.
Razonamiento que demuestra, refuta o justifica algo.
"dar argumentos"
2.
Conjunto de hechos que se narran en una obra literaria, teatral o cinematográfica, a partir de los cuales se desarrolla el texto o el guion.
"el argumento de la película fue idea de Luis Buñuel"
1. FACULTAD DE MEDICINA HUMANA
LECTURA ARGUMENTATIVA Y PENSAMIENTO CRÍTICO
GRUPO
4 - "Los Incomprendidos"
AUTORES
Allende Odar- Brigitte Nicolle
Centurión Torres- Brayan Anderson
Mendoza Cadenillas- Cristhian Josue
Oyola Chambergo- Marco Estefano
Paico Bances- Fátima Angelita
Torres Ruiz- Ariana Lisbeth
DOCENTE
Mag. LILIANA DE LA CRUZ LIZA LIZA
PIMENTEL, PERÚ
2021- II
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Comprensión Lectora
Tarea Asincrónica 05
LECTURA Y PENSAMIENTO CRÍTICO
¿Defensa de la vida?
Por Mario Vargas Llosa
El Senado argentino rechazó legalizar el aborto por 38 votos contra 31, una medida que
había sido aprobada por la Cámara de Diputados y que provocó un debate nacional y
movilizaciones gigantescas de partidarios y adversarios de aquel proyecto de ley. Aunque la
legalización haya sido rechazada yo también creo, como los millares de jóvenes que salieron
a las calles a manifestarse a favor, que ésta ha sido una victoria pírrica para los adversarios
y que, más pronto que tarde, al igual que en los países más modernos y civilizados del
mundo, Argentina legalizará el aborto dentro de las catorce semanas de la gestación.
Como ocurre siempre en estos casos, los enemigos del aborto -principalmente una Iglesia
católica muy escorada hacia la caverna y el oscurantismo- se presentaron como “los
defensores de la vida”, sugiriendo con ello que, quienes defendemos el derecho de la mujer
a decidir si quiere o no tener hijos, somos partidarios de la muerte y, horror de horrores, nada
menos que de criaturas inermes e inocentes. Eso no es verdad. Nadie que esté en su sano
juicio puede justificar alegremente el aborto, y, menos que nadie, las mujeres que se ven
obligadas a recurrir a él, a quienes esta terrible decisión suele acarrear traumas y conflictos
psicológicos de larga duración. En los años que yo viví en Inglaterra, que fue uno de los
países pioneros en legalizar el aborto, vi a varias mujeres españolas y peruanas llegar allá
con este motivo, y no recuerdo una sola que no viviera esta decisión como un profundo
desgarramiento.
Defender el aborto en los tres primeros meses de la gestación es elegir un mal menor.
Reconociendo por supuesto que se trata de una decisión difícil y dolorosa, generalmente
adoptada por unas condiciones de vida paupérrimas que condenarían al proyecto de vida
interrumpido a una existencia inhumana, es decir, a una muerte lenta, sin esperanza de
cambio, y a hundir más a la familia (sobre todo a la madre) en la miseria. Desde luego que
sería preferible que no hubiera abortos, que, gracias a una educación sexual generalizada,
no hubiera embarazos no queridos y que las niñas y adolescentes estuvieran en condiciones
de elegir siempre los hijos que quieren tener y los que quieren evitar. Pero una de las grandes
paradojas es que, quienes se oponen al aborto, son también los adversarios más enconados
de que los adolescentes reciban aquella formación sexual que les permitiría tener sólo los
hijos que quieren tener. Yo lo recuerdo muy bien: estuve en colegios religiosos y laicos y en
ninguno de ellos recibí jamás la menor información sobre la vida sexual. Ese tabú ha
disminuido mucho en nuestros días, aunque no en todas partes, como puede dar testimonio
América Latina, donde los embarazos resultantes de la ignorancia y la desinformación son
innumerables.
Defender el derecho de la mujer de decidir cuántos hijos quiere (y puede) tener es
fundamental para garantizar la igualdad de géneros, y dar a las mujeres la independencia y
los recursos de organizar su vida de acuerdo a su propio criterio, sin verse obligada por las
circunstancias, como ha ocurrido y sigue ocurriendo todavía en gran parte del mundo, a ser
sólo un ser ancilar, destinado a la procreación y al cuidado de la progenie.
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Comprensión Lectora
Tarea Asincrónica 05
Votar en contra del aborto no garantiza en absoluto que éste vaya a desaparecer; por el
contrario, no hay un solo país que esté libre de semejante práctica, y la única diferencia entre
los países donde aquel es legal y aquellos donde es ilegal, consiste en que en unos se lleva
a cabo en condiciones clandestinas, generalmente execrables y muy riesgosas para la
madre, y en los otros con todas las garantías médicas. No hay otro campo donde la diferencia
económica entre pobres y ricos (o simplemente afluentes) se dé como en éste. La prohibición
no impide que las mujeres que pueden costearse un aborto seguro lo tengan, en su propio
país o en el extranjero, con la discreción necesaria y en óptimas condiciones. En tanto que
las mujeres pobres o de más modestos ingresos deben acudir a menudo a falsos médicos o
aborteras improvisadas, donde las pacientes se juegan la vida corriendo el riesgo de
desangrarse o contrayendo infecciones que ponen en riesgo su vida. Aunque las
estadísticas en este dominio suelen ser poco fiables, se trata, en todo caso, de números
escalofriantes: sólo en Argentina, se ha revelado en este debate, el número de abortos
clandestinos oscilaría entre 350.000 y 450.000 cada año.
Como este tema es extraordinariamente delicado y muy personal, el presidente Mauricio
Macri hizo bien en dejar en libertad a los parlamentarios miembros de su partido de votar de
acuerdo a su conciencia y creo que esta fue también la decisión de los otros partidos políticos
argentinos. Las razones por las que uno está a favor o en contra del aborto son muy diversas,
resultan de creencias religiosas y elecciones éticas, y de ninguna manera debería prevalecer
sobre ellas una consigna política.
Escribo este artículo el mismo día que los periódicos del mundo entero comentan el gran
escándalo que vive Estados Unidos con motivo del informe que acaba de hacer público un
jurado de Pensilvania revelando, luego de una investigación de varios años, que unos 300
sacerdotes de aquel estado cometieron abusos sexuales contra al menos un millar de niños
y jóvenes, y que la jerarquía católica ocultó las denuncias y protegió a los abusadores de
acuerdo a un sistema sutil, jurídico y eclesiástico, que consistía en desnaturalizar los abusos,
mover a los pedófilos entre colegios y parroquias diversas, y negar sistemáticamente los
hechos de acuerdo a un código de “ocultación de la verdad” que, por lo visto, conocía y ponía
en práctica toda la institución, desde los más altos jerarcas hasta sus miembros más
humildes. Esta complicidad funcionó a lo largo de unos 70 años y, por eso, el informe no
tendrá muchos efectos prácticos, pues los delitos en la mayor parte de los casos han
prescrito y los responsables han muerto. Pero no hay duda que semejante escándalo tendrá,
como otros de la misma índole que se han hecho públicos en distantes partes del mundo en
los últimos años, efectos muy negativos en el seno mismo de la iglesia.
¿A qué viene esto? A que una institución objeto de revelaciones tan horrendas como el abuso
sexual de niños y jóvenes por parte de sus propios religiosos, debía ser menos intolerante e
inflexible sobre un tema tan doloroso como el del aborto, al que siempre se ha opuesto con
ferocidad, prescindiendo de los matices y las razones especiales, y condenando sin
contemplaciones a las madres desgraciadas que recurren a él. No siempre las acciones
humanas pueden ser divididas entre buenas y malas, hay casos -y el aborto es uno de ellos-
donde la bondad y la maldad no se distinguen tan nítidamente y es preciso sopesarlos con
mucho cuidado y, sea cualquiera la decisión que se tome, aceptar que se tomó sin alegría e
incluso lamentándolo porque la otra decisión hubiera sido sin duda peor.
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Comprensión Lectora
Tarea Asincrónica 05
ACTIVIDADES
1. Complete el cuadro
Tesis del
autor El aborto debe ser considerado legal
Argumentos
Las mujeres acuden a lugares clandestinos para abortar poniendo
en riesgo su vida
El aborto no puede estar sujeto a normas morales, ya que éstas
varían según la persona.
Conclusión
El aborto es una decisión propia de la mujer, ya que solamente ellas
saben el tipo de vida que le darían a sus hijos en caso de tenerlos
a su lado; por lo tanto, el aborto sí debería legalizarse, porque así
se prevendría daños psicológicos en la mujer y futuros daños a sus
hijos.
2. ¿Le parece correcto legalizar el aborto en el Perú? Fundamente su respuesta. (un
párrafo de 6 a 8 líneas aproximadamente).
Sí, estoy de acuerdo con la legalización el aborto en el Perú por los siguientes motivos:
existen situaciones en las cuales se detectan enfermedades congénitas en el feto y no se
pueda garantizar la calidad de vida para este; por otro lado, si el embarazo fue producto de
una violación y el daño psicológico que sufre la mujer es tan grande que se ve orillada a
tomar esa decisión, es más seguro que se realice en un ambiente adecuado y que sea seguro
para ella.
3. Si tuviera que decirle algo a Mario Vargas Llosa sobre las ideas que plantea en este
texto, ¿Qué le diría? Y ¿Por qué? (un párrafo de 5 a 6 líneas aproximadamente).
Le diría que estoy de acuerdo con lo que él plantea en su texto. Los motivos por los que él
está a favor del aborto están muy bien fundamentados y son consecuentes con su posición.
De la misma manera, me parece muy acertada y pertinente su crítica hacia ese sector de la
población, que se rehúsa a la legalización del aborto y se escuda en una “defensa a la vida”;
pero a su vez no proponen medidas que reduzcan los embarazos no deseados ni rechazan
los actos indignos de la Iglesia.