El día de ayer se realizó la Rueda de Prensa desde el Observatorio de Grupo Venancia. Se dio lectura al pronunciamiento donde se exige a la Comisión interinstitucional, responsable de la implementación de las medidas de prevención, atención y protección a la mujer de la Ley 779, para que se pronuncie frente a la tentativa de reformar la Ley Integral contra la Violencia hacia la Mujer, por significar un retroceso de los derechos humanos de las mujeres.
2. Organizaciones del departamento de Matagalpa, preocupadas por la
situación de violencia contra las mujeres, indignadas ante la
impunidad que gozan muchos agresores de mujeres, niñas y niños,
nos dirigimos a la Comisión interinstitucional, responsable de la
implementación de las medidas de prevención, atención y protección
a la mujer de la Ley 779, para que se pronuncie frente a la tentativa
de reformar la Ley Integral contra la Violencia hacia la Mujer, por
significar un retroceso de los derechos humanos de las mujeres.
3. Esta ley constituye un avance importante en materia de derechos humanos de las mujeres
proveyéndolas de un marco legal protector y coherente con los instrumentos internacionales
como las convenciones de Belem do Pará y CEDAW, esfuerzo legislativo para reducir la
desigualdad social que vulnera a las mujeres en ante la violencia machista.
En tal sentido, el sistema internacional de protección de los derechos humanos establece que
las acciones afirmativas a favor de individuos o grupos que han sido objeto de discriminación –
en este caso, las mujeres - es una forma de reconocer estas desigualdades.
Convención para la eliminación de todas las formas de Discriminación a la mujer.
4. La violencia contra las mujeres es la expresión más extrema de la desigualdad entre géneros, por lo que
cambiar la ley a menos de un año de su entrada en vigencia es un grave error máxime si se considera que el
Estado no ha proporcionado los recursos suficientes para su efectiva vigencia.
Rechazamos el intento de restituir la mediación en casos de violencia porque estos arreglos desconocen la
desigualdad de poder existente entre hombres y mujeres, y colocan a éstas en mayor riesgo desde el mismo
instante que está frente a quien la agrede, y no está dispuesto a perder el “privilegio” que cree tener sobre
ella.
El derecho a vivir sin violencia no se negocia, el uso de la violencia es un delito y el Estado debe cumplir con
el compromiso que ha adquirido con la firma de Belem do Pará de no permitir prácticas que impliquen
tolerancia a la violencia y la impunidad.
5. La Ley 779, significa un avance fundamental del Estado de Derecho al reconocer a
la mujer como titular de derechos humanos en razón de su propia humanidad, y
reconocer que la violencia contra la mujer ocurre no sólo en el ámbito privado sino
en el público, convirtiéndose la ley en un instrumento para combatir la desigualdad
en la vida cotidiana de hombres y mujeres. La ley establece un tratamiento especial
porque reconoce que ser mujer en nuestra sociedad machista, significa la principal
condición de vulnerabilidad.
Si consideramos que las víctimas de la violencia son, en su mayoría mujeres,
podemos sostener que la falta de protección legal y judicial frente a la violencia, al
tener que ir a mediación es discriminatoria porque tiene por resultado disminuir y
anular el goce y ejercicio de sus derechos humanos. La violencia no es mediable
por eso exigimos del Estado un rol activo y que intervenga mediante la aplicación
de la ley.
Dado en Matagalpa, Nicaragua el 05 de junio de 2013
6. Suscribimos este pronunciamiento:
CECESMA, San Ramón
Centro Jurídico Popular
Grupo de Mujeres Sacuanjoche
Radio Vos, Matagalpa
Red de Mujeres del Norte Ana Lucila (conformada
por defensoras de derechos humanos de La Dalia,
San Ramón, Río Blanco, Muy Muy, Ciudad
Darío,Jinotega, Matagalpa y Estelí)
Asociación Grupo Venancia
Ixchen – Matagalpa
Centro Nicaragüense de Derechos Humanos
(CENIDH)
Comisión Ejecutora – Matagalpa
Asociación para el Desarrollo Integral
Comunitario (ADIC)
Procuraduría de los Derechos Humanos de
Matagalpa
A título individual, Marcela Pineda Molina,
estudiante de la UNAN – Matagalpa.
CENIDH
Grupo de mujeres
Sacuanjoche