ju- rídicas. 6. F. Oppenheimer: Es la institución social impuesta por el grupo victorioso al derrotado, con el propó- sito de regular su dominio y de agruparse contra la rebelión interna y los ataques del exterior. 7. F. Lasalle: El Estado es la gran asociación de las cla- ses pobres. 8. T. Hobbes: Una institución, cuyos actos, por pactos realizados, son asumidos por todos, al objeto de que pueda utilizarse la fortaleza y medios de la comuni- dad, como se juzgue oportuno, para asegurar la paz y la defensa común. 9. L. Duguit: Es una corporación de servicios públicos controlada y dirigida por los gobernantes. 10. G. W. F. Hegel: El Estado es la conciencia de un pueblo. 11. Hegel, 1986: El Estado es la realidad de la idea ética; es el espíritu ético en cuanto voluntad patente, clara por sí misma, sustancial, que se piensa y se conoce, y que se cumple lo que sabe. En lo ético el Estado tiene su existencia inmediata; y en la conciencia de sí del individuo, en su conocer y actividad tienen su existencia mediata, y esta conciencia de sí, por me- dio de los sentimientos, tiene su libertad sustancial en los fines y resultados de su actividad. 12. H. Grocio:La asociación perfecta de hombres libres unidos para gozar de sus derechos y para la utilidad común. Es la asociación política soberana que dis- pone de un territorio propio, con una organización específica y un supremo poder facultado para crear el derecho positivo. 13. Karl Marx: El Estado no es el reino de la razón, sino de la fuerza; no es el reino del bien común, sino del interés parcial; no tiene como fin el bienestar de to- dos, sino de los que detentan el poder; no es la salida del estado de naturaleza, sino su continuación bajo otra forma. Antes al contrario, la salida del estado de naturaleza coincidirá con el fin del Estado. De aquí la tendencia a considerar todo Estado como una dic- tadura y a calificar como relevante sólo el problema de quién gobierna (burguesía o proletariado) y no sólo el cómo. Definiciones de tratadistas modernos 1. Jellinek: Es una asociación de hombres sedentarios dotada de un poder organizado de mando originario. 2. Bluntschli: Es la personificación de un pueblo. 3. Spengler: El estado es la historia considerada sin mo- vimiento. La historia es el Estado pensado en el mo- vimiento de influencia. 4. Kelsen: El Estado es el ámbito de aplicación del de- recho. El Estado es el derecho como actividad normativa. El derecho es el Estado como una actividad normada. “En el Estado alcanza su perso- nalidad jurídica.” 5. Carré de Malberg: Es la comunidad política con un territorio propio y que dispone de una organización. Es la comunidad de hombres sobre un territorio propio y or- ganizados en una potestad su- perior de acción y coerción. 6. Adolfo Posada: Son los grupos sociales territoriales con poder suficiente para mantenerse independien- tes. 7. Herman Heller: El Estado es la conexión de los quehaceres sociales. El poder del Estado es la uni- dad de acción organizada en el interior y el exterior. La soberanía es el poder de ordenación territorial exclusiva y suprema. 8. Herman Heller: El Estado es la organización política soberana de dominación territorial. Es la conexión de los poderes sociales. 9. Groppali: Es la agrupación de un pueblo que vive permanentemente en un territorio con un poder de mando supremo representado éste en el gobierno. 10. Max Weber: El Estado es la coacción legítima y es- pecífica. Es la fuerza bruta legitimada como "última ratio”, que mantiene el monopolio de la violencia. 11. Definición ahistórica: Estado es la forma política su- prema de un pueblo. 1.5.2 Origen y evolución del concepto de Estado En los Diálogos de Platón, se narra la estructura del Es- tado ideal, pero es Maquiavelo quien introdujo la palabra Estado en su célebre obra El Príncipe: usando el término de la lengua italiana «Stato», evolución de la palabra «Sta- tus» del idioma latín. Los Estados y soberanías que han tenido y tienen autoridad sobre los hombres, fueron y son, o repúblicas o principados. Maquiavelo, El Príncipe.
  • 19. 1.5. ESTADO 19 Si bien puede considerarse que el deseo de mandar es innato, el ser humano ha civilizado el instinto de domi- nación, transformándolo en la autoridad. Y ha creado el Estado para legitimarla. Las sociedades humanas, desde que se tiene noticia, se han organizado políticamente. Tal organización puede llamarse Estado, en tanto y en cuanto corresponde a la agregación de personas y territorio en torno a una autori- dad, no siendo, sin embargo, acertado entender la noción de estado como única y permanente a través de la historia. De una manera general, entonces, puede definírsele co- mo la organización en la que confluyen tres elementos, la autoridad, la población y el territorio. Pero, esta noción ambigua obliga a dejar constancia de que si bien el Estado ha existido desde la antigüedad, sólo puede ser definido con precisión teniendo en cuenta el momento histórico. Del estado de la Antigüedad no es predicable la noción de legitimidad, por cuanto surgía del hecho de que un determinado jefe (rey, tirano, príncipe) se apoderase de cierto territorio, muchas veces mal determinado, sin im- portar el sentimiento de vinculación de la población, ge- neralmente invocando una investidura divina y contando con la lealtad de jefes y jefezuelos regionales. Así fueron los imperios de la antigüedad, el egipcio y el persa, entre ellos. La civilización griega aportó una nueva noción de estado. Dado que la forma de organización política que la carac- terizó correspondía a la ciudad, la polis, se acordaba a la población una participación vinculante, más allá del sen- timiento religioso y sin poderes señoriales intermedios. Además, estando cada ciudad dotada de un pequeño te- rritorio, su defensa concernía a todos los ciudadanos, que se ocupaban de lo que hoy se llama el interés nacional. En el régimen feudal prevalecieron los vínculos de or- den personal, desapareciendo tanto la delimitación es- tricta del territorio como la noción de interés general. El poder central era legítimo pero débil y los jefes locales fuertes, al punto que éstos ejercían atributos propios del príncipe, como administrar justicia, recaudar impuestos, acuñar moneda y reclutar ejércitos. Y, finalmente, el estado moderno incorpora a la legi- timidad, heredada del feudal, la noción de soberanía, un concepto revolucionario, tal como señala Jacques Huntzinger,[5] quien atribuye el paso histórico de una so- ciedad desagregada y desmigajada, pero cimentada en la religión, a una sociedad de estados organizados e inde- pendientes unos de otros. Pero, este estado moderno, surgido de la aspiración de los reyes a desembarazarse de los lazos feudales y de la jerarquía eclesiástica, el estado – nación, la unión de un poder central, un territorio y una población alrededor del concepto revolucionario de la soberanía, habría de cono- cer dos formas, dos definiciones diferentes, la primera, el estado principesco y la segunda, el estado democrático. El estado principesco, se caracterizó por el poder perso- nal ejercido uniformemente sobre un territorio estricta- mente delimitado. El príncipe era el soberano, con atribu- ciones internas y externas. Dentro de su territorio, cobra- ba impuestos y producía leyes de carácter general, aplica- das coercitivamente, mediante el monopolio de la fuerza pública. Internacionalmente, representaba y obligaba a su Estado. Y el estado democrático, surgido de las revoluciones in- glesa, norteamericana y francesa, trasladó la soberanía del príncipe a la nación. Sus poderes fueron asumidos por organismos surgidos de consultas a la población, me- diante reglas de juego previa y claramente definidas. Y al igual que en las polis griegas, el sentimiento patriótico se desarrolló y con él los de pertenencia, civismo e interés nacional. Sea que se practique la democracia o sólo se adhiera ver- balmente a ella, el proceso histórico descrito ha llevado a la extensión del estado - nación como forma política. Los principios desarrollados en Europa y Norteamérica se propagaron con la descolonización producida duran- te el siglo XX y así, tal como afirma Huntzinger, se “ha llegado a universalizar el modelo de estado – nación de tal modo que el planeta, ahora, se encuentra poblado de estados.” Estado, Nación y Gobierno • No debe confundirse con el concepto de gobierno, que sería sólo la parte generalmente encargada de llevar a cabo las funciones del Estado delegando en otras instituciones sus capacidades. El Gobierno también puede ser considerado como el conjunto de gobernantes que, temporalmente, ejercen cargos du- rante un período limitado dentro del conjunto del Estado. • Tampoco equivale totalmente al concepto, de carác- ter más ideológico, de "Nación", puesto que se con- sidera posible la existencia de naciones sin Estado y la posibilidad de que diferentes naciones o naciona- lidades se agrupen en torno a un solo Estado. Co- múnmente los Estados forman entes denominados "Estado Nación" que aún en ambos conceptos, sien- do habitual que cada nación posea o reivindique su propio Estado. Existen distintas formas de organización de un Estado, pudiendo abarcar desde concepciones “centralistas” a las “federalistas” o las “autonomistas”, en las que el Estado permite a las federaciones, regiones o a otras organiza- ciones menores al Estado, el ejercicio de competencias que le son propias pero formando un único Estado, (lo que sucede por ejemplo en Suiza, Alemania, EE. UU.)
  • 20. 20 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. 1.5.3 Formación de los Estados y estatidad (Nota: "estatidad" se utiliza aquí como equivalente a "estatali- dad" o "estatalismo") El Capitolio de los Estados Unidos. No todos los Estados actuales surgieron de la misma ma- nera; tampoco siguieron de una evolución, un camino inexorable y único. Esto es así porque los Estados son construcciones históricas de cada sociedad. En algunos casos surgieron tempranamente, como por ejemplo el Estado Nacional inglés. En otros casos, lo hicieron más tardíamente, como el Estado Nacional alemán. Los Estados pueden ser examinados dinámicamente usando el concepto de estatidad, aportado por Oscar Osz- lak. Desde este punto de vista, ellos van adquiriendo con el paso del tiempo ciertos atributos hasta convertirse en organizaciones que cumplen la definición de Estado. Estas características de estatidad enunciadas en un orden arbitrario, en el sentido de que cada Estado puede adqui- rir estas características no necesariamente en la secuencia indicada, son las siguientes: • Capacidad de externalizar su poder: es decir, obte- ner el reconocimiento de otros Estados. • Capacidad de institucionalizar su autoridad: significa la creación de organismos para imponer la coerción, como por ejemplo, las fuerzas armadas, escuelas y tribunales. • Capacidad de diferenciar su control: esto es, contar con un conjunto de instituciones profesionalizadas para aplicaciones específicas, entre las que son im- portantes aquellas que permiten la recaudación de impuestos y otros recursos de forma controlada. • Capacidad de internalizar una identidad colecti- va: creando símbolos generadores de pertenencia e identificación común, diferenciándola de aquella de otro Estado, por ejemplo, teniendo himno y bandera propia. Así, todos los territorios atraviesan un largo proceso hasta alcanzar esa calidad de Estado pleno. Que solo será tal en la medida que ese Estado haya logrado con éxito todos estos requisitos. Requisitos que son mínimos y necesarios para hablar de un verdadero Estado Nacional. Todo esto hace que el Estado sea una de las más impor- tantes formas de organización social en el mundo. Ya que en cada país y en gran parte de las sociedades se postula la existencia real o ficticia de un Estado, aunque la crea- ción de entes supra-estatales como la Unión Europea, ha modificado el concepto tradicional de Estado, pues és- te delega gran parte de sus competencias esenciales en las superiores instancias europeas (económicas, fiscales, legislativas, defensa, diplomacia, ...) mermándose así la soberanía original de los Estados. Otros grupos sociales que se consideran en la actualidad como Estados no son tales por tener tan mermadas sus capacidades y funciones en favor de otras formas de or- ganización social. 1.5.4 Atributos del Estado que lo distin- guen de otras instituciones • Funcionarios estables y Burocracia : vital para su funcionamiento administrativo y manejo eficaz de su Nación. Es necesario que exista un cuerpo de fun- cionarios que esté abocado de lleno a la tarea. • Monopolio fiscal: es necesario que posea el com- pleto control de las rentas, impuestos y demás in- gresos, para su sustento. Utiliza su Burocracia para este fin. • Ejército permanente: precisa de una institución ar- mada que lo proteja ante amenaza extranjera, inter- na y se dedique a formar defensa para él. • Monopolio de la fuerza legal: para poder ser un estado es necesario que estados modernos y contem- poráneos desarrollen el uso exclusivo y legítimo de la fuerza para poder asegurar el orden interno. Es por esto que el Poder Legislativo crea leyes que son obligatorias, el Poder Ejecutivo controla con el uso de mecanismos coactivos su cumplimiento y Poder Judicial las aplica y ejecuta con el uso de la fuerza, que es legítimo. El Poder muestra dos facetas distintas aquí en sentido es- tricto y legitimo en la otra cara. En el primero es conocido como Poder estricto cuando es aludido en el sentido de fuerza coactiva, o sea aplicación pura de la fuerza. Mien- tras que en el segundo se lo concibe cuando es fruto del reconocimiento de los dominados. De este modo el pue- blo reconoce como autoridad a una institución por exce- lencia y le delega su poder. • Soberanía: facultad de ser reconocido como la ins- titución de mayor prestigio y poder en un territo- rio determinado. Hoy en día también se habla de soberanía en el ámbito externo, es decir internacio- nal, quedando esta limitada al Derecho Internacio- nal, organismos internacionales y al reconocimiento de los Estados del mundo
  • 21. 1.5. ESTADO 21 • Territorio: Determina el límite geográfico sobre el cual se desenvuelve el Estado. Es uno de los factores que lo distingue de Nación. Este debe estar delimita- do claramente. Actualmente el concepto no engloba una porción de tierra, sino que alcanza a mares, ríos, lagos, espacios aéreos, etc. • Población: es la sociedad sobre el cual se ejerce di- cho poder compuesto de instituciones, que no son otra cosa que el mismo estado que está presente en muchos aspectos de la vida social. 1.5.5 Tipos y formas de Estado Una primera y clásica clasificación de los Estados hace referencia a la centralización y descentralización del Po- der, diferenciándose entre Estados unitarios y Estados de estructura compleja, siendo estos últimos, generalmente, las federaciones y las confederaciones, así como otros ti- pos intermedios. El Derecho Internacional da también otra clasificación de los Estados según su capacidad de obrar en las relaciones internacionales: 1. Por un lado están los Estados con plena capacidad de obrar, es decir, que puede ejercer todas sus capa- cidades como Estado soberano e independiente. En este caso se encuentran casi todos los Estados del Mundo. 2. Por otro lado se encuentran aquellos Estados con li- mitaciones en su capacidad de obrar por distintas cuestiones. Así, dentro de esta tipología se puede ob- servar, a su vez, una segunda clasificación de éstos: (a) Estados neutrales. Aquellos que se abstienen en participar en conflictos internacionales. Es- ta neutralidad se ha ido adaptando en función de: i. Si posee neutralidad absoluta por dis- posición constitucional. Es el caso de la Suiza. También Suecia entre 1807 hasta 1993 mantuvo una neutralidad absoluta en asuntos internacionales. ii. Si es un país neutralizado. Son Esta- dos neutrales respecto de alguien y de algo concreto. Es una neutralidad im- puesta por un tratado internacional, una disposición constitucional o por sanción internacional. Fue el caso de Austria, que en 1956, tras la retirada de las fuer- zas ocupantes de Francia, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión de Repúbli- cas Socialistas Soviéticas, éstas redacta- ron una constitución donde se dispuso que Austria debía ser neutral respecto a las cuatro fuerzas firmantes. (b) Estado soberano que renuncia a ejercer sus competencias internacionales. Son Estados de- pendientes en materias de relaciones interna- cionales. Suele ser el caso de microestados que dejan o ceden las relaciones internacionales a un tercer Estado, bien circundante, bien con las que mantenga buenas relaciones. Es el caso de San Marino, que encomienda las relaciones internacionales a Italia; de Liechtenstein, que se la cede a Suiza, o Mónaco a Francia. (c) Estado en Libre Asociación con otro. Es un Es- tado independiente pero en el que un tercer Estado asume una parte de sus competencias exteriores, así como otras materias tales como la defensa, la economía o la representación di- plomática y consular. Es el caso de Palaos res- pecto a Estados Unidos de América. (d) Estados bajo administración fiduciaria. Son una especie de Estado tutelado de una forma parecida a lo que fueron los Estados bajo man- dato, no posibles actualmente, y bajo protecto- rado. La Sociedad Internacional protege o asu- me la tutela de ese Estado como medida cau- telar o transitoria en tiempos de crisis. Fue el caso de Namibia hasta 1998. (e) Estados soberanos no reconocidos internacio- nalmente. Son Estados soberanos e indepen- dientes pero al no ser reconocidos por nin- gún otro tienen muy limitada su capacidad de obrar. Puede no ser reconocido bien por una sanción internacional, bien por presiones de un tercer país (caso de la República de Chi- na, no reconocido por evitar enfrentamientos con la República Popular China, aunque man- tiene una gran actividad internacional), bien por desinterés (caso de Somalilandia). Otro caso referente a esto fueron los bantustanes, únicamente reconocidos por la República de Sudáfrica y rechazados por el resto de la Comunidad Internacional. 1.5.6 Reconocimiento de Estados El reconocimiento es un acto discrecional que emana de la predisposición de los sujetos preexistentes. Este acto tiene efectos jurídicos, siendo considerados ambos suje- tos internacionales, el reconocedor y el reconocido, de igual a igual puesto que se crea un vínculo entre los dos. Hoy en día la doctrina aceptada para el reconocimiento de los Estados es la doctrina Estrada, pragmática en tan- to en cuanto un sujeto no sea molesto para la sociedad internacional no va a tener dificultad para ser reconoci- do. Se entiende que si un sujeto reconoce a otro se va a producir contactos entre ambos, por lo que en el mo- mento que se inician los trámites para el establecimiento de relaciones diplomáticas se supone que existe un reco-
  • 22. 22 CAPÍTULO 1. EL PODER Y LA POLÍTICA. CONFLICTOS. SOCIEDAD CIVIL. nocimiento internacional mutuo. Sin embargo, la ruptura de estas relaciones diplomáticas no supone la pérdida del reconocimiento. Igualmente, una simple declaración for- mal también es válida para reconocer a otro Estado pese a no iniciar relaciones diplomáticas. En el ámbito normativo, hay propuestas que apuntan a necesidad de mayor integración con la creación de un Es- tado global, entendido como un marco político planetario con poder coercitivo y capacidad para regular las relacio- nes interestatales y los focos de poder extrapolíticos, con capacidad ejecutiva, legislativa y judicial capaz de impo- nerse a los Estados nacionales en determinados ámbitos que no pueden ser abordados desde la óptica de la so- beranía nacional (medio ambiente, terrorismo, paraísos fiscales...)[6] 1.5.7 Crítica al Estado Alegoría de la Paz y la felicidad del Estado. Los cásicos con- sideraban la paz de un Estado como la consecuencia lógica de la justícia y el buen gobierno. Obra conservada en la Biblioteca Museo Víctor Balaguer El Estado es una de las instituciones que perdura sin una evolución importante en su estructura y funcionamiento, con excepción de su crecimiento. El Estado moderno fue creado con la revolución industrial, pero el mundo y la dinámica de la sociedad ha cambiado mucho desde del siglo XIX. Por ejemplo, mientras las empresas modernas, que fueron creadas durante la revolución industrial, cam- bian ágilmente su dinámica cada vez que el mercado lo demanda, los Estados no cambian sus leyes de la misma forma como la sociedad lo demande (véase: cálculo eco- nómico). El enfoque crítico difiere además entre el institucionalismo y el clasismo como factor determinante de la naturaleza del Estado. Algunas concepciones como el anarquismo consideran conveniente la total desapa- rición de los Estados, en favor del ejercicio soberano de la libertad individual a través de asociaciones y organizaciones libres. Otras concepciones aceptan la existencia del Estado, con mayor o menor autoridad o potestad, pero difieren en cuanto cual debiera ser su forma de organización y el alcance de sus facultades: Anarquismo El anarquismo sostiene que el Estado es la estructura de poder que pretende tener el monopolio del uso de la fuer- za sobre un territorio y su población, y que es reconocido como tal por los estados vecinos. Los elementos más apa- rentes que señalan el poder del estado son: • el control de fronteras, • la recaudación de impuestos, • la emisión de moneda, • un cuerpo de policía y un ejército, • un sistema burocrático administrado por trabajado- res funcionarios. Se le critica la falsa ostentación de la seguridad, defen- sa, protección social y justicia de la población; ejercien- do en realidad un gobierno obligatorio y violentando la soberanía individual y la no coacción. Los anarquistas señalan que el Estado es una institución represora para mantener un orden económico y de poder concreto vin- culado al poder público. Le atribuyen al Estado buena parte de los males que aquejan a la humanidad contem- poránea como la pobreza, crisis económicas, las guerras, la injusticia social, etc.[7][8] Unas palabras que identifican plenamente lo que es para los anarquistas el Estado desde la perspectiva de Bakunin, uno de los teóricos del anarquismo moderno: “Quien dice ‘Estado’, dice necesariamente ‘Guerra’. El Estado procura (y debe procurar) ser fuerte, más fuerte que sus vecinos; de lo contrario, será un juguete en ma- nos de ellos. Se ve obligado a debilitar, a empobrecer a los otros Estados para imponerles su ley, su política, sus tra- tados comerciales, con objeto de enriquecerse a su costa. La lucha por la supremacía, que está en la base de la or- ganización económica burguesa, es también la base de su organización política”. Marxismo Por su parte los marxistas afirman que cualquier Estado tiene un carácter de clase, y que no es más que el apara- to armado y administrativo que ejerce los intereses de la clase social dominante.[9] Por tanto aspiran a la conquis- ta del poder político por parte de la clase trabajadora, la destrucción del Estado burgués y la construcción de un necesario Estado obrero como paso de transición hacia el socialismo y el comunismo, una sociedad donde a largo plazo no habrá Estado por haberse superado las contra- dicciones y luchas entre las clases sociales.[10] Se discute
  • 23. 1.5. ESTADO 23 sobre la viabilidad de la eliminación de las condiciones de la existencia burguesa, supuesto para el paso de la so- ciedad enajenada a la comunista.[11] Liberalismo Desde el liberalismo se aboga por la reducción del papel del Estado al mínimo necesario (Estado mínimo), desde un sentido civil para el respeto de las libertades básicas, es decir el Estado debería encargarse de la seguridad (ejér- cito y policía para garantizar las libertades ciudadanas) y de la justicia (poder judicial independiente del poder po- lítico). En ningún caso el Estado debe servir para ejercer la coacción de quitar a unos individuos para dar a otros, y deben ser los agentes privados los que regulen el mercado a través del sistema de precios, asignando a cada cosa el valor que realmente tiene.[12] Bastiat expuso dos formas posibles de entender el Estado: Un estado que hace mucho pero debe tomar mucho, o bien un estado que hace poco pero también toma poco de sus ciudadanos. La tercera posibilidad de un estado que hace mucho por sus ciudadanos pero les pide poco a cambio (tercera vía) es, según Bastiat, una invención de algunos políticos irresponsables. Integrismo Las ideologías integristas defienden la concepción del Es- tado supeditada a la religión que profesan. 1.5.8 La razón de Estado En defensa del bien común de la totalidad de la población que engloba el Estado o de la pervivencia del mismo, se utiliza frecuentemente la llamada razón de Estado, tér- mino acuñado por Nicolás Maquiavelo, por la que dicho Estado, perjudica o afecta de una u otra forma a personas o grupos de personas, en pro del resto de individuos que lo conforman, generalmente obviando las propias normas legales o morales que lo rigen. Tal es el argumento esgri- mido, por ejemplo, en ciertos asesinatos selectivos o en ciertos casos de terrorismo de Estado. 1.5.9 Véase también • Convención de Montevideo • Secreto de Estado 1.5.10 Referencias [1] Real Academia Española (2005). «Estado». Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana. Consultado el 3 de junio de 2012. «Se escribe con inicial mayúscula cuando significa ‘conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano’; (...) también cuando se refiere a la uni- dad política que constituye un país, o a su territorio.» [2] Para José Zafra Valverde, ex-Catedrático de Derecho Po- lítico de la Universidad de Navarra, el Estado se definiría como: Grupo territorial duradero, radicalmente comunitario, estrictamente delimitado, moderadamente soberano frente a otros, que se manifiesta como máximamente comprensivo en el plano temporal y en cuyo seno, sobre una población, con creciente homogeneidad y sentido de autopertenencia, una organización institucional eminente- mente burocrática, coherente y jerarquizada, desarrolla una compleja gobernación guiada conjuntamente por las ideas de seguridad y prosperidad. pag. 74 del primero de los dos tomos que ex- plican esta definición. Libro: “Teoría Funda- mental del Estado” (Universidad de Navarra, Pamplona, 1990) ISBN:84-404-6076-7 [3] Max Weber, “La política ”, en su libro El político y el cien- tífico, trad. F. Rubio Llorente, Madrid, Alianza, 5ª ed., 1979, p. 92). [4] Heller, Hermann. “Supuestos históricos del Estado ac- tual”, FCE, Pag. 142. [5] Huntzinger, Jacques. Introduction aux relations interna- tionales. París : Seuil, 1987 [6] Fernández Manzano, Juan Antonio, Un Estado global pa- ra un mundo plural, Madrid: Biblioteca Nueva, 2014. [7] El Estado, por Piotr Kropotkin [8] Anatomía del Estado, por Murray Rothbard [9] El Estado democrático - Crítica de la soberanía burguesa, de Karl Held y Emilio Muñoz [10] El Estado y la Revolución de Lenin [11] Herrera, Hugo Eduardo, ¿De qué hablamos cuando ha- blamos de Estado? Ensayo filosófico de justificación de la praxis política Op. cit., pp. 27 ss. [12] El Estado de Frédéric Bastiat. 1.5.11 Enlaces externos • Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Estado. Wikiquote • Wikcionario tiene definiciones y otra informa- ción sobre estado.Wikcionario • El Estado y sus elementos • Concepto de Estado