SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 12
Descargar para leer sin conexión
http://virtualia.eol.org.ar/ 1
Julio-Agosto - 2016
#32
OBSERVATORIO DE GÉNERO Y BIOPOLÍTICA DE LA ESCUELA UNA
Transexualismo y travestismo desde la perspectiva
del psicoanálisis
-Segundo informe del Observatorio de Género y Biopolítica de la Escuela
Una-
Patricio Álvarez, Alejandra Antuña, Paula Husni, Esteban Klainer, Viviana Mozzi y Débora Nitzcaner
1. Historia del género y el transgénero
El término gender (género) surge en 1955 gracias a John Money, psicólogo y médico neozelandés, emigrado a
Estados Unidos, especializado en sexología e investigador de la identidad sexual. Para este autor, el término
«género» deine lo masculino y lo femenino desde lo cultural, más allá de las diferencias biológicas. Su deinición
del rol de género es fenomenológica: es lo que una persona dice o hace lo que revela su estatus como niña o niño,
mujer u hombre, y eso incluye estereotipos de masculinidad y feminidad.
Posteriormente, Robert Stoller introduce la distinción sexo/género (sex/gender) buscando una palabra que
pueda diagnosticar a aquellas personas que, teniendo un cuerpo de hombre, se sentían mujeres, introduciendo
el concepto de “identidad de género”. En su libro Sexo y género, de 1968, presenta observaciones sobre casos de
transexualismo, o sea, de sujetos que habiendo nacido con los caracteres anatómicos de un sexo maniiestan
pertenecer al sexo contrario. De ahí la distinción entre “sexo”, ligado a criterios biológicos y “género”, ligado a
la convicción subjetiva de pertenencia. El género entonces puede o no coincidir con el sexo biológico, como lo
demuestran estos casos.
En los años 70, el término gender se extiende en los textos del feminismo académico anglosajón. Alcanzada ya, en
las sociedades occidentales, la igualdad de hombres y mujeres de jure, la investigación feminista se adentra en el
análisis de las estructuras sociales. Como las desigualdades entre hombres y mujeres no pueden explicarse por
una mera diferencia biológica, la investigación feminista recurre a la oposición sex/gender como un instrumento
de análisis de las relaciones entre los sexos, con objeto de distinguir entre la biología y lo social. De una manera
general puede decirse que este término, gender va a utilizarse para hacer patente que los comportamientos, las
actividades, los papeles y, en general, lo femenino y lo masculino son construcciones sociales/culturales. [1]
A partir de allí, podemos encontrar tres posiciones: la primera, sostiene que el género no puede pensarse
prescindiendo de la diferencia sexual. La segunda, contraria a la anterior, plantea al género como una
construcción socio-cultural independiente de la diferencia sexual. Lo que ocurre es que para el Occidente judeo-
cristiano la heterosexualidad es el principio regulador de la sexualidad y esto conduce a pensar al género sobre
una base biológica. Los estudios etnográicos muestran que hay multiplicidad de géneros que no pueden ser
explicados por un modelo dualista. El género, entonces, es múltiple y autónomo del sexo aun para nuestra
sociedad. Esta multiplicidad y diversidad de géneros lleva a cuestionar la categoría misma de género y abre la
vía a una tercera posición. Se trata de la perspectiva deconstructivista de Judith Butler, uno de los referentes
teóricos del movimiento queer.
http://virtualia.eol.org.ar/ 2
Julio-Agosto - 2016
#32
Filósofa posestructuralista, Judith Butler va un paso más allá de la dicotomía que aún se encuentra en los
cimientos de las teorías de género. Una de sus contribuciones más destacadas en el campo del feminismo,
es su teoría performativa del sexo y la sexualidad. El construccionismo social ya situaba el género como una
construcción, es decir, que los roles de género o las categorías femenino y masculino no son roles naturales sino
construcciones sociales. Butler sobrepasa el género y airma que el sexo y la sexualidad lejos de ser algo natural
son, como el género, algo construido. Llega a esta conclusión basándose en las teorías de Foucault, Freud y
sobre todo de Lacan.
Critica al feminismo por naturalizar al sexo, por suponerlo como categoría biológica originaria, prediscursiva,
cuando éste también es producto de un dispositivo histórico-cultural. El término “dispositivo” es tomado de
Michel Foucault de su Historia de la sexualidad. [2] Allí airma que:
“El sexo, fuera de duda, no es sino un punto ideal vuelto necesario por el dispositivo de sexualidad y su
funcionamiento”. [Para terminar concluyendo una política al respecto]: “Contra el dispositivo de sexualidad, el
punto de apoyo del contraataque no debe ser el sexo-deseo, sino los cuerpos y los placeres”. [3]
Entonces, para Butler, el sexo no puede ser pensado anterior al género sino que es desde el género que se piensa
al sexo como natural. La identidad de género no es una descripción de la experiencia sino que es un ideal
regulatorio y normativo, consiste en un conjunto de actos, gestos y deseos que dan la idea de un núcleo interno
pero que no es más que un artiicio y no tiene estatuto ontológico, es sólo una ilusión discursiva para regular la
sexualidad dentro del marco de la heterosexualidad reproductiva. El sujeto de Butler no es un individuo sino
una estructura lingüística en formación.
Dado que la subjetividad no es un hecho y ya que el sujeto está siempre en un proceso interminable de “devenir”
es posible repetir la sujeción en diferentes formas. Butler cree que la subjetividad es una construcción, y el hecho
de apegarse a una sola identidadpuede llegar a oprimir la identidad misma, por lo que airma que no hay
necesidad de ijar una identidad de una vez por todas. La identidad de género se convierte así en un proceso
que nunca se resuelve de manera deinitiva más allá de cualquier binarismo.
LaperspectivadeButlerdalugaraunapolíticaquesedesprendedelaQueerTheory,queconsisteendesnaturalizar
los cuerpos y los sexos, y promover la parodia en relación con las identidades de género, hombre y mujer, para
revelar el carácter artiicial de las mismas.
La Queer Theory, movimiento que nace en EE.UU. en los años 60, parte del rechazo al pensamiento binario
hombre-mujer y cuestiona la identidad de género, proponiendo en su lugar la idea de transgénero, término
que acoge una multiplicidad de rasgos y modalidades que signiiquen un rechazo al ordenamiento sexual
establecido. Este último apunta a la concepción de una sociedad en la que sus miembros se construyen sin la
dicotomía femenino-masculino. Alberga a gays, lesbianas, transexuales, travestis, andróginos, intersexo..., todo
aquello que signiique un rechazo a los ordenamientos sexuales establecidos.
De este modo, si inicialmente la diferencia sexo/género de las teorías de género revolucionó las teorías
biologicistas pero continuaba con un binarismo, la teoría del transgénero multiplica la nominación de las
identidades y las sitúa como no ijas.
En relación con esto, Jacques-Alain Miller y Eric Laurent [4] toman en consideración los postulados de Butler y
las consecuencias que de allí se extraen. Muestran cómo esta crítica radical a la noción de identidad reduce el
proceso de sexuación al de la identiicación y cómo lo que propone Butler es ir más allá de ella. Por un lado, al
denunciarelcarácterdeartiicioydesemblantedelgénero,estapropuestaessolidariaconlaairmaciónlacaniana
de que La mujer no existe, y esto conduce a la lógica del uno por uno. Pero, por otro lado, la deconstrucción de
los semblantes supone –dice Miller– una versión de lo real, que aquí lo encontramos en el cuerpo y en el goce.
En última instancia, el ideal propuesto es el de un sujeto desidentiicado, deinido únicamente por su práctica
de goce, y como tal, la única nominación válida será la proveniente del propio sujeto y no la del campo del Otro.
[5]
http://virtualia.eol.org.ar/ 3
Julio-Agosto - 2016
#32
2. El género y el transexualismo desde el psicoanálisis
La formalización del transexualismo como entidad propia surge en 1950 con el Dr. Harry Benjamin, quien
establece la diferencia del transexual respecto del travesti y del homosexual. El transexual no obtiene una
satisfacción erótica del hecho de travestirse y siempre se siente como alguien perteneciente al otro sexo. Rechaza
sus órganos genitales sin encontrar placer en ellos, a diferencia del travesti y el homosexual.
Desde el psicoanálisis, la conceptualización del género, y en particular, del transexualismo, puede ubicarse a
partir de tres momentos: en la obra de Freud, en la primera enseñanza de Lacan, y en su última enseñanza. En
Freud, a partir de la lógica falo-castración. En el primer Lacan, a partir del signiicante fálico y las identiicaciones
sexuales. En el último Lacan, a partir de la teoría de la sexuación y de los nudos.
En 1916, [6] Freud insiste en recortar la noción de “lo sexual”. La noción de sexualidad de la época estaba
sujeta a la genitalidad y a la reproducción y Freud sostiene, ya desde hacía unos cuantos años, que lo sexual
es un término mucho más amplio. Poner como sinónimos sexualidad y reproducción cierra el camino para
comprender la sexualidad en diversos modos de expresión. En “La organización genital infantil” [7] y “El
sepultamiento del complejo de Edipo” [8] se lee el giro que da Freud en relación con la sexualidad, produciendo
una interpolación a la teoría de la sexualidad que había desarrollado en “Tres ensayos...” [9] y que trabajó en
1916.
A partir de los complejos de Edipo y castración freudianos, no va a tratarse del primado genital como quedó
planteado en 1916 sino que el primado fálico es lo que permitirá hacer la ecuación simbólica niño = pene =
falo, para la madre, subrayando en esa ecuación que la mujer aparece en falta respecto del hombre, a partir del
concepto de penisneid o envidia del pene.
Aquí se plantea la lógica del ser y del tener y las complejidades de las salidas femeninas a los avatares de los
complejos. Complejidades en tanto toda la organización queda bajo el primado del falo y la pregnancia del
órgano masculino.
De este modo, a partir de 1923 y agregados que Freud introduce en “Tres ensayos...”, la sexualidad de hombres
y mujeres está organizada alrededor del falo y la castración.
Hay que tener en cuenta que el falo –planteado en estos términos– no es el pene en la obra freudiana, sino la
imagen pregnante de la forma fálica, que Freud sitúa como símbolo de la sociedad patriarcal, y presente en
todas las culturas de la antigüedad. Es así que agrega a los desarrollos libidinales el estadio pregenital en el
que no se puede hablar aún de masculino y femenino sino de activo-pasivo; en el estadio que sigue será genital
masculino-castrado; y por último, masculino-femenino, en la elección de objeto. [10]
Los dos complejos, Edipo y castración, tienen un concepto que los articula: el falo. La diferencia sexual no se
orienta por el primado genital sino por el primado del falo que remite a la castración: unos tienen y otros no. El
falo será el operador lógico de la estructura dejando por fuera la lógica del “desarrollo”.
Un año más tarde, en “El sepultamiento del complejo de Edipo” trabaja la articulación del complejo de castración y
el complejo de Edipo en el varón e introduce algunas diferencias en la niña.
Pueden deinirse tres grandes momentos en la obra freudiana. Los desarrollos en relación con el complejo de Edipo;
el falo como operador estructural que ordena las posiciones sexuadas e indicará más tarde la disimetría entre la
posición masculina y femenina, y un tercer momento en que esta disimetría se articula con el primer objeto de amor:
la madre.
http://virtualia.eol.org.ar/ 4
Julio-Agosto - 2016
#32
Ya en las teorías sexuales infantiles de 1905, Freud señala que se reconoce un solo órgano: desarrollado en el niño y
por desarrollar en la niña. Teorías sexuales infantiles que contrarían hasta a la percepción misma y se posan sobre
un desconocimiento. Luego en “La organización genital infantil” retoma esta ignorancia fundamental sobre el sexo
femenino, ya con el primado del falo, que articulará el complejo de Edipo con el de castración.
Es al año siguiente [11] cuando las resoluciones se presentarán de modo diverso para los dos sexos: la amenaza de
castración empuja al niño a la salida del complejo de Edipo y permite a la niña su arribo. En la teorización que sigue
cobra importancia fundamental la fase preedípica de la mujer en relación con la madre, lo cual hace del complejo
de Edipo una formación secundaria con relación a esa ligazón prehistórica. De hecho, hasta sostiene que en este
caso ya no será el Edipo lo nuclear de las neurosis sino que es esta fase la que deja espacio a todas las ijaciones y
predisposiciones posteriores.
De este modo, en esos tres momentos, Freud se sostiene en la lógica del falo y la castración, y ubica distintos modos
de pasaje por el Edipo y la castración para el niño y la niña.
Con respecto al transexualismo, si bien Freud no lo llamó así por ser un término posterior, ya se ocupó del primer
caso de transexualismo delirante que conocemos, que es el Presidente Schreber. [12] De hecho, la hipótesis central
de la lectura del caso Schreber es la de sostener la defensa contra la homosexualidad como la causa de su psicosis.
Freud plantea que la ijación homosexual pertenece al estadio del narcisismo, y en esa medida, cuando estalla el
conlicto en la adultez, la libido hace una regresión al punto de ijación narcisista, que es la predisposición patológica
de la paranoia, y por esa razón se desencadena la psicosis. De este modo, Freud plantea que el “hilo rojo” que
atraviesa los tres tiempos de la psicosis es el del fracaso de la defensa contra el deseo homosexual: el período previo al
desencadenamiento con la fantasía que sería “hermoso ser una mujer durante el acoplamiento”, luego en el período
psicótico con el delirio de ser “una mujerzuela” que los hombres usarían y dejarían tirada, y luego en el período de
la estabilización con el delirio de ser “la mujer de Dios”. Esta “mudanza en mujer” que atraviesa todo el delirio, es la
iguración del transexualismo delirante de Schreber.
Lacan retoma la conceptualización freudiana, a partir del signiicante fálico y más adelante, la función fálica.
La primera enseñanza de Lacan le da al “género” un lugar central a partir de ubicar cómo se normativizan las
identiicaciones viriles y femeninas a partir de su paso por el complejo de Edipo. Y le da también un lugar importante
al transexualismo, justamente porque da cuenta de lo que falla cuando el Edipo y sus consecuencias no se inscriben
en el sujeto.
Lacan habla por primera vez del transexualismo en 1957, en El Seminario 4:
“Quienes asisten a mi presentación de enfermos han podido comprobar en uno de nuestros pacientes transexuales,
que nos la describió, el carácter verdaderamente desgarrador de la dolorosa sorpresa experimentada el día que, por
primera vez, vio a su hermana desnuda”. [13]
Como vemos, desde el inicio el transexualismo y la psicosis quedan en alguna relación.
Luego, en “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, [14] deine lo que llama el “goce
transexualista” del presidente Schreber, que consiste en la práctica de cultivar en su cuerpo la voluptuosidad
femenina:
“...Dios mismo demanda hallar la voluptuosidad con él, y amenaza con el retiro de sus rayos si él se muestra negligente
en el cultivo de la voluptuosidad y no puede ofrecer a Dios lo demandado...”. [15]
“Desde entonces he inscrito en mi bandera, con plena conciencia, el cultivo de la femineidad”. [16]
Ese goce transexualista es la solución que Schreber encuentra en relación con su posición sexuada, al no disponer del
signiicante fálico.
El concepto “signiicante falo”, o falo simbólico, es deinido por Lacan como el signiicante del deseo, y condensa
su lectura sobre toda la teorización de Freud acerca de la dialéctica falo-castración, como punto de anclaje del modo
http://virtualia.eol.org.ar/ 5
Julio-Agosto - 2016
#32
de identiicación que permite a un hombre o a una mujer considerarse como tales. Este signiicante fundamental
es producto de la efectuación de la metáfora paterna, la cual a su vez, es el resultado de la efectuación de los tres
tiempos del Edipo, al cabo de los cuales el neurótico resuelve el enigma, la “x” del deseo de la madre, con la solución
del signiicante falo, signiicante que permite una identiicación simbólica diferente para el niño –tener el falo– y la
niña –ser el falo–, saliendo del Edipo con “los títulos en el bolsillo”. Ahora bien, esta metáfora paterna y su solución
en tres tiempos son posibles con la condición de que haya un tiempo cero, el de la Bejahung del Nombre del padre.
Si no hay inscripción del Nombre del padre, tampoco habrá posibilidad de inscripción del signiicante falo: éste se
inscribe si se inscribe el otro.
Lacan describirá las funciones del falo en su texto “La signiicación del falo”. [17] El signiicante falo tiene cinco
funciones que permiten a un sujeto instalarse en una posición inconsciente:
• dar una signiicación de la posición sexual como hombre o mujer,
• dar una signiicación de qué se es en cuanto padre o madre,
• dar una signiicación de la función a cumplir frente al partenaire sexual,
• dar una signiicación de qué se es en tanto vivo o muerto,
• organizar las signiicaciones con una referencia sexual, signiicar el goce fálicamente.
Tanto la neurosis como la psicosis se confrontan, en cierto momento de coyuntura dramática, con los signiicantes
freudianos no inscriptos en la estructura: femineidad, muerte y procreación. Esa confrontación es lo que inicia el
desencadenamiento neurótico o psicótico: Lacan compara en Las psicosis cómo Schreber se confronta con el signiicante
no inscripto de la procreación, mientras que Dora se confronta con el de la femineidad, y en los dos casos se produce
el desencadenamiento ante esa confrontación. La diferencia es que en el primero esa confrontación inicia el llamado
vano hecho al Nombre del padre y la respuesta anticipada del delirio, mientras que en la segunda, dado que está
inscripto el Nombre del padre, la identiicación viril –es decir, la signiicación fálica– le permite una mediación para
formularse la pregunta de estructura de la neurosis. [18]
Ahora bien, en la psicosis esas cinco funciones que dan signiicaciones fundamentales al nivel del ser: hombre o
mujer, etcétera, no se cumplen. En tanto no hay inscripción del Nombre del padre, tampoco se inscribe el signiicante
falo: hay en su lugar dos agujeros forclusivos, a los que Lacan les asigna los matemas de P0 y f0: un cero, un agujero,
en el lugar donde debieran haberse inscripto esos signiicantes. El signiicante del Nombre del padre organiza las
inscripciones signiicantes, y el signiicante falo organiza las signiicaciones imaginarias, por lo que la confrontación
con los agujeros P0 y f0 produce la catástrofe simbólica e imaginaria del desencadenamiento.
En este tiempo de su enseñanza, Lacan ponía el acento en lo simbólico y lo imaginario, pero también la catástrofe se
produce a nivel de lo real: el efecto de P0 y f0 es que el goce queda deslocalizado, al no contar ni con el Nombre del
padre –que no solo organiza las inscripciones signiicantes sino que también tiene la función de asegurar una pérdida
de goce estructural–, ni con el signiicante falo –que no solo organiza las signiicaciones, sino que también localiza
el goce en el cuerpo. No hay pérdida de goce ni localización del goce en el cuerpo, con lo cual se trata de un goce
en más, un goce que irrumpe sin localización posible. La forma que toma ese goce que irrumpe son los fenómenos
elementales, y por esa razón Lacan les dio a esos fenómenos el nombre de signiicantes en lo real, que cuando
irrumpen desarman las construcciones simbólico-imaginarias.
En conclusión: en su primera enseñanza, el signiicante fálico es el articulador central de la conceptualización de la
posición sexual para Lacan, y permite ubicar la posición del psicoanálisis en relación con las teorías de género. El
signiicante fálico ubica la posición viril y femenina como resultado de la salida de los tiempos del Edipo, y también
sus otros modos posibles de salida. Pero también se ubica en relación con su inscripción o su forclusión, del lado de
la neurosis o la psicosis.
En El Seminario 18 [19] Lacan recomienda la lectura del libro Sexo y género de Stoller, elogiándolo, por un lado, por la
buena observación clínica de los casos allí presentados, incluyendo en esto las coordenadas familiares, y criticando
por otro su construcción teórica inoperante al no tener en cuenta el concepto de la «forclusión lacaniana». De este
modo, ubica la hipótesis de una relación entre el transexualismo y la forclusión. Esta hipótesis ha sido utilizada –
en algunos casos de modo extremo, como si hubiera una equivalencia entre transexualismo y psicosis– por varios
autores. Lo trae además para reairmar que la sexualidad no tiene correlato biológico y critica la noción de identidad
http://virtualia.eol.org.ar/ 6
Julio-Agosto - 2016
#32
de género pues no hay nada en la experiencia humana que permita deinir lo que es el hombre y la mujer, lo único
que demuestra esta noción es que los seres humanos se reparten en hombres y mujeres. «La identiicación sexual no
consiste en creerse hombre o mujer, sino en tener en cuenta que hay mujeres, para el muchacho, que hay hombres,
para la muchacha». [20]No se trata, entonces, de dos sexos como entidades aisladas. No se deviene sexuado por
la identiicación al signiicante hombre o al signiicante mujer, sino por tener en cuenta la diferencia sexual. Esta
diferencia, a partir de la teorización de Freud, se dirime en términos de la lógica fálica (falo-castración) ya que no hay
inscripción del genital femenino en el inconsciente.
En el primer capítulo del seminario siguiente, ...o peor, Lacan vuelve sobre el tema del transexualismo hablando del
“error” del que padece el sujeto transexual: tiene un cuerpo equivocado que no coincide con el sexo al que tiene
la convicción de pertenecer. Pero, ¿cuál es el error? Es el “error común”, dirá Lacan, que consiste en interpretar la
pequeña diferencia anatómica con criterios fálicos. Es así como se distingue a los seres hablantes desde la más tierna
edad. No son ellos, los pequeños, quienes se distinguen, sino que “se” los distingue. Ellos, por su parte y en principio,
rechazan esta distinción en lo que se conoció en cierto psicoanálisis como las fases infantiles, habrá que ver luego si
ellos consienten o no a inscribirse en la función fálica. El transexual rechaza los criterios fálicos a partir de los cuales
se lo distinguió en la repartición sexual y su pasión es la locura de querer liberarse de ese error común, que hace que
la pequeña diferencia comande la diferencia sexuada volviéndola “natural”. El problema es cuando él quiere hacerse
reconocer como hombre o mujer, la única manera que tiene de hacerlo es modiicando su anatomía. “Su único yerro
–dice Lacan– es querer forzar mediante la cirugía el discurso sexual que, en cuanto imposible, es el pasaje a lo real”.
[21]
En el mismo año 1972, en el escrito “El atolondradicho”, Lacan acuña el concepto “empuje a La mujer” para ubicar
una serie de fenómenos muy frecuentes en la psicosis que no se reducen a la clínica de la alucinación y el delirio, ni
habían sido descriptos por la psiquiatría clásica. Se remite con ese concepto a Schreber, remarcando aquello que antes
había llamado “goce transexual”, pero ubicándolo a partir de las fórmulas de la sexuación. [22]
Este es el segundo paso importante de Lacan en referencia a las posiciones sexuadas: ubicar la sexuación como
una elección de goce, y no como lo había hecho en la primera enseñanza, como una elección signiicante. Desde las
fórmulas de la sexuación, la posición sexual del lado hombre o del lado mujer se elige a nivel del goce, en función de
cómo se inscriba uno u otro con respecto a la función fálica.
Las fórmulas de la sexuación tienen también una raigambre freudiana en la medida en que Lacan plantea que hay un
solo signiicante en relación con el cual inscribirse, el falo, pero en esta época ya no lo llama signiicante sino función
fálica, y plantea que la función implica una escritura. La función fálica implica una escritura del goce, y cada sexo se
inscribe de un modo distinto.
El lado hombre se inscribe en función de dos fórmulas: el todo y la excepción. El lado femenino se inscribe en función
de no hacer excepción al falo y de la lógica del no-todo. Del lado femenino, Lacan sitúa que en la medida en que el
goce no puede inscribirse según un todo fálico como para el hombre, no se puede situar un universal de las mujeres.
Por eso plantea su conocida fórmula: “La mujer no existe», para ubicar que no hay un universal a nivel del goce
femenino.
En relación con esto, el concepto de “empuje a La mujer» toma importancia por contradecirlo, y por relacionarse al
«error» en el que cae el transexual.
Lacan presenta en “El atolondradicho” el concepto de empuje a La mujer en el siguiente párrafo:
“Podría aquí, al desarrollar la inscripción que hice, mediante una función hiperbólica, de la psicosis de Schreber,
demostrar en ella lo que tiene de sardónico el empuje-a-La-mujer que se especiica con el primer cuantor: habiendo
precisado bien que es por la irrupción de Un padre como sin razón, se precipita aquí el efecto experimentado como
forzamiento...» [23]
Desglosemos este difícil párrafo: primero, Lacan nos reenvía a su análisis de la psicosis de Schreber en el esquema
I de “De una cuestión preliminar...”, con su función hiperbólica doble, que situaba en P0 y f0. El encuentro con P0
produce la irrupción del Un padre real, es decir, introduce el desencadenamiento, pero aquí lo llama forzamiento: es
http://virtualia.eol.org.ar/ 7
Julio-Agosto - 2016
#32
el forzamiento, el empuje, a La mujer. El Padre aquí, es el primer cuantor de las fórmulas. De este modo, la lógica
de «El atolondradicho»es análoga a la de «De una cuestión preliminar...»: como en la psicosis no hay inscripción del
Padre, es decir, no se inscribe la excepción, el sujeto no puede posicionarse en relación con el falo, como castrado. Es
decir, que su goce no es fálico, porque no pasa por la castración. Y si su goce no es fálico, el goce en la psicosis es un
goce sin regulación, deslocalizado. A eso, Lacan lo llama empuje a La mujer: sin el cuantor de la castración, el goce
no está castrado, se ininitiza.
De este modo, sin excepción, no hay posibilidad de inscribirse como hombre haciendo del goce un goce fálico. Pero
tampoco es posible inscribirse del lado de una mujer, porque tampoco se puede inscribir el goce dentro de un no-
todo goce fálico porque no está inscripto. Por lo tanto, si no hay medida del lado hombre y no hay castración del lado
mujer, el empuje es a La mujer, sin barrar. Lacan insiste varias veces diciendo que La mujer no existe, pero en este
caso utiliza por única vez el artículo “La”, para subrayar que sólo en el caso de la psicosis La mujer existe, con sus
consecuencias devastadoras.
Entonces, habiendo ausencia de ese primer cuantor, se producen dos efectos:
• La ininitización del goce: la ausencia de la excepción del padre implica una no cuantiicación, una no limitación
del goce, y por lo tanto el goce se vuelve ininito y deslocalizado.
• La mujer: como producto de la no inscripción de la excepción paterna, lo que funciona como empuje es la
inscripción de la excepción por la vía de la realización de un absoluto: el efecto forclusivo psicótico es un empuje
a realizar la existencia de La mujer. Es un empuje, entonces, a escribir que La mujer existe, en el lado derecho de
las fórmulas. Por esto Lacan lo remite a lo femenino, en el punto donde el goce no es regulado por el falo, y en
tanto tal es ilimitado. Pero a diferencia de la posición femenina que se ubica en un más allá del goce fálico, el
empuje a La mujer se ubica en una ausencia del goce fálico. Es un empuje a inscribir una otra excepción, que no
es la paterna, que es la de La mujer.
En conclusión: a nivel de la última enseñanza de Lacan, la cuestión del género se inscribe en términos de goce.
Y la cuestión del transexualismo se ubica en relación con la forclusión, por un lado, y el empuje a La mujer, por
otro.
Por último, en su libro Ensexo. Ensayo sobre el transexualismo, Catherine Millot, psicoanalista francesa
contemporánea, deine al transexual como:
“...una persona que solicita la modiicación de su cuerpo a in de conformarlo a las apariencias del sexo opuesto,
invocando la convicción de que su verdadera identidad sexual es contraria a su sexo biológico”. [24]
Y agrega:
“...El transexualismo es actualmente la conjunción de una convicción que no debe nada a nadie y una demanda
que se dirige al otro. Tal demanda es nueva, ya que supone una oferta que la suscita, la que hace la ciencia, pues
sin cirujano ni endocrinólogo no hay transexual”. [25]
3. Biopolítica y psicoanálisis: la feminización del mundo
Tomando en cuenta estos desarrollos, y en la medida en que en los distintos países avanzan las leyes de
identidad de género, podemos considerar al transexualismo como un síntoma de la época, en la medida en que
interroga al género y también a las estructuras subjetivas.
En “El inconsciente es político”, [26] Miller sentó las bases de lo que luego se llamó la feminización del mundo,
señalando una modiicación clave en la civilización. El sistema político clásico, sostenido desde la excepción
paterna, ubicaba al líder como el que funda un todos iguales. La caída de ese sistema es correlativa a la declinación
http://virtualia.eol.org.ar/ 8
Julio-Agosto - 2016
#32
del Padre, que ya no funciona como garante de la excepción. Su consecuencia es la tendencia a la lógica del no-
todo, que tiene las características de lo múltiple, lo ilimitado, lo contingente y lo deslocalizado. Conocemos bien
los efectos de la desregulación del goce en los síntomas contemporáneos, ya sea bajo las formas del consumo, la
violencia, los pasajes al acto, etcétera.
En la medida en que la lógica falo-castración no distribuye como medida unívoca, observamos el estallido de
las formas del género. Como dijimos antes, en los años 60 los estudios de género se rebelaban contra la norma
heterosexual, pero esa lógica reairmaba la medida fálica al negarla. Desde los años 90, los estudios trans-género
airman la multiplicación –hasta ahora en cincuenta y dos géneros, en una serie que cada vez agrega nuevos
nombres– y la no-identidad –en el sentido de que se puede ser un tiempo de un género y luego de otro.
Dijimos antes que Lacan se reiere a la identidad sexual en dos momentos de su enseñanza: en relación con las
identiicaciones sexuales, y en relación con la sexuación. Justamente, por efecto de la época, observamos que la
posición sexual es afectada en dos niveles: en el de las identiicaciones sexuales dadas por la norma del Ideal
del yo edípico, y en el de la escritura de la sexuación. Ocurre así que los sujetos deben encontrar como pueden,
y mediante soluciones no estandarizadas, sus modos de inscripción y de regulación de goce.
Este modelo que Miller llamó feminización del mundo, está tomado de la lógica de “El atolondradicho”sobre el
empuje a La mujer. Como vimos, en la medida en que el cuantor de la excepción paterna no se escribe del lado
hombre, se produce un forzamiento a inscribir del lado derecho una otra excepción, la excepción de La mujer
con mayúscula. Si bien Lacan lo aplica sólo a los fenómenos forclusivos, este empuje a La mujer conluye en
nuestra época con la feminización del mundo, como lo planteó Laurent en Buenos Aires. [27]
Nuestra investigación, entonces, utiliza estos conceptos para pensar modos de efectuación de la sexualidad
no contemplados en la lógica fálica. Podemos situar así la problemática del género en un rango que va de la
feminización en sentido amplio al empuje a La mujer en sentido restringido. Esto también nos permite considerar
al transexualismo no necesariamente del lado de la psicosis.
4. Casuística
La casuística a la que accedimos es de veinte casos en distintos momentos de la reasignación de sexo, pero nos
centraremos en los catorce que recibieron tratamiento psicoanalítico.
4. 1. Niños
De los tres niños observados, dos son niños originalmente, y una niña. Los tres casos son diagnosticados como
psicosis. Una de ellas comienza tratamiento a los 3 años, y los otros dos a los 8 años. Dos de los casos presentan
lo que François Ansermet llama una “certeza temprana”, es decir la certeza inicial de ser del otro sexo. Uno
de ellos no presenta una certeza temprana, sino que presentarse como otro sexo le permite, en una inestable
solución, construirse un cuerpo. En los tres casos se veriica que la reasignación de sexo simbólica los paciica
durante un tiempo. También se constata el decisivo papel del deseo materno, y se observa la posición que
Lacan ubicó como el “objeto condensador de goce en el fantasma materno”. Uno de ellos, de hecho, sorprende
a la convicción materna de defender su posición como niña, cuando aparece con la nueva certeza de ser “una
sirena”. Por último, se veriica durante el transcurso del tratamiento que presentarse como otro sexo les permite
armarse un cuerpo.
4.2. Casos que implican una reasignación simbólica del sexo
http://virtualia.eol.org.ar/ 9
Julio-Agosto - 2016
#32
Examinamos seis casos. En todos ellos la reasignación de sexo es o bien simbólica, por vía del cambio de nombre
y sexo en el DNI, o bien también implica la hormonización pero sin recurrir aún a la vía quirúrgica. Cinco son
adolescentes o jóvenes (14 a 25 años), uno es adulto. Se veriica la psicosis en cinco de los seis casos, y uno de
ellos, que presenta además un hermafroditismo congénito, está aún en discusión. De los cinco casos de psicosis,
tres de ellos son psicosis extraordinarias y dos ordinarias. En dos de los casos se constata una insensibilización
genital que evidencia la no fetichización del órgano, diciendo uno de ellos: “es como si me tocaran la rodilla”,
el rechazo al órgano está presente en ellos. En todos ellos el trabajo del análisis produce una paciicación, y el
agregado de la reasignación simbólica de su sexo colabora con ella, logrando una cierta estabilización en cinco
de los seis casos: en uno, trabajar con el signiicante “ser mejor mujer” lo paciica, en otro, las voces injuriantes
ceden cuando logra inscribir en el documento su nuevo nombre, en otro, respetar una certeza que avanza por
la vía de feminizarse también lo paciica, en otro, lograr la posición de “una mujer distinta” en su relación con
un hombre produce una localización. En el quinto caso de psicosis, el que no logra estabilizarse, la prohibición
familiar a esta solución produce un brote esquizofrénico. Por último, en el caso que aún está en discusión su
diagnóstico, el trabajo en relación con su paternidad le permite inscribirse como hombre.
4.3. Casos que implican una reasignación quirúrgica del sexo
Examinamos tres casos que no sólo han hecho la reasignación simbólica de sexo, sino que han llegado a la
intervención quirúrgica. En todos diagnosticamos una psicosis, dos de ellos ordinarias y una extraordinaria.
En uno de los casos, cuando se instala la certeza, intenta resistirse yendo al gimnasio o dejándose la barba, pero
luego cede y comienza la reasignación de sexo.
Es interesante remarcar que en los tres casos se veriica una descompensación posterior a la intervención
quirúrgica, a diferencia de los anteriores donde había una paciicación. Se veriica también que antes de la
intervención, el rechazo del órgano, pese a ser sufrido e incómodo, producía una localización de goce, que con
la intervención se deslocaliza. Dos de ellos logran mediante el análisis un trabajo sobre lo femenino que les
permite una paciicación: una lo logra a partir de un trabajo que consiste en transformar a las mujeres, y otra
mediante la diferenciación entre una mujer y una mujer trans, junto a un trabajo en relación con el semblante.
4.4. Travestismo
Examinamos dos casos de travestismo en los que se constatan diferencias. Uno de ellos muestra una alucinación
infantil que lo ubica como psicosis y ello se veriica en el análisis, mientras que el otro puede ubicarse como
una perversión. En el caso de psicosis la intervención del analista en su trabajo sobre lo femenino produce una
paciicación, a partir del trabajo de “vestirse de mujer para ser una mujer lesbiana”. En el caso de perversión
se veriica un decaimiento libidinal en el punto donde el sujeto no puede sostenerse en la mirada del Otro, que
el análisis logra paciicar. Veriicamos la perversión en ciertas consecuencias de la renegación de la castración:
a diferencia de los casos anteriores, el órgano está sumamente fetichizado como condición de goce, y puede
situarse el goce que produce la perplejidad del Otro.
5. Conclusiones generales
Hasta aquí podemos concluir en aquello que el rastreo clínico nos permitió constatar una vez más, que al
dirigirnos a los síntomas contemporáneos encontramos allí tipos de síntomas bajo un común sinthomático: lo
determinante que supone el encuentro de un real con lalengua, en tanto condición de goce y modo de habitar
de un sujeto sus identiicaciones.
http://virtualia.eol.org.ar/ 10
Julio-Agosto - 2016
#32
Desde esta perspectiva, enumerar los casos no signiica armar un universal sino que se trata de poder situar un
goce particularizado a partir del discurso del psicoanálisis. Es bajo la experiencia de la transferencia por donde
pudimos veriicar que ese goce toma cuerpo, se singulariza.
• De los catorce casos, doce se observaron como psicosis, uno como perversión y uno con un diagnóstico aun
en discusión.
• De los catorce, los hombres que se reasignaron como mujeres son diez, y las mujeres reasignadas como
hombres son cuatro.
• Tres son niños, seis son adolescentes o jóvenes y cinco adultos.
• De los doce casos de psicosis, seis pueden considerarse psicosis extraordinarias, y seis ordinarias
• La reasignación de sexo simbólica tuvo una función paciicadora para nueve de ellos que no se operaron.
Uno de ellos cuando se prohibió esa solución se descompensó. En oposición a ello, para los tres que sí se
operaron, la intervención quirúrgica tuvo una función descompensatoria.
• En los doce casos de psicosis veriicadas, se constata que la imagen del sexo funciona como un intento
de solución, a veces lograda, a veces fallida. Pero los doce casos apelan a lo mismo, ya sea como certeza,
identiicación o asíntota: la imagen del sexo les permite hacerse un cuerpo.
En la mayoría de los casos se puede veriicar la pregnancia del discurso sobre el género, previo al encuentro con
un analista, y en particular –en casi todos ellos– se presenta la cirugía como promesa de alivio al sufrimiento
de quien dice pertenecer a un sexo al que su cuerpo no corresponde. Más allá de si ésta se realiza o no, si en el
transcurso del tratamiento gana o pierde consistencia, la “solución” quirúrgica, universal y prêt-à-porter, está
allí presente.
Si la “feminización” del mundo conlleva al estallido de las identiicaciones sexuadas, el transexual como
síntoma de la época nos muestra cómo ella está fuertemente marcada por el discurso de la ciencia: rechazo
del signiicante al tratar el órgano como real, rechazo de la dimensión subjetiva y de lo singular del proceso de
sexuación para cada quien.
Arribar a estas conclusiones nos permite interrogar sobre la partida que juega el analista de orientación lacaniana.
Con esta enseñanza clínica podemos airmar que es tarea de un psicoanalista poner en cuestión estas soluciones
que la civilización promete y acompañar a cada sujeto, haga uso o no de estas técnicas, a que encuentre un
tratamiento del goce que le sea soportable desde sus marcas singulares, sostenido en un lazo subjetivo posible,
tal como queda demostrado en varios de los casos aquí observados.
Buenos Aires, marzo de 2016
Agradecemos a los colegas: Patricio Álvarez, Clarisse Boechat, Silvina Bragagnolo, Alejandra Breglia, Paola Cornu,
Andrea Cucagna, Victoria de la Fuente, Alejandra Guerra, Paula Husni, Mariana Santoni, Noelia Trivisonno y Néstor
Yelatti, por sus colaboraciones clínicas.
NOTAS
1. Lo que Simone de Beauvoir había expresado en 1949 con el conciso: “La mujer no nace, se hace”.
Véase: http://www.europarl.europa.eu/transl_es/plataforma/pagina/celter/art1gender.htm
2. Foucault, M., Historia de la sexualidad. 1-la voluntad de saber, Siglo XXI, México, 1991.
3. Ibíd., pp. 188 y 191.
4. Miller, J.-A., “La relación corporal”, cap. XIX, Piezas sueltas, Paidós, Bs. As., 2013.
5. Eric Laurent agrega que “...Contrariamente a otros militantes de la reivindicación de las comunidades de goce, esta autora está a favor del
psicoanálisis. Pero apela a un psicoanálisis que apuntaría a un ideal preedípico, perverso polimorfo en los términos de Freud”. Laurent, E.,
“Un nuevo amor por el padre”, en Torres, M., Schnitzer, G., Antuña, A., Peidro, S. (comps.), Transformaciones. Ley, diversidad, sexuación,
Grama, Bs. As., 2013, p. 189.
http://virtualia.eol.org.ar/ 11
Julio-Agosto - 2016
#32
6. Freud, S., “Conferencias de introducción al psicoanálisis (Parte III)” (1917), Obras Completas, Vol. XVI, Amorrortu, Bs. As., 1991.
7. Freud, S., “La organización genital infantil” (1923), Obras completas, Vol. XIX, op. cit.
8. Freud, S., “El sepultamiento del complejo de Edipo” (1924), Obras completas, Vol. XIX, op. cit.
9. Freud, S., “Tres ensayos de teoría sexual” (1905), Obras completas, Vol. XIX, op. cit.
10. Freud, S., “La organización genital infantil”, op. cit.
11. Freud, S., “El sepultamiento del complejo de Edipo”, op. cit.
12. Freud, S., “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia paranoide) descrito autobiográicamente” (1911), Obras
completas, Vol. X, op. cit.
13. Lacan, J., El Seminario, Libro 4. La relación de objeto, Paidós, Bs. As., 2002, p. 272.
14. Lacan, J., “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, Escritos 2, Siglo XXI, Bs. As., 1987.
15. Freud, S., “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia...”, op. cit., p. 29.
16. Ibíd., p. 32.
17. Lacan, J., “La signiicación del falo”, Escritos 2, Siglo XXI, México, 2008, pp. 653-662.
18. Lacan, J., El Seminario, Libro 3, Las psicosis, Paidós, Bs. As., 1991.
19. Lacan, J., El seminario, Libro 18. De un discurso que no fuera del semblante, Paidós, Bs. As., 2009.
20. Ibíd., p. 33.
21. Lacan, J., El Seminario, Libro 19. ...o peor, Paidós, Bs. As., 2012, p. 17.
22. Lacan, J., “El atolondradicho”, Otros escritos, Paidós, Bs. As., 2012.
23. Ibíd., p. 490.
24. Millot, C., Ensexo. Ensayo sobre el transexualismo, Catálogos, Bs. As., 1984, p. 14.
25. Ibíd.
26. Miller, J.-A., “El inconsciente es político”, Lacaniana 1, Altamira, Bs. As., 2003.
27. Laurent, E., “El orden simbólico en el siglo XXI. No es más lo que era. ¡Qué consecuencias para la cura?, El Caldero de la Escuela 17, Grama,
Bs. As., 2012, p. 6.
BIBLIOGRAFÍA
• AA. VV., Colofón Nº 22, Clínica de la sexuación y (no) clínica del género, Boletín de la Federación Internacional de Bibliotecas del Campo
Freudiano, noviembre de 2002.
• AA. VV., Transformaciones. Ley, diversidad, sexuación, Torres, M., Schnitzer, G., Antuña, A., Peidro, S. (comps.), Grama, Bs. As., 2013.
• Álvarez Bayón, P., Antuña, A., Klainer,E., Husni, P., Mozzi, V., Nitzcaner, D., (2015) «Primer informe sobre la Ley de Identidad de Género
en Argentina», AMP/WAP Asociación Mundial de Psicoanálisis [en línea], 2005. Consultado en http://www.wapol.org/es/articulos/
Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=13&intEdicion=9&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=2753&intIdiomaArticulo=1
• Allouch, J., La Sombra de tu perro. Discurso psicoanalítico. Discurso lesbiano, El cuenco del plata, Bs. As., 2004.
• Barros, M. La condición femenina, Grama, Bs. As., 2011.
• Ansermet, F., “Identidad sexual”, Scilicet: El cuerpo hablante. Sobre el inconsciente en el siglo XXI, Grama, Bs. As., 2015.
• Antuña, A., “Transformaciones en el Otro social. Sexuación y iliación”. En Virtualia, Revista digital de la EOL [en línea], julio 2014.
Consultado en http://virtualia.eol.org.ar/028/template.asp?Sexo-y-epoca/Transformaciones-en-el-Otro-social.html
• Brodsky, G., “La clínica femenina”, Clínica de la sexuación, NEL-Bogotá, Bogotá, 2004.
• Butler, J., Deshacer el género, Paidós, Bs. As., 2010.
• Butler, J., El género en disputa, Paidós, Bs. As., 2010.
• Butler, J., Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”. Paidós, Bs. As., 2005.
• Butler, J., Lenguaje, poder e identidad, Síntesis, Madrid, 2004.
• Fernández, J., Cuerpos desobedientes. Travestismo e identidad de género, Edhasa, Bs. As., 2004.
• Freud, S., “Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa” (1895), Obras completas, Vol. III, Amorrortu, Bs. As., 1986.
• Freud, S., “Tres ensayos de teoría sexual” (1905), Obras completas, Vol. VII, Amorrortu, Bs. As., 1990.
• Freud, S., “La moral sexual «cultural» y la nerviosidad moderna” (1908), Obras completas, Vol. IX, Amorrortu, Bs. As., 1989.
• Freud, S., “Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad” (1908). Obras completas, Vol. IX, Amorrortu , Bs. As., 1989.
• Freud, S., “Sobre un tipo particular de elección de objeto en el hombre” (1910), Obras completas, Vol. XI, Amorrortu, Bs. As., 1988.
• Freud, S., “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia descrito autobiográicamente” (1911), Obras completas, Vol. XII,
Amorrortu, Bs. As., 1986.
• Freud, S “Sobre la más generalizada degradación de la vida erótica” (1912), Obras completas, Vol. XI, Amorrortu, Bs. As., 1988.
• Freud, S., “El tabú de la virginidad” (1918), Obras completas, Vol. XI, Amorrortu, Bs. As., 1988.
• Freud, S., “«Pegan a un niño». Contribución al conocimiento de las génesis de las perversiones sexuales” (1919), Obras completas, Vol. XVII,
Amorrortu, Bs. As., 1990.
• Freud, S., “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina” (1920), Obras completas, Vol. XVIII, Amorrortu, Bs. As., 1990.
• Freud, S., “La organización genital infantil” (1923), Obras completas, Vol. XIX, Amorrortu, Bs. As., 1990.
• Freud, S., “El problema económico del masoquismo” (1924), Obras completas, Vol. XIX, Amorrortu, Bs. As., 1990.
• Freud, S., “El sepultamiento del complejo de Edipo” (1924), Obras completas, Vol. XIX, Amorrortu, Bs. As., 1990.
• Freud, S., “Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos” (1925), Obras completas, Vol. XIX, Amorrortu, Bs.
As., 1990.
• Freud, S., “Fetichismo” (1927), Obras completas, Vol. XXI, Amorrortu, Bs. As., 1990.
• Freud, S., “El malestar en la cultura” (1930), Obras completas, Vol. XXI, Amorrortu, Bs. As., 1990.
• Freud, S., “Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis”. “33ª conferencia. La feminidad”. (1933), Obras completas, Vol. XXII,
Amorrortu, Bs. As., 1998.
• Foucault, M., Historia de la sexualidad. 1-la voluntad de saber, Siglo XXI, México, 1991.
• Godoy, C., “Psicosis y sexuación”, Revista Ancla N° 2, Grama, Bs. As., 2008.
• Godoy, C., “Bisexualidad”, Scilicet: El orden simbólico en el siglo XXI, Grama, Bs. As., 2012.
http://virtualia.eol.org.ar/ 12
Julio-Agosto - 2016
#32
• Helien, A., Piotto, A., Cuerpos equivocados. Hacia la comprensión de la diversidad sexual, Paidós, Bs. As., 2012.
• Kraepelin, E., “Paranoia” (Lección 15), Introducción a la clínica psiquiátrica, Sánchez Calleja, Madrid, 1905.
• Lacan, J., “Intervención sobre la transferencia”, Escritos 1, Siglo XXI, Bs. As., 1985.
• Lacan, J., “El mito individual del neurótico”, Intervenciones y textos 1, Manantial, Bs. As., 1985.
• Lacan, J., “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”, Escritos 1, Siglo XXI, Bs. As., 1977.
• Lacan, J., “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, Escritos 2, Siglo XXI, Bs. As., 1987.
• Lacan, J., “La signiicación del falo”, Escritos 2, Siglo XXI, Bs. As., 1987.
• Lacan, J., “Los complejos familiares en la formación del individuo”, Otros escritos, Paidós, Bs. As., 2002.
• Lacan, J., El Seminario, Libro 3. Las psicosis, Paidós, Bs. As., 1991.
• Lacan, J., El Seminario, Libro 4. La relación de objeto, Paidós, Bs. As., 2002.
• Lacan, J., El Seminario, Libro 5. Las formaciones del inconsciente, Paidós, Bs. As., 2005.
• Lacan, J., “La signiicación del falo”, Escritos 2, Siglo XXI, México, 2008, pp. 653-662.
• Lacan, J., “Ideas directivas para un congreso sobre la sexualidad femenina”, Escritos 2, Siglo XXI, México, 2008, pp. 689-702.
• Lacan, J., El seminario, Libro 18, De un discurso que no fuera del semblante, Paidós, Bs. As., 2009.
• Lacan, J., El Seminario, Libro 19, ...o peor, Paidós, Bs. As., 2012.
• Lacan, J., “El atolondradicho”, Otros escritos, Paidós, Bs. As., 2012.
• Lacan, J., El Seminario, Libro 20. Aun, Paidós, Bs. As., 1982.
• Lacan, J., El Seminario, Libro 22, “RSI”, inédito.
• Lacan, J., El Seminario, Libro 23. El sinthome, Paidós, Bs. As., 2006.
• Laurent, E., Posiciones femeninas del ser, Tres Haches, Bs. As., 1999.
• Laurent, E., Síntoma y nominación, Colección Diva, Bs. As., 2002.
• Laurent, E., El goce sin rostro, Tres Haches, Bs. As., 2010.
• Laurent, E. “El orden simbólico en el siglo XXI. No es más lo que era. ¡Qué consecuencias para la cura? En El Caldero de la Escuela, N° 17,
Grama, Bs. As., 2012.
• Laurent, E., “Un nuevo amor por el padre”. Transformaciones. Ley, diversidad, sexuación, Grama, Bs. As., 2013.
• Leguil, C., “Transgénero en el siglo XXI ¿Un requerimiento de marca signiicante o una negación a ser marcado?”, Revista Enlaces N° 20,
Grama, Bs. As., octubre 2014.
• Mauas, L., “Los hijos del mercado”, Revista Enlaces N° 20, Grama, Bs. As., octubre 2014.
• Miller, J.-A., “H2O”, Matemas 2, Manantial, Bs. As., 1988.
• Miller, J.-A., Lógicas de la vida amorosa, Manantial, Bs. As., 1991.
• Miller, J.-A., Los divinos detalles, Paidós, Bs. As., 2010.
• Miller, J.-A., De la naturaleza de los semblantes, Paidós, Bs. As., 2001.
• Miller, J.-A., El partenaire-síntoma, Paidós, Bs. As., 2008.
• Miller, J.-A. y otros, Las psicosis ordinarias, Paidós, Bs. As., 2003.
• Miller, J.-A., “El inconsciente es político”, Revista Lacaniana N° 1, Altamira, Bs. As., 2003.
• Miller, J.-A., La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, Paidós, Bs. As., 2003.
• Miller, J.-A., Piezas sueltas, Paidós, Bs. As., 2013.
• Millot, C., Ensexo. Ensayo sobre el transexualismo, Catálogos, Bs. As., 1984.
• Morel, G., Ambigüedades sexuales. Sexuación y psicosis, Manantial, Bs. As., 2002.
• Mozzi, V. La sospecha freudiana, Tres Haches, Bs. As., 2012.
• Ons, S., Comunismo sexual, Paidós, Bs. As., 2012.
• Pérez Jiménez, J. C., De lo trans. Identidades de género y psicoanálisis, Grama, Bs. As., 2013.
• Pineda, A., “Lo raro y lo recto. Las clasiicaciones”, Revista Enlaces N° 20, Grama, Bs. As., octubre 2014.
• Schejtman, F., “Síntoma y sinthome”, Revista Ancla N°2, Grama, Bs. As., 2007.
• Stoller, R., Sex and gender, New York: Science House, 1968.
• Tendlarz, S., “Trans en Argentina. La ley de identidad de género”, Dossier sobre sexualidades trans, Revista Enlaces N° 20 [en línea],
octubre 2014. Véase:
• http://www.revistaenlaces.com.ar/2.0/archivos/lecturas/20/Silvia%20Tendlarz%20-%20Trans%20en%20Argentina.%20La%20ley%20
de%20identidad%20de%20genero.pdf
• Tin, L.-G., La invención de la cultura heterosexual, El cuenco de plata, Bs. As., 2012.
• Yelati, N., “Transexualismo”, Un real para el siglo XXI, Grama, Bs. As., 2014.
• Zupancic, A., Copec, J., Cevasco, R., Ser-para-el-sexo, Barcelona.

Más contenido relacionado

Similar a Transexualismo y travestismo desde la perspectiva del psicoanálisis

La ideología de género sus peligros y alcances
La ideología de género sus peligros y alcancesLa ideología de género sus peligros y alcances
La ideología de género sus peligros y alcancesjhoanirave2013
 
Maffia, diana sexualidades migrantes genero y transgenero(1)
Maffia, diana   sexualidades migrantes genero y transgenero(1)Maffia, diana   sexualidades migrantes genero y transgenero(1)
Maffia, diana sexualidades migrantes genero y transgenero(1)Said Romm
 
Revisiones críticas al concepto de género. Apuntes para la teoría social cont...
Revisiones críticas al concepto de género. Apuntes para la teoría social cont...Revisiones críticas al concepto de género. Apuntes para la teoría social cont...
Revisiones críticas al concepto de género. Apuntes para la teoría social cont...Álex Hincapié
 
Trabajo Final de Realizaciones culturales - Quintal Lorena.docx
Trabajo Final de Realizaciones culturales  - Quintal Lorena.docxTrabajo Final de Realizaciones culturales  - Quintal Lorena.docx
Trabajo Final de Realizaciones culturales - Quintal Lorena.docxLorenaQuintal1
 
Marcela lagarde sexualidad
Marcela lagarde sexualidadMarcela lagarde sexualidad
Marcela lagarde sexualidadDanna Jurado
 
Ideología de género
Ideología de géneroIdeología de género
Ideología de génerofedavifa
 
Ideología de Género.pptx
Ideología de Género.pptxIdeología de Género.pptx
Ideología de Género.pptxmaab1860
 
Lo propio de la "ideología de género" y sus objetivos: abolir el matrimonio, ...
Lo propio de la "ideología de género" y sus objetivos: abolir el matrimonio, ...Lo propio de la "ideología de género" y sus objetivos: abolir el matrimonio, ...
Lo propio de la "ideología de género" y sus objetivos: abolir el matrimonio, ...Ramón Copa
 
Leccion 1.1 sexualidades
Leccion 1.1 sexualidadesLeccion 1.1 sexualidades
Leccion 1.1 sexualidadesMirtha Vecchi
 
Sexualidades migrantes Diana Maffia
Sexualidades migrantes Diana MaffiaSexualidades migrantes Diana Maffia
Sexualidades migrantes Diana MaffiaNoeLia Ibañez
 
Lectura 1 diversidad sexogenérica impacto en la subjetividad infantil
Lectura 1 diversidad sexogenérica impacto en la subjetividad infantilLectura 1 diversidad sexogenérica impacto en la subjetividad infantil
Lectura 1 diversidad sexogenérica impacto en la subjetividad infantilCarlosFran2
 
[01b] salgado (2009) género y derechos humanos
[01b] salgado (2009)   género y derechos humanos[01b] salgado (2009)   género y derechos humanos
[01b] salgado (2009) género y derechos humanosvboassi12
 
perspectiva de Genero
perspectiva de Generoperspectiva de Genero
perspectiva de Generozolis15
 
Identidad lésbica en la literatura chilena reciente por amancai argomedo carm...
Identidad lésbica en la literatura chilena reciente por amancai argomedo carm...Identidad lésbica en la literatura chilena reciente por amancai argomedo carm...
Identidad lésbica en la literatura chilena reciente por amancai argomedo carm...Amancai Argomedo Carmona
 
Judith butler El genero en disputa
Judith butler El genero en disputaJudith butler El genero en disputa
Judith butler El genero en disputalasnaciones
 

Similar a Transexualismo y travestismo desde la perspectiva del psicoanálisis (20)

La ideología de género sus peligros y alcances
La ideología de género sus peligros y alcancesLa ideología de género sus peligros y alcances
La ideología de género sus peligros y alcances
 
Maffia, diana sexualidades migrantes genero y transgenero(1)
Maffia, diana   sexualidades migrantes genero y transgenero(1)Maffia, diana   sexualidades migrantes genero y transgenero(1)
Maffia, diana sexualidades migrantes genero y transgenero(1)
 
Revisiones críticas al concepto de género. Apuntes para la teoría social cont...
Revisiones críticas al concepto de género. Apuntes para la teoría social cont...Revisiones críticas al concepto de género. Apuntes para la teoría social cont...
Revisiones críticas al concepto de género. Apuntes para la teoría social cont...
 
Ideologia de genero agl
Ideologia de genero aglIdeologia de genero agl
Ideologia de genero agl
 
Trabajo Final de Realizaciones culturales - Quintal Lorena.docx
Trabajo Final de Realizaciones culturales  - Quintal Lorena.docxTrabajo Final de Realizaciones culturales  - Quintal Lorena.docx
Trabajo Final de Realizaciones culturales - Quintal Lorena.docx
 
El concepto de_genero_y_sus_avatares
El concepto de_genero_y_sus_avataresEl concepto de_genero_y_sus_avatares
El concepto de_genero_y_sus_avatares
 
Marcela lagarde sexualidad
Marcela lagarde sexualidadMarcela lagarde sexualidad
Marcela lagarde sexualidad
 
Ideología de género
Ideología de géneroIdeología de género
Ideología de género
 
Sesion8docx
Sesion8docxSesion8docx
Sesion8docx
 
Ideología de Género.pptx
Ideología de Género.pptxIdeología de Género.pptx
Ideología de Género.pptx
 
Lo propio de la "ideología de género" y sus objetivos: abolir el matrimonio, ...
Lo propio de la "ideología de género" y sus objetivos: abolir el matrimonio, ...Lo propio de la "ideología de género" y sus objetivos: abolir el matrimonio, ...
Lo propio de la "ideología de género" y sus objetivos: abolir el matrimonio, ...
 
Leccion 1.1 sexualidades
Leccion 1.1 sexualidadesLeccion 1.1 sexualidades
Leccion 1.1 sexualidades
 
Ideología de Género - Informes y Datos
Ideología de Género - Informes y DatosIdeología de Género - Informes y Datos
Ideología de Género - Informes y Datos
 
Sexualidades migrantes Diana Maffia
Sexualidades migrantes Diana MaffiaSexualidades migrantes Diana Maffia
Sexualidades migrantes Diana Maffia
 
Lectura 1 diversidad sexogenérica impacto en la subjetividad infantil
Lectura 1 diversidad sexogenérica impacto en la subjetividad infantilLectura 1 diversidad sexogenérica impacto en la subjetividad infantil
Lectura 1 diversidad sexogenérica impacto en la subjetividad infantil
 
[01b] salgado (2009) género y derechos humanos
[01b] salgado (2009)   género y derechos humanos[01b] salgado (2009)   género y derechos humanos
[01b] salgado (2009) género y derechos humanos
 
Marta lamas
Marta lamasMarta lamas
Marta lamas
 
perspectiva de Genero
perspectiva de Generoperspectiva de Genero
perspectiva de Genero
 
Identidad lésbica en la literatura chilena reciente por amancai argomedo carm...
Identidad lésbica en la literatura chilena reciente por amancai argomedo carm...Identidad lésbica en la literatura chilena reciente por amancai argomedo carm...
Identidad lésbica en la literatura chilena reciente por amancai argomedo carm...
 
Judith butler El genero en disputa
Judith butler El genero en disputaJudith butler El genero en disputa
Judith butler El genero en disputa
 

Más de NicolleUlloa2

Aproximaciones_a_la_psicoterapia_Una_int.pdf
Aproximaciones_a_la_psicoterapia_Una_int.pdfAproximaciones_a_la_psicoterapia_Una_int.pdf
Aproximaciones_a_la_psicoterapia_Una_int.pdfNicolleUlloa2
 
AA_VV_Psicosis_y_psicoanalisis.pdf
AA_VV_Psicosis_y_psicoanalisis.pdfAA_VV_Psicosis_y_psicoanalisis.pdf
AA_VV_Psicosis_y_psicoanalisis.pdfNicolleUlloa2
 
A_Avila_B_Roji_and_L_A_Saul_Coords_2004.pdf
A_Avila_B_Roji_and_L_A_Saul_Coords_2004.pdfA_Avila_B_Roji_and_L_A_Saul_Coords_2004.pdf
A_Avila_B_Roji_and_L_A_Saul_Coords_2004.pdfNicolleUlloa2
 
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes (1).pdf
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes (1).pdfAbordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes (1).pdf
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes (1).pdfNicolleUlloa2
 
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes.pdf
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes.pdfAbordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes.pdf
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes.pdfNicolleUlloa2
 
Acerca_del_proceso_inferencial_clinico_e.pdf
Acerca_del_proceso_inferencial_clinico_e.pdfAcerca_del_proceso_inferencial_clinico_e.pdf
Acerca_del_proceso_inferencial_clinico_e.pdfNicolleUlloa2
 
ALOMO_Lafuncinsocialdelaesquizofrenia_Fragmento.pdf
ALOMO_Lafuncinsocialdelaesquizofrenia_Fragmento.pdfALOMO_Lafuncinsocialdelaesquizofrenia_Fragmento.pdf
ALOMO_Lafuncinsocialdelaesquizofrenia_Fragmento.pdfNicolleUlloa2
 
Acerca_de_las_opticas_de_Freud_y_Miller (1).pdf
Acerca_de_las_opticas_de_Freud_y_Miller (1).pdfAcerca_de_las_opticas_de_Freud_y_Miller (1).pdf
Acerca_de_las_opticas_de_Freud_y_Miller (1).pdfNicolleUlloa2
 
ACERCA_DE_LOS_CELOS_EN_PSICOANALISIS_UNA.pdf
ACERCA_DE_LOS_CELOS_EN_PSICOANALISIS_UNA.pdfACERCA_DE_LOS_CELOS_EN_PSICOANALISIS_UNA.pdf
ACERCA_DE_LOS_CELOS_EN_PSICOANALISIS_UNA.pdfNicolleUlloa2
 
Angustia_Del_origen_a_su_funcion_Teorias.pdf
Angustia_Del_origen_a_su_funcion_Teorias.pdfAngustia_Del_origen_a_su_funcion_Teorias.pdf
Angustia_Del_origen_a_su_funcion_Teorias.pdfNicolleUlloa2
 
7_conceptos_basicos_del_psicoanalisis.pdf
7_conceptos_basicos_del_psicoanalisis.pdf7_conceptos_basicos_del_psicoanalisis.pdf
7_conceptos_basicos_del_psicoanalisis.pdfNicolleUlloa2
 

Más de NicolleUlloa2 (11)

Aproximaciones_a_la_psicoterapia_Una_int.pdf
Aproximaciones_a_la_psicoterapia_Una_int.pdfAproximaciones_a_la_psicoterapia_Una_int.pdf
Aproximaciones_a_la_psicoterapia_Una_int.pdf
 
AA_VV_Psicosis_y_psicoanalisis.pdf
AA_VV_Psicosis_y_psicoanalisis.pdfAA_VV_Psicosis_y_psicoanalisis.pdf
AA_VV_Psicosis_y_psicoanalisis.pdf
 
A_Avila_B_Roji_and_L_A_Saul_Coords_2004.pdf
A_Avila_B_Roji_and_L_A_Saul_Coords_2004.pdfA_Avila_B_Roji_and_L_A_Saul_Coords_2004.pdf
A_Avila_B_Roji_and_L_A_Saul_Coords_2004.pdf
 
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes (1).pdf
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes (1).pdfAbordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes (1).pdf
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes (1).pdf
 
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes.pdf
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes.pdfAbordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes.pdf
Abordajes_psicoanaliticos_a_inquietudes.pdf
 
Acerca_del_proceso_inferencial_clinico_e.pdf
Acerca_del_proceso_inferencial_clinico_e.pdfAcerca_del_proceso_inferencial_clinico_e.pdf
Acerca_del_proceso_inferencial_clinico_e.pdf
 
ALOMO_Lafuncinsocialdelaesquizofrenia_Fragmento.pdf
ALOMO_Lafuncinsocialdelaesquizofrenia_Fragmento.pdfALOMO_Lafuncinsocialdelaesquizofrenia_Fragmento.pdf
ALOMO_Lafuncinsocialdelaesquizofrenia_Fragmento.pdf
 
Acerca_de_las_opticas_de_Freud_y_Miller (1).pdf
Acerca_de_las_opticas_de_Freud_y_Miller (1).pdfAcerca_de_las_opticas_de_Freud_y_Miller (1).pdf
Acerca_de_las_opticas_de_Freud_y_Miller (1).pdf
 
ACERCA_DE_LOS_CELOS_EN_PSICOANALISIS_UNA.pdf
ACERCA_DE_LOS_CELOS_EN_PSICOANALISIS_UNA.pdfACERCA_DE_LOS_CELOS_EN_PSICOANALISIS_UNA.pdf
ACERCA_DE_LOS_CELOS_EN_PSICOANALISIS_UNA.pdf
 
Angustia_Del_origen_a_su_funcion_Teorias.pdf
Angustia_Del_origen_a_su_funcion_Teorias.pdfAngustia_Del_origen_a_su_funcion_Teorias.pdf
Angustia_Del_origen_a_su_funcion_Teorias.pdf
 
7_conceptos_basicos_del_psicoanalisis.pdf
7_conceptos_basicos_del_psicoanalisis.pdf7_conceptos_basicos_del_psicoanalisis.pdf
7_conceptos_basicos_del_psicoanalisis.pdf
 

Último

11-incisiones-y-cierre-de-pared-abdominal.ppt
11-incisiones-y-cierre-de-pared-abdominal.ppt11-incisiones-y-cierre-de-pared-abdominal.ppt
11-incisiones-y-cierre-de-pared-abdominal.pptyuhelipm
 
Psicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdf
Psicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdfPsicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdf
Psicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdfdelvallepadrob
 
SEGUNDA Y TERCERA SEMANA DEL DESARROLLO EMBRIONARIO.pptx
SEGUNDA  Y  TERCERA  SEMANA  DEL  DESARROLLO  EMBRIONARIO.pptxSEGUNDA  Y  TERCERA  SEMANA  DEL  DESARROLLO  EMBRIONARIO.pptx
SEGUNDA Y TERCERA SEMANA DEL DESARROLLO EMBRIONARIO.pptxArian753404
 
(2024-04-30). ACTUALIZACIÓN EN PREP FRENTE A VIH (PPT)
(2024-04-30). ACTUALIZACIÓN EN PREP FRENTE A VIH (PPT)(2024-04-30). ACTUALIZACIÓN EN PREP FRENTE A VIH (PPT)
(2024-04-30). ACTUALIZACIÓN EN PREP FRENTE A VIH (PPT)UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
Cartilla Nacional Mexicana de 10 a 19 años
Cartilla Nacional Mexicana de 10 a 19 añosCartilla Nacional Mexicana de 10 a 19 años
Cartilla Nacional Mexicana de 10 a 19 añosLauraGarduza2
 
Sangrado Uterino Anormal. Dr Carlos Quiroz_052747.pptx
Sangrado Uterino Anormal. Dr Carlos Quiroz_052747.pptxSangrado Uterino Anormal. Dr Carlos Quiroz_052747.pptx
Sangrado Uterino Anormal. Dr Carlos Quiroz_052747.pptxCarlos Quiroz
 
Celulas del sistema nervioso clase medicina
Celulas del sistema nervioso clase medicinaCelulas del sistema nervioso clase medicina
Celulas del sistema nervioso clase medicinaSalomeLoor1
 
Ovario. Ciclo ovárico o ciclo menstrual.pdf
Ovario. Ciclo ovárico o ciclo menstrual.pdfOvario. Ciclo ovárico o ciclo menstrual.pdf
Ovario. Ciclo ovárico o ciclo menstrual.pdfALINJASSIVYBASILIORE
 
Radiologia_de_Urgencias_y_Emergencias_3deg_Ed.pdf
Radiologia_de_Urgencias_y_Emergencias_3deg_Ed.pdfRadiologia_de_Urgencias_y_Emergencias_3deg_Ed.pdf
Radiologia_de_Urgencias_y_Emergencias_3deg_Ed.pdfAntonioRicardoOrrego
 
seminario patología de los pares craneales 2024.pptx
seminario patología de los pares craneales 2024.pptxseminario patología de los pares craneales 2024.pptx
seminario patología de los pares craneales 2024.pptxScarletMedina4
 
Sistema Nervioso Periférico (1).pdf
Sistema Nervioso Periférico      (1).pdfSistema Nervioso Periférico      (1).pdf
Sistema Nervioso Periférico (1).pdfNjeraMatas
 
FISIOLOGIA BACTERIANA y mecanismos de acción (1).pptx
FISIOLOGIA BACTERIANA y mecanismos de acción (1).pptxFISIOLOGIA BACTERIANA y mecanismos de acción (1).pptx
FISIOLOGIA BACTERIANA y mecanismos de acción (1).pptxLoydaMamaniVargas
 
Hemorragia de tubo digestivo alto y bajo (1).pdf
Hemorragia de tubo digestivo alto y bajo (1).pdfHemorragia de tubo digestivo alto y bajo (1).pdf
Hemorragia de tubo digestivo alto y bajo (1).pdfELIZABETHTOVARZAPATA
 
AGENTES FÍSICOS EN FISIOTERAPIA (CFF OPHYSIO)
AGENTES FÍSICOS EN FISIOTERAPIA (CFF OPHYSIO)AGENTES FÍSICOS EN FISIOTERAPIA (CFF OPHYSIO)
AGENTES FÍSICOS EN FISIOTERAPIA (CFF OPHYSIO)FidoPereira
 
OXIGENO TERAPIA: AEROSOLTERAPIA EN PACIENTES
OXIGENO TERAPIA: AEROSOLTERAPIA  EN PACIENTESOXIGENO TERAPIA: AEROSOLTERAPIA  EN PACIENTES
OXIGENO TERAPIA: AEROSOLTERAPIA EN PACIENTESandrescacha
 
Hospital Japonés Adecuación Bolivia Santa Cruz
Hospital Japonés Adecuación Bolivia Santa CruzHospital Japonés Adecuación Bolivia Santa Cruz
Hospital Japonés Adecuación Bolivia Santa CruzRamiroLLanque
 
CLASE DE VIH/ETS - UNAN 2024 PEDIATRIA I
CLASE DE VIH/ETS - UNAN 2024 PEDIATRIA ICLASE DE VIH/ETS - UNAN 2024 PEDIATRIA I
CLASE DE VIH/ETS - UNAN 2024 PEDIATRIA ILucy López
 
WE DO TRANSFORMATIONS DAY presentación .pptx
WE DO TRANSFORMATIONS DAY presentación   .pptxWE DO TRANSFORMATIONS DAY presentación   .pptx
WE DO TRANSFORMATIONS DAY presentación .pptxr7dzcbmq2w
 
1. PRESENTACION DE MANEJO DE CLAVE ROJA
1. PRESENTACION DE  MANEJO DE CLAVE ROJA1. PRESENTACION DE  MANEJO DE CLAVE ROJA
1. PRESENTACION DE MANEJO DE CLAVE ROJAanamamani2023
 
Clase 15 Artrologia mmii 1 de 3 (Cintura Pelvica y Cadera) 2024.pdf
Clase 15 Artrologia mmii 1 de 3 (Cintura Pelvica y Cadera) 2024.pdfClase 15 Artrologia mmii 1 de 3 (Cintura Pelvica y Cadera) 2024.pdf
Clase 15 Artrologia mmii 1 de 3 (Cintura Pelvica y Cadera) 2024.pdfgarrotamara01
 

Último (20)

11-incisiones-y-cierre-de-pared-abdominal.ppt
11-incisiones-y-cierre-de-pared-abdominal.ppt11-incisiones-y-cierre-de-pared-abdominal.ppt
11-incisiones-y-cierre-de-pared-abdominal.ppt
 
Psicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdf
Psicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdfPsicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdf
Psicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdf
 
SEGUNDA Y TERCERA SEMANA DEL DESARROLLO EMBRIONARIO.pptx
SEGUNDA  Y  TERCERA  SEMANA  DEL  DESARROLLO  EMBRIONARIO.pptxSEGUNDA  Y  TERCERA  SEMANA  DEL  DESARROLLO  EMBRIONARIO.pptx
SEGUNDA Y TERCERA SEMANA DEL DESARROLLO EMBRIONARIO.pptx
 
(2024-04-30). ACTUALIZACIÓN EN PREP FRENTE A VIH (PPT)
(2024-04-30). ACTUALIZACIÓN EN PREP FRENTE A VIH (PPT)(2024-04-30). ACTUALIZACIÓN EN PREP FRENTE A VIH (PPT)
(2024-04-30). ACTUALIZACIÓN EN PREP FRENTE A VIH (PPT)
 
Cartilla Nacional Mexicana de 10 a 19 años
Cartilla Nacional Mexicana de 10 a 19 añosCartilla Nacional Mexicana de 10 a 19 años
Cartilla Nacional Mexicana de 10 a 19 años
 
Sangrado Uterino Anormal. Dr Carlos Quiroz_052747.pptx
Sangrado Uterino Anormal. Dr Carlos Quiroz_052747.pptxSangrado Uterino Anormal. Dr Carlos Quiroz_052747.pptx
Sangrado Uterino Anormal. Dr Carlos Quiroz_052747.pptx
 
Celulas del sistema nervioso clase medicina
Celulas del sistema nervioso clase medicinaCelulas del sistema nervioso clase medicina
Celulas del sistema nervioso clase medicina
 
Ovario. Ciclo ovárico o ciclo menstrual.pdf
Ovario. Ciclo ovárico o ciclo menstrual.pdfOvario. Ciclo ovárico o ciclo menstrual.pdf
Ovario. Ciclo ovárico o ciclo menstrual.pdf
 
Radiologia_de_Urgencias_y_Emergencias_3deg_Ed.pdf
Radiologia_de_Urgencias_y_Emergencias_3deg_Ed.pdfRadiologia_de_Urgencias_y_Emergencias_3deg_Ed.pdf
Radiologia_de_Urgencias_y_Emergencias_3deg_Ed.pdf
 
seminario patología de los pares craneales 2024.pptx
seminario patología de los pares craneales 2024.pptxseminario patología de los pares craneales 2024.pptx
seminario patología de los pares craneales 2024.pptx
 
Sistema Nervioso Periférico (1).pdf
Sistema Nervioso Periférico      (1).pdfSistema Nervioso Periférico      (1).pdf
Sistema Nervioso Periférico (1).pdf
 
FISIOLOGIA BACTERIANA y mecanismos de acción (1).pptx
FISIOLOGIA BACTERIANA y mecanismos de acción (1).pptxFISIOLOGIA BACTERIANA y mecanismos de acción (1).pptx
FISIOLOGIA BACTERIANA y mecanismos de acción (1).pptx
 
Hemorragia de tubo digestivo alto y bajo (1).pdf
Hemorragia de tubo digestivo alto y bajo (1).pdfHemorragia de tubo digestivo alto y bajo (1).pdf
Hemorragia de tubo digestivo alto y bajo (1).pdf
 
AGENTES FÍSICOS EN FISIOTERAPIA (CFF OPHYSIO)
AGENTES FÍSICOS EN FISIOTERAPIA (CFF OPHYSIO)AGENTES FÍSICOS EN FISIOTERAPIA (CFF OPHYSIO)
AGENTES FÍSICOS EN FISIOTERAPIA (CFF OPHYSIO)
 
OXIGENO TERAPIA: AEROSOLTERAPIA EN PACIENTES
OXIGENO TERAPIA: AEROSOLTERAPIA  EN PACIENTESOXIGENO TERAPIA: AEROSOLTERAPIA  EN PACIENTES
OXIGENO TERAPIA: AEROSOLTERAPIA EN PACIENTES
 
Hospital Japonés Adecuación Bolivia Santa Cruz
Hospital Japonés Adecuación Bolivia Santa CruzHospital Japonés Adecuación Bolivia Santa Cruz
Hospital Japonés Adecuación Bolivia Santa Cruz
 
CLASE DE VIH/ETS - UNAN 2024 PEDIATRIA I
CLASE DE VIH/ETS - UNAN 2024 PEDIATRIA ICLASE DE VIH/ETS - UNAN 2024 PEDIATRIA I
CLASE DE VIH/ETS - UNAN 2024 PEDIATRIA I
 
WE DO TRANSFORMATIONS DAY presentación .pptx
WE DO TRANSFORMATIONS DAY presentación   .pptxWE DO TRANSFORMATIONS DAY presentación   .pptx
WE DO TRANSFORMATIONS DAY presentación .pptx
 
1. PRESENTACION DE MANEJO DE CLAVE ROJA
1. PRESENTACION DE  MANEJO DE CLAVE ROJA1. PRESENTACION DE  MANEJO DE CLAVE ROJA
1. PRESENTACION DE MANEJO DE CLAVE ROJA
 
Clase 15 Artrologia mmii 1 de 3 (Cintura Pelvica y Cadera) 2024.pdf
Clase 15 Artrologia mmii 1 de 3 (Cintura Pelvica y Cadera) 2024.pdfClase 15 Artrologia mmii 1 de 3 (Cintura Pelvica y Cadera) 2024.pdf
Clase 15 Artrologia mmii 1 de 3 (Cintura Pelvica y Cadera) 2024.pdf
 

Transexualismo y travestismo desde la perspectiva del psicoanálisis

  • 1. http://virtualia.eol.org.ar/ 1 Julio-Agosto - 2016 #32 OBSERVATORIO DE GÉNERO Y BIOPOLÍTICA DE LA ESCUELA UNA Transexualismo y travestismo desde la perspectiva del psicoanálisis -Segundo informe del Observatorio de Género y Biopolítica de la Escuela Una- Patricio Álvarez, Alejandra Antuña, Paula Husni, Esteban Klainer, Viviana Mozzi y Débora Nitzcaner 1. Historia del género y el transgénero El término gender (género) surge en 1955 gracias a John Money, psicólogo y médico neozelandés, emigrado a Estados Unidos, especializado en sexología e investigador de la identidad sexual. Para este autor, el término «género» deine lo masculino y lo femenino desde lo cultural, más allá de las diferencias biológicas. Su deinición del rol de género es fenomenológica: es lo que una persona dice o hace lo que revela su estatus como niña o niño, mujer u hombre, y eso incluye estereotipos de masculinidad y feminidad. Posteriormente, Robert Stoller introduce la distinción sexo/género (sex/gender) buscando una palabra que pueda diagnosticar a aquellas personas que, teniendo un cuerpo de hombre, se sentían mujeres, introduciendo el concepto de “identidad de género”. En su libro Sexo y género, de 1968, presenta observaciones sobre casos de transexualismo, o sea, de sujetos que habiendo nacido con los caracteres anatómicos de un sexo maniiestan pertenecer al sexo contrario. De ahí la distinción entre “sexo”, ligado a criterios biológicos y “género”, ligado a la convicción subjetiva de pertenencia. El género entonces puede o no coincidir con el sexo biológico, como lo demuestran estos casos. En los años 70, el término gender se extiende en los textos del feminismo académico anglosajón. Alcanzada ya, en las sociedades occidentales, la igualdad de hombres y mujeres de jure, la investigación feminista se adentra en el análisis de las estructuras sociales. Como las desigualdades entre hombres y mujeres no pueden explicarse por una mera diferencia biológica, la investigación feminista recurre a la oposición sex/gender como un instrumento de análisis de las relaciones entre los sexos, con objeto de distinguir entre la biología y lo social. De una manera general puede decirse que este término, gender va a utilizarse para hacer patente que los comportamientos, las actividades, los papeles y, en general, lo femenino y lo masculino son construcciones sociales/culturales. [1] A partir de allí, podemos encontrar tres posiciones: la primera, sostiene que el género no puede pensarse prescindiendo de la diferencia sexual. La segunda, contraria a la anterior, plantea al género como una construcción socio-cultural independiente de la diferencia sexual. Lo que ocurre es que para el Occidente judeo- cristiano la heterosexualidad es el principio regulador de la sexualidad y esto conduce a pensar al género sobre una base biológica. Los estudios etnográicos muestran que hay multiplicidad de géneros que no pueden ser explicados por un modelo dualista. El género, entonces, es múltiple y autónomo del sexo aun para nuestra sociedad. Esta multiplicidad y diversidad de géneros lleva a cuestionar la categoría misma de género y abre la vía a una tercera posición. Se trata de la perspectiva deconstructivista de Judith Butler, uno de los referentes teóricos del movimiento queer.
  • 2. http://virtualia.eol.org.ar/ 2 Julio-Agosto - 2016 #32 Filósofa posestructuralista, Judith Butler va un paso más allá de la dicotomía que aún se encuentra en los cimientos de las teorías de género. Una de sus contribuciones más destacadas en el campo del feminismo, es su teoría performativa del sexo y la sexualidad. El construccionismo social ya situaba el género como una construcción, es decir, que los roles de género o las categorías femenino y masculino no son roles naturales sino construcciones sociales. Butler sobrepasa el género y airma que el sexo y la sexualidad lejos de ser algo natural son, como el género, algo construido. Llega a esta conclusión basándose en las teorías de Foucault, Freud y sobre todo de Lacan. Critica al feminismo por naturalizar al sexo, por suponerlo como categoría biológica originaria, prediscursiva, cuando éste también es producto de un dispositivo histórico-cultural. El término “dispositivo” es tomado de Michel Foucault de su Historia de la sexualidad. [2] Allí airma que: “El sexo, fuera de duda, no es sino un punto ideal vuelto necesario por el dispositivo de sexualidad y su funcionamiento”. [Para terminar concluyendo una política al respecto]: “Contra el dispositivo de sexualidad, el punto de apoyo del contraataque no debe ser el sexo-deseo, sino los cuerpos y los placeres”. [3] Entonces, para Butler, el sexo no puede ser pensado anterior al género sino que es desde el género que se piensa al sexo como natural. La identidad de género no es una descripción de la experiencia sino que es un ideal regulatorio y normativo, consiste en un conjunto de actos, gestos y deseos que dan la idea de un núcleo interno pero que no es más que un artiicio y no tiene estatuto ontológico, es sólo una ilusión discursiva para regular la sexualidad dentro del marco de la heterosexualidad reproductiva. El sujeto de Butler no es un individuo sino una estructura lingüística en formación. Dado que la subjetividad no es un hecho y ya que el sujeto está siempre en un proceso interminable de “devenir” es posible repetir la sujeción en diferentes formas. Butler cree que la subjetividad es una construcción, y el hecho de apegarse a una sola identidadpuede llegar a oprimir la identidad misma, por lo que airma que no hay necesidad de ijar una identidad de una vez por todas. La identidad de género se convierte así en un proceso que nunca se resuelve de manera deinitiva más allá de cualquier binarismo. LaperspectivadeButlerdalugaraunapolíticaquesedesprendedelaQueerTheory,queconsisteendesnaturalizar los cuerpos y los sexos, y promover la parodia en relación con las identidades de género, hombre y mujer, para revelar el carácter artiicial de las mismas. La Queer Theory, movimiento que nace en EE.UU. en los años 60, parte del rechazo al pensamiento binario hombre-mujer y cuestiona la identidad de género, proponiendo en su lugar la idea de transgénero, término que acoge una multiplicidad de rasgos y modalidades que signiiquen un rechazo al ordenamiento sexual establecido. Este último apunta a la concepción de una sociedad en la que sus miembros se construyen sin la dicotomía femenino-masculino. Alberga a gays, lesbianas, transexuales, travestis, andróginos, intersexo..., todo aquello que signiique un rechazo a los ordenamientos sexuales establecidos. De este modo, si inicialmente la diferencia sexo/género de las teorías de género revolucionó las teorías biologicistas pero continuaba con un binarismo, la teoría del transgénero multiplica la nominación de las identidades y las sitúa como no ijas. En relación con esto, Jacques-Alain Miller y Eric Laurent [4] toman en consideración los postulados de Butler y las consecuencias que de allí se extraen. Muestran cómo esta crítica radical a la noción de identidad reduce el proceso de sexuación al de la identiicación y cómo lo que propone Butler es ir más allá de ella. Por un lado, al denunciarelcarácterdeartiicioydesemblantedelgénero,estapropuestaessolidariaconlaairmaciónlacaniana de que La mujer no existe, y esto conduce a la lógica del uno por uno. Pero, por otro lado, la deconstrucción de los semblantes supone –dice Miller– una versión de lo real, que aquí lo encontramos en el cuerpo y en el goce. En última instancia, el ideal propuesto es el de un sujeto desidentiicado, deinido únicamente por su práctica de goce, y como tal, la única nominación válida será la proveniente del propio sujeto y no la del campo del Otro. [5]
  • 3. http://virtualia.eol.org.ar/ 3 Julio-Agosto - 2016 #32 2. El género y el transexualismo desde el psicoanálisis La formalización del transexualismo como entidad propia surge en 1950 con el Dr. Harry Benjamin, quien establece la diferencia del transexual respecto del travesti y del homosexual. El transexual no obtiene una satisfacción erótica del hecho de travestirse y siempre se siente como alguien perteneciente al otro sexo. Rechaza sus órganos genitales sin encontrar placer en ellos, a diferencia del travesti y el homosexual. Desde el psicoanálisis, la conceptualización del género, y en particular, del transexualismo, puede ubicarse a partir de tres momentos: en la obra de Freud, en la primera enseñanza de Lacan, y en su última enseñanza. En Freud, a partir de la lógica falo-castración. En el primer Lacan, a partir del signiicante fálico y las identiicaciones sexuales. En el último Lacan, a partir de la teoría de la sexuación y de los nudos. En 1916, [6] Freud insiste en recortar la noción de “lo sexual”. La noción de sexualidad de la época estaba sujeta a la genitalidad y a la reproducción y Freud sostiene, ya desde hacía unos cuantos años, que lo sexual es un término mucho más amplio. Poner como sinónimos sexualidad y reproducción cierra el camino para comprender la sexualidad en diversos modos de expresión. En “La organización genital infantil” [7] y “El sepultamiento del complejo de Edipo” [8] se lee el giro que da Freud en relación con la sexualidad, produciendo una interpolación a la teoría de la sexualidad que había desarrollado en “Tres ensayos...” [9] y que trabajó en 1916. A partir de los complejos de Edipo y castración freudianos, no va a tratarse del primado genital como quedó planteado en 1916 sino que el primado fálico es lo que permitirá hacer la ecuación simbólica niño = pene = falo, para la madre, subrayando en esa ecuación que la mujer aparece en falta respecto del hombre, a partir del concepto de penisneid o envidia del pene. Aquí se plantea la lógica del ser y del tener y las complejidades de las salidas femeninas a los avatares de los complejos. Complejidades en tanto toda la organización queda bajo el primado del falo y la pregnancia del órgano masculino. De este modo, a partir de 1923 y agregados que Freud introduce en “Tres ensayos...”, la sexualidad de hombres y mujeres está organizada alrededor del falo y la castración. Hay que tener en cuenta que el falo –planteado en estos términos– no es el pene en la obra freudiana, sino la imagen pregnante de la forma fálica, que Freud sitúa como símbolo de la sociedad patriarcal, y presente en todas las culturas de la antigüedad. Es así que agrega a los desarrollos libidinales el estadio pregenital en el que no se puede hablar aún de masculino y femenino sino de activo-pasivo; en el estadio que sigue será genital masculino-castrado; y por último, masculino-femenino, en la elección de objeto. [10] Los dos complejos, Edipo y castración, tienen un concepto que los articula: el falo. La diferencia sexual no se orienta por el primado genital sino por el primado del falo que remite a la castración: unos tienen y otros no. El falo será el operador lógico de la estructura dejando por fuera la lógica del “desarrollo”. Un año más tarde, en “El sepultamiento del complejo de Edipo” trabaja la articulación del complejo de castración y el complejo de Edipo en el varón e introduce algunas diferencias en la niña. Pueden deinirse tres grandes momentos en la obra freudiana. Los desarrollos en relación con el complejo de Edipo; el falo como operador estructural que ordena las posiciones sexuadas e indicará más tarde la disimetría entre la posición masculina y femenina, y un tercer momento en que esta disimetría se articula con el primer objeto de amor: la madre.
  • 4. http://virtualia.eol.org.ar/ 4 Julio-Agosto - 2016 #32 Ya en las teorías sexuales infantiles de 1905, Freud señala que se reconoce un solo órgano: desarrollado en el niño y por desarrollar en la niña. Teorías sexuales infantiles que contrarían hasta a la percepción misma y se posan sobre un desconocimiento. Luego en “La organización genital infantil” retoma esta ignorancia fundamental sobre el sexo femenino, ya con el primado del falo, que articulará el complejo de Edipo con el de castración. Es al año siguiente [11] cuando las resoluciones se presentarán de modo diverso para los dos sexos: la amenaza de castración empuja al niño a la salida del complejo de Edipo y permite a la niña su arribo. En la teorización que sigue cobra importancia fundamental la fase preedípica de la mujer en relación con la madre, lo cual hace del complejo de Edipo una formación secundaria con relación a esa ligazón prehistórica. De hecho, hasta sostiene que en este caso ya no será el Edipo lo nuclear de las neurosis sino que es esta fase la que deja espacio a todas las ijaciones y predisposiciones posteriores. De este modo, en esos tres momentos, Freud se sostiene en la lógica del falo y la castración, y ubica distintos modos de pasaje por el Edipo y la castración para el niño y la niña. Con respecto al transexualismo, si bien Freud no lo llamó así por ser un término posterior, ya se ocupó del primer caso de transexualismo delirante que conocemos, que es el Presidente Schreber. [12] De hecho, la hipótesis central de la lectura del caso Schreber es la de sostener la defensa contra la homosexualidad como la causa de su psicosis. Freud plantea que la ijación homosexual pertenece al estadio del narcisismo, y en esa medida, cuando estalla el conlicto en la adultez, la libido hace una regresión al punto de ijación narcisista, que es la predisposición patológica de la paranoia, y por esa razón se desencadena la psicosis. De este modo, Freud plantea que el “hilo rojo” que atraviesa los tres tiempos de la psicosis es el del fracaso de la defensa contra el deseo homosexual: el período previo al desencadenamiento con la fantasía que sería “hermoso ser una mujer durante el acoplamiento”, luego en el período psicótico con el delirio de ser “una mujerzuela” que los hombres usarían y dejarían tirada, y luego en el período de la estabilización con el delirio de ser “la mujer de Dios”. Esta “mudanza en mujer” que atraviesa todo el delirio, es la iguración del transexualismo delirante de Schreber. Lacan retoma la conceptualización freudiana, a partir del signiicante fálico y más adelante, la función fálica. La primera enseñanza de Lacan le da al “género” un lugar central a partir de ubicar cómo se normativizan las identiicaciones viriles y femeninas a partir de su paso por el complejo de Edipo. Y le da también un lugar importante al transexualismo, justamente porque da cuenta de lo que falla cuando el Edipo y sus consecuencias no se inscriben en el sujeto. Lacan habla por primera vez del transexualismo en 1957, en El Seminario 4: “Quienes asisten a mi presentación de enfermos han podido comprobar en uno de nuestros pacientes transexuales, que nos la describió, el carácter verdaderamente desgarrador de la dolorosa sorpresa experimentada el día que, por primera vez, vio a su hermana desnuda”. [13] Como vemos, desde el inicio el transexualismo y la psicosis quedan en alguna relación. Luego, en “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, [14] deine lo que llama el “goce transexualista” del presidente Schreber, que consiste en la práctica de cultivar en su cuerpo la voluptuosidad femenina: “...Dios mismo demanda hallar la voluptuosidad con él, y amenaza con el retiro de sus rayos si él se muestra negligente en el cultivo de la voluptuosidad y no puede ofrecer a Dios lo demandado...”. [15] “Desde entonces he inscrito en mi bandera, con plena conciencia, el cultivo de la femineidad”. [16] Ese goce transexualista es la solución que Schreber encuentra en relación con su posición sexuada, al no disponer del signiicante fálico. El concepto “signiicante falo”, o falo simbólico, es deinido por Lacan como el signiicante del deseo, y condensa su lectura sobre toda la teorización de Freud acerca de la dialéctica falo-castración, como punto de anclaje del modo
  • 5. http://virtualia.eol.org.ar/ 5 Julio-Agosto - 2016 #32 de identiicación que permite a un hombre o a una mujer considerarse como tales. Este signiicante fundamental es producto de la efectuación de la metáfora paterna, la cual a su vez, es el resultado de la efectuación de los tres tiempos del Edipo, al cabo de los cuales el neurótico resuelve el enigma, la “x” del deseo de la madre, con la solución del signiicante falo, signiicante que permite una identiicación simbólica diferente para el niño –tener el falo– y la niña –ser el falo–, saliendo del Edipo con “los títulos en el bolsillo”. Ahora bien, esta metáfora paterna y su solución en tres tiempos son posibles con la condición de que haya un tiempo cero, el de la Bejahung del Nombre del padre. Si no hay inscripción del Nombre del padre, tampoco habrá posibilidad de inscripción del signiicante falo: éste se inscribe si se inscribe el otro. Lacan describirá las funciones del falo en su texto “La signiicación del falo”. [17] El signiicante falo tiene cinco funciones que permiten a un sujeto instalarse en una posición inconsciente: • dar una signiicación de la posición sexual como hombre o mujer, • dar una signiicación de qué se es en cuanto padre o madre, • dar una signiicación de la función a cumplir frente al partenaire sexual, • dar una signiicación de qué se es en tanto vivo o muerto, • organizar las signiicaciones con una referencia sexual, signiicar el goce fálicamente. Tanto la neurosis como la psicosis se confrontan, en cierto momento de coyuntura dramática, con los signiicantes freudianos no inscriptos en la estructura: femineidad, muerte y procreación. Esa confrontación es lo que inicia el desencadenamiento neurótico o psicótico: Lacan compara en Las psicosis cómo Schreber se confronta con el signiicante no inscripto de la procreación, mientras que Dora se confronta con el de la femineidad, y en los dos casos se produce el desencadenamiento ante esa confrontación. La diferencia es que en el primero esa confrontación inicia el llamado vano hecho al Nombre del padre y la respuesta anticipada del delirio, mientras que en la segunda, dado que está inscripto el Nombre del padre, la identiicación viril –es decir, la signiicación fálica– le permite una mediación para formularse la pregunta de estructura de la neurosis. [18] Ahora bien, en la psicosis esas cinco funciones que dan signiicaciones fundamentales al nivel del ser: hombre o mujer, etcétera, no se cumplen. En tanto no hay inscripción del Nombre del padre, tampoco se inscribe el signiicante falo: hay en su lugar dos agujeros forclusivos, a los que Lacan les asigna los matemas de P0 y f0: un cero, un agujero, en el lugar donde debieran haberse inscripto esos signiicantes. El signiicante del Nombre del padre organiza las inscripciones signiicantes, y el signiicante falo organiza las signiicaciones imaginarias, por lo que la confrontación con los agujeros P0 y f0 produce la catástrofe simbólica e imaginaria del desencadenamiento. En este tiempo de su enseñanza, Lacan ponía el acento en lo simbólico y lo imaginario, pero también la catástrofe se produce a nivel de lo real: el efecto de P0 y f0 es que el goce queda deslocalizado, al no contar ni con el Nombre del padre –que no solo organiza las inscripciones signiicantes sino que también tiene la función de asegurar una pérdida de goce estructural–, ni con el signiicante falo –que no solo organiza las signiicaciones, sino que también localiza el goce en el cuerpo. No hay pérdida de goce ni localización del goce en el cuerpo, con lo cual se trata de un goce en más, un goce que irrumpe sin localización posible. La forma que toma ese goce que irrumpe son los fenómenos elementales, y por esa razón Lacan les dio a esos fenómenos el nombre de signiicantes en lo real, que cuando irrumpen desarman las construcciones simbólico-imaginarias. En conclusión: en su primera enseñanza, el signiicante fálico es el articulador central de la conceptualización de la posición sexual para Lacan, y permite ubicar la posición del psicoanálisis en relación con las teorías de género. El signiicante fálico ubica la posición viril y femenina como resultado de la salida de los tiempos del Edipo, y también sus otros modos posibles de salida. Pero también se ubica en relación con su inscripción o su forclusión, del lado de la neurosis o la psicosis. En El Seminario 18 [19] Lacan recomienda la lectura del libro Sexo y género de Stoller, elogiándolo, por un lado, por la buena observación clínica de los casos allí presentados, incluyendo en esto las coordenadas familiares, y criticando por otro su construcción teórica inoperante al no tener en cuenta el concepto de la «forclusión lacaniana». De este modo, ubica la hipótesis de una relación entre el transexualismo y la forclusión. Esta hipótesis ha sido utilizada – en algunos casos de modo extremo, como si hubiera una equivalencia entre transexualismo y psicosis– por varios autores. Lo trae además para reairmar que la sexualidad no tiene correlato biológico y critica la noción de identidad
  • 6. http://virtualia.eol.org.ar/ 6 Julio-Agosto - 2016 #32 de género pues no hay nada en la experiencia humana que permita deinir lo que es el hombre y la mujer, lo único que demuestra esta noción es que los seres humanos se reparten en hombres y mujeres. «La identiicación sexual no consiste en creerse hombre o mujer, sino en tener en cuenta que hay mujeres, para el muchacho, que hay hombres, para la muchacha». [20]No se trata, entonces, de dos sexos como entidades aisladas. No se deviene sexuado por la identiicación al signiicante hombre o al signiicante mujer, sino por tener en cuenta la diferencia sexual. Esta diferencia, a partir de la teorización de Freud, se dirime en términos de la lógica fálica (falo-castración) ya que no hay inscripción del genital femenino en el inconsciente. En el primer capítulo del seminario siguiente, ...o peor, Lacan vuelve sobre el tema del transexualismo hablando del “error” del que padece el sujeto transexual: tiene un cuerpo equivocado que no coincide con el sexo al que tiene la convicción de pertenecer. Pero, ¿cuál es el error? Es el “error común”, dirá Lacan, que consiste en interpretar la pequeña diferencia anatómica con criterios fálicos. Es así como se distingue a los seres hablantes desde la más tierna edad. No son ellos, los pequeños, quienes se distinguen, sino que “se” los distingue. Ellos, por su parte y en principio, rechazan esta distinción en lo que se conoció en cierto psicoanálisis como las fases infantiles, habrá que ver luego si ellos consienten o no a inscribirse en la función fálica. El transexual rechaza los criterios fálicos a partir de los cuales se lo distinguió en la repartición sexual y su pasión es la locura de querer liberarse de ese error común, que hace que la pequeña diferencia comande la diferencia sexuada volviéndola “natural”. El problema es cuando él quiere hacerse reconocer como hombre o mujer, la única manera que tiene de hacerlo es modiicando su anatomía. “Su único yerro –dice Lacan– es querer forzar mediante la cirugía el discurso sexual que, en cuanto imposible, es el pasaje a lo real”. [21] En el mismo año 1972, en el escrito “El atolondradicho”, Lacan acuña el concepto “empuje a La mujer” para ubicar una serie de fenómenos muy frecuentes en la psicosis que no se reducen a la clínica de la alucinación y el delirio, ni habían sido descriptos por la psiquiatría clásica. Se remite con ese concepto a Schreber, remarcando aquello que antes había llamado “goce transexual”, pero ubicándolo a partir de las fórmulas de la sexuación. [22] Este es el segundo paso importante de Lacan en referencia a las posiciones sexuadas: ubicar la sexuación como una elección de goce, y no como lo había hecho en la primera enseñanza, como una elección signiicante. Desde las fórmulas de la sexuación, la posición sexual del lado hombre o del lado mujer se elige a nivel del goce, en función de cómo se inscriba uno u otro con respecto a la función fálica. Las fórmulas de la sexuación tienen también una raigambre freudiana en la medida en que Lacan plantea que hay un solo signiicante en relación con el cual inscribirse, el falo, pero en esta época ya no lo llama signiicante sino función fálica, y plantea que la función implica una escritura. La función fálica implica una escritura del goce, y cada sexo se inscribe de un modo distinto. El lado hombre se inscribe en función de dos fórmulas: el todo y la excepción. El lado femenino se inscribe en función de no hacer excepción al falo y de la lógica del no-todo. Del lado femenino, Lacan sitúa que en la medida en que el goce no puede inscribirse según un todo fálico como para el hombre, no se puede situar un universal de las mujeres. Por eso plantea su conocida fórmula: “La mujer no existe», para ubicar que no hay un universal a nivel del goce femenino. En relación con esto, el concepto de “empuje a La mujer» toma importancia por contradecirlo, y por relacionarse al «error» en el que cae el transexual. Lacan presenta en “El atolondradicho” el concepto de empuje a La mujer en el siguiente párrafo: “Podría aquí, al desarrollar la inscripción que hice, mediante una función hiperbólica, de la psicosis de Schreber, demostrar en ella lo que tiene de sardónico el empuje-a-La-mujer que se especiica con el primer cuantor: habiendo precisado bien que es por la irrupción de Un padre como sin razón, se precipita aquí el efecto experimentado como forzamiento...» [23] Desglosemos este difícil párrafo: primero, Lacan nos reenvía a su análisis de la psicosis de Schreber en el esquema I de “De una cuestión preliminar...”, con su función hiperbólica doble, que situaba en P0 y f0. El encuentro con P0 produce la irrupción del Un padre real, es decir, introduce el desencadenamiento, pero aquí lo llama forzamiento: es
  • 7. http://virtualia.eol.org.ar/ 7 Julio-Agosto - 2016 #32 el forzamiento, el empuje, a La mujer. El Padre aquí, es el primer cuantor de las fórmulas. De este modo, la lógica de «El atolondradicho»es análoga a la de «De una cuestión preliminar...»: como en la psicosis no hay inscripción del Padre, es decir, no se inscribe la excepción, el sujeto no puede posicionarse en relación con el falo, como castrado. Es decir, que su goce no es fálico, porque no pasa por la castración. Y si su goce no es fálico, el goce en la psicosis es un goce sin regulación, deslocalizado. A eso, Lacan lo llama empuje a La mujer: sin el cuantor de la castración, el goce no está castrado, se ininitiza. De este modo, sin excepción, no hay posibilidad de inscribirse como hombre haciendo del goce un goce fálico. Pero tampoco es posible inscribirse del lado de una mujer, porque tampoco se puede inscribir el goce dentro de un no- todo goce fálico porque no está inscripto. Por lo tanto, si no hay medida del lado hombre y no hay castración del lado mujer, el empuje es a La mujer, sin barrar. Lacan insiste varias veces diciendo que La mujer no existe, pero en este caso utiliza por única vez el artículo “La”, para subrayar que sólo en el caso de la psicosis La mujer existe, con sus consecuencias devastadoras. Entonces, habiendo ausencia de ese primer cuantor, se producen dos efectos: • La ininitización del goce: la ausencia de la excepción del padre implica una no cuantiicación, una no limitación del goce, y por lo tanto el goce se vuelve ininito y deslocalizado. • La mujer: como producto de la no inscripción de la excepción paterna, lo que funciona como empuje es la inscripción de la excepción por la vía de la realización de un absoluto: el efecto forclusivo psicótico es un empuje a realizar la existencia de La mujer. Es un empuje, entonces, a escribir que La mujer existe, en el lado derecho de las fórmulas. Por esto Lacan lo remite a lo femenino, en el punto donde el goce no es regulado por el falo, y en tanto tal es ilimitado. Pero a diferencia de la posición femenina que se ubica en un más allá del goce fálico, el empuje a La mujer se ubica en una ausencia del goce fálico. Es un empuje a inscribir una otra excepción, que no es la paterna, que es la de La mujer. En conclusión: a nivel de la última enseñanza de Lacan, la cuestión del género se inscribe en términos de goce. Y la cuestión del transexualismo se ubica en relación con la forclusión, por un lado, y el empuje a La mujer, por otro. Por último, en su libro Ensexo. Ensayo sobre el transexualismo, Catherine Millot, psicoanalista francesa contemporánea, deine al transexual como: “...una persona que solicita la modiicación de su cuerpo a in de conformarlo a las apariencias del sexo opuesto, invocando la convicción de que su verdadera identidad sexual es contraria a su sexo biológico”. [24] Y agrega: “...El transexualismo es actualmente la conjunción de una convicción que no debe nada a nadie y una demanda que se dirige al otro. Tal demanda es nueva, ya que supone una oferta que la suscita, la que hace la ciencia, pues sin cirujano ni endocrinólogo no hay transexual”. [25] 3. Biopolítica y psicoanálisis: la feminización del mundo Tomando en cuenta estos desarrollos, y en la medida en que en los distintos países avanzan las leyes de identidad de género, podemos considerar al transexualismo como un síntoma de la época, en la medida en que interroga al género y también a las estructuras subjetivas. En “El inconsciente es político”, [26] Miller sentó las bases de lo que luego se llamó la feminización del mundo, señalando una modiicación clave en la civilización. El sistema político clásico, sostenido desde la excepción paterna, ubicaba al líder como el que funda un todos iguales. La caída de ese sistema es correlativa a la declinación
  • 8. http://virtualia.eol.org.ar/ 8 Julio-Agosto - 2016 #32 del Padre, que ya no funciona como garante de la excepción. Su consecuencia es la tendencia a la lógica del no- todo, que tiene las características de lo múltiple, lo ilimitado, lo contingente y lo deslocalizado. Conocemos bien los efectos de la desregulación del goce en los síntomas contemporáneos, ya sea bajo las formas del consumo, la violencia, los pasajes al acto, etcétera. En la medida en que la lógica falo-castración no distribuye como medida unívoca, observamos el estallido de las formas del género. Como dijimos antes, en los años 60 los estudios de género se rebelaban contra la norma heterosexual, pero esa lógica reairmaba la medida fálica al negarla. Desde los años 90, los estudios trans-género airman la multiplicación –hasta ahora en cincuenta y dos géneros, en una serie que cada vez agrega nuevos nombres– y la no-identidad –en el sentido de que se puede ser un tiempo de un género y luego de otro. Dijimos antes que Lacan se reiere a la identidad sexual en dos momentos de su enseñanza: en relación con las identiicaciones sexuales, y en relación con la sexuación. Justamente, por efecto de la época, observamos que la posición sexual es afectada en dos niveles: en el de las identiicaciones sexuales dadas por la norma del Ideal del yo edípico, y en el de la escritura de la sexuación. Ocurre así que los sujetos deben encontrar como pueden, y mediante soluciones no estandarizadas, sus modos de inscripción y de regulación de goce. Este modelo que Miller llamó feminización del mundo, está tomado de la lógica de “El atolondradicho”sobre el empuje a La mujer. Como vimos, en la medida en que el cuantor de la excepción paterna no se escribe del lado hombre, se produce un forzamiento a inscribir del lado derecho una otra excepción, la excepción de La mujer con mayúscula. Si bien Lacan lo aplica sólo a los fenómenos forclusivos, este empuje a La mujer conluye en nuestra época con la feminización del mundo, como lo planteó Laurent en Buenos Aires. [27] Nuestra investigación, entonces, utiliza estos conceptos para pensar modos de efectuación de la sexualidad no contemplados en la lógica fálica. Podemos situar así la problemática del género en un rango que va de la feminización en sentido amplio al empuje a La mujer en sentido restringido. Esto también nos permite considerar al transexualismo no necesariamente del lado de la psicosis. 4. Casuística La casuística a la que accedimos es de veinte casos en distintos momentos de la reasignación de sexo, pero nos centraremos en los catorce que recibieron tratamiento psicoanalítico. 4. 1. Niños De los tres niños observados, dos son niños originalmente, y una niña. Los tres casos son diagnosticados como psicosis. Una de ellas comienza tratamiento a los 3 años, y los otros dos a los 8 años. Dos de los casos presentan lo que François Ansermet llama una “certeza temprana”, es decir la certeza inicial de ser del otro sexo. Uno de ellos no presenta una certeza temprana, sino que presentarse como otro sexo le permite, en una inestable solución, construirse un cuerpo. En los tres casos se veriica que la reasignación de sexo simbólica los paciica durante un tiempo. También se constata el decisivo papel del deseo materno, y se observa la posición que Lacan ubicó como el “objeto condensador de goce en el fantasma materno”. Uno de ellos, de hecho, sorprende a la convicción materna de defender su posición como niña, cuando aparece con la nueva certeza de ser “una sirena”. Por último, se veriica durante el transcurso del tratamiento que presentarse como otro sexo les permite armarse un cuerpo. 4.2. Casos que implican una reasignación simbólica del sexo
  • 9. http://virtualia.eol.org.ar/ 9 Julio-Agosto - 2016 #32 Examinamos seis casos. En todos ellos la reasignación de sexo es o bien simbólica, por vía del cambio de nombre y sexo en el DNI, o bien también implica la hormonización pero sin recurrir aún a la vía quirúrgica. Cinco son adolescentes o jóvenes (14 a 25 años), uno es adulto. Se veriica la psicosis en cinco de los seis casos, y uno de ellos, que presenta además un hermafroditismo congénito, está aún en discusión. De los cinco casos de psicosis, tres de ellos son psicosis extraordinarias y dos ordinarias. En dos de los casos se constata una insensibilización genital que evidencia la no fetichización del órgano, diciendo uno de ellos: “es como si me tocaran la rodilla”, el rechazo al órgano está presente en ellos. En todos ellos el trabajo del análisis produce una paciicación, y el agregado de la reasignación simbólica de su sexo colabora con ella, logrando una cierta estabilización en cinco de los seis casos: en uno, trabajar con el signiicante “ser mejor mujer” lo paciica, en otro, las voces injuriantes ceden cuando logra inscribir en el documento su nuevo nombre, en otro, respetar una certeza que avanza por la vía de feminizarse también lo paciica, en otro, lograr la posición de “una mujer distinta” en su relación con un hombre produce una localización. En el quinto caso de psicosis, el que no logra estabilizarse, la prohibición familiar a esta solución produce un brote esquizofrénico. Por último, en el caso que aún está en discusión su diagnóstico, el trabajo en relación con su paternidad le permite inscribirse como hombre. 4.3. Casos que implican una reasignación quirúrgica del sexo Examinamos tres casos que no sólo han hecho la reasignación simbólica de sexo, sino que han llegado a la intervención quirúrgica. En todos diagnosticamos una psicosis, dos de ellos ordinarias y una extraordinaria. En uno de los casos, cuando se instala la certeza, intenta resistirse yendo al gimnasio o dejándose la barba, pero luego cede y comienza la reasignación de sexo. Es interesante remarcar que en los tres casos se veriica una descompensación posterior a la intervención quirúrgica, a diferencia de los anteriores donde había una paciicación. Se veriica también que antes de la intervención, el rechazo del órgano, pese a ser sufrido e incómodo, producía una localización de goce, que con la intervención se deslocaliza. Dos de ellos logran mediante el análisis un trabajo sobre lo femenino que les permite una paciicación: una lo logra a partir de un trabajo que consiste en transformar a las mujeres, y otra mediante la diferenciación entre una mujer y una mujer trans, junto a un trabajo en relación con el semblante. 4.4. Travestismo Examinamos dos casos de travestismo en los que se constatan diferencias. Uno de ellos muestra una alucinación infantil que lo ubica como psicosis y ello se veriica en el análisis, mientras que el otro puede ubicarse como una perversión. En el caso de psicosis la intervención del analista en su trabajo sobre lo femenino produce una paciicación, a partir del trabajo de “vestirse de mujer para ser una mujer lesbiana”. En el caso de perversión se veriica un decaimiento libidinal en el punto donde el sujeto no puede sostenerse en la mirada del Otro, que el análisis logra paciicar. Veriicamos la perversión en ciertas consecuencias de la renegación de la castración: a diferencia de los casos anteriores, el órgano está sumamente fetichizado como condición de goce, y puede situarse el goce que produce la perplejidad del Otro. 5. Conclusiones generales Hasta aquí podemos concluir en aquello que el rastreo clínico nos permitió constatar una vez más, que al dirigirnos a los síntomas contemporáneos encontramos allí tipos de síntomas bajo un común sinthomático: lo determinante que supone el encuentro de un real con lalengua, en tanto condición de goce y modo de habitar de un sujeto sus identiicaciones.
  • 10. http://virtualia.eol.org.ar/ 10 Julio-Agosto - 2016 #32 Desde esta perspectiva, enumerar los casos no signiica armar un universal sino que se trata de poder situar un goce particularizado a partir del discurso del psicoanálisis. Es bajo la experiencia de la transferencia por donde pudimos veriicar que ese goce toma cuerpo, se singulariza. • De los catorce casos, doce se observaron como psicosis, uno como perversión y uno con un diagnóstico aun en discusión. • De los catorce, los hombres que se reasignaron como mujeres son diez, y las mujeres reasignadas como hombres son cuatro. • Tres son niños, seis son adolescentes o jóvenes y cinco adultos. • De los doce casos de psicosis, seis pueden considerarse psicosis extraordinarias, y seis ordinarias • La reasignación de sexo simbólica tuvo una función paciicadora para nueve de ellos que no se operaron. Uno de ellos cuando se prohibió esa solución se descompensó. En oposición a ello, para los tres que sí se operaron, la intervención quirúrgica tuvo una función descompensatoria. • En los doce casos de psicosis veriicadas, se constata que la imagen del sexo funciona como un intento de solución, a veces lograda, a veces fallida. Pero los doce casos apelan a lo mismo, ya sea como certeza, identiicación o asíntota: la imagen del sexo les permite hacerse un cuerpo. En la mayoría de los casos se puede veriicar la pregnancia del discurso sobre el género, previo al encuentro con un analista, y en particular –en casi todos ellos– se presenta la cirugía como promesa de alivio al sufrimiento de quien dice pertenecer a un sexo al que su cuerpo no corresponde. Más allá de si ésta se realiza o no, si en el transcurso del tratamiento gana o pierde consistencia, la “solución” quirúrgica, universal y prêt-à-porter, está allí presente. Si la “feminización” del mundo conlleva al estallido de las identiicaciones sexuadas, el transexual como síntoma de la época nos muestra cómo ella está fuertemente marcada por el discurso de la ciencia: rechazo del signiicante al tratar el órgano como real, rechazo de la dimensión subjetiva y de lo singular del proceso de sexuación para cada quien. Arribar a estas conclusiones nos permite interrogar sobre la partida que juega el analista de orientación lacaniana. Con esta enseñanza clínica podemos airmar que es tarea de un psicoanalista poner en cuestión estas soluciones que la civilización promete y acompañar a cada sujeto, haga uso o no de estas técnicas, a que encuentre un tratamiento del goce que le sea soportable desde sus marcas singulares, sostenido en un lazo subjetivo posible, tal como queda demostrado en varios de los casos aquí observados. Buenos Aires, marzo de 2016 Agradecemos a los colegas: Patricio Álvarez, Clarisse Boechat, Silvina Bragagnolo, Alejandra Breglia, Paola Cornu, Andrea Cucagna, Victoria de la Fuente, Alejandra Guerra, Paula Husni, Mariana Santoni, Noelia Trivisonno y Néstor Yelatti, por sus colaboraciones clínicas. NOTAS 1. Lo que Simone de Beauvoir había expresado en 1949 con el conciso: “La mujer no nace, se hace”. Véase: http://www.europarl.europa.eu/transl_es/plataforma/pagina/celter/art1gender.htm 2. Foucault, M., Historia de la sexualidad. 1-la voluntad de saber, Siglo XXI, México, 1991. 3. Ibíd., pp. 188 y 191. 4. Miller, J.-A., “La relación corporal”, cap. XIX, Piezas sueltas, Paidós, Bs. As., 2013. 5. Eric Laurent agrega que “...Contrariamente a otros militantes de la reivindicación de las comunidades de goce, esta autora está a favor del psicoanálisis. Pero apela a un psicoanálisis que apuntaría a un ideal preedípico, perverso polimorfo en los términos de Freud”. Laurent, E., “Un nuevo amor por el padre”, en Torres, M., Schnitzer, G., Antuña, A., Peidro, S. (comps.), Transformaciones. Ley, diversidad, sexuación, Grama, Bs. As., 2013, p. 189.
  • 11. http://virtualia.eol.org.ar/ 11 Julio-Agosto - 2016 #32 6. Freud, S., “Conferencias de introducción al psicoanálisis (Parte III)” (1917), Obras Completas, Vol. XVI, Amorrortu, Bs. As., 1991. 7. Freud, S., “La organización genital infantil” (1923), Obras completas, Vol. XIX, op. cit. 8. Freud, S., “El sepultamiento del complejo de Edipo” (1924), Obras completas, Vol. XIX, op. cit. 9. Freud, S., “Tres ensayos de teoría sexual” (1905), Obras completas, Vol. XIX, op. cit. 10. Freud, S., “La organización genital infantil”, op. cit. 11. Freud, S., “El sepultamiento del complejo de Edipo”, op. cit. 12. Freud, S., “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia paranoide) descrito autobiográicamente” (1911), Obras completas, Vol. X, op. cit. 13. Lacan, J., El Seminario, Libro 4. La relación de objeto, Paidós, Bs. As., 2002, p. 272. 14. Lacan, J., “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, Escritos 2, Siglo XXI, Bs. As., 1987. 15. Freud, S., “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia...”, op. cit., p. 29. 16. Ibíd., p. 32. 17. Lacan, J., “La signiicación del falo”, Escritos 2, Siglo XXI, México, 2008, pp. 653-662. 18. Lacan, J., El Seminario, Libro 3, Las psicosis, Paidós, Bs. As., 1991. 19. Lacan, J., El seminario, Libro 18. De un discurso que no fuera del semblante, Paidós, Bs. As., 2009. 20. Ibíd., p. 33. 21. Lacan, J., El Seminario, Libro 19. ...o peor, Paidós, Bs. As., 2012, p. 17. 22. Lacan, J., “El atolondradicho”, Otros escritos, Paidós, Bs. As., 2012. 23. Ibíd., p. 490. 24. Millot, C., Ensexo. Ensayo sobre el transexualismo, Catálogos, Bs. As., 1984, p. 14. 25. Ibíd. 26. Miller, J.-A., “El inconsciente es político”, Lacaniana 1, Altamira, Bs. As., 2003. 27. Laurent, E., “El orden simbólico en el siglo XXI. No es más lo que era. ¡Qué consecuencias para la cura?, El Caldero de la Escuela 17, Grama, Bs. As., 2012, p. 6. BIBLIOGRAFÍA • AA. VV., Colofón Nº 22, Clínica de la sexuación y (no) clínica del género, Boletín de la Federación Internacional de Bibliotecas del Campo Freudiano, noviembre de 2002. • AA. VV., Transformaciones. Ley, diversidad, sexuación, Torres, M., Schnitzer, G., Antuña, A., Peidro, S. (comps.), Grama, Bs. As., 2013. • Álvarez Bayón, P., Antuña, A., Klainer,E., Husni, P., Mozzi, V., Nitzcaner, D., (2015) «Primer informe sobre la Ley de Identidad de Género en Argentina», AMP/WAP Asociación Mundial de Psicoanálisis [en línea], 2005. Consultado en http://www.wapol.org/es/articulos/ Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=13&intEdicion=9&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=2753&intIdiomaArticulo=1 • Allouch, J., La Sombra de tu perro. Discurso psicoanalítico. Discurso lesbiano, El cuenco del plata, Bs. As., 2004. • Barros, M. La condición femenina, Grama, Bs. As., 2011. • Ansermet, F., “Identidad sexual”, Scilicet: El cuerpo hablante. Sobre el inconsciente en el siglo XXI, Grama, Bs. As., 2015. • Antuña, A., “Transformaciones en el Otro social. Sexuación y iliación”. En Virtualia, Revista digital de la EOL [en línea], julio 2014. Consultado en http://virtualia.eol.org.ar/028/template.asp?Sexo-y-epoca/Transformaciones-en-el-Otro-social.html • Brodsky, G., “La clínica femenina”, Clínica de la sexuación, NEL-Bogotá, Bogotá, 2004. • Butler, J., Deshacer el género, Paidós, Bs. As., 2010. • Butler, J., El género en disputa, Paidós, Bs. As., 2010. • Butler, J., Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”. Paidós, Bs. As., 2005. • Butler, J., Lenguaje, poder e identidad, Síntesis, Madrid, 2004. • Fernández, J., Cuerpos desobedientes. Travestismo e identidad de género, Edhasa, Bs. As., 2004. • Freud, S., “Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa” (1895), Obras completas, Vol. III, Amorrortu, Bs. As., 1986. • Freud, S., “Tres ensayos de teoría sexual” (1905), Obras completas, Vol. VII, Amorrortu, Bs. As., 1990. • Freud, S., “La moral sexual «cultural» y la nerviosidad moderna” (1908), Obras completas, Vol. IX, Amorrortu, Bs. As., 1989. • Freud, S., “Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad” (1908). Obras completas, Vol. IX, Amorrortu , Bs. As., 1989. • Freud, S., “Sobre un tipo particular de elección de objeto en el hombre” (1910), Obras completas, Vol. XI, Amorrortu, Bs. As., 1988. • Freud, S., “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia descrito autobiográicamente” (1911), Obras completas, Vol. XII, Amorrortu, Bs. As., 1986. • Freud, S “Sobre la más generalizada degradación de la vida erótica” (1912), Obras completas, Vol. XI, Amorrortu, Bs. As., 1988. • Freud, S., “El tabú de la virginidad” (1918), Obras completas, Vol. XI, Amorrortu, Bs. As., 1988. • Freud, S., “«Pegan a un niño». Contribución al conocimiento de las génesis de las perversiones sexuales” (1919), Obras completas, Vol. XVII, Amorrortu, Bs. As., 1990. • Freud, S., “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina” (1920), Obras completas, Vol. XVIII, Amorrortu, Bs. As., 1990. • Freud, S., “La organización genital infantil” (1923), Obras completas, Vol. XIX, Amorrortu, Bs. As., 1990. • Freud, S., “El problema económico del masoquismo” (1924), Obras completas, Vol. XIX, Amorrortu, Bs. As., 1990. • Freud, S., “El sepultamiento del complejo de Edipo” (1924), Obras completas, Vol. XIX, Amorrortu, Bs. As., 1990. • Freud, S., “Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos” (1925), Obras completas, Vol. XIX, Amorrortu, Bs. As., 1990. • Freud, S., “Fetichismo” (1927), Obras completas, Vol. XXI, Amorrortu, Bs. As., 1990. • Freud, S., “El malestar en la cultura” (1930), Obras completas, Vol. XXI, Amorrortu, Bs. As., 1990. • Freud, S., “Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis”. “33ª conferencia. La feminidad”. (1933), Obras completas, Vol. XXII, Amorrortu, Bs. As., 1998. • Foucault, M., Historia de la sexualidad. 1-la voluntad de saber, Siglo XXI, México, 1991. • Godoy, C., “Psicosis y sexuación”, Revista Ancla N° 2, Grama, Bs. As., 2008. • Godoy, C., “Bisexualidad”, Scilicet: El orden simbólico en el siglo XXI, Grama, Bs. As., 2012.
  • 12. http://virtualia.eol.org.ar/ 12 Julio-Agosto - 2016 #32 • Helien, A., Piotto, A., Cuerpos equivocados. Hacia la comprensión de la diversidad sexual, Paidós, Bs. As., 2012. • Kraepelin, E., “Paranoia” (Lección 15), Introducción a la clínica psiquiátrica, Sánchez Calleja, Madrid, 1905. • Lacan, J., “Intervención sobre la transferencia”, Escritos 1, Siglo XXI, Bs. As., 1985. • Lacan, J., “El mito individual del neurótico”, Intervenciones y textos 1, Manantial, Bs. As., 1985. • Lacan, J., “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”, Escritos 1, Siglo XXI, Bs. As., 1977. • Lacan, J., “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, Escritos 2, Siglo XXI, Bs. As., 1987. • Lacan, J., “La signiicación del falo”, Escritos 2, Siglo XXI, Bs. As., 1987. • Lacan, J., “Los complejos familiares en la formación del individuo”, Otros escritos, Paidós, Bs. As., 2002. • Lacan, J., El Seminario, Libro 3. Las psicosis, Paidós, Bs. As., 1991. • Lacan, J., El Seminario, Libro 4. La relación de objeto, Paidós, Bs. As., 2002. • Lacan, J., El Seminario, Libro 5. Las formaciones del inconsciente, Paidós, Bs. As., 2005. • Lacan, J., “La signiicación del falo”, Escritos 2, Siglo XXI, México, 2008, pp. 653-662. • Lacan, J., “Ideas directivas para un congreso sobre la sexualidad femenina”, Escritos 2, Siglo XXI, México, 2008, pp. 689-702. • Lacan, J., El seminario, Libro 18, De un discurso que no fuera del semblante, Paidós, Bs. As., 2009. • Lacan, J., El Seminario, Libro 19, ...o peor, Paidós, Bs. As., 2012. • Lacan, J., “El atolondradicho”, Otros escritos, Paidós, Bs. As., 2012. • Lacan, J., El Seminario, Libro 20. Aun, Paidós, Bs. As., 1982. • Lacan, J., El Seminario, Libro 22, “RSI”, inédito. • Lacan, J., El Seminario, Libro 23. El sinthome, Paidós, Bs. As., 2006. • Laurent, E., Posiciones femeninas del ser, Tres Haches, Bs. As., 1999. • Laurent, E., Síntoma y nominación, Colección Diva, Bs. As., 2002. • Laurent, E., El goce sin rostro, Tres Haches, Bs. As., 2010. • Laurent, E. “El orden simbólico en el siglo XXI. No es más lo que era. ¡Qué consecuencias para la cura? En El Caldero de la Escuela, N° 17, Grama, Bs. As., 2012. • Laurent, E., “Un nuevo amor por el padre”. Transformaciones. Ley, diversidad, sexuación, Grama, Bs. As., 2013. • Leguil, C., “Transgénero en el siglo XXI ¿Un requerimiento de marca signiicante o una negación a ser marcado?”, Revista Enlaces N° 20, Grama, Bs. As., octubre 2014. • Mauas, L., “Los hijos del mercado”, Revista Enlaces N° 20, Grama, Bs. As., octubre 2014. • Miller, J.-A., “H2O”, Matemas 2, Manantial, Bs. As., 1988. • Miller, J.-A., Lógicas de la vida amorosa, Manantial, Bs. As., 1991. • Miller, J.-A., Los divinos detalles, Paidós, Bs. As., 2010. • Miller, J.-A., De la naturaleza de los semblantes, Paidós, Bs. As., 2001. • Miller, J.-A., El partenaire-síntoma, Paidós, Bs. As., 2008. • Miller, J.-A. y otros, Las psicosis ordinarias, Paidós, Bs. As., 2003. • Miller, J.-A., “El inconsciente es político”, Revista Lacaniana N° 1, Altamira, Bs. As., 2003. • Miller, J.-A., La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, Paidós, Bs. As., 2003. • Miller, J.-A., Piezas sueltas, Paidós, Bs. As., 2013. • Millot, C., Ensexo. Ensayo sobre el transexualismo, Catálogos, Bs. As., 1984. • Morel, G., Ambigüedades sexuales. Sexuación y psicosis, Manantial, Bs. As., 2002. • Mozzi, V. La sospecha freudiana, Tres Haches, Bs. As., 2012. • Ons, S., Comunismo sexual, Paidós, Bs. As., 2012. • Pérez Jiménez, J. C., De lo trans. Identidades de género y psicoanálisis, Grama, Bs. As., 2013. • Pineda, A., “Lo raro y lo recto. Las clasiicaciones”, Revista Enlaces N° 20, Grama, Bs. As., octubre 2014. • Schejtman, F., “Síntoma y sinthome”, Revista Ancla N°2, Grama, Bs. As., 2007. • Stoller, R., Sex and gender, New York: Science House, 1968. • Tendlarz, S., “Trans en Argentina. La ley de identidad de género”, Dossier sobre sexualidades trans, Revista Enlaces N° 20 [en línea], octubre 2014. Véase: • http://www.revistaenlaces.com.ar/2.0/archivos/lecturas/20/Silvia%20Tendlarz%20-%20Trans%20en%20Argentina.%20La%20ley%20 de%20identidad%20de%20genero.pdf • Tin, L.-G., La invención de la cultura heterosexual, El cuenco de plata, Bs. As., 2012. • Yelati, N., “Transexualismo”, Un real para el siglo XXI, Grama, Bs. As., 2014. • Zupancic, A., Copec, J., Cevasco, R., Ser-para-el-sexo, Barcelona.