El test de la familia kinética, recorrido y análisis de sus aportes clínicos
1. El Test de la Familia Kinética: recorrido y análisis de sus
aportes clínicos
Lic. Silvia N. Mercado
“El dibujo del niño expresa algo más que su
inteligencia o su nivel de desarrollo mental;
es una especie de proyección de su propia
existencia y de la ajena, o más bien del modo
en que se siente existir él mismo y siente a los
otros.” Juliette Boutonier - “Los dibujos de los
niños” –
“Hay, en primer lugar, una variedad prodigiosa de
géneros, ellos mismos distribuidos entre
sustancias diferentes, como si toda materia le
fuera buena al hombre para confiarle sus relatos:
el relato puede ser soportado por el lenguaje
articulado, oral o escrito; por la imagen, fija o
móvil; por el gesto, y por la combinación
ordenada de todas estas sustancias”. Barthes,
Roland: Análisis estructural del relato
Sobre el dibujo en los niños
Tal vez deberíamos empezar recordando, develando una verdad de las
costumbres, que el niño es un humano en sus comienzos y la niñez el nombre que le
damos a los tiempos en que se construye ese sujeto humano. Qué alojamos en él la
inocencia, la ignorancia y la torpeza porque fácilmente nos permite, por su dependencia,
proyectar sobre él nuestra construcción de lo que fuimos y no logramos recordar así
como las fantasías inquietantes que este olvido estructural supone.
Así vale retomar, en el campo especifico de las técnicas proyectivas, un camino
que al poblarse de construcciones diversas a veces perdió el rumbo respecto de lo que
supone el dibujo para el niño imponiéndole símbolos externos literalmente extraídos de
los textos (que como referentes se usan al inicio de un estudio sin clínica por el
estudiante) sin escuchar las escenas de escritura que cuentan su historia.
Aprender a leer los dibujos infantiles exige un largo aprendizaje. Pero este
aprendizaje debe estar lejos de nuestra conciencia cuando vamos a interpretar un dibujo.
2. Si no lo logramos corremos el riesgo de “encontrar” sólo lo que buscamos y no lo que
realmente ha manifestado creativamente el dibujante. (Arminda Aberastury, 1972)
Con respecto a la proyección el término ha sido tomado de Freud, y considerado
en el sentido propiamente psicoanalítico, una operación por medio de la cual el sujeto
expulsa de sí y localiza en el otro, persona o cosas, cualidades, sentimientos, deseos,
incluso objetos que no reconoce o rechaza en sí mismo. Se trata de una defensa muy
arcaica (Laplanche, Pontalis, 1981). Posteriormente, se advirtió que el mismo Freud vio
la proyección en un sentido más amplio, como un proceso perceptual general, así, la
proyección funcionaría como un mecanismo expresivo y no sólo como un mecanismo
defensivo.
Hammer (1982) considera que en los dibujos proyectivos así como en los
sueños, los conflictos inconscientes emplean el lenguaje simbólico con bastante
facilidad. Los dibujos al igual que el lenguaje simbólico alcanzan las capas más
primitivas del sujeto.
La producción gráfica es una creación personal de recreación simbólica del
mundo interno. Los gráficos conllevan la impronta de aquellos hechos que dejaron
huellas e incidieron de un modo conflictivo o no en la estructuración del yo. (Lic. C.
Paola Coronel, PSI. M. Natalia Gronda- “Las técnicas proyectivas gráficas.
Consideraciones teóricas y clínicas de los aspectos formales.”)
La proyección en el niño, dependiendo del momento en el crecimiento en el que
se encuentre, puede más bien ser “una vía regia de acceso al inconsciente o a formas de
expresividad cuando aún no se han constituido formaciones del inconsciente.” ( Raúl E.
Levín)
Muchos niños dibujan y en sus obras (desde el garabato) se aloja el objeto
transitorio de su devaneo, en los principios son instantes de intimidad que la no
construida tolerancia acumula. Pasaje vertiginoso de la atención de maravilla en
maravilla que no nos permite reconocer el objetivo. Luego, lenguaje mediante, las cosas
se trazan con pinceladas de autonomía y una autentica obra de arte accede para quién
quiere mirar y escuchar.
Sobre la familia
3. La familia entendida como institución social en el concepto de célula ya no
parece responder a los tiempos actuales. Pero si así lo fuera sabemos que incumbe solo
como referente ya que hace al campo de la sociología. Si la familia nos compete es el
sentido de ser el marco en el cual el sujeto nacido recibe significaciones sobre la vida,
aún más específicamente sobre la posición a tomar en el mundo que habita.
Las sucesivas e intensas escenas que pueblan el psiquismo del niño le permiten
organizar sentidos y organizarse a partir de ellos. Estos llegan a él desde la oferta de los
padres, a los que la experiencia analítica llamo figuras parentales dado que no depende
sus efectos sino a partir de lo que el infante “se figura” de ellos.
Figura es representación (representar: hacer presente algo con palabras o figuras que la
imaginación retiene. -DRAE- Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003 ) y
aquí lo caro del concepto de novela familiar, mito familiar.
Freud llamó a esto la "novela familiar del neurótico", es decir, cómo cada sujeto
ha interpretado esa fórmula entre el padre y la madre y cómo -y a partir de qué
traumatismo- escribe su propia historia en esa trama, qué posición subjetiva resulta de la
significación de ese parentesco biológico.(Claudia Lijtinstens.).
Numerosas veces escuchamos a los padres en la clínica decir que han dicho,
hecho de todas las maneras algo y no parecer ser escuchados por el niño. O no
reconocer conductas, decires del mismo como del propio hijo que criaron. Este niño que
conocemos en el consultorio nos sorprendería, desconcertantemente, si solo tuviéramos
en cuenta los dichos paternos de él como si se tratara de la tabla rasa a marcar.
Entonces, sin duda, podríamos pensar que hay dos niños: el de los padres y el que
escuchamos. Del mismo modo podemos pensar dos familias: aquella que traen los
padres, que a su vez no siempre coinciden en imaginarizar, y la que todo sujeto
construye tomando de lo ofertado y organizando ideales, conflictivas y posiciones. Por
supuesto que hay elementos comunes, rasgos que se repiten y perduran en ambas
porque la familia es sobre toda las cosas un discurso en el cual se organizan lazos y
como las diferentes disciplinas coinciden, opera la transmisión.
Es así como el dibujo de la familia puede permitirnos acceder a las
identificaciones, a esas escenas donde se entramaron lazos conflictivos o traumáticos,
donde se propusieron defensas exitosas que luego se entremezclaron con los deseos y
más de aquello que da forma a la subjetividad humana.
4. Sobre el dibujo de la familia
A los aportes ya conocidos de Maurice Porot, Francoise Minkowska y Louis Corman
sobre el dibujo de la familia (Test del Dibujo de la Familia –Lic. Veónica Laplace)
podemos agregar el desarrollo de Robert C. Burns y S. Harvard Kaufman que apelan al
movimiento que permite ampliar la riqueza proyectiva del dibujo de la familia (“Los
Dibujos Kinéticos de la Familia cómo técnica psicodiagnóstica”-Paídos 1978).
Antes de referirnos a estos autores veamos algo sobre la historia proyectiva del
movimiento.
Sobre el movimiento en las técnicas proyectivas
¿Por qué el movimiento (cenestesia o kinestesia)?, ¿qué elementos del psiquismo se
benefician de él en la investigación de la subjetividad humana?
Ya en Hermann Rorschach (1921) en su técnica Psicodiagnóstico vemos la
incorporación del movimiento, caro determinante de su trabajo. Dirá del mismo “lo
importante no es el objeto interpretado sino más bien el tipo particular de sinestesia tal
como en la interpretación de los sueños lo esencial no es el contenido manifiesto, la
imagen del sueño. … las cenestesias se convierten en factores determinantes de las
interpretaciones, iluminan pues contenidos inconscientes.”
Se entiende por kinesia la capacidad para graficar un movimiento y en este caso da
cuenta de la capacidad del examinado para dibujar un movimiento acorde a la acción
asignada de forma verbal. Inciden en ella la capacidad para el dibujo, el momento
evolutivo y el nivel intelectual; alrededor de los 7 años se encuentran esbozos de
movimientos y a los 9 o 10 años se logra la flexión de codos y de rodillas.
La inclusión de la kinesia complejiza la consigna, por lo que requiere por parte del niño
una mayor planificación ya que tiene que decidir a quiénes incluye, haciendo qué, con
quiénes. (Mg. Claudia Paola Coronel de Pace- “La técnica proyectiva gráfica de la
familia. Dibujos kinéticos y akinéticos”)
5. Entre los niños se dan ya manifestaciones gráficas de movimiento al final del primer
estadío del dibujo del garabato, aunque no sea más que movimientos posturales. Y
conforme se avanza en el desarrollo gráfico las representacioned de movimiento se van
haciendo más numerosas y más complejas. Ahora bien, no es posible puntualizar edades
en esa evolución por cuento en ella interviene de una manera notable el ambiente rodea
al sujeto.
Rothe perfila los estadios de la representación del movimiento humano sintetizándolo
en los siguientes: posición en reposo (vista de frente), Adición de funciones (personas
de lado) y movimiento propiamente tal, mediante la representación lineal y aparición de
la curvatura y flexión de miembros.
Rouma, por su lado establece a partir de 4 estadíos sus experiencias con el movimiento
en los dibujos:
1. el movimiento está expresado ante todo por la mímica del dibujante. Los
personajes están dibujados con un aspecto neutro característico.
2. aparición de movimientos parciales de relción. Todo inidviduo está dibujado en
la forma estereotipada habitual, pero se ha establecido un vínculo entre dos
personajes o entre un pesonaje y un objeto y este vínculo indica un movimiento.
3. el niño dibuja movimientos parciales independientes, que quedan aislados en
figuras cuyo conjunto continúa suendo uaún estereotipado.
4. el movimiento principal está armonizado en una actitud general.
(Diaz Arnall, 1973)
Prudhommeau precisa el proceso por el cual llegan los niños a representar el
dinamismo de la figura, habla de una representación del movimiento sin objeto pero el
imprime carácter de actividad postural. Lo justifica diciendo que aunque el personaje
dibujado no está ligado ni maneja objeto, indica una posición (hombre de pie, sentado,
acostado, etc.). Aquí coincidiría con Rorschach cuando da importancia al movimiento
como postura con intención dinámica. Sigue Prudhommeau describiendo, a posteriori,
un período de movimiento orientado hacia el objeto que va evolucionando hasta
transformarse en movimiento en contacto con el objeto . Lo siguiente que podemos
observar es que ambos autores aluden al siguiente momento en los términos el
dinamismo como base esencial de la representación en la etapa esquemática.
Caundo el niño alcanza a representar la perspectiva también va profundizando, en
sus experiencias, las relaciones gráficas con el movimiento.
6. El movimiento ha estado relacionado, desde los estudios freudianos de las huellas
cenéstesicas, con el desplazamiento que permite la construcción de escenas fantaseadas
que en el marco imaginario posibilita al niño caminar por el mundo que va
construyendo para habitar.
Test de la Familia de Burns y Kaufman (1972)
Burns y Kaufman trabajan 11 años sobre los fundamentos y aplicación del dibujo de la
familia Al incorporar en la consigna la kinesia descubren que pidiendo al niño que
“dibuje las figuras en movimiento o haciendo algo” producían un material mucho más
rico para comprender la subjetividad de los niños en relación a su grupo familiar.
Confirmaron que se ampliaban los aspectos dinámicos.
Es a través de su práctica clínica que los autores la fundamentan citando a un filósofo
griego, Anaxágoras, quien definía al pensamiento, intelecto o comprensión como “dar
movimiento, unidad y sistema a lo que antes era una mezcla de elementos inertes”.
Los dibujos estáticos (akinéticos) aparecen limitados respecto de la información sobre
los fenómenos psíquicos dado que no favorecen la proyección de aspectos menos
controlados por el yo que encuentra en lo rígido o inerte un modo de inmovilizar la
producción proyectiva
Burns y Kaufman sostenían que los niños se expresan más libremente, con más
normalidad en relación a las acciones, forman parte de sus juegos y decires sobre los
primeros trazos. Cuando el joven niño comienza a expresarse en los primeros garabatos
suele manifestar a voz en cuello los movimientos que el objeto dibujado va haciendo
mientras grafica las líneas por el espacio: “el nene corre, corre y salta la silla y sube a la
nube y la hace como caballo” La acción le es tan familiar que le resulta natural y
cómodo seguir hablando con ella. El núcleo del predicado gramatical le permite
construirse una posición respecto del mundo que va aprehendiendo. En el caso del
dibujo de su familia permite apreciar con mayor claridad los conflictos del niño en
relación a su grupo familiar.
7. Burns y Kaufman presentan una versión del test del dibujo de la familia en donde la
consigna que utilizan es: "haz un dibujo de tu familia, incluyéndote a ti haciendo algo".
"Trata de hacer personas completas, no dibujos animados, ni figuras de palitos.
Recuerda que debes dibujar a cada uno haciendo algo, ocupado en algún tipo de
acción".
Estos autores utilizan los siguientes criterios: estilos y acciones.
Los estilos darían cuenta de las formas que se expresan en el dibujo las relaciones
familiares:
• En compartimientos. Se refiere al grado de aislamiento del niño con respecto a su
familia, que se manifiesta al dibujarlos con la inclusión de elementos diversos como
rayas o cuadros.
• Presencia o ausencia de base para alguno o varios de los personajes, como indicador
de inestabilidad familiar, ya sea porque las figuras están en el aire o por la presencia de
una base exagerada que mostraría sobrecompensación.
Las Acciones se refieren a los diversos miembros de la familia:
• Madre: se considera que dibujar a la madre cocinando indica que ella satisface las
necesidades orales del niño. Presentar a la madre limpiando indicaría una madre
compulsiva, más interesada en la casa que en los lazos afectivos de quienes viven en
ella. Una madre planchando aludiría a una madre sobreprotectora que se preocupa por
dar cariño y calor a sus hijos.
• Padre: dibujar al padre en actividades como leer el periódico u otras actividades
hogareñas indicaría relaciones normales. Dibujarlo dirigiéndose a su trabajo sería
indicador de un padre ausente, que no se integra al grupo familiar. Presentarlo en
actividades como cortar el pasto, representaría un padre castrador y agresivo.
• Rivalidad: se manifiesta generalmente entre hermanos. El dibujarlos tirándose cosas
sería indicador de celos excesivos.
.
Estas interpretaciones, como ocurre en la mayor parte de las técnicas proyectivas no
deben imponerse arbitrariamente a todo caso, los autores hacen hincapié en la
importancia de cada caso. Deben articularse clínicamente al niño en particular a partir
de las entrevistas con los padres y la hora de juego diagnóstica.
8. Burns y Kaufman utilizan para la interpretación de la técnica pautas específicas en
relación a los problemas de la identificación en niñas y niños, fantasías edípicas en la
articulación con la fantasías sexuales infantiles y la castración, la temática de la
rivalidad fraterna y otros conflictos universales en la constitución de la subjetividad
humana.
Test de la Familia Kinética de Renata Frank de Verthelyi
En el año 1972 la Dra. Renata Frank de Verthelyi junto a la Lic. García Arzeno
comienzan la investigación del test de la familia de Burns y Kaufman cuando el texto
aún no había sido traducido al español. De dicha indagación surgen una serie de
modificaciones en la administración y los criterios de interpretación.
Renata Frank de Verthelyi aclara que a diferencia de los autores tradicionales y los del
Test kinético se utiliza esta prueba no sólo para la población infantil y adolescente sino
también para adultos.
La buena aceptación de la tarea y el productivo intercambio que produce durante
el proceso de la entrevista de devolución colabora al enriquecimiento del material
psicodiagnóstico, pudiendo apreciar el sujeto los factores relacionados con su
padecimiento dentro de la perspectiva más amplia de su vivencia familiar.
ADMINISTRACIÓN
La autora remarca que más que el rapport previo que necesita toda prueba, en
este caso es conveniente mantener la relación entrevistador-entrevistado durante todo el
desarrollo de la misma.
La Familia Kinética se administra, en general, luego de haber aplicado Dibujo
libre, el DFH y HTP o el dibujo de las dos personas, ya que suele generar mayor monto
de ansiedad que las restantes por aludir de forma directa a su grupo familiar.
9. En cuanto al material de la prueba requiere de una hoja de papel A4, un lápiz
negro y una goma de borrar que como en otras técnicas gráficas mantendremos a la
vista del niño pero cerca del administrador, proveyéndolo cuando éste lo requiera.
La consigna: se le solicita al niño “Dibuja a tu familia haciendo algo; la puedes
hacer como quieras, pero recuerda que te pido que estén haciendo algo”. Sólo se
agrega, si es que el sujeto comienza a graficar las figuras con palotes, que “no haga
figuras esquemáticas, tipo fosforito”.
A toda pregunta del niño sobre cómo hacer a las figuras, se le debe contestar “como vos
quieras”. Los interrogantes más comunes entre los niños se refieren a la forma de
realizar la tarea (“¿Los hago juntos o separados?”); a la acción que pueden realizar
(“¿Los puedo hacer en el patio de casa?”, “¿haciendo qué?”, “¿lo que hacen a la
mañana?”); y a quiénes incluir en el gráfico (“El abuelo se fue de casa a su casa, ¿cómo
lo dibujo? ¿lo pongo igual?”).
La respuesta posible es aquella que permita realizar la tarea con un mínimo de
ansiedad pero sin influir en el resultado. Si el niño se siente muy exigido por lograr
imagines perfectas, se queja acerca de lo difícil que le resulta dibujar o aún se detiene
durante la tarea sobrecargado por la exigencia, podemos señalar que este dibujo es
importante por lo que va a contarnos en él y no por como lo dibuje.
Cuando se observa dificultad en comprender la consigna puede pedírsele primero que
explique quiénes forman su familia, y luego alentarlo a que la dibuje. La única
pregunta que se responde afirmativamente es cuando el sujeto señala si él también
debe incluirse. Una vez concluido el dibujo, si el psicólogo advierte que el niño no se
dibujó, debe preguntar: “¿están todos?, con el objeto de que el niño registre la omisión y
la corrija. Si no lo registra de modo manifiesto, se le debe señalar “faltas vos”. Si rehúsa
incluirse registraremos las razones que alega pero no se insiste.
Una vez concluido el dibujo se le pide al niño que “ponga ahora quién es cada
figura (parentesco y nombre de pila) y qué están haciendo” (Verthelyi, 1985). Es
importante que, una vez finalizado el test, quede clara la identidad de cada personaje, en
qué orden la graficó y qué está haciendo. Con niños menores de 6 años el entrevistador
coloca en hoja a parte estos datos.
LA INTERPRETACIÓN
10. La autora propone y normativiza 8 criterios de interpretación:
I- Conducta general del sujeto en relación a la tarea y el entrevistador.
II- Características formales del grafismo.
III- Primera figura dibujada y secuencia general.
IV- Personajes incluidos. Adiciones y omisiones.
V- Configuración espacial y ámbitos.
VI- Tratamiento diferencial de las figuras: aspectos comparativos, kinesia, zonas
significativas y áreas de conflicto.
VII- Acciones asignadas y roles inferidos.
VIII- Objetos y escenario.
I-Conducta general del sujeto en relación a la tarea y el entrevistador.
En este punto se harán constar las expresiones verbales y no verbales del sujeto
durante la realización de la técnica. Abarca la observación y registro de los gestos,
cambios de actitud, acciones que cortan la tarea (levantarse del asiento para buscar algo,
pedir ir al baño, etc.), comentarios.
II- Características formales del grafismo.
Estas características seguirán para ello los criterios enunciados tradicionalmente para la
evaluación de tests gráficos por E. Hammer (1961), Karen Machover (1968), Joseph Di
Leo (1974), Elizabeth Koppitz (1976), M. R. Caride (1982), Elsa Grassano (1984), M.
Esther Arzeno (1993) y Andrés Febbraio (1999).
Cuando un sujeto dibuja lo hace por medio de un instrumento (grafito, pincel, lápiz
de cera, pluma, etc.) que aprende primero a controlar desarrollando para ello nuevos
recursos de la motricidad fina. Aquí lo que se ha construido como una historia evolutiva
del dibujo (o pautas evolutivas gráficas) teniendo en cuenta factores de maduración del
sistema nervioso y su relación con el aparato motor.
Es en el transcurso de este aprendizaje el niño pone en juego, a través del ensayo y
error, sus experiencias con el entorno que, dependiendo del caso, recogerán las marcas
de la exigencia o la creatividad. Se denominan formales pues tienen directa relación con
11. la educación, entendida no sólo como producto de la escolarización sino como la
dirección que va marcando el deseo de los padres. Pintar dentro del perímetro de
formas, borrar para corregir, trazar una línea simple, asimilar los colores de la realidad,
etc. El niño pasará de expresar directamente, a modo de descarga motriz, la tensión de la
pulsión a un control cada vez más complejo y mediatizado de sus impulsos (rayas
frenéticas que atraviesan el papel mientras expresa enojo o satisfacción al uso
progresivo de la proporción, simetría y perspectiva.) Es como decir que va
aprehendiendo recursos artísticos como los diferentes sentidos que puede asumir la
vida: defensa, intimidad, ocultamiento, vergüenza, etc.
El análisis formal del dibujo está directamente relacionado a la cultura en su faz
domesticadora de la naturaleza, por lo cual veremos como los autores han ido
transformando y agregando significados según las épocas.
El tamaño, la presión, el emplazamiento en el espacio, la dirección, etc. revelan la
historia del crecimiento de cada niño. Se espera que esta modalidad sea similar a la que
usa en otras producciones gráficas marcando la estructura subyacente a toda historia
clínica, su subjetividad. Así podremos reconocerlo en la micrografía que se aloja en un
rincón de la hoja en las figuras del H.T.P., del dibujo de la figura humana en el D.F.H. o
en aspectos importantes del Dibujo Libre. Aquello que durante el crecimiento y la
adaptación a la cultura irrumpió reaparecerá, vía la repetición, cuando la pauta gráfica
sea convocada.
A nivel del proceso psicodiagnóstico se reconocerá a lo largo de las recurrencias
que aparezcan en los diferentes tests en el análisis intertest. En lo que hace al análisis
intratest la veremos al detectar las diferencias dentro del mismo dibujo, por ejemplo la
figura paterna, a diferencia del resto de la familia dibujada, remarcada con un trazo
fuerte que termina por ensuciar la imagen. Así este niño denuncia al remarcar la falla de
su padre para funcionar como tal continuación de la Hora de Juego donde pone un
muñeco “con hijos” donde el padre se va a muchos lados diferentes y deja a los hijos
peleándose solos.
En cuanto a la secuencia de los elementos dibujados el orden cronológico con el
cual se dibujan los distintos elementos es análogo al proceso de las libres asociaciones.
Es por lo tanto útil seguir el "recorrido" - raramente es lineal - que el niño construye y
escuchar también los comentarios que generalmente acompañan la "obra". De particular
importancia son las cancelaciones, los cambios de idea, las dudas, los momentos de
12. incertidumbre, que remiten a posibles problemas y conflictos en relación con el
contenido simbólico del objeto, a posibles sentimientos de culpa o ambivalencias.
Es importante tener en cuenta, cuando de estos aspectos formales se trata (como
cualquier otro criterio de análisis del material), que toda interpretación clínica responde
a la articulación con el material que ofrecen las entrevistas con los padres como en la
Hora de Juego, en el caso del niño. Es al niño en particular y no al niño de los textos al
que debemos escuchar para que la clínica advenga. Los autores proveen significados
que permiten orientarse en el sentido de la producción psíquica pero dependerá del niño
en cuestión la transformación adecuada que deberán tomar.
III- Primera figura dibujada y secuencia general.
La inclusión de la kinesia en esta versión del dibujo de la familia rompe el
estereotipo de presentación del grupo familiar, todos en fila de mayor a menor.
(Verthelyi 19859) La exigencia de dibujarlos haciendo algo requiere una planificación
previa, pensar antes la acción y cómo dibujarla. Supone la alteración en la secuencia
tradicional tipo retrato de los personajes. Esta planificación mayor permite un
despliegue proyectivo menos controlado y por ende más rico.
Es así que en el dibujo terminado pueda apreciarse más las relaciones imaginarizadas
por el niño entre los personajes que el ordenamiento tradicional encubre. Por ejemplo
apareciendo cada uno de los padres en trato o acción con uno de los hijos como dos
grupos claramente separados.
Muchos son los autores que coinciden en la importancia de la figura dibujada en
primer lugar, algunos traduciéndola como la más valorizada y otros incluyendo lo
peyorativizado como aspecto defensivo a controlar. De todos modos, idealizado o
peyorativizado, se trata del personaje en cuya relación el niño deposita una valoración
intensa de sus afectos.
Observaremos como el niño grafica la importancia de estas figuras, si lo hace a
través de la remarcación en el trazo, el tamaño, la mayor o menor inclusión de detalles,
el tipo de acción (pasiva, activa, brutal, casi nula, etc.), la omisión, etc.
Algunas veces son objetos los que ocupan el primer dibujo dado que la consigna lo
promueve al incorporar la acción (mesas, herramientas, juguetes, etc.) denotando
13. mecanismos evitativos o sobrelaboraciones (objeto que lleva mucho detallismo) que
demoran el encuentro con las figuras familiares.
Otro modo de privilegiar la atención sobre las diferentes figuras aparece expresado
en el tiempo dedicado en el dibujo de cada una. Así la importancia no se evidencia en
darle el primer lugar sino en el tiempo invertido en su ejecución, llamativamente mayor
que en la del resto. Una niña de 9 años comienza el dibujo por ella vestida con un traje
muy elaborado, sombrilla, sombrero y un globo en el que escribe “¡Qué linda soy!”,
seguidamente, y después de 15 minutos que le llevara su yo, dibuja con apenas líneas
entrecortadas y falta de rasgos faciales al resto de su familia, en 1 minuto. Podría
pensarse que las figuras familiares dibujadas velozmente dicen acerca de la hostilidad y
evitación que la niña les imprime para poder incorporarlas como su familia,
demandando una presencia efectiva que le ponga coto a la tendencia narcisista que la
lleva a ser solo una imagen para la mirada del otro, con la vulnerabilidad consecuente de
esta posición. Dirá mientras dibuja: “lleva mucho tiempo ponerse linda, a veces me
enojo porque no me queda bien. … quiero que me vean muy linda, preciosa. Mi mamá
me dice que no sabés como te va a ver la gente.”
El orden en el que son dibujados los miembros de la familia así como el tipo de
dibujo hacen una secuencia que permite una lectura lineal como un relato, el primero
entero, el segundo hasta la cintura, el tercero solo la cabeza. El hecho de incorporar la
kinesia permite articular (o disimular) con mayor facilidad estos aspectos. Un niño de 8
años dibuja primero a su mamá barriendo, de cuerpo entero y con la cocina como fondo.
A su hermano mayor hasta la cintura detrás del escritorio haciendo la tarea. A su padre
asomado por la ventana, desde fuera de la casa, buscando al sujeto que se dibuja
jugando en la compu de espaldas a la ventana. Los papás de este niño están divorciados
y el joven se queja de que cuando llama a su padre por teléfono éste nunca lo atiende.
IV- Personajes incluidos. Adiciones y omisiones.
En este test el niño tiene la libertad de expresar sus fantasías respecto a quienes
forman su grupo familiar. Qué claridad tiene respecto de su composición y limites, con
cuales figuras parece jugar un conflicto que impida su gratificación y/o que personajes
14. necesita adicionar para negar una pérdida, desplazar un afecto, etcétera. (Verthelyi
1985)
Las inclusiones u omisiones deben tenerse en cuenta como significativas solo
cuando se haya asegurado que el niño comprendió la consigna y no concluyó que debía
dibujar por ejemplo toda la familia (extensa incluida) u omitir a algunos por lo
dialogado con el entrevistador.
Respecto de la omisión es aconsejable no ser literal empobreciendo las
interpretaciones al reducirlas a si un personaje es omitido porque no forma parte de la
familia para el niño. No se rechaza a quien no importa.
La negación como mecanismo del psiquismo no supone un desconocimiento sino una
transformación para la consciencia que permite el control de la angustia a la vez que no
deja de ocasionar un rasgo que se inmiscuye en la producción. Entonces la omisión no
aparecerá solo como una ausencia neta sino como una sustitución (dibuja otro miembro
de la familia extensa en lugar de aquel sustraído o al mismo sujeto) o un desplazamiento
y condensación (el niño se dibuja en el lugar del padre con su gesto adusto, su bata y un
tamaño que equipara al de la madre junto a ella).
En niños más pequeños puede advertirse este mecanismo con acompañamiento de
la palabra, por ejemplo dice que va a dibujar a su mamá cortando el pasto y luego de
terminado el dibujo menciona que es la abuela materna cortando el pasto. Convierte a
un personaje en otro, desplaza y condensa como en el sueño. En el caso referido como
ejemplo el niño recibe las consignas para la vida de su abuela, quién a parte de
alimentarlo en las 3 comidas diarias lo ayuda con la tarea, le dice como hacer cuando un
compañero lo molesta, como actuar cuando le gusta una chica, que no se debe mentir,
como atarse las zapatillas y mucho más. El dibujo de la máquina de cortar pasto tiene
bien remarcadas las cuchillas y dice al dibujarlas: “están filosas”. La madre del niño
refiere en las entrevistas que tiene le cuesta ponerle limites a su madre porque siempre
ella decide mejor que otros, “siempre tiene razón, no sé como lo hace. A veces a uno no
le gusta lo que te dice porque es dura pero siempre la pega.”
Hay momentos en la historia de un sujeto que los cambios operan un desequilibrio
transitorio hasta que se reorganizan con nuevos sentidos como los llamados ciclos
15. vitales. Así un niño al empezar el colegio puede incluir a su maestra que va a saludar a
la familia, un adolescente puede incluir novios o amigos con los cuales pasa mucho
tiempo o un joven recién casado puede dudar a cual familia dibujar, la de origen o la
que está empezando a formar. También ocurren los hechos fuera de lo planificado que
irrumpen disruptivamente en la historia familiar. Puede ocurrir que la familia se divida
en diferentes casas a causa de la separación de los padres o una adopción, o un familiar
que convivió por algunos años con el sujeto se mude a otra locación o el fallecimiento
de un miembro de la familia. Se verá en cada sujeto si la inclusión o la omisión resultan
un modo de tramitar psíquicamente estos acontecimientos y de que modo los significa.
Obviamente la omisión del niño es muy significativa. Mucho más que cuando se
administra a adultos la omisión es indicador de conflicto. La consigna parece ser
comprendida por el infante como incluyéndose.
¿Qué intensas fantasías colaboran para que un niño se autoexcluya de la escena
familiar? ¿Cómo interpretará el deseo de los padres para resolver de este modo? En este
caso escucharemos las razones dadas por el niño y las articularemos cuidadosamente
con el resto del material obtenido en el proceso psicodiagnóstico a fin de poder
reconstruir los motivos de la autoexclusión.
El hecho de incluirse a pedido del entrevistador y no espontáneamente tiene una
significación diferente así como no hacerlo en forma definitiva resulta en la mayor
intensidad conflictiva. Los mecanismos que podrían operar para defenderlo de la escena
dolorosa fallan y precipitan al niño al acto, no se dibuja. Lo que nos lleva a pensar que
ya no se trata de una omisión como posible producto de los efectos represivos sino
como una abstención declarada que por medio de la acción directa (no simbolizada en el
dibujar) pone al niño por fuera de la escena familiar con franca resistencia a su
inclusión.
Otro dato importante a completar es si esta situación solo se da en el dibujo de la
familia o aparece en forma recurrente en todo el psicodiagnóstico permitiendo ver si
corresponde a un elemento de consideración en la estructuración del sujeto o un rasgo
fundamental del conflicto familiar.
16. Los animales domésticos suelen aparecer como adisiones en los dibujos como
también el desplazamiento sobre ellos de fantasías censuradas que aísla más
efectivamente sobre estos personajes.
V- Configuración espacial y ámbitos
A diferencia del test de Corman el uso del espacio ya no se organiza del modo
tradicional horizontal de izquierda a derecha sino mucho más variada y particular de
cada sujeto.
Más allá del análisis de la distancia entre figuras la kinesia permite pensar los
espacios, relacionándolos con las pautas formales, como el manejo más o menso
expansivo o restrictivo. Indican la disposición general en la hoja de modo horizontal,
vertical o circular armónica o confusa. (Verthelyi 1985).
Así los ámbitos aluden a la asignación de un espacio individual o compartido, de
manera tal que permita, restrinja o dificulte la interrelación de los personajes graficados.
Son individuales o compartidos por el grupo en su totalidad o en forma de
subagrupamientos (Verthelyi 1985). Pueden ponerse de manifiesto fantasías de encierro
como defensa o encierro como castigo, agorafobia, presión contra el otro, excesiva
distancia del otro, etc. Mientras que los escenarios aparecen de modo explícito
mostrando un interior o exterior con los detalles que los caracterizan permitiendo la
lectura de aspectos inadecuados, coherentes, inhóspitos o calidos entre otros.
Por ejemplo una familia será dibujada con una configuración espacial compacta en el
mismo ámbito escenificado como un jardín donde algunos miembros se relacionan entre
sí y/u otros no. Estas variables que juegan con el espacio se interrelacionan, a su vez,
con las acciones, promoviendo la expresión de fantasías sobre las relaciones. Por
ejemplo el dibujo de una familia cuyos miembros se aprietan en un sillón mirando
televisión pero sus rostros no se miran o miran para el ambiente. O sea la acción pone
en evidencia la desconexión con los otros aunque parecen compartir una actividad. Por
el contrario otro dibujo puede representar a parte del grupo en el jardín esperando que
los que se encuentren en el interior les avisen a entrar como parte de una sorpresa que
planearon juntos. En este caso la acción compartida y modifica los sentidos sobre las
distancias.
17. Otra modalidad puede ser la de dividir a los personajes mediante líneas verticales
y/o horizontales a modo de casilleros. Puede ocurrir que lo haga antes de comenzar a
dibujar los personajes como un modo algo extremo de evitar el contacto, tal vez dando
cuenta de fantasías de contagio, búsqueda de aislamiento extremo o un control fuerte
sobre las relaciones de los otros y con los otros.
Si esta división se hiciera terminado el dibujo podría reflejar la necesidad de diferenciar
ante el aglutinamiento, la dependencia o la exigencia extrema.
Estas consideraciones sobre el espacio deberán siempre tener en cuenta los demás
criterios analizados como lo recogido en las otras técnicas (entrevistas
fundamentalmente) interrelacionándolos dado que las hipótesis diagnósticas variarán
según se trate del dibujo de cada niño.
VI- Características individuales de las figuras:
Como en toda técnica proyectiva gráfica se analizará la estructura y el contenido
de las figuras. Respecto a la estructura cobra importancia el tamaño, la presión de las
líneas, el emplazamiento de los dibujos en el espacio, la exactitud y detalles así como la
proporción de las imágenes. Los sombreados, borraduras “hablarían” de zonas de
conflicto, preocupaciones, detenciones que tratan de ser anuladas, mas insisten en
reaparecer en otros trazos. La insistencia en la simetría de los dibujos muchas veces
habla de un intento de borrar diferencias o buscar apoyos conocidos frente a lo nuevo
que genera ansiedad. La perspectiva puede estar al servicio del conflicto con sus
sombras ennegrecidas o bien tratar de encontrar el punto de distancia “necesario”
individual para poder pensar, elaborar las dificultades y retornar al mundo desde otra
“perspectiva”.
En lo relativo al contenido se debe tener en cuenta la postura de las figuras, la
expresión facial y la importancia que se le da a diferentes detalles, las distintas partes
del cuerpo con la ropa y accesorios, así como los objetos y detalles de la escena.
Dada la complejidad que implica dibujar varias figuras en movimiento, con
objetos y escenas puede, muchas veces, incrementarse en esta técnica el monto de
18. ansiedad del entrevistado realizando una producción más esquemática en comparación a
otras técnicas de la batería psicodiagnóstica.
Es importante realizar un análisis comparativo interfiguras a fin de observar
similitudes y/o diferencias en su tratamiento gráfico. ¿Se las representa a todas con igual
cuidado, con una completad y complejidad similar? ¿Con proporciones y grados de
integración semejantes? ¿Hay figuras más agradables, mejor realizadas y otras más
deterioradas, pobres, maltratadas en su representación? Es importante detectar si la
diferencia recae en un personaje, en un subgrupo o en el conjunto de los mismos. Debe
tenerse en cuenta si existe realmente un tratamiento diferencial adecuado que permita
individualizar figuras por sexo, edad y rol, o se trata de una multiplicidad de imágenes
idénticas o muy semejantes a las que luego se les atribuyen nombres diferentes pero que
podrían ser intercambiables entre sí. Desde esta primera aproximación guestáltica
transcurriendo hacia lo más particular de las figuras con sus detalles más sutiles se
podrán ir detectando los afectos, las conflictivas y fantasías relativas a las relaciones
expresadas gráficamente por los entrevistados. Por ejemplo un niño de 8 años dibuja a
todos con los ojos abiertos menos a la madre quien sostiene al bebé. Sus ojos cerrados
podrían estar trasluciendo la problemática de celos con su secreto deseo de que la mamá
no tenga “ojos” para mirar siempre al bebé y posiblemente su dolor de “ver” dicha
escena. (Frank de Verthelyi, 1985)
Dentro del tratamiento diferencial, se estudia el tamaño relativo. Aquí se tendrá
en cuenta el área ocupada por el personaje graficado y el tamaño asignado a la figura en
sí. Así por ejemplo, un papá muy empequeñecido pero dentro de un largo coche último
modelo puede transmitir el conflicto de rivalidad con el padre, expresado en la
simultaneidad de desvalorización e idealización, o presentar una fantasía compensatoria
de reparar a un padre poco viril o impotente. En otro caso podría ser un desplazamiento
de los sentimientos de impotencia propios hacia la figura paterna. Es común en púberes
y adolescentes incrementar su propio tamaño achicando al de otros personajes, por
ejemplo los hermanos haciéndolos cargo de los aspectos infantiles no tolerados por ser
sentidos como peligrosos para su crecimiento. (Frank de Verthelyi, 1985)
Otras de las características que pueden diferenciar a las figuras son la postura y
kinesia. Podría preguntarse si todas las figuras están de frente o hay alguna que esté de
19. perfil o de espaldas. Si este perfil da cuenta de una actitud evitativa o invita a compartir
acorde a la tendencia extratensiva o intratensiva del movimiento y la postura. Los
dibujos de espalda pueden expresar una fantasía de oposicionismo o de estar en otra
cosa o en otra parte.
Se han registrado situaciones donde la excesiva kinesia en los dibujos aludía a
sentimientos compensatorios de una inmovilidad física sufrida o temida; así como en
otros casos plasmaba los rasgos de impulsividad o maníacos indicando la dificultad para
tolerar situaciones de espera o inactividad.
El grado de kinesia y el tipo de postura deberán ser analizados a lo largo de
todos los gráficos para su cabal entendimiento. Un dibujo donde todas las figuras
comparten una rigidez forzada con una simetría exacerbada, que se repite en H.T.P. y en
Persona bajo la lluvia, nos estaría hablando de elementos de control obsesivo como
rasgos del sujeto que dibuja. En otro caso donde sólo un personaje de esta técnica es
dibujado de una manera rígida, forzada, sin movimiento estaría refiriendo más a una
relación (real o fantaseada) en la que predomina la escasa espontaneidad y quizás una
especial dificultad para lograr una respuesta afectiva.
VII- Acciones asignadas y roles inferidos.
A través de estas variables se vehiculizan modalidades de interacción y fantasías
de las relaciones. Las acciones tienen una doble representación en el test: por una parte
la imagen gráfica que el examinado realiza como respuesta a la consigna, y por la otra la
verbalización con que define la acción al solicitarle que identifique qué es lo que están
haciendo.
Cuando la ausencia de acción gráfica y verbal es muy marcada, deberá verse si
implica una no comprensión de la consigna, un negativismo acentuado o una expresión
de sentimientos de pasividad, apatía o depresión. Esto último parece predominar cuando
las figuras están “simplemente sentadas” o sea que abunden movimientos de índole
pasivos en flexión.
20. Son excepcionales los casos en que se muestre una evidente contradicción entre
la imagen gráfica y la atribución verbal de la acción (salvo como dijéramos en niños
más pequeños). Cuando esto sucede deberá discriminarse entre un nivel intelectual muy
bajo o un deterioro psíquico o neurológico grave. Así se torna fundamental preguntar
respecto de esta contradicción para poder interpretar correctamente el sentido de la
misma.
Asimismo se espera que las acciones, y a través de ellas los roles inferidos, se ajusten
relativamente a las acciones y roles acordados socialmente a los diferentes miembros de
la familia. El aspecto más dinámico del rol y la fantasía de la relación subyacente se
expresará no tanto en el “qué” de la acción sino en el “cómo” del dibujo de la misma.
Por ejemplo, un gráfico de una adolescente que muestra a su mamá planchando pero
muy arreglada, puede estar queriendo transmitir a través del atuendo las fantasías de
tener una madre demasiado seductora que le produce celos y debe mantener controlada
en tareas del hogar. (Frank de Verthelyi, 1985)
Se analizará en primer lugar si las acciones atribuidas a las figuras son conjuntas
o individuales, incompatibles, complementarias, o no relacionadas entre sí. Otra pauta
es la direccionalidad e la acción, debiendo observarse si es esencialmente alo o
autoplástica, si implica un acercamiento o un alejamiento y en relación a quién o
quiénes. Se tratará de ver también si existen áreas privilegiadas o esferas de acción
deferentes y el grado de individuación que la acción transmite. También es importante
tener en cuenta a qué área están referidas las acciones: mental, corporal o social; así
como si son relativas a un miembro, un subgrupo o al grupo en su totalidad.
Del interjuego de estos datos se tratará de detectar los vínculos fantaseados del sujeto en
relación al grupo y de los miembros de éste entre sí. Cuando la acción es conjunta,
importa ver además el tipo de interacción (cenan, viajan en un auto, discuten) y su
significado latente, si existe o no un mínimo de discriminación entre los personajes o si
esta acción común supone la total negación de las diferencias individuales dentro del
grupo.
Deberá discriminarse hasta dónde la expresión manifiesta de hacer cosas juntos
refleja el verdadero sentir del sujeto o es una negación de sus propios sentimientos
hostiles o de soledad y exclusión a través de una transformación en lo contrario. Esto
podrá detectarse por los “lapsus” gráficos que aparecen en cualquiera de las demás
21. variables: inclusión de objetos con características agresivas, rasgos de la cara con gestos
de enojo o aburrimiento no concordante con la imagen idealizada, o incluso a través de
pautas formales como ensuciado, borroneado, presión excesiva en la línea, etc.
Es fundamental ver el grado de cooperación, dependencia, competencia o control y los
afectos concomitantes proyectados que se presentan en la díada o tríada agrupada,
analizando no sólo las características de la interacción sino también la incidencia de las
demás variables: espacio entre las figuras, tratamientos diferenciales, etc.
Cuando las acciones son individuales, cada uno haciendo algo diferente, puede
pensarse que en la medida en que el examinado le atribuye a cada uno una acción útil
que corresponde a un rol diferenciado puede ser vista como importante o reparadora
dentro del grupo y no esté en evidente contradicción con las tareas realizadas por los
demás. Este predominio de acciones individuales no indica necesariamente un rasgo de
incomunicación grupal ni un rasgo de posición esquizoide por parte del sujeto.
En otros casos las acciones individuales se muestran directamente como
perturbando la relación familiar. Por ejemplo si un sujeto dibuja a su familia en una
misma escena donde la madre cocina cantando, el padre mira televisión, los hermanos
juegan ping pong y el sujeto intenta estudiar, estaría señalando la dificultad en el respeto
por los espacios personales, la dificultad en la comunicación familiar donde reinan el
ruido y la confusión.
Cualquiera sea el tipo de agrupamiento o no interacción, deberá analizarse
asimismo el grado de vitalidad que suponen las acciones tratando de no confundir
vitalidad con movimiento físico.
VIII- Objetos y escenario:
La diferencia entre lo que se ha llamado objetos y escenarios es solamente de grado ya
que en realidad se trata de un continuum; por ello se denominará escenario cuando hay
una gestalt formada por un apreciable número de objetos complementarios y
suplementarios a la acción.
22. Es esperable que las acciones dibujadas sean acompañadas con objetos y escenas
para dar un marco contextual a las mismas. La ausencia total de objetos en este test
responde en general a un empobrecimiento del dibujo, excepto que las figuras humanas
estén muy logradas y presentadas en una interacción significativa que no los requiera.
Muchas veces se desplazan sobre los objetos y escenarios fantasías sobe un tipo de
relación. Cuando los objetos incluidos no son claros o incluso llegan a ser bizarros es
fundamental preguntar al sujeto qué son, cómo funcionan y con qué los asocia.
Conviene hacer un análisis de los objetos incluidos tratando de ver el grado de relación
que tienen con la acción. La absoluta incoherencia entre objeto y acción es muy poco
común, y pareciera indicar, un fracaso en la simbolización o la irrupción del proceso
primario indicando una patología cuya severidad deberá chequearse con el resto de la
batería psicodiagnóstica.
El objeto será analizado no sólo en relación a su coherencia con la acción sino de
acuerdo a sus propias características intrínsecas: de forma, tamaño y ubicación en
elación a las figuras. Así, por ejemplo, un libro lo esperable es que tenga forma de libro,
un tamaño acorde y que esté ubicado en la mano o sobre una mesa si la acción es de
estudiar. Si aparece como flotando puede hipotetizarse el fracaso de los aspectos yoicos
instrumentales necesarios para la acción de estudiar.
Cuando los escenarios son múltiples, por ejemplo mamá en la cocina, papá en el
trabajo, el sujeto en el aula y los hermanos en la plaza, importa observar si están
realizados con igual dedicación y detalle o si unos están sobrecargados de elementos y
otros esencialmente esquemáticos. Este análisis intra test permite ver si lo que
predomina es un rasgo de personalidad, si se trata de una modalidad obsesiva que dibuja
con idéntica dedicación y cuidado la biblioteca del escritorio de papá, los estantes y
cada frasco de la cocina de mamá, los útiles de la escuela y los juegos de la plaza, o si
en cambio embellece con detalles accesorios todos esos escenarios, independientemente
de sus características, evidenciando más una modalidad histérica que busca seducir al
entrevistador con su dibujo. (Frank de Verthelyi, 1985)
En general un excesivo énfasis en los objetos y escenario, en detrimento de los
personajes, parece indicar una necesidad de compensar una falta de identidad del sujeto
o del grupo, ya que para definir a cada uno necesita explicitar con exactitud el contexto
23. en el que se mueve. Una falta total de objetos y escenarios podría estar al servicio de la
represión, patologías psíquicas graves, deterioro y déficit intelectual así como
patologías orgánicas.
El Dibujo de La Familia es una prueba proyectiva y como tal, debe interpretarse
con base en la historia del sujeto y en relación con otras técnicas como la entrevista y
otras pruebas psicológicas. La entrevista debe incluir a los padres, puesto que el niño es
un sujeto en formación y mucho de lo que le pasa tiene que ver con los deseos que estos
dispusiero para él.
Es muy importante volver a marcar las veces que sea necesario que respetando
los principios eticos de la clínica que ejercemos debemos impedir que nuestros
fantasmas asi como los símbolos sociales que en cada momento la cultura teje para la
salud, intervengan en la interpretación. La teoría debe ser interrogada por la clínica
tanto para hacerla producir más como para permitir que la clínica nos siga marcando la
dirección de una práctica.
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