🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
CUENTOS BIBLIOTECA:LOS AMANTES MARIPOSA de Benjamín Lacombe
1.
2. GLOSARIO
Okasan significa “mamá” en japonés.
El lichi es un árbol tropical originario del
sur de China, que da unos pequeños
frutos del mismo nombre.
El kimono blanco sólo se lleva en dos
ocasiones: una boda o un entierro.
Un shamisen es un instrumento
tradicional japonés de tres cuerdas,
semejante al laúd.
Un haiku o haikú es un breve poema
japonés codificado, que en Occidente
adopta la forma de un terceto de 5, 7 y 5
sílabas.
El isho-tansu es el mueble en el que se guardan los kimonos.
El palanquín es una silla o litera que es transportada por hombres o colocada a
lomos de algún animal en los países orientales.
3. -Naoko, hoy es el día de
tu partida. Suzuki te
acompañará.
Naoko intenta protestar…
-¡Silencio! Una mujer no
debe responder a un hombre.
¡Nunca te conseguiré un
marido si te empeñas en
comportarte de esa forma!
4. Así es como Naoko, el día de su
catorce cumpleaños , recibe la noticia
de que tiene que dejar su hogar para
irse al inmenso y bullicioso
hormiguero que es la ciudad de
Kioto.
5. Naoko ha vivido
siempre en su diminuto
pueblo alejado del mundo,
como si fuera un minúsculo
grano de arroz en un gran
bol. En él nada ha
cambiado desde que nació:
ni los comercios, ni la plaza
principal en la que tantas
veces jugaba con su madre
y con Suzuki.
6. Naoko conoce cada una de sus esquinas, cada rincón, cada
piedra.
El humo del incienso que envuelve la habitación le irrita los
ojos, pero en realidad tiene la vista nublada de ira y de pena.
-No quiero ir -le confiesa a Suzuki-. Esta casa y sus
recuerdos son todo lo que me queda de Okasan*. Menudo regalo de
cumpleaños. ¡No es justo!
-Tienes que ser fuerte, Naoko –intenta consolarla Suzuki-.
Sabes que es por tu bien. Tampoco ha sido fácil para tu padre desde
que ella nos dejó. Y allí estarás bien. Te enseñarán todo lo que debe
saber una mujer.
-¡Pero yo no quiero aprender las buenas maneras! -Naoko se
impacienta y rompe a llorar-.Déjame…Déjame sola, Suzuki. Por
favor…
7. Hay un peine sobre el
tocador. Naoko lo coge y se lo
pasa por el cabello. Era de su
madre. Aquí todo es como un
mausoleo erguido en su
memoria.
Naoko no era más grande que
un lichi* cuando ella murió.
Desde aquel funesto día en el
que pusieron a su madre el
kimono blanco*, Naoko sólo
se viste de colores, como si
quisiera teñir su tristeza.
8. Naoko sabe que pasará mucho tiempo hasta que vuelva a ver
su casa de nuevo. La educación de una muchacha dura por lo menos
cinco años. Es el tiempo que se necesita para aprender el arte de
servir el té, de tocar el shamisen* o de bailar con los abanicos. Y sobre
todo, es el tiempo que hace falta para aprender a comportarse.
Porque una joven de mundo sólo debe hablar, levantarse, sentarse,
sonreír, y casi respirar, en el momento indicado.
Y eso no le gusta nada a Naoko. Lo que a ella le gusta es leer, escribir
poemas y haikus*, reír cuando está contenta y llorar cuando está triste. Pero todo
eso está prohibido a una jovencita bien educada.
Naoko ve un kimono de su padre encima del isho-tansu* y se le
ocurre una idea. ¡En Kioto se disfrazará de hombre e irá a estudiar
literatura, como un chico!
9. Pero para lograrlo Naoko necesita la ayuda
de su fiel sirvienta. Suzuki es la única que hará
de enlace entre su padre y ella mientras esté en
la escuela. ¡Tiene que convencerla!
Cuando sus maletas están listas, Naoko
va a buscar a Suzuki.
10. -Suzuki, siempre has sido
una sirvienta fiel, y para mí
has sido mucho más que eso.
Sabes que no quiero
aprender las buenas maneras.
Sería tan desgraciada que
moriría de pena. En Kioto, te
lo ruego, déjame sola. Te
escribiré al día siguiente de mi
llegada para decirte dónde
vivo.
-Pero Naoko…
-Te lo ruego… -le suplica
Naoko, juntando las manos
como en una oración.
11. Sin decir una palabra, Suzuki sale a cargar las
maletas en el palanquín* para emprender el viaje.
12. El viaje se hace
interminable. El silencio es
tan pesado que se puede oír
el batir de alas de las
mariposas.
Naoko mira el paisaje con
los ojos llenos de lágrimas.
Cuanto más se acercan a
Kioto, más se apaga el cielo.
Poco a poco, los verdes
campos van dando paso al
gris de las casas apretadas
unas contra otras.
13. A la entrada de la ciudad,
Suzuki rompe el silencio:
-Naoko, niña mía, aquí tienes el
dinero destinado a tu educación.
Úsalo bien y, sobre todo, cumple tu
palabra. ¡Escríbeme mañana!
Al oír estas palabras, Naoko se
lanza a los brazos de su fiel sirvienta
con los ojos empañados de lágrimas.
Suzuki se va en
silencio, como siempre.
14. Naoko se quita el
kimono de mujer para
ponerse el que ha
robado a su padre, y se
adentra en el bullicio de
Kioto.
15. Le cuesta abrirse paso en las
callejuelas atestadas de gente.
Perdida en la inmensidad de la
ciudad y de sus propios
pensamientos, Naoko tropieza de
pronto con un joven.
Kamo tiene dieciséis
años. Él también acaba de
llegar para estudiar
Literatura, Matemáticas y
haikus.
Enseguida se hacen amigos
y deciden seguir juntos su
camino. En la escuela eligen
la misma habitación.
16. Al cabo de un tiempo Kamo y Naoko llegan a
conocerse bien.
Naoko disfruta cada vez más de los ratos que pasan
juntos. Los cerezos le parecen más floridos que nunca, la
fruta más dulce y sus poemas, que hasta entonces habían
sido tan tristes, llevan el color de la alegría. Naoko es,
sencillamente más feliz.
Kamo, por su parte, no ha conocido nunca a nadie
como Naoko. Ha encontrado a alguien con quien
compartir algo más que el estudio de la literatura. Lo que
más admira es su espíritu libre y vivo como un río.
17. Pasan tardes enteras
conversando mientras pasean
por los estanques de
nenúfares o contemplando las
estrellas en las noches
claras.Y a veces en un
momento de locura se lanzan a
correr por las calles de la
ciudad, gritando y empujando
a la gente, y cuando ya no
pueden más, se paran y ríen a
carcajadas.
Los dos amigos acaban
enamorándose, lo que plantea
bastantes problemas a Kamo,
que cree que Naoko es un
chico.
18. Una mañana, llega a la escuela una misiva para Naoko.
Suzuki le ordena que vuelva inmediatamente. Naoko turbada,
recoge sus cosas y escribe una nota dirigida a Kamo.
Pero en cuanto llega a su pueblecito alejado del mundo, Naoko
se entera de que su padre le ha prometido a un hombre importante
de la ciudad vecina. Intenta escapar para volver junto a Kamo,
pero ya ha caído en la trampa y su padre la tiene prisionera en su
habitación.
Cuando Kamo descubre el mensaje que le ha dejado Naoko,
comprende inmediatamente el sentido del haiku que ella ha
compuesto para él.
Amor sabrá
si la rana que canta
es él o es ella.
20. En el umbral de la
puerta, Suzuki lo recibe.
-Hola, sirvienta. Soy Kamo
Mabuchi. Vengo a pedir la
mano de la dulce Naoko, que me
está esperando.
-¡Naoko ya no te espera! –le
responde Suzuki con
sequedad-. Se ha prometido y
está a punto de casarse. Si la
amas tal y como dices, no
vengas a perturbar su felicidad.
21. Consternado por la cruel noticia, Kamo se queda sin palabras.
Vuelve a Kioto con el corazón hecho pedazos, y poco después,
muere de tristeza.
22. La víspera de la boda,
Naoko se entera de la muerte
de Kamo. La joven implora a
su padre que le deje dar un
último adiós a quien tanto ha
amado. Él no se ve capaz de
negarle este ruego.
Sin decir palabra, sin
derramar una lágrima, la joven
se pone el kimono blanco y se
va a buscar consuelo a la
tumba de su amor, con su
padre y Suzuki siguiéndole los
pasos.
24. Naoko, abatida, se
derrumba sobre la tumba de
su querido Kamo y, por fin,
da rienda suelta a sus
lágrimas. De pronto, con un
crujido ensordecedor, un rayo
rasga el cielo y rompe la
tumba. Naoko se precipita
dentro en cuerpo y alma.
En un abrir y cerrar de
ojos, la losa vuelve a cerrarse y
un sol radiante ilumina los
rostros petrificados del padre
y la sirvienta.
25. Dos mariposas escapan de una grieta de la tumba.
Juntas revolotean hacia el cielo resplandeciente.
Naoko y Kamo, al fin, se aman libremente…
27. TITULO: Los Amantes Mariposa
AUTOR: Benjamín Lacombe
EDITORIAL: Edelvives
ISBN:978-84-263-6797-6
TÍTULO ORIGINAL: Les Amants Papillons
Editions du Seuil, Francia 2007
Impreso en China