1. UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA
FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE MEDICINA
HUMANA
DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE CIENCIAS MORFOLÓGICAS
ANATOMÍA HUMANA II
MICCIÓN
Alumno: Arias Castillo, Edwin Alfredo
Profesor: Franklin Casas
Mesa: 5
2018
2. MICCIÓN
¿Qué es la orina?
Es una secreción líquida y de color amarillo, por lo general, la cual se produce en los
riñones mediante la filtración y la depuración de algunos componentes tóxicos que se
encuentran en la sangre. Esta orina pasa del riñón a los uréteres y después llega a la
vejiga; donde se acumula. Finalmente cuando la vejiga se encuentra en su máxima
capacidad esta orina se desplaza a través de la uretra produciéndose la micción.
Bases Anatómicas
Riñón
Los riñones son órganos glandulares ubicados a cada lado de la columna vertebral. Se
encuentran fuera de la cavidad peritoneal por lo que se les dice también órganos
retroperitoneales. Cada riñón tiene forma de “frejol” o “juda” y miden 10 cm. de largo y
5 cm. de ancho. Son dos: uno izquierdo, que se encuentra en una posición más superior
y uno derecho, el cual se ubica en una posición más inferior debido a su relación con el
hígado. Si bien no está cubierto por peritoneo, el riñón tiene su propia fascia renal la
cual contiene tejido adiposo y fibroso. (Moore, 2013)
En su estructura externa cuenta con dos polos: uno superior y uno inferior, también dos
caras: Anterior y posterior y dos bordes: medial y lateral.
En su estructura interna tenemos dos zonas : corteza y medula.
Corteza: Envuelve la médula y está cubierta en el exterior por la cápsula renal. La
corteza posee proyecciones radiadas (columnas renales) que se introducen entre las
pirámides medulares, situadas en el interior de la médula renal.
En la corteza se hallan las unidades funcionales básicas de los riñones, las nefronas.
Estas cumplen una función muy importante: producir la orina. Cada riñón contiene
aproximadamente un millón de nefronas.
Médula: La médula renal de cada riñón está compuesta por entre 16 y 20 pirámides
(pirámides medulares de Malpighi), cuyo vértice apunta hacia la pelvis renal. Algunas
pirámides crecen fusionadas, de modo que se forman aproximadamente ocho vértices
(papilas). Las papilas están repletas de pequeños orificios que constituyen lo que se
conoce como área cribosa, a través de los cuales se vierte la orina. Los vértices de las
pirámides se vacían en los cálices renales, que a su vez confluyen en la pelvis renal. La
pelvis renal desemboca en el uréter, a través del que fluye la orina hacia la vejiga.
(Latarjet, 2011).
Cada riñón esta irrigado por una arteria renal la cual divide
al riñón en 5 lobulos según el recorrido de sus arterias:
L. superior
L. anterosuperior
L.anteroinferior
L.inferior
L. posterior
Así mismo cada riñón cuenta con una vena renal, cabe
resaltar que la vena izquierda es más larga que la
derecha y ambas desembocan en la vena cava inferior.
3. Nefrona
La nefrona está constituida por un corpúsculo renal y un túbulo renal.
Cada corpúsculo renal, a su vez, se compone de un glomérulo, este es el encargado
de la primera fase renal llamada “filtración”. Cada glomérulo esta rodeado de vasos
capilares. De manera que la sangre pasa por el glomérulo, se filtra, y sale la sangre
purificada a través de otro vaso sanguíneo de la zona glomerular. Entre el glomérulo y
los vasos sanguíneos se encuentra una estructura denominada “Cápsula de Bowman”,
que también participa de dicha filtración. (Ross, 2015)
La creación de la orina se divide en las
siguientes 3 fases:
1. Filtración
2. Reabsorción tubular
3. Excreción tubular
4. Eliminación de la orina a través de
los conductos excretores
La pared capilar de los glomérulos es impermeable a diversos componentes de la
sangre en condiciones normales. Las células sanguíneas, así como la albúmina del
plasma sanguíneo no pueden atravesarla. La glucosa, la urea, los electrolitos y el agua
traspasan las paredes capilares. El líquido acumulado en los túbulos se conoce como
orina primaria. Cada minuto se producen de esta forma 125 mililitros de orina primaria,
lo que equivale a cerca de 180 litros diarios.
Los túbulos renales discurren contorneados a través de la corteza renal y la médula
que limita con la parte media del riñón. Durante el proceso de formación de la orina, en
los túbulos renales, se produce la reabsorción y la excreción de distintos productos,
metabolitos o electrolitos que el organismo pudiera necesitar en cada momento, es decir
si los precisa los reabsorbe y si no los necesita los excreta. Así se produce la
concentración de la orina primaria, y el resultado es la auténtica orina, que fluye a través
del uréter. (Ross, 2015)
Uréter
El uréter o uréteres son túbulos que nacen de la pelvis renal y
miden aproximadamente 25 cm. Descienden por la pared
posterior del abdomen y son retroperitoneales. Tienen distintos
trayectos y porciones: lumbares, iliacas pélvicas y vesicales;
presentan distintos engrosamientos y ensanchamientos en
esas porciones, que son importantes en casos de litiasis.
Descienden en línea recta a nivel del músculo Psoas Iliaco,
luego son atravesados en su porción media por las arterias
gonadales. (Moore, 2013)
4. Vejiga
Víscera hueca con fuertes paredes musculares, se caracteriza por su marcada
distensibilidad y que recibe la orina de los uréteres, la almacena y la expulsa a través
de la uretra al exterior del cuerpo durante la micción. Este órgano al ser deposito
temporal para la orina su morfología varía en función de su contenido. Se encuentra en
la pelvis menor cuando esta vacía, ligeramente superior a ambos pubis; separada de
estos huesos por el potencial espacio prevesical (de Retzius) y separado del recto por
el espacio retrovesical. En el caso de las mujeres posterior a la vejiga se encuentra el
útero. (Moore, 2013)
La vejiga urinaria cuando está llena tiene una forma esférica y cuando está vacía se
asemeja a un tetraedro con:
Vértice anterosuperior en el que se fija el uraco.
Vértice anteroinferior que corresponde al orificio uretral.
Vértices superoexternos en los que desembocan los uréteres.
La capacidad fisiológica de la vejiga urinaria o hasta que aparece el deseo de orinar
oscila entre los 250 a 300 centímetros cúbicos. Y puede aumentar de 2 a 3 litros en
caso de retención aguda de orina. Esta capacidad se reduce en casos de cistitis
hasta los 50 centímetros cúbicos.
El interior de la vejiga se visualiza realizando una cistoscopia, que observa la
mucosa vesical, los meatos ureterales y el cuello vesical (la unión con la uretra).
Estos tres puntos delimitan el trígono vesical, que es una porción fija y no
distensible del órgano. (Moore, 2013)
5. Profundos cambios morfológicos y metabólicos, a la vez que cambios en la
inervación y en receptores, se producen en la vejiga debido al envejecimiento, a la
hiperactividad vesical, al deterioro de la contractilidad y a la obstrucción uretral. Se
puede postular que existe una vía común en el desarrollo de estos cambios, y la
anoxia parece ser una buena hipótesis como causa de la mayoría de los cambios
vistos en la obstrucción y el envejecimiento. La incontinencia urinaria es un proceso
muy común en el anciano que puede tener solución, por lo que hay que hacer un
diagnóstico correcto para instaurar un tratamiento adecuado, sin olvidar que la
cirugía es la última alternativa para el tratamiento de la incontinencia urinaria, sólo
utilizada cuando fracasa la rehabilitación del suelo pélvico y la terapia farmacológica.
(Camps, 2007)
Uretra
La uretra es el conducto por el que pasa la orina en su fase final del proceso urinario
desde la vejiga urinaria hasta el exterior del cuerpo durante la micción. La función de la
uretra es excretar en ambos sexos y también cumple una función reproductiva en el
varón al permitir el paso del semen desde las vesículas seminales que abocan a
la próstata hasta el exterior, es decir, este conducto es compartido por el sistema
urinario y el reproductor. (Moore, 2013)
Uretra masculina
En el varón la uretra tiene una longitud de unos veinte centímetros y se abre al exterior
en el meatus uretral del glande. con un diámetro de 6 mm. Debido a esta longitud el
sondaje urinario masculino es más difícil que el femenino. En este largo recorrido, la
uretra masculina tiene distintas porciones que son:
Uretra prostática: Discurre a través de la próstata, a esta estructura es donde
vierten su contenido los conductos eyaculadores.
Uretra membranosa: Es una corta porción de uno o dos centímetros a través de la
musculatura del suelo de la pelvis que contiene el esfínter uretral externo, un
músculo estriado que controla voluntariamente la micción. La uretra membranosa
es la porción más estrecha de la uretra.
Uretra esponjosa: Se llama así porque se encuentra en el interior del cuerpo
esponjoso del pene, una vaina eréctil que recorre toda la cara ventral del pene.
Llega al glande y se abre en el meato. Tiene una longitud de unos 9-11
centímetros.
Uretra femenina
En la mujer la uretra tiene una longitud entre 4,5 centímetros y desemboca en
la vulva entre el clítoris y el introito vaginal. Esta corta longitud de la uretra femenina
explica la mayor susceptibilidad de infecciones urinarias en las mujeres.
No hay que confundir el uréter con la uretra. No son lo mismo. Su función es parecida,
transportar la orina de un lugar a otro pero, mientras que el uréter es el encargado de
conducir la orina de los riñones a la vejiga, la uretra la conduce de la vejiga al exterior.
Ambos son dos partes fundamentales del sistema urinario y ambos son conductos que
transportan la orina, pero presentan diferencias.
6. Reflejo de la micción
La micción refleja es un proceso medular completamente automático. En las paredes de
la vejiga urinaria existen unos receptores sensoriales llamados receptores de
estiramiento de la pared vesical que captan la presión y el aumento del volumen de la
vejiga. Los más importantes son los localizados en el cuello vesical. Estos receptores
sensitivos provocan potenciales de acción que se transmiten por los nervios pélvicos a
los segmentos sacros S-2 y S-3. En estos núcleos sacros se originan fibras motoras
del sistema nervioso parasimpático que terminan en células ganglionares
nerviosas localizadas en la pared de la vejiga encargadas de inervar al músculo
detrusor de la vejiga. Este arco reflejo se repite durante unos minutos cada vez más
para aumentar la presión de la vejiga y se inhibe conscientemente por el cerebro si no
se produce la micción. (Mulroney, 2016)
A veces el cúmulo de reflejos miccionales es tan grande que el impulso nervioso pasa
al nervio pudendo hacia el esfínter externo urinario para inhibirlo. Si esta inhibición es
más intensa que las señales conscientes voluntarias del cerebro, ocurrirá la micción
involuntaria (incontinencia urinaria).
El control encefálico de la micción se produce por los siguientes medios:
A través de la médula espinal, los núcleos encefálicos estimulan los centros
parasimpático sacros para que —por medio del nervio pudendo— relajen el
músculo esfínter externo, cuando hay deseo de orinar. Además se produce
contracción abdominal y relajación del suelo pélvico, que facilitan la micción.
A través de la médula espinal, los núcleos encefálicos estimulan los centros
simpáticos que producen contracción del trígono y del esfínter externo, impidiendo
la micción.
7. Orina
En los seres humanos, la orina normal suele ser un líquido transparente o amarillento.
Se eliminan aproximadamente 1,4 litros de orina al día. La orina normal contiene un
95 % de agua, un 2 % de sales minerales y 3 % de urea y ácido úrico, y
aproximadamente 20 g de urea por litro. Cerca de la mitad de los sólidos son urea, el
principal producto de degradación del metabolismo de las proteínas. El resto
incluye nitrógeno, cloruros, cetosteroides, fósforo, amonio, creatinina y ácido úrico.
La investigación de la orina por medio de las tiras reactivas es un método útil para el
médico, ya que puede usarlo en la práctica diaria y obtener un diagnostico presuntivo
previo que se confirmará con el respectivo examen microscópico de laboratorio.
(Javier Lozano-Triana, 2016)
Los niños y adolescentes obesos tienen una elevada frecuencia de positividad de
marcadores de daño vascular y renal, principalmente microalbuminuria, sin embargo,
En la mayoría de los reportes internacionales, el índice albúmina creatinina ha sido el
método empleado para determinar excreción urinaria de albúmina. (Pérez Clemente,
Herrera Valdés, Chong López, Villacís Ponce, & Fernández Maderos, 2014)
8. Infección urinaria
La infección urinaria es la existencia de gérmenes e infecciones patógenos en
la orina por infección de la uretra, la vejiga, el riñón o la próstata. Los síntomas que
acompañan a una infección de orina son los que componen el síndrome miccional,
teniendo en cuenta que las infecciones de orina también pueden ser asintomáticas.
Desde el punto de vista microbiológico, cuando se detecta un crecimiento de 10.000
unidades formadoras de colonia por mililitro(ufc/ml) en una muestra de orina bien
recogida, puede existir una infección urinaria. Cuando existen síntomas urinarios
o piuria se considera ITU con valores mucho menores (hasta 100 ufc/ml). Cuando el
recuento de colonias es superior a 10.000 ufc/ml y hay más de dos especies de
gérmenes indica contaminación de la muestra. Se considera bacteriuria
asintomática cuando, en ausencia de síntomas, hay más de 10.000 ufc/ml de
un microorganismo en cultivo puro en dos muestras diferentes.
Ante un síndrome miccional en el que se excluyen otras causas del mismo
(vaginitis, uretritis, prostatitis) y se confirma la presencia de leucocitos en orina se puede
hacer el diagnóstico de infección urinaria sin necesidad de realizar urocultivo. Las
infecciones del tracto urinario pueden ser tratadas con éxito con antibióticos. En casos
no complicados, a menudo la enfermedad cede sin medicamentos. La enfermedad no
es contagiosa. (Estrada Altamirano, Figueroa Damián, & Villagana Zesati, 2010)
La infección urinaria (itu) es una de las patologías infecciosas más frecuentes en
pediatría. Tradicionalmente se ha considerado como marcador de probables
anormalidades anatómicas y funcionales de la vía urinaria, por lo cual, en las últimas
décadas todos los niños que presentaban una ITU eran sometidos a estudio por
imágenes en busca de cicatrices renales o anormalidades de la vía urinaria. El estudio
por imágenes es incómodo para los pacientes, estresante para los padres y las
evidencias actuales para continuar realizándolo son limitadas por lo cual debe ser
selectivo en orden de focalizar en los pacientes que puedan beneficiarse con cirugías
urológicas correctoras o tratamientos médicos adecuados. Estas pautas están
basadas en las guías NICE de ITU e intentan demostrar que uno de los pilares más
importantes para evitar secuelas renales es el diagnóstico y tratamiento oportuno de
las itu febriles. (Paulina Salas del et al., 2012)
9. Referencias
Camps, D. (2007). Archivos de Medicina. Arch Med, 3(5), 1–9.
https://doi.org/10.3823/004
Estrada Altamirano, A., Figueroa Damián, R., & Villagana Zesati, R. (2010). Infección
de vías urinarias en la mujer embarazada. Importancia del escrutinio de
bacteriuria asintomática durante la gestación. Perinatología y Reproducción
Humana, 24(3), 182–186. Retrieved from
http://www.medigraphic.com/pdfs/inper/ip-2010/ip103e.pdf
Javier Lozano-Triana, C. (2016). Examen general de orina: una prueba útil en niños
Urinalysis: a useful test in children diagnosis. Spanish. Doi: Rev. Fac. Med, 64(1),
137–184. https://doi.org/10.15446/revfacmed.v64n1.50634
Moore, K. L. (2013). Anatomía con orientación clínica. Wolters Kluwer.
Mulroney, S. E. (2016). Netter fundamentos de fisiología. Barcelona: Elsevier.
Paulina Salas del, C., Patricia Barrera, B., Claudia González, C., Pedro Zambrano, O.,
Ignacio Salgado, D., Quiroz, L., … Felipe Cavagnaro, S. M. (2012). Actualización
en el diagnóstico y manejo de la Infección Urinaria en pediatría. Revista Chilena
de Pediatria, 83(3), 269–278. https://doi.org/10.4067/S0370-41062012000300009
Pérez Clemente, L. M., Herrera Valdés, R. C., Chong López, A., Villacís Ponce, D., &
Fernández Maderos, I. (2014). Marcadores de daño vascular y renal en orina en
niños y adolescentes obesos. Revista Cubana de Pediatria, 86(2), 168–178.
Ross. (2015). Histología texto y atlas correlación con biología celular y molecular.
Wolters Kluwer.
Ruiz, A. L. (2011). Anatomía humana. Barcelona : Panamericana.