1. El Tata en exclusiva
8 Noviembre, 2011 - 01:53
CREDITO:
Manuel Ajenjo
El Partido Acción Nacional presentó una demanda ante la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Federal
Electoral por el anuncio en el que Jorge Arvizu El Tata expresa su apoyo a Andrés Manuel López Obrador y
promueve el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Dicha Comisión consideró que el spot constituía
un acto anticipado de campaña y ordenó sacarlo del aire.
Por ese motivo, me puse en contacto con Jorge para saber algo más sobre el tema. De entrada me informa que el
spot en el que el actor manifiesta que hay que hacer algo por el país y remata con la frase: “Ya no se apen... eje
vamos con El Peje”, volvió a trasmitirse.
En esta colaboración trataré de sintetizar, respetando su lenguaje y sin traicionar sus ideas, la conversación que
tuve, por vía telefónica, con Jorge Arvizu.
¿Por qué repusieron el anuncio? Porque todo el mundo impugnamos, muchos, el senador Monreal, toda la gente
protestó. ¿Cuál adelanto de campaña? Peña Nieto desde hace cuatro años está haciendo campaña. Claro que no
en forma de spots. A Peña Nieto se la hicieron en forma de telenovela, en forma de eventos sociales, en forma
de una aventura amorosa, en forma de una visita al Vaticano. Todos están en campaña. Ahí está el señor
Cordero, ahí está la señora Vázquez Mota. Todo mundo. Que bueno que trataron de quitar nuestros anuncios,
que bueno que los del IFE trataron de hacer esta arbitrariedad porque nuevamente enseñaron los colmillos.
Enseñaron de qué lado masca su iguana.
¿A quién se le ocurrió el spot? No se me ocurrió a mí como todos creen. Se les ocurrió ahí en las oficinas de
Morena. A mí me habló Andrés Manuel, me dijo de lo que se trataba, me preguntó: ¿Te causará problemas?
Pues, le digo, el simple hecho de estar participando en este movimiento ya me causa problemas y a todos los
que estamos participando nos está causando un problema porque estamos en contra de un sistema. Pero si me
voy a estar cuidando que otros se vayan a enojar, les va a molestar, pues entonces no vamos a dar un paso, que
es lo que nos está pasando a todos en este país: que por no sufrir un dolor inmediato preferimos vivir una agonía
eterna.
Siempre has tenido un pensamiento de izquierda, pero creo que a partir del 2006 te has vuelto más radical: ¿A
qué se debe eso? Mira yo tengo 79 años y desde joven me interesó la lucha social. A los 17 años, en Querétaro,
fui de los más bravos en la huelga que hicimos en la fábrica de casimires La Concordia. Le descubrí el truco al
dueño de la fábrica, un pinche gringo. Trabajaba yo en el laboratorio y me quedaba ahí hasta tarde y me di
cuenta, desde tres días antes de la huelga, de un individuo que llegó a las oficinas del gringo. Vi como una
muchachita le llevaba de comer, de desayunar y cenar. Cuando viene la huelga y paramos los telares, llegó el
dueño, ya no me acuerdo como se llamaba el cabrón, a decirnos: “No que hoy va a llegar de México el
representante de la Secretaría de Trabajo”. Y ahí vamos todos al aeropuertito de Querétaro.
Llegó una avioneta y de ella se bajó el mismo tipo que había visto yo tres días antes en la oficina del gringo.
Estaba, ahí entre nosotros, la muchachita que le daba de comer. Oye niña, a ver, le preguntó: ¿A quién le
estuviste llevando estos tres días anteriores de comer a la oficina de este señor? La muchachita, inocente, dijo:
Al señor. Entonces que le digo al cabrón: Usted está diciendo que acaba de llegar y ya tiene tres días
poniéndose de acuerdo con el dueño. Se armó entonces el pedote y nos hicieron de cabronadas, pero ganamos la
huelga. Pero entonces de “premio” a mí, me sacaron del laboratorio los del sindicato y me pusieron a trabajar en
una máquina en la que deberían de estar tres trabajadores. Lo hicieron para tronarme los del mismo sindicato.
Entonces un día dejé la maquina y me fui caminando, me preguntaron: ¿adónde vas? Yo me voy a la chingada y
ustedes se van a quedar aquí sembrados toda su vida, cabrones.
Pero es ahora, a partir de que tomaste partido por López Obrador, cuando te has manifestado públicamente.
Claro. Aunque lo hago sin ninguna pretensión de nada. La primera vez que participe en una marcha que fue de
Antropología al Zócalo, cuando se hizo el plantón. Al llegar al Ángel ya me andaba llevando la chingada,
porque estoy enfermo del corazón, pero ahí hicimos una pausa porque hablaron unos oradores, medio me repuse

2. y siguió la marcha; llegando a Bellas Artes yo ya me estaba muriendo, me había tocado de compañero de
caminata Rius, le digo: ya me está llevando la chingada. Pues ni modo, me dice, “pa’dónde te haces”. No te
podías salir de la marcha porque estaba en movimiento. Total me dejé caer y no podía, me llevaba la gente.
Empezaron a trotar. Total, yo no sé cómo cabrones, yo ya nomás oía: obabó-obabó-obabó. Yo no sé qué pedo.
Y luego las campanas de la Catedral. Ya cuando me empecé a reponer y a agarrar aire estaba yo en el templete.
¡Yo no iba al templete iba al Zócalo! Y de pronto me veo arriba, sin zapatos, me los habían sacado a pisotones,
y los brazos morados como camote. Entonces me percato de que estoy ahí vivito, calmado y respirando y la
chingada y dije: No, pos yo soy de aquí. Aquí volví a nacer. Luego, otra vez, fui al templete. Pero resulta que
para subir al templete necesitas un gafete. Y me lo pide el que está cuidando de que no pasen. Y le digo: Mira, a
ti te pusieron aquí para impedir que pasen, pues yo voy a pasar. ¿Y su gafete? Aquí lo traigo, es el de mis
huevos, cabrón, o me partes la madre o me dejas pasar, así que hazte a un lado. Y la gente que estaba afuera y
que vio todo eso, empezó a corear: “Déjalo pasar, déjalo pasar”. Ya pasé.
Luego otra ocasión ahí voy otra vez, era otro muchacho y me dice: “No, pos a ver, su gafete” y le dice el
muchacho de la otra vez que estaba cerca: “Es el de sus huevos, pendejo”.
Se están haciendo las encuestas para saber quién será el candidato de la coalición de izquierda a la Presidencia.
¿Tú crees que si el elegido es Marcelo, Andrés Manuel lo va a apoyar? Sí, yo lo conozco, me ha dado pruebas
de su honestidad y sé que sí lo haría. Nos lo ha dicho a nosotros: “Si Ebrard sale, yo lo apoyó y retiro mi
candidatura. Es una cuestión de honestidad y de congruencia”. Andrés Manuel no tiene mañas, no es una gente
malosa en su interior.
¿Si a Ebrard le dan la estafeta tú lo apoyarías? Yo voy a apoyar la decisión de todos, pero observándolo, con
dudas y suspicacias. Yo ya tuve una experiencia con él: Supuestamente me iba a apoyar para tener una carpa
itinerante en el Distrito Federal, para hacer espectáculos de crítica social y se me echó pa’tras. Me hizo
presentarle el presupuesto, los planos y toda la madre y se me echó pa’tras. Entonces ahí comprendí que él ya
venía maquinando sus cosas, haciendo a un lado todo lo que lo comprometiera ideológicamente. Él le va al
negocio. Es un yuppie. Además para qué quiere el puesto si ya tiene Bueso.
¿Por qué estás con el movimiento de Andrés Manuel? Mira, haz de cuenta que en nuestra familia se incrustó un
padrote, llegó un cabrón y se apoderó de nuestra mamá y de la familia, y a la hermana la trae taloneando y a los
hijos a madrazos también los trae chambeando. Pero algunos de los hijos de esta familia, en este caso Morena,
quieren quitarse de encima al padrote. La mamá está enajenada porque se la coge muy bonito -pero a este
pueblo mexicano ni siquiera se lo cogen bonito, nomás se lo cogen y lo hacen sufrir- entonces los hijos dicen:
“Vamos a librarnos de este cabrón”. Pero por ahí un pariente del padrote que tiene intereses con él, se
escandaliza: “Ay esos muchachos, qué malvados, cómo se atreven a acabar con ese señor”. Y no faltan
miembros de la familia que se lo crean. La gente desgraciadamente, apenas empieza ahora, después de 80 años,
a volver a tener conciencia social. Sé que estas palabras se oyen huecas porque siempre se han manejado de
forma demagógica y oportunista, nada más para sacar ventajas políticas y más que políticas, ventajas de
negocio, porque en este país todo es un negocio nada más.
No se ve como una lucha en la que nos protejamos todos los que laboramos en este país. Ya sea, entre comillas,
“los dueños de las industrias”, “los dueños de las finanzas”, “los dueños de los medios de comunicación”, “los
representantes de Dios”, toda esa gente sólo pone el poder que tienen para sus intereses personales, sus intereses
de grupo y eso está pasando en todo el mundo. Vamos a visualizar un país donde todos protejamos a todos para
construir la felicidad.
Gabriel García Márquez le dijo a un entrevistador: Una entrevista es un artículo que yo escribo y tú cobras.
Gracias, Jorge.