La gestión efectiva de proyectos requiere la capacidad de delegar tareas, tomar iniciativa, gestionar recursos, convocar a otros, promover el proyecto, motivar e incentivar al equipo, y evaluar el progreso de manera eficiente. Un buen líder orienta, apoya y capacita al grupo, establece metas y objetivos claros considerando las capacidades del equipo y los recursos disponibles, y mantiene relaciones interpersonales confiables y objetivas para impulsar el proyecto de manera carismática y persuasiva.