1. CAPERUCITA ROJA
Érase una vez una niña muy guapa y muy buena a
quien siempre se podía ver vestida con una capa
que tenía una capucha y esta capucha era de
color rojo, por eso, la gente, en lugar de llamarla
por su nombre la conocían por el de Caperucita
Roja.
Un día le dijo a Caperucita su mamá:
-Hija mía me dicen que la abuelita está enferma;
he pensado que como hoy no tienes colegio
podrías llevarle algunas cositas y de paso
hacerle compañía. Mira he metido en este cesto
unas tortitas, manteca y una jarrita con miel. Cruzas el bosque sin
entretenerte y se las llevas. Ya verás como nos lo agradece.
Caperucita se puso su capa y tomando el cesto se encaminó hacia el bosque.
Hacía una tarde maravillosa y ella se sentía feliz porque iba a ver a su
abuelita, así que para no aburrirse, en el camino cantó esta canción:
-¡Soy Caperucita, que a abuelita voy a ver, le llevo tortitas, mantequilla, pan
y miel. Como ella no sabe que a visitarla yo iré, una gran sorpresa y alegría le
daré!.......................¡Soy Caperucita, que a abuelita voy a ver, le llevo tortitas,
mantequilla, pan y miel. Como ella no sabe que a visitarla yo iré, una gran
sorpresa y alegría le daré!.......................que tarde tan bonita, sólo se oye
cantar a los pájaros y a las cigarras. ¿Qué será eso? ¡Anda! pero si es un
perro ¿cómo está usted?
-¿Cómo estás, Caperucita Roja? ¿Cómo es que paseas por aquí querida niña?
No soy un perro, soy un lobo, pero un lobo bueno que no va a hacerte
nada........En fin, ¿A dónde vas tan cargada?
-mi abuelita, que vive allí, al otro extremo del bosque está en cama y voy a
verla y a llevarle algunas golosinas.
2. -¿Solamente golosinas? Pues yo apostaría, querida pequeña a que a tu
abuelita le encantaría si también le llevaras un ramo de flores.
Si en vez de ir por este camino sigues aquel otro, que te llevará también al
mismo sitio, podrías tú misma ir cortándolas de los lados del camino, por esa
zona encontrarás unas flores bellísimas.
-Muchísimas gracias, ha sido usted muy amable, iré por donde me dice, ha
tenido una gran idea. ¡Adiós! ¡Adiós!
-Esta si que ha sido una suerte, mientras ella recoge las flores, yo iré por el
atajo, llegaré antes que ella a casa de su abuela, me comeré a la vieja de
primer plato y una vez allí esperaré a Caperucita, que como debe estar
tiernísima, me la comeré de postre, ¡qué banquetazo, madre mía!
Corrió el lobo a toda velocidad y pronto divisó a lo lejos la cabaña de la
abuela de Caperucita, cuando llegó ante ella se asomó por la ventana y vio a
la a viejecita en la cama; llamó a la puerta.
(Toc, toc, toc)
-¿Quién es?
-¿Soy Caperucita que vengo a verte
-Caperucita, nietecita mía que buena eres viniendo a verme.......!eh! ¡Dios mío
-Que señora tan vieja, sólo tiene huesos y piel, no me la como...... .!Cállese!
deje de gritar, le taparé la boca así, ¡al armario, venga!....me pondré su
camisón y su gorro de dormir....!envuélvase en la colcha, vamos! Así
Caperucita creerá que soy su abuela porque aquí dentro no se ve muy bien.
-¡Soy Caperucita, que a abuelita voy a ver, le llevo tortitas, mantequilla, pan
y miel. Como ella no sabe que a visitarla yo iré, una gran sorpresa y alegría le
daré!..................Abuela, soy Caperucita, ¿ puedo pasar?
-Sí hija, sí, pasa, pasa
-Qué malita está la abuela, que voz tan ronca tiene.......Abuelita ¿qué tal?
-Quédate ahí nietecita mía , no quiero que acerques a mi para que no te
contagies.
-Abuelita, qué orejas tan grandes tienes hoy....
-Son para oírte mejor nietecita
-Y qué brazos tan grandes tienes.......
-Son para abrazarte mejor, Caperucita
3. -¡Qué ojos tan grandísimos tienes!
-Son para verte mejor nietecita mía
-Abuelita, que...que boca tan grande tienes......
-¡Es...Es para comerte mejor!
-¡Ah! ¡Socorro, socorro!
-¡Ah! ¡Me han herido!
Al sentirse herido el lobo huyó a toda velocidad y Caperucita, muy asustada
vio entrar a un cazador con su rifle todavía humeante
-Menos mal que llegué a tiempo, me pareció que este lobo no tenía buenas
intenciones y decidí seguirle, logré esconderme aquí fuera y empecé a
vigilar, vi que a la abuela no le hacía nada y cuando te oí gritar le disparé
desde la ventana.
-¡Qué susto he pasado! Muchas gracias. Hay alguien en el armario, seguro
que el lobo metió ahí a mi abuelita. Abuelita ya te sacamos.
-Le quitaremos eso de la boca.....a ver.....así........pero con lo enferma que está
¿qué hace envuelta en esa colcha?
-¡ja, ja, ja! El lobo se ha ido con mi camisón, cómo se van a reír de él sus
amigos, y se ha llevado el gorro.....
-¡Ja, ja, ja, ja!!!!!
Y así contentos los tres celebraron esta aventura, cuando la abuela volvió a
la cama y Caperucita puso las flores en agua, comieron juntos la rica
merienda que la mamá de Caperucita les había preparado......Y colorín
colorado, esta historia se ha acabado.
Canción:
Soy Caperucita
Que la abuelita voy a ver
Le llevo tortitas
Mantequilla, pan y miel
Como ella no sabe
4. Que yo a visitarla iré
Una gran sorpresa
Y alegría le daré
Soy Caperucita
Que a abuelita voy a ver
Le llevo tortitas
Mantequilla, pan y miel
También un lindo ramo
Le regalaré
Es una gran sorpresa
Que la abuela va a tener
DUMBO
5. Aquélla mañana había en el circo una gran expectación motivada por la
espera de la señora Elefanta, un elefantito iba a nacer.
-¿Cómo será? Seguro que es el elefantito más lindo del mundo.
Y llegó. Todas las elefantas se reunieron en torno del pequeño y empezaron
los comentarios...
-¡Qué orejas más grandes!
-¡Si parece que va a echar a volar!
-¡Bueno, basta de chismorreos!, cada uno es como
es, más vale que os dediquéis a vuestras cosas, ala,
¡fuera de aquí! Ea mi niño.....no hagas caso
tesoro....que eres el elefante más bonito que
existe......¡Envidia, eso es lo que tienen!
El circo siguió su marcha por diversas ciudades y
nuestro buen Dumbo, que así se llamaba el
elefantito ayudaba según sus fuerzas en los
quehaceres del mismo. Un día, durante el desfile,
Dumbo, que iba el último agarrado a la cola de su
mamá, se pisó las orejas y.....¡zas! cayó dando
volteretas.
-¡Jajaja!
-¡Se ha pisado las orejotas!
-¡Jajaja!
-Malas, crueles, burlarse así de mi pobre niño.....
¡Ahora veréis!
La mamá de Dumbo la emprendió a trompazos con
las otras elefantas. Tanto se enfadó que los
guardianes de los animales, creyendo que había
enloquecido, la encadenaron y la encarcelaron en
una jaula muy fuerte. Dumbo lloraba:
-¡Mamá, mamaíta, ¿dónde estás? Ven mamaíta, tengo mucho miedo, no quiero
estar solo.
En esto apareció Carioco, el ratoncito que vendía los caramelos y las
palomitas en los descansos del circo.
-Pero Dumbo ¿Qué te pasa, por qué lloras?
-No está mi mamá, la han encerrado y me han dejado solito. ¿Qué voy a
hacer yo ahora?
-No te preocupes, desde este momento estás bajo la protección de Carioco,
ya verás como arreglamos las cosas.
Pero no iba a ser tan fácil. El director del circo quiso hacer trabajar a
6. Dumbo como payaso, y para él eran todos los golpes y
las bromas más pesadas.........le enchufaban con
mangueras, le tiraban tartas de nata, se burlaban de
sus descomunales orejas y nuestro buen Dumbo se
sentía muy infeliz........
-¡Ay, Carioco! Si mi mamá estuviera aquí para
protegerme........pero como estoy solo y soy
pequeño........por eso abusan.
-Vamos, vamos Dumbo, no te entristezcas.....ya
vendrán tiempos mejores. Mira vamos a darnos un
paseito por el campo, esta tarde no hay función y la
tenemos libre. ¿Quieres?
-Bueno....lo que tu digas....eres muy bueno conmigo.....si no fuera por ti.....tú
eres el único que me quiere.
Dumbo tomó con la trompa a Carioco y montándole sobre su lomo y charla
que te charlarás, anduvieron por el campo hasta que se hizo de noche.
Carioco ya se había dormido hace rato y Dumbo acabó durmiéndose también.
A la mañana siguiente......
-Dumbo, ¡Despierta Dumbo! ¿Qué hacemos aquí? ¡No mires para abajo!
-Uhmmmmm.....¿eh.....qué pasa? ¡Ay!
¿Qué había pasado? ¡Oh, prodigio!. Estaban dormidos en las ramas de un
espeso árbol.
-Carioco, ¿Cómo hemos subido hasta aquí? Yo no sé trepar y tú no tienes
fuerzas para subirme.
-Pues no creo que hayamos subido volando. Estate quieto, no te muevas, voy
a enterarme. ¡Eh, señor cuervo! ¿No habrá visto usted por casualidad
anoche cómo hemos subido mi amigo Dumbo y yo a este árbol?
El cuervo explicó que efectivamente la noche anterior iba Dumbo medio
dormido y tropezó con una raíz, para no caerse agitó las orejas y sin darse
cuenta se elevó por los aires, yendo a caer en las ramas del árbol en donde
habían pasado la noche, quedándose inmediatamente dormidos.
-¿Has oído Dumbo? ¡Has volado! Esto te abre un campo enorme dentro del
circo. Ya estoy viendo los titulares....."Dumbo, único elefante volador del
mundo, lo nunca visto".
-Sí pero.....¿cómo bajamos ahora?....
-¿Cómo que cómo bajamos? Pues como hemos subido.....¡Volando! mueve las
orejas como hacen los pájaros con las alas
El buen Dumbo comenzó a mover sus enormes orejas y empezó a remontarse
como si fuera un helicóptero.....Subió, bajó, volvió a subir y a bajar y cuando
vió que lo conseguía.......
7. -¡Ay, Carioco, qué alegría, esto funciona, mira arriba, abajo, a la derecha, a
la izquierda.........puedo volar......puedo volar..................!
Loco de alegría, planeó jugueteando y riendo y sin dejar de mover las orejas
se encaminó hacia el circo donde llegó, siendo la admiración de todos y la
envidia de los demás elefantes que ya no se burlaban de él. El director vió
enseguida la mina de oro.
-Poco a poco señor director, yo soy el manager de Dumbo, el único elefante
volador. Tendremos que hacer un nuevo contrato; Mi artista pondrá ahora
nuevas condiciones.
Y así fue, se redactó un nuevo contrato ventajosísimo para Dumbo, y la
primera cláusula fue que su mamá fuera puesta en libertad.
-¡Hijo, qué alegría!
Lloraba de alegría estrechando entre sus patas a su hijito al tiempo que con
su trompa acariciaba y daba besos a su pequeño.
-Mamá, qué contento estoy. Otra vez juntos, y ahora para siempre. Ya no
habrá quien nos separe.
El circo Dumbo, pues así cambió de nombre tomando el de su estrella
principal, obtuvo un éxito inenarrable recorrió el mundo entero y el
"Elefante volador" como se le conocía, salió en las portadas de todos los
periódicos y revistas. Las televisiones y emisoras de radio se disputaban sus
opiniones. Pero nadie fue más feliz que la mamá de nuestro héroe al ver que
ya nadie se burlaba de su hijito.
EL LIBRO DE LA SELVA
Existe una antigua leyenda india en la que se cuenta
que un niño fue amamantado y criado por una familia
de lobos. Negrita, una pantera, lo encontró un buen
día envuelto en unos viejos pañales y lo llevó a la
8. madriguera de los lobos.
-Señora Luba, como usted acaba de tener cachorrillos podrá criar a este
cachorro de hombre que me he encontrado en la selva, ¿verdad que sí?
La familia lobuna estuvo de acuerdo y con ellos se quedó; Bien es verdad que
Negrita vigilaba de que a Mowgli, como llamaban al niño, no le ocurriera nada
malo. Así pasaban los años, el cachorro de hombre tenía ya
diez, y era un chicarrón fuerte y listo.
-Negrita, vamos a jugar como todos los días ¿Quieres?
-Pues claro Mowgli, móntate sobre mis espaldas, hoy vamos a
dar un paseo muy largo...............
El largo paseo que pensaba dar negrita, era llevar al niño al
poblado de hombres más cercano que estaba situado a la orilla
de un río, fuera de la selva, muchos kilómetros más al sur.
Había llegado a la conclusión de que el niño ya no podía vivir
por más tiempo en la madriguera de los lobos y muy a su pesar,
mamá loba, tuvo que reconocer, que era lo mejor para Mowgli,
llevan varias horas andando.
-¡Jo, negrita!, hoy dura mucho el paseo, ¿Cuándo llegamos? Estoy muy
cansado...........
Negrita explicó a Mowgli a dónde se dirigían.
-Pues, yo no quiero ir, yo quiero quedarme en la selva con los lobos y contigo.
-Pero Mowgli, piensa, ya no puedes estar más tiempo.......
-Pues yo no voy, ya está...
De un salto se bajó de Negrita y a todo correr se internó en la selva.
Anduvo perdido mucho tiempo. En una ocasión, una gran serpiente le paró a
mitad del camino, y con su mirada hipnótica, ya había inmovilizado al
pequeño.....Iba a engullirle cuando se presentó negrita, que había seguido el
rastro de Mowgli.
-¡Asquerosa serpiente! ¡Suéltale ahora mismo!
Y dando un zarpazo a la serpiente en su cabezota, ésta soltó su presa al
tiempo que se alejó refunfuñando.....
-¿Qué ha pasado Negrita?
-¿Qué ha pasado? Pues que la serpiente te había dormido
y ya iba a engullirte.....Menos mal que he llegado a tiempo,
que sino.......Anda, vamos a subirnos a ese árbol para
dormir un poco, que se ha hecho tarde.
-Bueno, pero yo no quiero ir al poblado de hombres........
-Cállate y duerme....Ya hablaremos mañana de eso....
Pasaron la noche en la copa del árbol, y a la mañana siguiente.......
9. -¡Ei, hop, ei, Aro!, ¡Ei, hop, ei, Aro!, ¡Ei, hop, ei, Aro! Pelotón…..¡Altoooooo! ¡A
ver esas filas, marcar bien el paso!
Un elefantito chiquitín que iba en la cola de la formación agarrado con la
trompita a la cola de su mamá, se puso a jugar con Mowgli, que había
descendido del árbol.
-¡Esa cola, silenciooooo! ¿Es que no saben que en la formación no se habla? ¡A
callar!......¡De frente....! ¡Ei, hop, ei, Aro!, ¡Ei, hop, ei, Aro!, ¡Ei, hop, ei, Aro!
Los elefantes se alejaron desfilando y marcando el paso, lo que aprovechó
Mowgli para
escapar, negrita corrió tras él,.... tan alocadamente corría que al rodear una
piedra.............
-¿Pero qué es esto? Anda....., si es el cachorrillo de hombre, ¿qué haces tú
por aquí?
A la carrera se acercó negrita.......
-Hola Baloo, oso bobo......¿no ves por donde vas? Casi atropellas a Mowgli.......
-Pero si es él, quien me ha atropellado a mi......casi me sienta de culo......Oye,
oye....oye, y ¿a dónde ibas tú tan deprisa, pequeñajo?
-Quería escaparme de negrita, que quiere llevarme al poblado de los
hombres y yo no quiero ir......
-Pues te quedarás conmigo, ya está, yo te enseñaré todo lo que debe saber
un buen oso para vivir en la selva.
Cualquier cosa le parecía bien a Mowgli con tal de no ir al poblado, así que
aceptó a pesar de las protestas de Negrita.
-Eso, eso...¡Viva! Negrita qué pesada eres.......
Negrita se alejó, aunque no mucho de los nuevos amigos......
-Si quieres coger un coco, das un culetazo así a la palmera y....ves, para
abrirlo no tienes más que darle fuerte contra tú cabeza......así.
Mowgli trató de imitar a Baloo pero.......
-¡Ay! joooo, que duro está....mira que chichón me ha salido.
-Trae, trae, yo lo partiré....¿ves? ya está, luego si quieres levantas una
piedra como esta y ¿ves?, debajo hay hormigas, están más ricas........
-¡Qué asco! Yo no quiero hormigas, pican y hacen cosquillas, además huelen
mal.
-Si te pican te rascas contra el tronco de un árbol, mira, mira como hago yo,
¿ves?
-Ya, pero.....como yo no tengo tu piel, me despellejaría. Estoy empezando a
darme cuenta de que eres un oso bobalicón Baloo.
-Bueno es que....jajaja.....sí......jajaja....claro....tienes razón....
Negrita, que seguía de cerca las andanzas de Mowgli, rezongaba:
10. -Pues sí que le vas a enseñar bien, no me alejaré mucho por si
acaso.
-Oye he tenido una idea......vamos a bañarnos...
-Pero si yo no sé nadar...
-No importa yo me tumbo panza arriba, así, ¿ves? Anda, salta
sobre mi barriguita, ¿jajaja eso es, jajaja qué divertido!
Los dos amigos lo pasaban en grande, chapoteaban, jugaban
con el agua, se hacían mil diabluras y eran felices.
-".....Qué bien se vive en la selva, puedo nadar y jugar, y
hacer cosquillas al oso que muy cariñoso se pone a bailar....."
-Que cachorrillo más majo......no...¡cosquillas no!¡cosquillas no!
-"...No quiero irme al poblado, siempre he vivido yo aquí, es más bonita esta
vida, buscar mi comida, jugar y reír".
Así, cantando y jugando, se dejaban arrastrar por la corriente hasta que
llegaron a un remanso donde quedaron varados en la arena de la orilla. Lo
que ellos no sabían era que el terrible tigre Tigerkan, un enorme tigre de
bengala, devorador de hombres, hacia rato que los seguía por la orilla, este
tigre tenía animadversión hacia Mowgli, y había jurado devorarlo, sólo
esperaba una oportunidad. Tumbados en la arena, se quedaron dormidos, al
cabo de un tiempo Mowgli despertó.
-¡Ascuas! ¿Quiénes sois vosotros?
-Somos una colonia de buitres y estamos tristes porque nadie nos quiere,
¿quieres ser tú nuestro amigo?
-Pues claro que quiero, a mí me gusta ser amigo de todos los animales de la
selva.
Los buitres se pusieron muy contentos y jugaron con Mowgli al corro y a mil
juegos más, estaban tan distraídos, cuando de repente......
-¡Jo, tigre! ¡Qué susto me has dado!
-Vaya, vaya, al fin te encuentro, ¡y que no tenía yo pocas ganas de
pescarte.......!
-Pues habrás de saber que no te tengo miedo...
-¡Que no tienes miedo del gran Tigerkan....! ¡Imposible!
-Pues es verdad, no te tengo miedo.
El devorador de la selva, abrió sus enormes fauces dejando ver sus afilados
colmillos al tiempo que con sus aceradas uñas, hacía profundos surcos en el
tronco de un árbol.
-Pues has de saber que voy a devorarte. Sin embargo para divertirme un
poco más contaré hasta diez.
Y tapándose los ojos, como hacen los niños cuando juegan al escondite,
empezó a contar.....uno...dos...tres....Mowgli aprovechó este tiempo para
despertar a Baloo.