El documento argumenta que el enfoque de "perspectiva de género" ha fracasado internacionalmente en prevenir y mitigar la violencia, según evidencia que muestra que la violencia sexual, especialmente entre los más jóvenes, sigue creciendo a pesar de años de educación sobre la perspectiva de género. También señala que la violencia sexual es significativamente más alta entre la población homosexual que en el conjunto de la población, aunque este hecho suele pasarse por alto. Finalmente, cita estadísticas oficiales