El abuso sexual a los niños puede ocurrir en la familia, a manos de un padre/madre, un padrastro, hermano u otro pariente; o fuera de la casa, por ejemplo, por un amigo, un vecino, la persona que lo cuida, un maestro o un desconocido. Cuando ha ocurrido el abuso sexual, el niño puede desarrollar una variedad de sentimientos, pensamientos y comportamientos angustiantes.
1. Presentado por:
Melissa j. peña minier 100322606
Luis J. García infante 100477246
Yadira cuevas 100312859
UNIVERSIDADAUTONOMADE SANTODOMINGO
FACULTADDE CIENCIASDE LA SALUD
Abuso sexual infantil
2. CONCEPTUALIZACIÓN DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL.
Abuso Sexual. Se define como “…Contactos e
interacciones entre un niño y un adulto cuando el
adulto (agresor) usa al niño para estimularse
sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El
abuso sexual puede ser también cometido por una
persona menor de 18 años cuándo esta es
significativamente mayor que el niño (víctima) o
cuando el agresor está en una posición de poder o
control sobre otro.
3. Dentro de esta concepción de abuso sexual, destacamos las siguientes categorías:
Abuso sexual. Cualquier forma de contacto físico
con o sin acceso carnal, con contacto y sin
contacto físico realizado sin violencia o
intimidación y sin consentimiento. Puede incluir:
penetración vaginal, oral y anal, penetración
digital, caricias o proposiciones verbales
explícitas.
4. Agresión sexual. Cualquier forma de contacto físico
con o sin acceso carnal con violencia o
intimidación y sin consentimiento.
5. Explotación sexual infantil. Una categoría de abuso
sexual infantil en la que el abusador persigue un
beneficio económico y que engloba la prostitución y
la pornografía infantil. Se suele equiparar la
explotación sexual con el comercio sexual infantil.
6. Dentro de explotación sexual infantil, existen diferentes modalidades a tener en cuenta,
puesto que presentan distintas características e incidencia:
• Tráfico sexual infantil.
• Turismo sexual infantil.
• Prostitución infantil.
Pornografía infantil.
7. El abuso sexual como un abuso de poder
Existen numerosas definiciones de abuso sexual. En la mayoría de ellas se establecen dos
criterios para hablar de abuso:
1. Coerción. El agresor utiliza la situación de poder
que tiene para interactuar sexualmente con el menor.
2. Asimetría de edad. El agresor es significativamente
mayor que la víctima, no necesariamente mayor de edad.
8. Es fundamental no concebir el abuso sexual como una
cuestión únicamente concerniente a la sexualidad del
individuo, sino como un abuso de poder fruto de esa
asimetría. Una persona tiene poder sobre otra cuando le
obliga a realizar algo que ésta no deseaba, sea cual sea el
medio que utilice para ello: la amenaza, la fuerza física,
el chantaje.
9. De entre todos los modelos etiológicos del abuso sexual infantil, el más aceptado es el modelo elaborado por Finkelhor y
Krugman, en el que se describen las cuatro condiciones para que el abuso se produzca:
1. Primera condición, relacionada con la
motivación del agresor para cometer el abuso.
En este sentido, los estudios establecen
distintas categorías de motivaciones en los
agresores sexuales, cada uno de los cuales
desarrolla un modus operandi diferente (ver
apartado de tratamiento de agresores
sexuales):
• Por una parafilia sexual.
• Por repetición transgeneracional de
experiencias previas de abuso en la
infancia.
• Por un componente psicopático de
personalidad.
• Por trastorno de control de los impulsos.
• Pedófilo exclusivo, por fijación obsesiva
con un objeto sexualizado.
10. 2. Segunda condición, relacionada con la habilidad del agresor
para superar sus propias inhibiciones y miedos, recurriendo
para ello
al alcohol y las drogas.
3. Tercera condición, por la que se vencen las
inhibiciones externas, o los factores de
protección del niño.
4. Cuarta condición, que le permite vencer la
resistencia del niño, para lo que se recurre
al uso de la violencia o de la amenaza o el
engaño y la manipulación. En este punto, hay
menores especialmente vulnerables como los
niños con discapacidades puesto que en algunos
casos su capacidad para oponer resistencia se
ve seriamente mermada o como el caso de los
más pequeños de menos de tres años.”
11. El abuso sexual como una cuestión sobre la sexualidad de la persona
La victimización del niño en el abuso sexual infantil es
psicológicamente dañina, socialmente censurable y
legalmente perseguible. Sin embargo el componente sexual de
esta forma de maltrato hace que su detección, la revelación
e incluso la persecución de este tipo de delitos sean mucho
más difícil. La detección viene dificultada por los miedos
y mitos respecto al tema, puesto que invade la parcela
privada relacional de la persona. No deja indiferente a
nadie, nos afecta y nos interpela. Además, existe un gran
número de falsas creencias y mitos sobre la sexualidad
infantil y las relaciones familiares que afectan a la
detección de los casos de abuso sexual infantil.
13. DIMENSIÓN DEL PROBLEMA
El abuso sexual infantil es una cuestión raramente tratada con toda la veracidad posible. Se trata de sucesos secretos.
Las características propias del abuso:
✔ Muchos casos se producen dentro de la familia.
✔ Es una cuestión referente a la sexualidad del
individuo, sobre la que se mantiene el secreto, el
miedo y las falsas creencias.
✔ Los niños pequeños no tienen autonomía para
denunciarlo.
✔ Existe miedo en muchos profesionales y ciudadanos
a las implicaciones que puede originar la
denuncia.
✔ Hay un gran desconocimiento del tema, de sus
diferentes manifestaciones, así como de las
situaciones de riesgo que pueden favorecer los
abusos sexuales....
14. Entre los factores de riesgo, existen algunos especialmente
relevantes:
✔ Discapacidad psíquica grave de uno o ambos padres.
✔ Consumo de alcohol o drogas de uno o ambos padres.
✔ Historia de maltrato previa en uno o ambos padres.
✔ Falta de establecimiento del vínculo o deficientes
relaciones afectivas entre los padres y el niño.
✔ Falta de red de apoyo psicosocial, aislamiento
social de la familia.
✔ Problemas de disarmonía y ruptura familiar.
✔ Desempleo o pobreza.
✔ Falta de reconocimiento de los derechos del niño
como persona.
✔ Aceptación social de pautas como el castigo físico.
15.
16. Variables de categorización
Además de establecer una tipología de maltrato, es
importante valorar la gravedad del mismo para la persona
que lo vive.
Son factores que evalúan la gravedad los que a continuación
se detallan:
✔ Severidad de las lesiones y/o frecuencia del
maltrato.
✔ Cercanía temporal del incidente con respecto a la
fecha de investigación.
✔ Localización de las lesiones.
17. Los efectos de la vivencia de un abuso en el desarrollo
evolutivo del niño varían enormemente según las siguientes
categorías:
✔ La duración del abuso (abuso prolongado/esporádico)
y la frecuencia del mismo. Cuanto más frecuente y más
prolongado en el tiempo es el abuso, más graves
son sus consecuencias.
✔ La intensidad y el tipo de abuso. Depende del tipo
de abuso al que sea sometido un niño, de si se usa o
no violencia, de si hay o no penetración, las
consecuencias que éste tenga en su desarrollo.
18. Consecuencias del abuso sexual infantil a corto plazo.
1.Impotencia. Los niños víctimas de abuso sexual generan
un fenómeno de indefensión aprendida, puesto que sus
intentos por evitar el abuso resultan vanos. Poco a
poco dejarán de intentarlo siquiera.
2. Mantenimiento del secreto. La manipulación y la
amenaza a la que son sometidos les obliga a mantener,
sobre todo, en los casos de abuso intrafamiliar una
doble vida para mantener el secreto y evitar la
revelación.
3. Entrampamiento y acomodación. Si el abuso se prolonga
en el tiempo, el niño poco a poco irá asumiendo el
papel de pareja del agresor.
4. Revelación espontánea o forzada. Cuando se llega a la
revelación, suele ocurrir con un igual, pudiéndose
producirse bien de manera espontánea o bien forzada
por un adulto al valorar los indicios.
5. Retracción. Si no hay una intervención efectiva,
incluso habiéndola, la retracción es frecuente, por
culpa, vergüenza o miedo.
19. Consecuencias a corto plazo
1. Físicas:
✔ Pesadillas y problemas de sueño.
✔ Cambio de hábitos de comida.
✔ Pérdida de control de esfínteres.
2. Conductuales:
✔ Consumo de drogas y alcohol.
✔Fugas.✔
Conductas autolesivas o suicidas.
✔Hiperactividad.✔
Bajada del rendimiento académico.
3. Emocionales:
✔ Miedo generalizado.
✔ Agresividad.
✔ Culpa y vergüenza.
✔ Aislamiento.
✔ Ansiedad.
✔ Depresión, baja autoestima y sentimientos de
estigmatización.
✔ Rechazo al propio cuerpo.
✔ Síndrome de stress postraumático.
4. Sexuales:
✔ Conocimiento sexual precoz o inapropiado de la
edad.
✔ Masturbación compulsiva.
✔ Exhibicionismo.
✔ Problemas de identidad sexual.
5. Sociales:
✔ Déficit en habilidades sociales.
Retraimiento social.
✔ Conductas antisociales.
20. Consecuencias del abuso sexual infantil a largo plazo.
1. Físicas:
✔ Dolores crónicos generales.
✔ Hipocondría o trastornos psicosomáticos.
✔ Alteraciones del sueño y pesadillas recurrentes.
✔ Problemas gastrointestinales.
✔ Desórdenes alimentarios, especialmente bulimia.
1. Conductuales:
✔ Intentos de suicidio.
✔ Consumo de drogas y alcohol.
✔ Trastorno disociativo de identidad.
2. Emocionales:
✔ Depresión.
✔ Ansiedad.
✔ Baja autoestima.
✔ Síndrome de estrés postraumático.
✔ Dificultad para expresar sentimientos.
3. Sexuales:
✔ Fobias sexuales.
✔ Disfunciones sexuales.
✔ Falta de satisfacción sexual o incapacidad para el
orgasmo.
✔ Alteraciones de la motivación sexual.
✔ Mayor probabilidad de ser violadas. En un
estudio se recogió que era 2,4 por cien más probable que una
mujer víctima de abuso sexual infantil fuera
después violada.
✔ Mayor probabilidad de entrar en la prostitución. En un
estudio realizado sobre 200 prostitutas, el 60 por
cien de ellas habían sido abusadas sexualmente cuando
eran niñas.
✔ Dificultad para establecer relaciones sexuales,
autovalorándose como objeto sexual.
4. Sociales:
✔ Problemas de relación interpersonal.
✔ Aislamiento.
✔ Dificultades de vinculación afectiva con los hijos.
✔ Mayor probabilidad de sufrir revictimización, como
víctima de violencia por parte de la pareja.
21. ENFOQUE GENERAL DEL
TRABAJO DE PREVENCIÓN
Todo programa de prevención ha de ser diseñado
teniendo en cuenta tres requisitos:
Debe ir enmarcado en un enfoque de promoción del buen trato a
la infancia y de educación afectivo-sexual.
Debe hacer referencia a unos contenidos mínimos, con
independencia de la población a la que vaya dirigido.
Debe ir dirigido a la posible víctima, pero también al potencial
agresor.
22. El abuso sexual infantil sucede en la mayoría de los casos sin
violencia física, pero sí emocional. Se emplea la manipulación y el
engaño, o la amenaza y el soborno. Sin embargo, la violencia física
solamente media en un 10 por cien de los casos.
Es importante recordar que los niños, sobre todo los más
pequeños, viven el abuso con sorpresa -no tienen referente de
comparación para el comportamiento del adulto-, como algo
ocasional, no intencionado, casi accidental puesto que para ellos es
impensable que ocurra otra cosa. Poco a poco, irán percibiendo el
abuso como más intrusivo e intencional.
El abuso sexual, como ya se ha explicado, es una cuestión de
abuso de poder pero tiene un componente que no debemos olvidar
en cuanto a la sexualidad del individuo, tanto del agresor como de
la víctima.
23. Los pilares del “buen trato” a los niños y niñas podrían ser
los que a continuación se reseñan. Todos ellos deberían
respetarse en cualquier tipo de “buen trato”:
✔ Reconocimiento del niño como persona y sus derechos.
✔ Respeto al desarrollo evolutivo del niño.
✔ Empatía.
✔ Comunicación efectiva.
✔ Vinculación afectiva e interacción.
✔ Resolución positiva y no violenta de conflictos.
24. La evaluación debe ser entendida como una cultura, es decir,
como un elemento fundamental que impregna y orienta todo el
conjunto de actividades que se realizan en un programa,
dirigiéndole hacia la mejora continua a través de la facilitación
de:
✔ La implementación de las actividades del programa.
✔ Los procesos de toma de decisiones.
✔ La distribución de recursos.
✔ El control presupuestario.
✔ La participación de los implicados.
25. 1) Definir claramente el propósito o finalidad de la
evaluación.
2) Definir claramente los objetivos de la
evaluación.
3) Planificar y gestionar estratégicamente las
actividades de la evaluación.
4) Identificar claramente a los agentes sociales
implicados.
5) Establecer una metodología clara, rigurosa y
adaptada a los objetivos de la evaluación.
6) Desarrollar un sistema de indicadores y de
protocolos de recogida de información en
concordancia con la finalidad y los objetivos de
la evaluación.
26. Características del abusador
Hay algunos aspectos que debemos recordar respecto al abusador:
✔ Los abusadores sexuales suelen tener una vida sexual normal. Existen
abusadores sexuales heterosexuales, homosexuales y pedófilos, aunque la
proporción de éstos últimos es mínima.
✔ Uno de los fenómenos que sí se mantienen es que cuando las víctimas
elegidas son niños pequeños no existe una opción sexual clara, pero cuando
aquéllas son mayores de nueve años, suele haber ya una preferencia sexual
establecida.
✔ Es importante recordar que ser pedófilo no significa ser un abusador. Un
pedófilo puede ser alguien que alimenta fantasías en las que se ve abusando
sexualmente de niños, pero que no comete realmente estos abusos.
✔ Una persona que abusa sexualmente de niños es un delincuente.
✔ Los abusadores sexuales son personas con apariencia de normalidad,
incluso son seductores en apariencia.
27. Tratamiento de los abusos sexuales infantiles.
Introducción.
En el tema del abuso sexual, no debemos obviar que siempre
existen dos partes implicadas -la víctima y el agresor-,
además, por supuesto, de otros miembros de la familia en el
caso de que aquél sea intrafamiliar.
28. Lo primordial para estar alertos.
Para tratar a la víctima menor es fundamental hablar con ellos, quitarles el
sentimiento de culpa y hacerles comprender la situación para que no se sientan como
“bichos raros” y puedan llevar una vida completamente normal a pesar de lo que han
vivido.
29. ¿Cuándo debe comenzar la intervención.
La intervención debe comenzar desde el momento de la revelación.
Es importante que el niño esté tranquilo y que sienta que puede confiar en los
profesionales con los que va a tener que comunicarse. Las relaciones de los menores
son muy diversas, algunos al principio están tranquilos y más tarde es cuando
manifiestan problemas, mientras que en otros, estos están presentes al contarlo y a
medida que va transcurriendo el tiempo y el trauma se trata, experimentan una
mejoría.
30. El tratamiento será de manera individual y colectivo.
En el tratamiento individual, hay que
ocuparse de los sentimientos de desorientación que el niño tiene por haber sido
alejado de su hogar y su familia (en su caso), de culpa, la depresión y la falta de
autoestima. El tratamiento no es igual en todos los casos porque no todos lo sufren de
la misma manera ni sus circunstancias son iguales.
Se les debe enseñar a expresar y aceptar sus sentimientos, que superen el trauma
mediante juegos (para que no asocien las terapias a algo negativo), de manera que
sean útiles para que el niño se encuentre en un buen ambiente y vaya confiando en
otras personas.
31. Terapia de juego
para el manejo del
abuso sexual
infantil.
Usando la terapia de juego, les permite a los niños
expresar sus sentimientos, temores y conflictos por
medio del juego, distanciándose conscientemente del
impacto del abuso y expresándose
inconscientemente, externalizando
su conflicto. En algunos casos, podemos observar
dinámicas obvias en el juego como el de muñecos
donde el niño demuestra el acto sexual que se
le perpetró.
32. Etapas de la terapia del juego.
La primera etapa se manifiesta como caos.
Las escenas, ya sea en el juego, en el arte, en la arena u otros medios, se ven
desorganizadas, con poca dirección, sin orden, y aparentemente sin tema o
simbolismo. Pero el mismo desorden es simbólico de cómo se siente el niño y
de la situación en que se encuentra.
33. La segunda etapa se manifiesta en el juego como una lucha.
Los monstruos se pelean, los soldados están en guerra, hay buenos y malos, y la lucha
es inconclusa. La niña expresa su ambivalencia y la dificultad en que se encuentra; su
lucha emocional. Empieza a hablar o manifestar los temas dolorosos que la llevaron a
la terapia . En esta etapa se ven símbolos que se pueden interpretar como sexuales, y
el juego manifiesta el control del agresor y la sumisión de la víctima.
34. En la tercera etapa de juego se empieza a
observar la
resolución del conflicto
.
• Los buenos superan a los malos, los
perdidos se encuentran, hay triunfo en la
guerra, hay un fin al juego o escena que
se presenta. En esta etapa también se
manifiesta la vegetación
• Se observan árboles, plantas y flores en los
cuadros o juegos. Se ve un cuadro más
completo. El niño demuestra que ha
superado sus conflictos.
• En esta etapa se observa aumento de
autoestima en el niño, se ven más sonrisas y
el niño es más juguetón. Muchas veces la
víctima puede hablar un poco más del
abuso y del impacto que ha tenido en él o
ella
35. En la última etapa,
se manifiesta el
hombre y sus
símbolos.
Se ven personas trabajando o
divirtiéndose, jugando
e interactuando. Se encuentran coches,
edificios y artículos producidos por el
hombre. Para muchas víctimas, el
simbolismo es el reencuentro con la
madre y/o la espiritualidad.
36. tratamiento colectivo.
Este tipo de terapia es muy eficaz porque no hay nadie mejor que quien ha pasado por
lo mismo para entender el sufrimiento de otras víctimas. Lo más conveniente es
agrupar a niños de similares edades y en número de cinco a ocho integrantes (menos
de cinco no, por si hay ausencias y más de ocho no permite conceder a cada niño el
tiempo que exijan las circunstancias)
En los grupos de padres, hay que concienciarlos de que ellos no son los responsables
del abuso (si este viene de fuera), ya que pueden sentir que lo son por
haber dejado al niño a solas con esa persona, creer que no han sabido cuidar
suficientemente de él o por no haber sido capaces de darse cuenta de lo que ocurría.
37. Grupo de profesionales que intervienen.
Un psicólogo clínico que se ocupe de la intervención terapéutica.
Un trabajador social para la protección del menor.
Policías, para los aspectos criminales.
Cada una de ellas tiene una finalidad; así, la intervención terapéutica consiste en el
tratamiento del trauma psicológico a nivel individual y de las alteraciones en las
relaciones familiares. En el caso de la intervención protectora, se aplica toda forma de
actuación que persiga la protección del desarrollo físico, emocional y moral de la
víctima. Por último, la intervención punitiva supone castigar a quien ha cometido el
delito, atribuyéndole toda la responsabilidad.