1. DIBUJO DE LA FIGURA HUMANA
Una mirada desde lo psicométrico
2. Dibujo de la Figura Humana (DFH)
Una herramienta capaz de dar cuenta de la
evolución de la madurez conceptual, en niños de
edad escolar.
La madurez conceptual ha sido definida por Harris
(1963) como la habilidad para desarrollar conceptos
de abstracción creciente; este proceso abarca
capacidades para percibir semejanzas y diferencias,
para abstraer y categorizar los objetos de acuerdo a
esas igualdades y oposiciones, así como también,
para generalizar y asignar un objeto nuevo a la
clase correspondiente
3. Esta capacidad se complejizara en el uso continuo,
avalada por la estructura biológica y en un intercambio
constante que se genera y se promueve en el
ambiente circundante.
Fernandez Liporace (1996) “considero esta habilidad
como multidimensional, englobando dentro de sí
cadenas conceptuales de elevada complejidad
reflejada en tres grandes sectores cuando se concreta
en el dibujo de un cuerpo humano: cabeza, tronco y
extremidades que, a su vez, contienen conceptos mas
pequeños y así sucesivamente”
4. Koppitz (1976), analiza los DFH en función de dos
tipos de signos objetivos.
Un primer conjunto de signos se considera que está
primariamente relacionado con la edad y el nivel de
maduración; a estos signos los denominamos Items
Evolutivos.
Un segundo conjunto de signos se está primariamente
relacionado con las actitudes y preocupaciones del
niño; a estos signos los denominamos Indicadores
Emocionales.
Es evidente que una interpretación significativa de los
DFH infantiles presupone un conocimiento exhaustivo
tanto de los indicadores emocionales y evolutivos en
cada nivel de edad.
5. Koppitz (1968) “El dibujo total y la
combinación de los diversos signos e
indicadores siempre se deben considerar
y analizar con base en la edad, la
maduración, el estado emocional, los
antecedentes sociales y culturales del
niño/a”.
“Considera que los DFH reflejan
primordialmente el nivel evolutivo del
niño/a y sus relaciones interpersonales,
es decir sus actitudes hacia sí mismo y
hacia las personas significativas en su
6. La primera revisión del sistema de
Goodenough para la evaluación del dibujo
de la figura de un hombre fue propuesta
por Harris en 1963 (Harris, 1991) y es
conocido como el test del Dibujo de la
Figura Humana de Goodenough-Harris.
Ha ampliado el sistema de puntaje de 51
ítems para 73 interpretándolo como una
medida de la madurez conceptual.