El documento analiza los efectos del consumo de alcohol en el cerebro de los adolescentes. Señala que entre los 13 y 16 años es cuando muchos adolescentes empiezan a beber y que el alcohol puede causar daños significativos en el cerebro aún en desarrollo si se consume varias copas una o dos veces al mes. El etanol contenido en las bebidas alcohólicas afecta negativamente el funcionamiento de la corteza cerebral y causa menor habilidad para interpretar información, peor memoria y atención. Más del 65% de adolescentes entre 12 y

1. Análisis de
información
ALLISON LEÓN

2. ALCHOL Y EL CEREBRO DE LOS
ADOLESCENTES
Desde siempre los humanos hemos consumido
sustancias para alterar el estado de ánimo. Europa es
el que lidera en el consumo de alcohol en el mundo y
en España se ve normal consumir alcohol en tiempo
de descanso
Se realizaron encuestas de ¿A QUE EDADES
EMPESASTE A BEBER?
Los resultados fueron de: 13,14,15,16
Pero lo malo de beber no solo encontrarse mal un rato
o meterse en líos o problemas. La respuesta de los
científicos es contundente si tomas varias copas
seguidas una o dos veces al mes el impacto del
alcohol en el cerebro en desarrollo es significativo
porque entre los 22 o 23 años el cerebro sigue en
desarrollo
EL 65% DE LOS
ADOLESCENTES ENTRE
12 Y 18 AÑOS SE
DECLARAN
CONSUMIDORES DE
ALCOHOL

3. Daño en nuestro
cerebro adolescente
ETANOL: Las bebidas alcohólicas
contienen esta sustancia es adictiva
además se detecta en pocos minutos en
el cerebro tras la ingesta de la bebida
EFECTOS MULTIPLES
Ralentiza el funcionamiento de la
corteza cerebral sabiendo que esta
trabaja la información de los sentidos
Realiza el sistema nervioso central lo
que nos dificulta pensar, hablar y
movernos
DAÑOS EN EL CEREBRO
Menos habilidad para interpretar la
información visual
Peor memoria y atención
Peor contaminación entre las neuronas
TIENEN LOS ADOLESCENTES
SUFICIENTES ALTERNATIVAS EN SUS
TIEMPOS LIBRES
Una tarde en el cine
El teatro
Concurso de música
Todas estas actividades son fuera de la
zona de las bebidas alcohólicas
FUENTE: ELSA PUNSET